martes, agosto 26, 2008

DE CONSERVATORIO EN CONSERVATORIO ... Y TIRO PORQUE ME TOCA

En ese particular juego de la oca que desarrolla el equipo de gobierno popular del ayuntamiento santanderino, el "tiro porque me toca ... pedir dinero a alguien y lloriquear más tarde por la marginación de Santander" le ha correspondido estos días pasados a César Torrellas. Encargado de poner la hucha en un nuevo capítulo de este particular verano del Domund. Dice en rueda de prensa que es responsabilidad del Gobierno de Cantabria fomentar una mayor extensión de la enseñanza de la música en la capital de Cantabria y que debe contribuir presupuestariamente a los trabajos y los días del Conservatorio Municipal de Música "Ataúlfo Argenta".
Planteado como el munícipe lo hizo ante los medios, no queda más remedio que aplaudir la iniciativa del edil popular, pero ...
Es que los términos no son esos. En primer lugar, habría que recordar que la enseñanza de la música en Cantabria inicia su andadura oficial con el Conservatorio Profesional de Música "Jesús de Monasterio" (el de la foto), que depende íntegramente del Gobierno Regional y que en los últimos años ha hecho un notable esfuerzo de estabilidad, con una nueva sede, nuevos instrumentos, inversión en profesorado, etcétera. Y aquí aparece la primera sorpresa: ¿Dos conservatorios en una ciudad pequeña como Santander?
Hace bastantes años ya, un alcalde (independiente en las listas del Partido Popular por aquellos días) de Santander, Juan Hormaechea, decidió con sus habituales modos que si el Gobierno tenía Conservatorio, él iba a montar otro en Santander, sobre la base de la Escuela de la Banda de Música y con el objeto de nombrar director a un pianista santanderino con el que, sin embargo, riñó no mucho más tarde. Sin medios, sin presupuestos, sin profesorado. Pero como las cosas de la administración son tan a menudo cosa de "sostenella y no enmendalla", lo situó en la Finca Altamira, lo llamó Ataúlfo Argenta y acabó siendo el segundo conservatorio profesional de música del Santander posible.
Habrá quien piense que está bien la coexistencia de ambas instituciones educativas. Pero es probable que la realidad sea otra. Si se contaba con medios para invertir en la enseñanza de la música (olé) tal vez lo que se debería haber hecho es mejorar dotación e instalaciones hace muchos años (por aquel entonces los dos centros funcionaban en sedes vergonzosas), configurar un centro más ambicioso, preferiblemente un Conservatorio Superior, y sí, ampliar el número de estudiantes, incluso crear escuelas de acceso en barrios para permitir que los primeros pasos en la educación musical fueran en el propio entorno de los críos y crías y no se saturaran las instalaciones.
Hoy, que sigue vigente esa leyenda urbana de que el Partido Popular es mejor gestor de los dineros públicos, al menos en esta ciudad de los Santos Mártires, continuamos con un Ayuntamiento en permanente crisis financiera, incapaz de crear estabilidad o riqueza, que funciona a golpes de capricho irresponsable, sin proyecto y sin planes de futuro. Y que luego pide al maestro armero responsabilidad y sobre todo dinero (al fin y al cabo money makes the world go around).
Algo comparto con Torrellas. No sería mala idea invertir en la enseñanza musical de todos más dinero, y sobre todo con más cabeza. Si el Gobierno de Cantabria tiene presupuestos que pueda aplicar a este capítulo, no creo que deba comprometerse con la ampliación del Ataúlfo Argenta, sino en todo caso invertir y ampliar plazas y oferta en el Jesús de Monasterio. Que es el suyo y que está en Santander y que atiende sobre todo a estudiantes de la capital. Y si tiene mucho dinero, que lo haga superior. También al Jesús de Monasterio.
Mientras tanto, el Ayuntamiento siempre podrá invertir en su centro de enseñanza musical los dineros que para la educación sonora deriva hacia Paloma O'Shea y sus privadas iniciativas. Entre otras, las de afirmar que los músicos españoles son vagos y por eso triunfan los chicnos, o que Santander no tiene por qué tener una orquesta.
Claro que si nuestra mecenas musical inversa dice que no necesitamos orquesta .... podríamos preguntarle al concejal Torrellas para qué necesitamos formar músicos profesionales. Pero eso sería otro cantar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé gran cosa de música, pero sí bastante de lo que la música y la cultura en general interesa a los cargos políticos locales encargados de esa cuestión.
Sabiéndolo yo y probablemente la mayor parte de los lectores de esta bitácora, carece de sentido hacerse preguntas. La respuesta es de dominio público.
Estando así las cosas lo único que queda es exigir responsabilidades.

musico ambulante dijo...

¿Pero sabe Cesar Torrellas lo que es musica? ¿Y alguno del equipo de gobierno del Ayuntamiento?
Siiiiiiiiii trajeron a King Africa el otro dia .

Rukaegos dijo...

Pásate por Los panes y los peces, músico ambulante, y verás que no es ese el único problema. Ana ha realizado un interesante y divertidísimo estudio zooilógico sobre la fauna que pulula por el Festival Internacional ;)

Y enore ... el problema es que aquí está toda la ciudad (casi toda) como la corte de la Bella Durmiente, acompañando a Santander en sus 100 años de sopor. ¿Quién va a pedir esas responsabilidades?

Me pillas un poco negativo, jeje, pero bueno.

Anónimo dijo...

Pues se puede decir más alto....pero no escribir más claro. Tienes toda la razón, en el sentido más volteriano, osea, que tienes toda la "razón".
Aún así, lo de la música es siempre una batalla por ganar.Ya ves que esta entrada de tu blog ha generado pocos comentarios.¿Será que hay falta de interés por el tema?.

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