viernes, marzo 22, 2013

ESTAMOS LEYENDO ... EL CUADERNO DE BENTO, DE JOHN BERGER


En el libro que importa entras despacio, saboreando las palabras, el estilo, la presencia de la mano sabia que emborronó cuadernos y cuartillas hasta dar la tarea por cerrada. Cuesta coger el ritmo, hacerse a la necesidad de seguir, vencer el miedo reverencial hasta que al fin se te entregan las páginas, alcanzas un rotulador para subrayar tantas ideas, tantas imágenes, tantas ganas de leer, de ver, de visitar.

Recuerdo mis primeros encuentros con John Berger, Hacia la boda y Puerca tierra iniciaron la penetración en el universo de uno de los más relevantes cronistas de nuestro tiempo. Hasta ahora, King , la historia terrible, oscura, desoladora, de un perro excluido que habita entre los excluidos de eso que llamamos estado del bienestar y nos muestra la miseria, el dolor, la alegría de la supervivencia, la especulación financiera dispuesta a arrasar la vida al precio que sea, había sido el último encuentro.

Hasta ahora, cuando fluyen entre las manos las páginas de El cuaderno de Bento. Un simple cuaderno de reflexiones, apuntes, esquemas. ¿He escrito simple? ¿Cómo se puede tener el valor de definir como simples estas líneas emocionantes, sinceras, llenas de vida, de coraje, de energía, cargadas con una especie de don profético?

Descubro antes de la lectura que El cuaderno de Bento original habría sido el cuaderno de apuntes que el filósofo Baruch Spinoza habría llevado durante los últimos años de su vida y que se habría perdido. De hecho, algunas reflexiones tomadas de la Ética de Spinoza salpican el libro, actúan como cortinas separadoras entre las pequeñas historias, las reflexiones mínimas y certeras, los dibujos.

Sí, los dibujos. Porque Berger estudió Bellas Artes, y en el libro aparecen también apuntes de diversas etapas de su vida, mujeres, fragmentos de grandes pintores robados en museos, la hembra de tejón hallada muerta en el camino, el hermoso gato dormilón que ilustra este artículo. Dibujos que muchas veces sirven como puerta de entrada a las reflexiones de Berger, y otras tan sólo se nos muestran, abriéndonos la puerta a nosotros para penetrar en el imaginario de Berger.

La celebración de un cuerpo hermoso, y la de un cuerpo no tan hermoso. La manera en la que leemos, incluso la manera en la que transportamos los libros, con cuidado, como si formaran parte de nuestra más delicada fibra. El animal que ha muerto. El poder absurdo e irracional del imbécil con uniforme. La maravilla de Bach en Londres, en los dedos de la gran Myra Hess bajo los bombarderos alemanes. La enfermedad, los afectos, la guerra, la belleza, el arte interpelando nuestras conciencias y despertando nuestra consciencia.

Las palabras de John Berger, su compromiso estético y político, su mirada sobre el tiempo y la tierra que habitamos se apoderan página a página de este Cuaderno de Bento y lo llenan de humanidad, de esperanza, de aliento. Tal vez haya salvación, después de todo.


*** El cuaderno de Bento  está publicado en España por Alfaguara, en traducción de Pilar Vázquez.

martes, marzo 19, 2013

PALABRA DE GITANO


"Pareces un gitano" , "Si no te portas bien, vendrá la gitana a llevarte" , "Este niño es más malo que un gitano" .

Crecí en un mundo en el que las estructuras y dinámicas sociales generaban exclusión y recelo. En el que hasta el lenguaje había perdido la inocencia (¿alguna vez la tuvo?) y había decidido que determinados giros, determinadas expresiones que se nos venían o que habíamos aprendido entre los nuestros de manera automática, alimentaran ese recelo cada día. Probablemente no había nada más detrás, nuestro idioma era (es) más racista que nosotros, y sólo integrábamos lugares comunes que no aprenderíamos a desmontar, que no necesitaríamos desmontar, hasta mucho más tarde. "Más vago que un gitano" , "más ladrón que un gitano" . "los racistas son ellos, que no se integran" , "son tramposos" , "son sucios" , "son mendigos" , "son machistas" . Ah, es verdad ... "al menos cantan y bailan bien" . No nos valían, no, los gitanos para la sociedad, pero sí para el escenario y para las tablas, para divertirnos y puerta.

No sólo la comunidad gitana era y es víctima de esta trampa de un lenguaje que reproduce las necesidades de quienes lo hablan y de quienes lo fueron dando forma. "Pareces mariquita" , "los hombres no lloran" , "que te den por el culo" , "maricón" . Pronto aprendí que esas trampas perversas también me excluían a mí, también me daban forma e identidad a través de la injuria. Aprendí que no valía para ellos, para los respetables , y que después de condenarme a los márgenes, debía soportar además que me recriminaran esos márgenes que los respetables habían construido para encerrarme. Qué decir de todo el entramado de palabras (y de hechos, claro) edificado siglo a siglo para apartar a las mujeres de la dignidad, de la decisión, del poder, de la autonomía.

En fin, que no fue hasta mucho más tarde cuando por razones diversas, laborales, culturales, políticas, tuve la oportunidad de conocer, sólo de rozar en realidad, a miembros de la comunidad gitana, a gitanos y gitanas, y a empezar a comprender. Es probable que mi primer encuentro más allá del prejuicio secular fuera una revista literaria que editaban unos amigos en Madrid, Archione, con un número dedicado a la poesía europea en romanó, traducida por Nicolás Jiménez (hablé con él un par de veces a partir de esa lectura). Más adelante un par de críos que se preparaban para la Primera Comunión en una parroquia de barrio con la que colaboraba en los lejanos años de católico más o menos comprometido. Pero fueron mis encuentros con la gente de Romanes, la entidad cántabra que aglutina a las asociaciones gitanas de la región, los que me dieron no ya una mirada que ya había pasado por el Porrajmos, el holocausto gitano, al hilo de mi interés en esa época. Y descubrí toda una realidad. La de gitanos y gitanas de todas las edades y de sensibilidades muy diferentes que se empeñaban, como cada ciudadano, en el afán de cada día, que luchaban contra los prejuicios para abrir nuevas puertas, que vivían perfectamente integrados en una sociedad que tiene como una de sus mayores luces la diversidad, pero que por fortuna se negaban a ser asimilados (es bien diferente) por la cultura dominante y trataban de navegar entre la tradición identitaria, de la que querían corregir y superar tantas cosas, sin paternalismos externos, sin lecciones de nadie, sin renunciar a su historia, y la furia de un futuro que llegaba y que se abría paso en la educación, sobre todo la educación, en el trabajo, en la convivencia. Conocí en ese tiempo, insisto en que de manera superficial, a mujeres gitanas que estudiaban en la universidad, a gitanos que trabajaban como albañiles o en la venta ambulante, a gitanas que me comentaban por mi militancia en ALEGA que habría que buscar la forma en que algunas familias aceptaran a un chico gay o una chica lesbiana, a hombres que consideraban a Zapatero el diablo por el matrimonio entre personas del mismo sexo y a hombres que celebraban ese mismo paso, gitanos jóvenes con un talento especial para la fotografía y gitanas pintoras. Me encontré con Carolina, Agustín, Aurora.

Descubrí en fin lo que ya sabía. Que aquí en Santander y en otros lugares de Cantabria había comunidades gitanas vivas y significativas. Y que en ellas se entregaban a la vida hombres y mujeres con ganas de romper los moldes, de derribar los muros, de ejercer su dignidad y sus derechos cívicos, sus opciones profesionales y educativas, de conquistar sus sueños, sin renunciar a quiénes eran, a las raíces y los valores que les habían traído hasta aquí a lo largo de quinientos difíciles años sobre esta península. Hombres y mujeres que habían tomado una decisión: la de protagonizar su lucha, sus luchas, la grande y las cotidianas, sin tutores ni iluminados que les marcaran el paso, escogiendo, decidiendo, caminando, hablando. Ocupando su lugar en todos y cada uno de los espacios sociales. Como cualquier otro ciudadano. Nunca más, pero desde luego nunca menos.

Ahora en estos días hay polémica sobre un programa de televisión, en Cuatro, bastante lamentable. Palabra de Gitano, se llama. Un programa que ignora todo ese camino, toda esa vitalidad, toda esa diversidad, que pasa de largo ante las luchas y los esfuerzos y se queda en la superficie, en el tópico, en el folklore, en el prejuicio. Que perpetúa esquemas perversos de los que nada puede surgir salvo exclusión. Esos en los que nunca podrá haber encuentro o diálogo entre gitanos y no gitanos, porque nos pretenderá superiores y les representará marginales. Un programa que ha atizado las brasas del racismo incendiando las redes sociales y desbordando foros y twitters con basura racista.

No es ese el camino, no es esa la responsabilidad ni el rigor informativo que deberíamos exigir a los medios. Ese es el daño y esa es la ceguera.

Así que desde aquí quiero sumarme a tantas asociaciones gitanas que exigen la retirada del programa, aún más, la corrección del agravio con un programa que de verdad muestre la riqueza, la variedad y las claves positivas de la comunidad gitana sin cebarse en estereotipos contra los que gitanas y gitanos llevan tanto tiempo luchando. Tanto tiempo mereciendo, ya de una vez por todas, que rompamos nosotros nuestros muros, porque ellos tienen los deberes bien hechos. Y como muestra, Juana Martín, joven, brillante, mujer, gitana, diseñadora de moda que triunfa en las pasarelas con un lenguaje exquisito y elegante. Sólo uno de los miles de caminos por los que la comunidad gitana está rompiendo por fin los moldes y ocupando el espacio que le corresponde.

NOTA: Olvidé esta mañana incorporar el comunicado de las asociaciones gitanas, os enlazo aquí y corrijo el error:

http://rikardohj.wordpress.com/2013/02/18/comunicado-ante-la-emision-palabra-de-gitano-cuatro-tv/



lunes, marzo 18, 2013

FALTA DE RESPETO


Va pasando el tiempo y las disculpas de gobierno y cercanías van haciéndose más pesadas, más insolentes, más duras de soportar. La alegría con la que iniciaron la demolición del llamado estado del bienestar, dentro de nuestras fronteras y allende las mismas, en esa Unión Europea de nuestros dolores. Todos al servicio del capital, de la insidia, de la especulación, olvidando que su razón de ser, su única razón de ser, es el servicio al ciudadano.

Van pasando escándalos sobre escándalos, que sin consecuencias hacen que tiemblen los propios pilares institucionales. Desde una monarquía ya fuera de todo atisbo de dignidad a una política hedionda, mediocre, sin recambio ni futuro, según parece, empecinada en girar y girar alrededor de su ombligo. Ausente salvo para consolidar unos privilegios y una inmunidad que hoy, si cabe, y teniendo en cuenta la vida en una calle cada vez más dura y, son todavía más irritantes. Van pasando las menciones a herencias y a quisicosas entre las risas y las sonrisas de cada ministro y cada ministra antes de pegarnos el tajo correspondiente a cada viernes, van pasando las provocaciones -la ya anteúltima, el inefable Wert diciéndonos que exageramos la percepción de la corrupción en un país que ha hecho buena a Sicilia- mientras crece el paro, disminuyen las prestaciones sociales ganadas con tanto esfuerzo, crece la deuda, disminuyen las expectativas y las esperanzas, aumentan los suicidios, disminuyen la igualdad de oportunidades y se condena a la mayor parte de la ciudadanía a la sombra. Todo acompañado por los cortes de mangas de Bárcenas y los alborozados ¡que se jodan! de esa tal Andrea Fabra, de incontestable capacidad y mérito.

No pasa nada. En un país que cada mañana se levanta un poco más triste no pasa nada. Tanta nada que sorprende a esas horas que antes eran bulliciosas cerca de tu casa, en las horas de trámites, de comercios, de idas y venidas al trabajo, escuchar un constante silencio de domingo por la mañana.

Las últimas, imagino que ya las anteúltimas, las reverdecidas noticias sobre las torturas a los detenidos en Iraq por parte de las tropas españolas, y todavía peor el silencio de un gobierno y de otro, también el de los interesados medios de comunicación, como si la tortura no fuera una de las más radicales y profundas indignidades a las que se puede someter a un ser humano, como si no fueran la mayor degradación e indignidad en las que puede caer una, digamos, persona. Las intrigas palaciegas mu a lo Ancien Regime del monarca y su querida, enredando y haciendo caja de político en político, de administración en administración, de oca en oca. El insulto a tantos hombres y mujeres del nuevo giro al cuello a ver si por fin se rompe, el endurecimiento para las condiciones con las que se percibe el subsidio de desempleo en una situación invivible de paro, sin visos de que sea posible mejoría alguna en mucho tiempo, golpeando con especial saña al grupo de edad que más dificultades tiene para encontrar trabajo incluso en situaciones buenas de empleo. Humillando a quien trabajó para simplemente malvivir, para sacar a su familia adelante, sin percepción alguna siempre que algún otro miembro de la unidad familiar alcance una cantidad ni siquiera mileurista al mes, 926 euros. ¿Se imaginan al trabajador caído en las colas del paro pidiendo a su hijo diez euros para pagarse el metro o el autobús hasta la oficina del INEM y poder tomarse un simple café tras la espera?¿Observándose los zapatos rotos y pensando en cómo pedirle dinero a su hija para reponerlos en las rebajas o en el mostrador de las ofertas?

Peor que la crisis, peor que la incapacidad de los gobernantes más torpes y corruptos que podíamos esperar, es la falta de respeto constante, el insulto constante, el desprecio constante a la ciudadanía. Una falta de respeto que se acrecienta si vemos las genuflexiones ante las mafias bancarias y empresariales, ante las redes de intereses que nos fueron empujando a un pozo en el que ellas, ellas sí, se hacen cada día más ricas, adquieren nuevas ventajas, que repartirán, no les quepa duda, con esos nefastos adoradores a los que dimos el voto y la confianza hace algo más de un año.

Decían los romanos que era preciso diferenciar entre potestad, el poder, la fuerza, socialmente reconocida, y la autoridad, el saber, la competencia, la capacidad socialmente reconocida. Hoy España cuenta con un gobierno que puede ejercer la potestad, desde el control de las fuerzas de seguridad ejercido con parcialidad y torpeza. Pero no cuenta con autoridad alguna, no cuenta con una sola palabra, una sola disculpa que permita a sus miembros sostener la mirada sin una vergüenza profunda a cualquiera de nosotros.

Pero ni eso tienen. Ni vergüenza.

martes, marzo 12, 2013

DON'T CRY FOR ME, PONFERRADA



Yo, como a mis más fieles lectores y comentaristas no puedo negarles nada, tendré que echar mano de mi irresponsabilidad acostumbrada y escribir sobre el Affaire Ponferrada a requerimiento de Bruno.

No conozco el caso con pelos y señales, aunque no poca es la información que ha ido apareciendo en los medios, creo que suficiente para hacerse una idea somera y abrir paso a un par de reflexiones.

En mi Twitter pude presenciar un mini debate acerca de si lo que había dominado la decisión del PSOE de presentar una moción de censura apoyado por el partido local fundado por el acosador de Nevenka y con el voto de éste, era Maquiavelo o Max Weber. Si se trataba de una operación, pues, de ingeniería del poder, caiga quien caiga y olvidando los valores y las éticas, o si más bien estábamos ante un ejercicio de responsabilidad en el desempeño público que, en busca del bien común, no podía aferrarse de forma maximalista a unos valores morales que valdrían para la conciencia personal pero no para la conciencia política. Aunque en el resultado final lo que parece que ha estado más presente es el Visir Iznoguz. O peor, de Anacleto.

Parto de la premisa de que, en lo que a Ponferrada se refiere, está casi todo el mundo a estas alturas mejor callado. El PP, porque hasta fechas recientes ha venido gobernando con el apoyo del grupo formado por Ismael Álvarez, aunque también porque Álvarez fue alcalde de Ponferrada en representación del Partido Popular, que le apoyó y avaló en el Caso Nevenka hasta que sobrevino la condena. La propia ciudadanía de Ponferrada, porque ha dejado bien claro, como suele pasar en los ámbitos locales y no sólo, que al ejercer el derecho al voto premia a imputados y condenados, siempre y cuando la trayectoria de imputado o condenado venga avalada por buenas dosis de populismo, al tiempo que suele castigar honestidad, austeridad o gestión responsable. El PSOE, pues bueno, porque en ese deseo de alcanzar una alcaldía tan relevante a mi juicio ha perdido el oremus.

Los valores éticos no son, no deben ser, una mera declaración formal. Si hablamos de ética pública, de valores ideológicos, de decisiones que afectan a la propia identidad y al gobierno ciudadano, tendremos que intentar ser mucho más coherentes y claros. Y es cierto, siguiendo a Max Weber, que el interés público puede exigir algunas veces sacrificios en el ámbito de lo valorativo, lo que él llama Ética de la responsabilidad , pero no es menos cierto que estas rupturas deberían ser públicas, explicadas y convincentes. Hasta el punto de que uno de los mayores errores que puede cometer un gobierno  (pongamos Zapatero) es el de traicionar algunos principios por presiones o para evitar males mayores, pero hacerlo sin aclarar las condiciones y motivos a los ciudadanos a los que parece que se nos considera demasiadas veces menores de edad.

Es probable que existieran razones más que suficientes para intentar desalojar al PP de la Alcaldía de Ponferrada. Y a día de hoy no nos olvidemos de que una moción de censura es legal y legítima, mal que nos pese a todos cuando caemos víctimas de esa herramienta. Pero desde el principio algunas cosas no sonaron bien en el proceso ponferradino. Y lo que peor sonó siempre fue la participación de Ismael Álvarez en el mismo, alguien condenado por acoso sexual, con lo que eso supone para la mirada de quienes defendemos desde la razón y desde el corazón la dignidad e igualdad de las mujeres. Vale que haya cumplido ya su condena, pero sigue sin gustarnos, vale que se hubiera comprometido a abandonar el ayuntamiento (lo de abandonar la política uno se lo puede creer o más bien no), pero sigue sin gustarnos, vale que en adelante el apoyo al gobierno municipal fuera a venir de los otros concejales del grupo y no del ex-alcalde, pero la presencia de uno ha contaminado listas completas en otras partes del país, no sé por qué no tiene que afectar esa contaminación también -y a todas las bandas- a Ponferrada.

A partir de ahí, la sucesión de errores, la mala gestión del caso, ha sido permanente. Fue un error, un error clamoroso que una vez más demuestra que en las altas esferas del partido se está a veces más a hacer cuentas que a defender contentidos, más a la ingeniería que a la realidad, que se escucha sólo lo que se quiere oír, plantear una moción de censura en esas condiciones. No sé si hubiera cambiado algo de haber dimitido Ismael Álvarez antes de la presentación de la moción. Pero desde luego fue un error plantear la moción con su voto. Pero enredándose en el error, fue un error dar marcha atrás tras la moción. Si había que dar el paso, tal vez hubiera sido mejor sostener las razones y seguir adelante, avalando con la dimisión de Álvarez lo hecho y justificando mal que bien los beneficios que hubiera aportado la salida del ex alcalde de la política municipal. Pero Rubalcaba anuncia que se recula cuando ya hay un nuevo alcalde. O lo que es lo mismo, cuando acorrala contra la pared a los socialistas de Ponferrada. En cuestión de medio segundo era evidente que el nuevo alcalde no iba a dimitir, que además esa dimisión hubiera supuesto una imagen realmente rocambolesca de juegos de tronos al margen del bien común. De hecho, me ha sorprendido que efectivamente Álvarez haya renunciado a su acta de concejal después del digo digo digo diego del PSOE. Así que a falta de alcalde socialista en Ponferrada ahora ni alcalde, ni concejales, ni, me temo, afiliados.

Por intentar sacar algo en claro y en positivo de este juego kafkiano y errático, en un país donde nadie dimite, nadie ha dimitido. Pero en un país donde nadie pide disculpas, al menos Óscar López ha asumido con la boca pequeña (asumir de verdad responsabilidades es otra cosa) la mala gestión y se ha flagelado un poquito en público. Para que se nos pase rápido el berrinche supongo.

Mal el acuerdo, mal el desacuerdo, mal las conclusiones. Mal.

lunes, marzo 11, 2013

DESPUÉS DEL OCHO DE MARZO



En los días pasados, y tal como estaba previsto, muchas mujeres, acompañadas por muchos hombres, recordaron en España y en todo el Mundo que a pesar de tantos avances la igualdad real entre los dos sexos sigue siendo un trabajo pendiente, a veces con flecos pendientes, a veces con abismos por superar. Como se podía prever, se escucharon también voces críticas en contra de la celebración del Ocho de Marzo, incómodas unas con los avances, portadoras otras de lugares comunes que han hecho brecha, demasiada brecha creo, en el imaginario colectivo.

Mi primera reflexión vale para el Ocho de Marzo y para muchas otras fechas. ¿Cuándo se nos vistió España con tanta ranciedumbre? Parece que molesta que la comunidad internacional haya elegido una fecha concreta del calendario para recordar las luchas pasadas, para recordar a tantas mujeres que gastaron sus vidas en el empeño de una sociedad más justa; una fecha para recordar las batallas vencidas entonces y ahora, desde aquella mítica lucha por el voto, por el acceso a los estudios, por el acceso a todos y cada uno de los espacios sociales; una fecha para hacer presentes los pasos que aquí y en otros lugares quedan por dar, cada uno en su contexto y en sus ritmos, desde la igualdad salarial a la eficacia en el combate contra la violencia de género, desde el reconocimiento de la titularidad de la mujer sobre su cuerpo al quebrantamiento de los techos de cristal y de los suelos de lodo.

Ah, que tú luchas todos los días y que por eso no te hace falta el Ocho de Marzo.Vale. No te lo voy a discutir. Pero el caso es que en el día a día en las pequeñas luchas de cada pequeño momento suelo encontrarme siempre con las mismas caras, con las mismas voces. Curiosamente, las que con más energía reclaman el poder, el vigor, la capacidad crítica de la jornada conmemorativa. No valen las luchas silenciosas e individuales si no cuajan en un compromiso amplio y claro, si callan lo más para ocultar lo menos. La celebración del Ocho de Marzo lo que nos recuerda precisamente es que en cada momento, en cada lugar, en cada institución, en cada espacio hay mujeres que trabajan duro, que oponen su compromiso fuerte a los desequilibrios, las injusticias, las agresiones. ¿Por qué no parar un día, por qué no reflexionar especialmente un día, por qué no aprovechar la fuerza de las conmemoraciones para que el susurro se haga voz, la voz grito y el grito clamor, para que esos pequeños y grandes trabajos cotidianos lleguen a otros oídos, a otros corazones, y se compartan dudas, deseos y luchas?

Ah, es verdad, que no se celebra un Día Internacional del Hombre. Como tampoco un Día Internacional del Heterosexual ni un Día Internacional de Lemming. Es curioso, nadie cuestiona que se celebre en Reinosa el Día de San Mateo y no, pongamos, el de Santa Úrsula; que en Levante haya fiestas de moros y cristianos y no, pongamos, de federales y comanches; que se conmemore el Dos de Mayo y no el Cuatro de Octubre. Y es que cada fiesta, cada recuerdo, tiene su origen, civil o religioso, en afectos populares, en tradiciones centenarias. Y en luchas y conquistas que costaron y cuestan. Me resulta imposible encontrar un caso, un sólo caso, en el que el hombre, el heterosexual o el lemming hayan tenido que abrirse paso para ocupar su espacio de derechos o de dignidad, que hayan sufrido discriminación por el mero hecho de su genitalidad, de su afectividad o de sus costumbres migratorias. Y aunque sea evidente que los hombres, los heterosexuales y puede que los lemmings también lloran, no lo es por esa condición concreta, sino por otras que, curiosamente, también obligan a luchar y también cuentan con sus días de celebración, combate y memoria.

Yo celebro el Ocho de Marzo. Lo celebro porque quiero vivir en una sociedad en la que nadie se vea obligado a ser menos por ser, a verse privada de oportunidades y de desafíos por ser, a soportar y callar por ser. Lo celebro porque he visto la furia, la energía, la pasión de muchas mujeres que he tenido cerca, las apuestas de tantas dentro y fuera de mi familia. Porque soy consciente del talento que perdimos y perdemos cuando renunciamos a que las mujeres ocupen el lugar que merecen y que les corresponde. Porque me hace más rico y más sabio escuchar sus puntos de vista y tratar de entender sus experiencias. Porque aprendo de cómo lucharon y crecieron, de cómo el Feminismo, los Feminismos, alzaron la voz y la cabeza y entraron descerrajando las puertas en las habitaciones prohibidas. Porque me siento bien acompañando a las mujeres en sus decisiones y su lucha, escuchando y apoyando. Porque la lucha y el grito deben tener lugar cada día, sin descanso, pero necesito un Ocho de Marzo, como necesito otros días especiales, para no extraviar el camino, para reforzarme, para seguir viviendo, para seguir peleando.

Gracias a todas.

viernes, marzo 08, 2013

EL DERECHO AL DISPARATE


Parece que algunos amigos y conbocidos se han sentido molestos por la incorporación a la ONG Imbéciles Sin Fronteras del ínclito y nunca bien ponderado Jorge Fernández Díaz, tras esas sesudas declaraciones en foro oficial y revestido de la dignidad de  ministro del Gobierno de España en las que relaciona de manera inequívoca la igualdad civil para las parejas de gays y de lesbianas con la extinción de la humanidad. Discurso racional, científico y contrastado al que pronto se sumó como monaguillo camarlengo el simpar Martínez Camino, contrastado semental reproductor que si no recuerdo mal ya entró hace tiempo en la directiva de la ONG.

Al parecer, calificar de imbécil a quien profiere iimbecilidades es atacar sus derechos a la libertad de opinión y a la libertad de expresión. A pesar de la autorizada voz de Forrest Gump y su clásico "Tonto es quien hace tonterías". E imbécil, añade Rukaegos Gump, el que espeta imbecilidades.

En cualquier caso, parece que habría que aclarar que de ninguna de las maneras cuestiono el derecho del preclaro ministro a hacer el ridículo en público y en privado. De hecho, tengo que confesar que casi me gusta constatar cada tanto que los magnates más señoros de lado derecho, esos que según ellos mismos son todo un ejemplo de cualificación y preparación, resultan mucho más necios que la media. Lo que no significa que me cueste comulgar con algunas consideraciones.

La primera de ellas, cuando habla Jorge todo es okey, pero cuando habla el Ministro del Interior del Gobierno de España me considero, como ciudadano de ese mismo país a exigir un mínimo de decoro, de sentido común, de equilibrio mental. Y es que la actual estructura política es heredera de la Ilustración y del Imperio de la Razón (aunque no lo parezca), así que si alguien es incapaz de separar sus creencias privadas o sus prejuicios de su función pública, haría bien en renunciar a representar a quienes no merecen, no merecemos, tal vergüenza. O cuando menos a guardar un inteligente silencio.

La segunda, claro, el atributo de imbécil a don Fernández no le viene de estar más contento o menos contento con la constatación de que gays y lesbianas podemos casarnos, podemos formar familias, con la misma protección legal que él con la suya, y con que el Constitucional haya avalado las modificaciones del Código Civil que así lo permiten. No es que tenga el hombre amplios conocimientos jurídicos como para cuestionar a los guardianes de la Constitución y sus argumentos. Pero si entramos en el siempre resbaladizo territorio de la fe y las creencias, en el terreno de lo meramente subjetivo e irracional, todo (bueno, casi todo) es también okey. Pero él no dijo "no me gusta", no dijo "había otras fórmulas legales" ni nada parecido. Dijo que la protección legal de las parejas de dos hombres o dos mujeres, el matrimonio igualitario, suponía una amenaza para la supervivencia de la especie. Que ya me veía yo como uno de los villanos de Superman o algo parecido y a don Fernández en mallas de colores buscando justicia contra los malosos. Dijo, en fin, una tontería solemne, una estupidez al cubo, una chorrada con chorreras. Y como tal hay que tratar sus palabras que, desde luego, distan mucho de configurar una opinión.

Pero como uno cree en la libertad, en la protección de los derechos fundamentales y nada más lejos de mi intención que la de cercenar que don Fernández pueda decir lo que quiera donde le plazca, siempre y cuando no ejerza de cargo público al servicio, se supone, de todos los españoles, estoy dispuesto a iniciar desde este pequeño, perverso y polimorfo blog una campaña internacional para que la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y el Título I de la Constitución Española y todo lo que haga falta consagren, reconozcan y protejan el Derecho al Disparate.

Lo mismo así se queda tranquilo el Ministro del Interior y no se ve agredido por hordas intolerantes de racionalistas compulsivos. Aunque tengamos que asumir que en efecto no fuera un meteorito el que provocó la extinción de los dinosaurios, sino la incontestable evidencia de que la tierra se llenó de estegosaurios maricas y de bolleras velocirraptoras.

martes, marzo 05, 2013

IMBÉCILES SIN FRONTERAS: JORGE FERNÁNDEZ DÍAZ Y LA EXTINCIÓN DE LOS DINOSAURIOS



Que no, que no. Que no se rasca el cogote, que está pensando.

Tenía yo un poco abandonada la simpar ONG Imbéciles Sin Fronteras nacida y renacida en este tan perverso como polimorfo blog. Y no por falta de candidatos, sino más bien de hastío. Porque tanta necedad en la cumbre acaba por resultar abrumadora. Pero me han llamado de la Junta de Patronos para decirme que no van a dejar pasar esta oportunidad, y que al flamante Menestro del Interior, Jorge Fernández Díaz-Amén, hay que hacerle Imbécil Sin Fronteras con Distintivo Rosa y Pistola de Agua Bendita.

Que nos dice aquí el intelectual que no nos vayamos a pensar que su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo es por cuestiones personales, ideológicas o de fe, no vayamos a pensarnos que la Iglesia Católica es homófoba sólo porque él sea tirando a tardo. Y que después del rasca-cogote ha encontrado una razón súper científica y súper mega racional para sustentar su vacío neuronal. Que dice que si los gays nos casamos con otros gays y las lesbianas con otras lesbianas, pues la humanidad se extinguirá y habrán sido un montón de siglos de horrores, guerras, fanatismos y muertes para nada de nada. Se notaba que lo decía con dolor, eh, que en el fondo es un blando y un sentío y hasta se le quebraba la voz pensando en ese horror de mundo lleno de maricones propendiendo al fin del mundo. Una lástima. Le faltó, eso sí, la mítica de Siniestro Total "Pueblos del Mundo, extinguíos". Pero supongo que sería pedirle demasiado.

El Principio de Peter no ha podido ser, eso de la patada hacia arriba hasta el límite de la incompetencia. Porque la incompetencia de semejante imbécil transfronterizo tocó fondo hace varios lustros. Pero no deja uno de preguntarse cómo es posible que Darwin se equivocara tanto y desde algún simio psicópata se llegara a adoptar esta forma de vida preinteligente.

Porque digo yo que hay que ser imbécil, muy imbécil, para levantarse cada mañana y ver desde tu ventanuco el globo terráqueo ocupado por maricones y bolleras llegados desde algún planeta lejano (ya les digo yo que Urano, que sí) para acabar con la tierra sin que Supermán tome cartas en el asunto porque estará montándose un trío con Batman y Robin y les dé igual la extinción del Gnomo Sapiens. Hay que ser muy imbécil, y muy muy ignorante, para no enterarse de que a día de hoy el problema real de la tierra es el de la súper población, debida en parte a la heterosexualidad irresponsable propiciada desde las religiones. Hay que ser imbécil hasta la medula para pensar que homosexual es igual a impotente, que no parece que tenga los conceptos bien ordenados aquí el menestro. Pero tiene razón, entre hombre y hombre, entre señora y señora, preñeces las justas. A pesar del Lesbiboom propiciado en los países modernos mal que pese a la Santa Madre por el desarrollo  de las técnicas de reproducción asistida. Lo que no quita para que sólo un imbécil al cubo pueda pensar que una lesbiana o un gay que no se reproduzcan en pareja no vayan a poder (y querer) reproducirse fuera de ella o buscando asistimientos.

Y es que, don Menestro, tenga por cierto que acabaríamos todos de cónclave en cónclave rodeados de guardias suizos. Y si no, eche un vistazo a su amada Roma.

 Quede claro de una vez: Diga el Menestro lo que diga no fue un gen gay el que exterminó a los dinosaurios. Lo ha demostrado un sesudo y valiente estudio de la Universidad de Villafranca de los Barros. Murieron de risa ante una profecía que anunciaba la llegada a un ministerio de un tal Jorge Fernández Díaz. Fue demasiado para sus bodies.
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