lunes, diciembre 31, 2007

FELIZ 2008 Y GRACIAS POR HABER ESTADO AHÍ...
Quedan ya poquitas horas para que el año 2007 se pierda entre las brumas del pasado de manera irrevocable. Y son estos los momentos en los que parece que todos intentamos mirar hacia atrás y revisar qué fue de nuestra vida en otros doce meses que se nos fueron resbalando entre los dedos del alma.
Pensé que no tardaría en aburrirme del blog, o que mi impenitente despiste me haría abandonarlo por pura desidia. Pero el 2007 ha sido el año en el que mi Santander posible se ha ido abriendo un pequeño espacio entre vosotros. Y no deja de sorprenderme, desde que instalé un contador de visitas a principio de diciembre, constatar que al cumplirse un mes, pasaré de las 1000 visitas, que la media de tiempo es de unos seis minutos (¡no lo puedo creer, os lo leeis!) y que aunque no me dejáis muchos comentarios los visitantes lo sois de manera regular y cariñosa. Y no sé si me lo merezco, pero gracias por haber permitido crecer esta página que es también vuestra.
Os sentí profunda y dolorosamente cercanos en mayo, cuando estuve a punto de clausurar el blog tras haber perdido muchas ilusiones de golpe. Ilusiones que, por otro lado, no he sido capaz de sustituir por otras, de manera que ando por el camino de la misantropía sin remedio.
Pero el 2007 humano, tierno, cargado de sonrisas. Las mujeres que leen en Espacio Propio y que le han dado sentido a muchas de mis tardes y han convertido lugares como Villanueva de la Peña en un hogar nuevo. Las mujeres (y unos pocos hombres) que de manera incomprensible siguen abarrotando mis clases de Literatura Universal en UNATE, y que con su fidelidad y su pasión y sus ganas de saber y de comerse el mundo me siguen emocionando. La gente de ARTSUR, Pilar, Pierre, Mar, Ander, Carlos, Nacho ... que sigue persiguiendo belleza y sueños. Los locos de ARTESLES, Fernando, Fernando, Javi, Josémiguel ... que cada verano dan una lección de honestidad y riesgo, y cada día dan una lección de humanidad y de cercanía. Muchos compañeros y compañeras de aventuras políticas, Ángel, Paco, Chabela, Julia, Marta, Jesús, Antonio ... con los que he compartido esperanzas y bofetadas, y que sinceramente creen, creemos, que se puede trabajar para que la sociedad cambie y que siguen conservando los ojos limpios (y aunque Gema se haya enfadado conmigo por una broma en este blog ... pero que sabe que la aprecio). Mis amigos de cada día, y también los que se han ido extraviando por el camino por esas putadas que nos hace la vida y que nos hace estar lejos de personas a las que queremos: ojalá en el 2008 nos tropecemos en algún cruce, porque os quiero muchísimo. Y la gente con la que he compartido luchas por los derechos de gays, lesbianas y transexuales, o en favor de los inmigrantes, o por una sociedad más libre y más tolerante, o por la poesía (por la música ya no lucho: hágase el silencio), o por la cultura en cualquiera de sus manifestaciones. Porque gente como Lucía, Perla, Javi, Marisol, Joaquín ... hace que pueda levantarme por las mañanas y pensar que todavía hay gente que vale la pena. Y Carlitos, Facu, Nacho, Silver, Landher, Leo, Ana, Martuca, Joaquín, Hugo, que hacéis la luz sólo con estar. Y Barbara Bonney, que cantó desde el alma, con el agradecimiento para quienes la hicieron posible. Y los que escribís poesías que leo, novelas que recorro, películas que sueño, música que atrapo, pinturas y fotos que me atrapan ... Y todos los que simplemente pasáis por la calle con una sonrisa, que dais las gracias o pedís las cosas por favor, que no gritáis. Y Glenda, Miércoles y Tiberio, que están un poco hartas de los petardos pero sobrevivirán juntas a la Nochevieja. Y la primera playa del Sardinero, y Campoo, y la nieve, y Liérganes, y tantos lugares de Cantabria hermosos como la luna llena bailando en el rocío. Y el sueño de conocer Buenos Aires, Irlanda, Florencia ... Y el Europride en Madrid. Y mis chicos y chicas de Choate Rosemary Hall, porque cada verano me hacen cercanos y diferentes los Estados Unidos. Y las chicas de Inlingua. Y ...
Dejo de escribir para no rayaros, y porque pasaré de la sonrisa boba que estoy poniendo al recordaros a dejar de escapar un par de lágrimas. No he puesto todos vuestros nombres porque serían interminables, pero vosotr@s sabéis que estáis ahí. Gracias. ¿Cómo podría la vida no ser maravillosa si os tengo tan cerca?
No es día para frailones, heraldos negros, ratas y reptiles. Que los hubo, los hay y los habrá. Pero esos no merecen un nombre.
Para todos los demás, de nuevo Los Secretos. Para todos, Coca Cola, jajajajajajaja. Y un 2008 lleno de magia.
Por un mundo mejor, os quiero.

sábado, diciembre 29, 2007

¿A QUE DAN MIEDO?
(En defensa de la familia II : El retorno)

Como parte de los fastos de la celebración del Día de la Sagrada Familia, 30 de diciembre, los de la foto (no, no son un cónclave de capos mafiosos aunque por su estética pudieran parecerlo; y de una vez por todas, el más enfadado no es el hermano gemelo de Paco Clavel) han vuelto a convocar una manifa-procesión para gritar a los cuatro vientos a lo largo y ancho del fachódromo de Colón que la familia está en peligro. Nuevamente explican a los pocos que les quieren oír que no están en contra de nadie, que sólo se oponen al Gobierno, a Zapatero (de perfil familiar bien tradicional, por otro lado), a los derechos de la mujer, a los treceañeros procaces y, por supuesto, a la bestia de Sodoma.
Como en esta ocasión no tenían colegios para llenar los autobuses, han decidido meter mano, digo echar mano, a los nuevos movimientos apostólicos, esos peculiares grupos de organización piramidal y terriblemente jerarquizada, en los que no existe el debate interno sino sólo el adoctrinamiento y en los que se ha venido a organizar el sector más integrista de la Iglesia Católica. Sus líderes, siempre hambrientos de prebendas y favores episcopales, tendrán su momento de gloria (in excelsis Deo) y rivalizarán en enviar maldiciones a los malvados socialistas y en invitar con adamados y seborreicos discursos a los pobrecitos gays cautivos de la perversa laicidad a que se sometan a terapias reparativas o de electroshock y recuperen esa normalidad de la que tan lejos viven semejantes tipos (la única tipa que iba a acudir anda enfermita en Italia). Y así, entre cardenales, focolares, sanegidios, kikos, comunionliberacionistas y demás familia, piensan arrejuntar a más de un millón de vociferantes almas, y recordar así a Rajoy y los suyos que no jueguen con fuego, y que si quieren votos católicos se mojen y tomen como primera medida de gobierno después del nueve de marzo (jajajajajaja) sea derogar la reforma del Código Civil que en 2005 permitió en nuestro país los matrimonios entre personas del mismo sexo, con plena igualdad jurídica. Y es que no parece que ni los aleteos del Espíritu Santo ni las intrigas palaciegas de García Calvo hayan conseguido variar un ápice la sensación de que el Constitucional tiene más que clara la adecuación a la Carta Magna de la reforma.
No se espera en la mani al sheriff católico de Tenerife, que no sabe si podría resistirse a los lascivos cantos de los y las adolescentes que participarán en la manifestación buscando, oh infernales angelitos, quién sabe qué. Y ha preferido quedarse en su diócesis releyendo la "Lolita" de Nabokov. Tampoco al Cardenal Amigo, que por lo bajo dice que estas cosas uffff, pero no se atreve a dar la cara por una Iglesia más fraterna y abierta. Ni al vecino Setién, que sigue considerando en recientes entrevistas mucho más dignos de salvación y afecto a los asesinos de eta que a gays y lesbianas, y es que claro, entre un disparo en la nuca o un beso a bocajarro, ni punto de comparación.
En fin, que quería yo desde mi humilde y modesto blog contribuir al desarrollo de la manifestación proponiendo a mis fieles lectores de cada día un viejo conjuro celta. Pongan la luz a medio gas, quemen un par de velitas aromáticas (las de limón o jazmín son deliciosas, húyase del incienso), respiren hondo, relajen la conciencia y repitan en un dulce susurro a la manera de la Bruja Lola:
"Que llueva, que llueva,
la Virgen de la Cueva,
los pajaritos cantan,
las nubes se levantan.
Que sí, que no,
que caiga un chaparrón
de granizo gordinflón
encima de la manifestación".
Así por lo menos, las y los adolescentes se manifestarán debida y castamente cubiertos. Y un poco de música, que no decaiga. Es que los Mojinos Escozíos cada vez me hacen más gracia, oigan y responden sin duda al respetuoso y festivo espíritu con el que Rouco propone, el pepé dispone y Dios se opone. Y como propuesta de contramanifestación, una bella canción de Andrés Lewin ... uff me casaba con él sin pensármelo dos veces: Andrés, dónde has estado el resto de mi vida.
PD: Escéptico, que dice Glendamaría que como te vea por Madrid te muerde severamente el corvejón ;)
PD: Hay otro conjuro celta estupendo para la lluvia de azufre, pero todavía no lo tengo totalmente controlado. Ya os lo pasaré.
ayns, Andrés, y ahora tú

lunes, diciembre 24, 2007

Ay del chiquirritín ... Felices Fiestas

No es que tenga yo demasiado desarrollado el espíritu navideño pero ... Érase un colegio especial en el que siempre se hacía una fabulosa representación de la Natividad. Y como preferían los personajes reales a los muñecos, siempre elegían a los alumnos y alumnas más estupendos para los papeles protagonistas, eligiendo al centro de la función de entre los más pequeños.
Lo demás es historia ...
Felices fiestas, Feliz Navidad, Feliz Solsticio de Invierno ... lo que tú prefieras. Y mucha felicidad.
Y ya lo sabes. Todo lo que necesito estas Navidades eres Tú.

domingo, diciembre 23, 2007

Villancicos populares, volumen I:
HACIA PRISIÓN VA UNA BURRA, RIN RIN
La verdad es que el apellido del cretino de la foto, Txema Matanzas, es un estupendo aval para las doctrinas nominalistas de Platón en su diálogo "Crátilo": el nombre contiene ya la esencia del objeto que denomina, por lo que en apellidándose matanzas, poco más cabría esperarse que un criminal. Y lo que es peor, un criminal de esos que escudándose en las redes civiles de apoyo a los asesinos vivían con impunidad de txikito en txikito en el País Vasco, construyendo toda una red mafiosa que permitía (y permite) la enfermedad moral que infecta a los vecinos orientales del Santander posible y en la que quienes defienden la paz son violentados, perseguidos y humillados públicamente, cuando no directamente asesinados, mientras las ratas, miren la foto, campan por sus respetos como siempre han hecho los matones por los patios de los colegios y los mafiosos por las calles.
Llevan años diciéndonos el Partido Popular y sus palmeros que José Luis Rodríguez Zapatero y su Gobierno se han rendido a los engendros de la foto y sus mariachis, que el Partido Socialista (que tantos muertos) colabora en el fortalecimiento de los terroristas y que el estado de Derecho ha cedido ante el chantaje de la violencia. Pero la sentencia contra la gentuza hedionda de Ekin pone de manifiesto una vez más que poco ha salido en estos cuatro años del PP sino calumnias y mentiras, y que como la realidad es testaruda, las instituciones han seguido trabajando por todas las vías para el final del terror.
Sin ceder como Aznar ("estamos en contacto con el movimiento de liberación nacional vasco", acercamiento de presos, etcétera) Zapatero ha buscado la paz, con poca fortuna por desgracia, también por las vías del diálogo. Me hubiera decepcionado e indignado un Presidente del Gobierno, el que fuera, que no hubiera echo todos los esfuerzos, también esos, para liberarnos de una vez de las sangrientas garras de ETA y su jarcia. Pero ninguno de los poderes del Estado ha cesado en su trabajo y las pruebas del trabajo del Ministerio del Interior y del Poder Judicial han cuajado estos pasados días en la sentencia que condena a casi medio centenar de implicados en la trama civil/legal de los terroristas.
Y fue cuando la jueza pretendía leer la sentencia condenatoria y las sabandijas etarras y sus parentelas intentaban impedir la lectura con su habitual exhibición de desvergüenza y gamberrismo violento cuando el tipo repulsivo de la foto nos obsequió con una definición estupenda de sí mismo: Imbécil, payaso, cretino. Mientras otros cenutrios de igual o peor calaña le reían la gracia.
Espero que sigan riéndose en prisión durante muchos años, los años a los que les ha condenado una sentencia medida y justa, y que Matanzas siga haciendo el mico delante de los espejos de algún penal y desternillándose. Tiene unos 17 años para evitarnos a los ciudadanos de bien, vascos y del resto de España, la visión de su rostro asesino, sus manos manchadas de sangre y su expresión de mamón integral con colmillos.
Quería apuntalar estas palabras con el "De qué se ríe" de Nacha Guevara en que se interroga a un tirano sanguinario (como sanguinarios y tiranos son los cabestros de ETA) acerca de qué le hace tanta gracia, si la gente, el pueblo, está en la calle para defender sus derechos, su libertad y su paz. Pero no me lo encontré por el mágico youtube y no sé cómo pegar música a la bitácora.
Así que me despido pidiendo perdón a todas las especies animales que he ofendido comparándolas con los seres repulsivos de la foto. Y deseando con "Una macchia" del Macbeth de Verdi que al igual que la perversa Lady Macbeth no haya agua bastante en el mundo para el día en que la canalla de la foto enloquezca intentando limpiar la sangre que chorrea por sus manos.

jueves, diciembre 20, 2007

DE JODIE FOSTER A LOTINA PASANDO POR LA COPE:
(Navidades en tono Arcoiris)
No me negaréis que Jodie Foster está estupenda en la foto que acabo de googlear. Pero es que Jodie va a pasar estas Navidades más desnuda que nunca. Y es que la actriz tuvo no sé si la valentía o el descuido de dedicar el último premio conseguido por su trabajo a una poderosa productora de Hollywood que, además, es su pareja. Que Jodie Foster es lesbiana no es actualidad: vivía en lo que la hipocresía norteameriyanqui ha denominado el "armario de cristal": todo el mundo sabía qué había dentro de los amores de Jodie, pero mientras no pronunciara las palabras malditas, todo estaba bien. Pronto han empezado los de siempre a rasgarse las vestiduras, aunque en este caso el propio poder de Foster en los ámbitos cinematográficos, probablemente amortigüe un "escándalo" que en otro caso podría haber dinamitado su carrera. Ya ha recordado ayer el actor británico (y gay) Rupert Everett que la industria del séptimo es radicalmente homófoba.
Eso sí, a Lotina, uno de esos que cobran millones por inducir a un equipo de fútbol a perder jornada tras jornada, le parece que "ser maricón es un chollo". Y que nada de malo hay en que te lo llamen porque en el fondo, dónde vamos a parar, te hacen el favor de los favores. Que no se habrá criado este triste entre niñatos en pantalón corto encantados gritando maricón de mierda a alguno de sus desafortunados compañeros de escuela, con un par de collejas mejor. Y claro, que ha sido tan oportuno el bocas navarro, que nos salta la del chollo precisamente cuando se publican nuevos informes, bien preocupantes, sobre la homofobia en el ámbito escolar.
Eso sí. Contentos estarán los del Foro de los Fascistas, digo de la Familia, y la troupe circense de la COPE (César Viral, López Lifting y The Little Taliban) con las lotinadas. Porque para el 30-D convocan una nueva manifa para que el facherío integrista pueda lucir los pellejos de animal muerto, las banderitas con pájaro y corretear por Madrid al grito de "Maricón el último". Se trata de defender la familia (qué vistos están, por Tutatis, qué vistos), porque alguien parece que la está rompiendo y la católica Ejpaña no puede consentirlo. Ya nos han dicho que esperan uno o dos millones (como no cuenten a los clientes del Corte Inglés no sé de dónde los van a sacar en pleno desenfreno consumista), y seguro que cuentan con las cuentas de Espe, que piensa decir que han desfilado por Madrid con los nardos apoyaos en las caderas doscientos o trescientos millones de españoles, además de tres senegaleses, dos japoneses albinos, un rosario de monjas polacas y una madre soltera de Galapagar de filiación nacional incierta. Toma ya. A ver si los rojos masones maricones terroristas consiguen superar esto.
Mientras tanto, en Roma Maledicto acaba de montar un Belén en Nazaret, ya que las inmutables sagradas escrituras no se acaban de poner de acuerdo sobre dónde nació Jesús. Y si hasta ahora se seguía a Lucas y a los profetas, el alemán y sus zapatitos rojos de Prada prefieren la versión de Mateo (nada que ver conmigo, se lo juro) que según he leído hoy en la prensa dice que José "cogió a María en su casa". Espero que se trate de una errata, porque si no en los predios de Latinoamérica van a empezar a dudar del dogma de la Inmaculada. Pero en este Belén que estoy montando, Maledicto reaparece porque en siendo responsable del Santo Oficio dictó que quien denunciara a un sacerdote por abusos sexuales, homo o hetero, sería excomulgado. No quien mete la mano, ojo, sino quien busca justicia.
La verdad, que esta obsesión de los integrismos políticos y religiosos con gays y lesbianas son ya cansinos. Qué pelmas. ¿Llegará un día en que se preocuparán de las cosas verdaderamente importantes, como de trabajar por una tierra más justa, que de eso si habló Jesucristo, y nos dejarán a los demás vivir en paz, amar a quien queramos y follar con quien nos deje?
En fin, que a Lotina, Cristina, y demás banda, inundado que estoy de espíritu navideño, quiero dedicar este bonito villancico de los Pansy Division (División Marica) en que reivindican su deseo de ser un árbol de navidad, por aquello de estar rodeados de bolas. Homo Christmas.
Y para la valiente de Jodie Foster, un beso virtual y ¡Arriba el rollo bollo!
No, si al final voy a descubrir el lado interesante de las Navidades, Ho Ho ho

martes, diciembre 18, 2007

... Y EL POBRE MONTESQUIEU CON ESTOS PELOS
Perdida la crispación nuestra de cada día en otros menesteres más inmediatos pero seguro menos relevantes, creo que la ciudadanía, educada o no, no es del todo consciente (al menos no se la ve lo suficientemente escandalizada) de la tensión que en el sistema de garantías estatuido por la Constitución Española de 1978 y el corpus normativo que la desarrolla viene provocando el gallinero político en comandita, presidido y estimulado por los gallos del corral pepero-genovés.
Que Montesquieu era un inocentón de tomo y lomo al proclamar la necesidad de que los tres poderes del estado marcaran claramente sus fronteras de actuación lo aprendí a los tres minutos justos de empezar la apasionante y fructífera carrera de Derecho. Basta coger un periódico superficialmente para darse cuenta de que los sistemas occidentales se han venido ejecutivizando (perdón por el palabro), que pocos parlamentos serían capaces de oponerse a las decisiones gubernativas si el gobierno cuenta con mayoría suficiente (el Reino Unido y, sí, pásmense, los Estados Unidos, serían de higos a brevas refrescantes y escasas pruebas en contrario) y que los sistemas de acceso a los estamentos decisorios del Judicial andan siempre teñidos de salpicaduras políticas acá y acullá.
No es malo que los jueces tengan su posicionamiento político siempre y cuando sean capaces de administrar justicia desde una razonable imparcialidad. Y esta afirmación no es utópica. Recuerdo que en la carrera nos comentaban que en lo jurídico el tránsito del Fascismo (el de verdad, el de Mussolini) a la Democracia tras la Segunda no había sido excesivamente brusco: jueces formados en la democracia liberal de entreguerras habían aplicado con criterios abiertos leyes restrictivas; habían sido sucedidos por una generación de jueces formados en la Italia fascista que habían aplicado leyes liberales y sociales con criterios restrictivos, de manera que la evolución legal había sido aceptable y razonada a lo largo del tiempo. De igual manera, en la polémica sobre el Derecho al Aborto en Estados Unidos, en los últimos tiempos y hasta su jubilación, una Magistrada propuesta por Reagan y criticada en su momento como ultraconservadora, había sido el voto necesario para equilibrar la balanza en favor de las posiciones de defensa de los derechos de la mujer incluso en el controvertido acceso al aborto. Y eso, porque había sido capaz de enfrentar la racionalidad legal a sus propias convicciones.
Spain, Fraga dixit, is different. A un lado y a otro, pero más en el lado de siempre, nos encontramos con jueces funcionarios que no responden de sus excesos ante nadie, y cuyas meteduras de pata han de ser realmente solemnes para que se sancione incluso de manera leve. Y claro, aunque como en toda profesión y en toda selva social sé que abundan los hombres y mujeres que toman con seriedad y rigor su ejercicio jurisdiccional, hay cada friki con toga que pone los vellos como escarpias. En este momento, de hecho, hemos llegado a encontrarnos con un Presidente del Consejo General del Poder Judicial (con varios alegres adláteres como el Juez Raquero, digo, perdón, Requero) o dos Magistrados del Tribunal Constitucional que más parecen trabajar para el Partido Popular que para la Ley.
Los dimes y diretes ideológicos parecían hasta ahora limitados en parte por el necesario consenso a que las mayorías parlamentarias cualificadas, necesarias para los nombramientos, obligaban. Pero el PP de Zipli y Zapla decidió que los españoles les habían robado las carteras el 14 de marzo de 2004. Y que ya no jugaban.
Hasta ahora, se pactaban los nombres, se evitaban los más radicalmente ideológicos y se asumía que la mayoría parlamentaria tenía posibilidad de proponer un cierto sesgo favorable (siempre desde el rigor profesional y legal). Y así se hicieron las renovaciones durante el Aznarato. Pero ahora no. Visto que en el Parlamento español nadie les quiere, los peperos han optado por inventarse dos nuevas cámaras en las que intentan paralizar las decisiones legislativas de Congreso y Gobierno y provocar la quiebra del Estado de Derecho. Es más, llegado el momento de renovar CGPJ y TC, se enrocan, se niegan incluso a hablar de nombramientos y tratan de llevar a esa Ejpaña que tanto quieren a un colapso institucional con un poco de golpe de estado de cuarta regional y otro poco de macarra escolar.
Me preocupa que dos instituciones básicas del sistema se encuentren cada día en los medios convertidas en espectáculo de circo. Y eso, a pesar de la presencia en ambas de hombres y mujeres respetables, honestos y seguro que hoy terriblemente avergonzados de tener que poner cara humana a este carnaval. Como las dos chicas me caen bien, voy a citar como ejemplos de esa actitud elogiable a María Emilia Casas y a Elisa Pérez Vera. Pero podría citar a todos los Magistrados del Constitucional excepto a esos dos que han hecho del matonismo principio jurídico. Lean hoy en la prensa un poco sobre el incidente de tráfico de ese tal García Calvo, el que fue Jefe Provincial del Movimiento en Almería y hoy se atreve a opinar sobre nuestras libertades. Y saquen conclusiones.
Entre muchas otras cosas que le debemos los españoles a una oposición absurda, deshonesta e incomprensible del Partido Popular es el de haber dejado heridos de muerte, bajo sospecha, los dos más altos espacios de defensa de nuestros derechos, los que nos garantizan (¿garantizaban?) inmunidad ante las arbitrariedades o excesos de los otros poderes. Una función que, sin creer ni en hadas ni Reyes Magos, habían venido ejerciendo dentro de lo correcto. Pero una vez más ... ¿quién nos defiende de los que nos defiende? Y todavía más ... ¿quién nos defiende de los que se supone que defienden a los que nos defienden?
Esperemos que este problema, como tantos otros de orden institucional, fundamental, encuentren solución en un par de meses. Los españoles tendremos que elegir entre premiar el gamberrismo y la deslealtad constitucional o votar con cabeZa y coraZón en marZo.

sábado, diciembre 15, 2007

BARBARA BONNEY Y LA CONSQUISTA DE LA FELICIDAD
Si tuviera que elegir un disco, un solo disco para sobrevivir al silencio en una isla desierta, creo que me llevaría “The Fariest Island”, la espléndida recopilación de canciones para laúd inglesas del Renacimiento tardío y de canciones del primer Barroco inglés editadas en DECCA e interpretadas con la más sutil y encantadora de las voces por la soprano norteamericana Barbara Bonney.

Fueron Mozart y los engranajes discográficos quienes me descubrieron la sofisticación, el delicado timbre, la versatilidad interpretativa, la perfección técnica, la furiosa necesidad de emocionar de una voz, una mujer que se hace música y llega esta tarde al Palacio de Festivales de Cantabria convertida en el mejor regalo de Navidad que podremos esperar este año. Hace ya años de ese momento en el que en medio de una grabación del “Don Giovanni” sacudías la cabeza asombrado por la coquetería de Zerlina en el “La ci darem la mano” o en el “Batti, batti” y te veías obligado a buscar el libreto y entre los créditos del disco descubrir que el milagro se llamaba Barbara Bonney. Y después, otros roles mozartianos, colecciones de lied alemán con bellísimas aproximaciones a Schubert y los Schumann, el espectacular “Stabat Mater” de Pergolesi en un dúo perfecto con el contratenor Andreas Scholl, las frías canciones nórdicas de Alfven, Grieg y Sibelius en el delicado “Diamonds in the Snow”, los juegos contemporáneos de compositores norteamericanos actuales como Previn, Barber o Bernstein llegando a la épica de la cantata “Sally Chisum remembers Billy The Kid”.

Desde que me encontré con la música y fui plenamente consciente del placer de callar y escuchar hasta que una melodía rompe el silencio y nos llena de sueños, supe que había intérpretes privilegiados capaces de contagiarnos todo lo que aprendían al leer las partituras de los grandes maestros. La capacidad de emocionar es esencial a la música, pero sólo funciona cuando un mediador en estado de gracia teje las notas para nosotros y nos convoca a un diálogo en el que aprendemos a mirarnos hacia dentro, nos recogemos y exploramos todo el catálogo de lágrimas y esperanzas, de risas y de fuego de que nuestro espíritu nos ha dotado. Somos mejores después de escuchar música, nos conocemos más a fondo y nos encontramos así con el camino de la felicidad que sólo toma dirección desde la propia intimidad consciente.

Barbara Bonney ha sido, es, una de esas guías que nos llevan de la mano, de la voz, hasta el milagro. Que nos enseña a ser felices. Y esta noche, con un programa exigente, profesional y lleno de brillos y matices y sendas de luz y espacios de sombra, en el que Robert Schumann, Clara Wieck-Schumann, Edvard Grieg y el tremendo Richard Strauss de las “Cuatro últimas canciones” se apoderarán de la voz de la soprano y serán evocación viva y serena de todo aquello que de bueno nos queda. Para que al fin del día seamos un poco mejores, un poco más felices.

Gracias por adelantado, Barbara.

miércoles, diciembre 12, 2007

ANIMALES DOMÉSTICOS



Siempre me ha gustado esta foto de Miércoles (como ves Ana, he dado curso a tu petición jejeje). Describe muy bien el calor, la serenidad, la confianza que se teje entre las personas y los animales que comparten hogar con ellas.
Está tomada en una cualquiera de las horas que pierdo ante el ordenador. La caja va emitiendo calor y la gata busca a un tiempo el run run de la máquina, el contacto tibio de la superficie y la cercanía y seguridad que sólo yo soy capaz de proporcionarle. Se tumba primero y me mira, ronronea y poco a poco va relajando los músculos y quedándose dormida hasta que llega un momento en que la pata comienza a colgar y el sueño vence. En ese momento no tienes más remedio que mirar, sonreír y evitar hacer ruido. Pero ese día la cámara de fotos estaba al lado del teclado y, bueno, no pude resistirme.
Seguramente, Glenda estaría, como ahora, ejerciendo de alfombra peluda justo al lado. Y Tiberio, bastante más huraña, en algún lugar escondido o un resquicio de sol.
Los animales comparten nuestras vidas. Seguro que no merecemos tanta confianza, pero a nuestro lado han perpetuado su infancia (quién pudiera) y se nos han dado. A cambio de la comida, dicen muchos. Pero también los perros maltratados miran a sus amos con ojos tristes y tiernos, como si fueran dioses. Al fin y al cabo, también entre los dioses que a lo largo de los tiempos nos hemos inventado abundan los sádicos, los maltratades, los sinvergüenzas a nuestra imagen y semejanza.
Entre los pequeños placeres cotidianos están los paseos con Glenda, sobre todo en esas tardes de domingo invernal con caricias de sol en que nos acercamos hasta la playa. O ese rato leyendo en el sillón, o viendo una película, cuando las gatas se acercan, te pisan un ratito y luego se acomodan, Miércoles encima y Tiberio bien pegada pero en el brazo de la butaca. Aportan serenidad, calma, equilibrio, ternura. Ganan su espacio y te enseñan desde sus elementales instintos muchas cosas sobre la complejidad de las relaciones (el tejido social que han tramado perra y gatas entre ellas es realmente divertido y no poco sorprendente).
No es de extrañar que en los países civilizados (España no está entre ellos, al menos en este punto), perros, gatos y otros sean protagonistas de no pocas terapias, desde autistas a reinserción de presos. Que se haya evaluado el efecto beneficioso de las mascotas en el desarrollo de niños y jóvenes. Que esté claro a día de hoy que quien tiene un perro es más resistente a los accidentes cardiovasculares.
Y es que claro, con todo lo que nos dan y lo que aprendemos a darles, cómo no va a estar nuestro corazón fuerte, grande, en plena forma ...

lunes, diciembre 10, 2007

CABILDO DE ARRIBA: NUNCA PASA NADA


He tenido muchas dudas a la hora de escribir esta entrada en mi blog, y a la hora de elegir un tono adecuado. Pero no puedo olvidar que, aunque en los últimos tiempos me haya movido más por los terrenos emocionales y generales, una de las razones que me movieron a iniciar esta página fue la necesidad de que hubiera espacio para un modelo de Santander diferente del que cada día nos encontramos por las calles y periódicos.
La tragedia ha visitado Santander una vez más. Y una vez más no hay culpables. Pero culpable y responsable no es ni jurídica ni éticamente lo mismo. Y sí hay responsables, por más que sea esa cuestión la que se está eludiendo desde que se viniera abajo un edificio del Cabildo de Arriba, en la Cuesta del Hospital, y arrastrara la fachada vecina ocasionando tres muertos.
Lo más triste de todo, creo, es que no nos ha pillado de sorpresa. El estado lamentable del céntrico barrio santanderino ha salido de forma recurrente a los medios de comunicación y a los debates públicos para ser siempre y con rapidez nuevamente velado. Es, en no demasiado tiempo, el quinto derrumbe. Pero el primero con víctimas. Y probablemente eso le convierta en el primero de una nueva etapa (ya veremos) porque como todos sabemos, hasta que no hay un atropello mortal, no se piensa en el semáforo.
Insisto. Hay responsables. Muchos. Diría que todos los ciudadanos y ciudadanas de Santander, con su vieja costumbre de pasear junto a la Bahía (oh, Santander, marco incomparable) dejando de lado cualquier problema, resistiendo por pura inercia a cualquier cambio. Callando y callando y viendo la vida pasar. Pero las responsabilidades, por generales que sean, no pueden repartirse de forma equidistante: sin duda, algunos animales son más iguales que otros.
Responsables los ciudadanos, por su silencio. Y como representantes cualificados, responsables los líderes del movimiento vecinal, más preocupados por la foto y la subvención del local que, tantas veces, por los problemas graves. No voy a señalar con el dedo, pero no se me olvidará al presidente de una de esas asociaciones jactándose ante el concejal correspondiente de la filípica que había escrito en la prensa local contra el Partido Socialista por denunciar que en su barrio, desde hacía tres meses, había una fuga de aguas fecales en mitad de la calle sin que nadie lo solucionara. La culpa, cómo no, del mensajero. Y el concejal, encantado.
Responsables, los partidos de la oposición. Por no haber forzado la máquina y haber llevado la cuestión a un primer plano e insistido con terquedad hasta que hubiera medidas reales y no meramente proyectivas.
Responsable, un modelo de ciudad especulativa. Donde ciertos empresarios cuentan con patente de corso para hacerse con suelo y especular. No tengo datos sobre los que sostener lo que voy a decir, pero a día de hoy será muy difícil que alguien me convenza de que el estado del Cabildo de Arriba no tiene mucho que ver con los precios astronómicos que alcanzará su suelo el día que los inmuebles terminen de caerse y los pobres se marchen a ese extrarradio en el que no se les ve y, por tanto, no molestan (lo mismo que pasará con el botellón, vistas las declaraciones públicas en ese sentido del equipo de gobierno actual).
Responsable, la desidia pertinaz ante la protección de nuestro patrimonio histórico. La que ha hecho decir estos días que lo que hay que hacer con el Cabildo es tirarlo de una vez (eso sí, los socialmente sensibles al menos hablan de realojar allí mismo, en los nuevos edificios, a las personas afectadas). Y bueno, que se nos vaya la memoria del Viejo Santander. Total, ya nos hemos cargado casi toda.
Y responsables, cómo no, quienes han gobernado el Ayuntamiento de Santander desde las primeras elecciones democráticas. Porque no podemos señalar al maestro armero, como intenta hacer el Alcalde-Ingeniero. Y eso, porque nuestra administración local nunca ha sido sensible a los menos favorecidos (no lo dije en su momento, en plena campaña electora, pero tengo que recordar que el Alcalde-Ingeniero defendía la política de inmigración municipal porque ... atención, se estaba haciendo una oficina y se daba dinero a la Cocina Económica. Es decir, los trabajadores extranjeros merecen burocracia y caridad. No digo más nada.). De hecho, se nos dice que las obras realizadas en el inmueble derrumbado eran más de lo permitido por el Ayuntamiento en la licencia pero ... ¿y la inspección municipal? Ah, se nos avisa de que las obras se habían inspeccionado el lunes pasado y no parecía haber problemas pero .... ¿si habían propasado los términos de la licencia por qué no se detuvieron y sancionaron?

Hay ya una larga tradición de edificios con singularidad histórica que se han venido abajo durante sus obras de rehabilitación. El Teatro Gran Cinema, hoy sede de la ONCE. Las casas de Pedrueca, hoy sede de la Fundación Botín o apartamentos de lujo. La "Casita de las Brujas" del final de La Cañía, hoy edificio de apartamentos de lujo. Me atrevería a incluir el Mercado del Este, porque no se cayó de puro milagro y nunca fue restaurado. Y claro, con víctimas también, no olvidemos el derrumbe del Hotel Bahía.
Pero hoy, con toda la tranquilidad del mundo, seguimos paseando. En Santander nunca pasa nada. Y en el Cabildo de Arriba, según parece, tampoco.

viernes, diciembre 07, 2007

EVOCACIÓN DEL VIEJO CAMPOO
(Recordando a Paco Sobaler)

Me entero por el Diario Montañés del fallecimiento del rabelista Paco Sobaler. Tenía ya 84 años y se había convertido en uno de los mitos vivientes de ese particular instrumento cántabro. Era de Espinilla, ese pueblo central de la Hermandad de Campoo de Suso en el que había nacido mi abuelo Regino, en el que tantos veranos de infancia y juventud pasaran mi padre y sus hermanos, y en el que todavía algunas viejas casonas pertenecen a mi familia. La que nosotros llamamos irónicamente Torrecaída, una vieja casa torre del S.XIII, asociada al linaje nobiliario de los Ríos, era la casa raíz. Anda arruinándose por eso de los descuidos familiares, y las herencias y el precio y seguramente la falta de iniciativa de alguien para ponerla en funcionamiento como casa rural. Por su verde finca, que perdió algunos de sus centenarios castaños y plátanos cuando se amplió la carretera a Brañavieja, cruza el río Rúcegos o Rucegos (anda, acabo de desvelar el misterioso origen de Rukaegos), un arroyuco que casi al lado de la casa se une al Híjar para acabar pronto aguando en el sacro Ebro. Y cuando al final la estructura central venza (ya lo hizo la torre sur) se irá con ella parte de la memoria familiar, esa que recuerda a Tía Cristina, La Madrina, vengándose de un ineficaz San Roque (patrón del pueblo) arrojando su imagen por la ventana cuando a su hijo le tocó África en las quintas de los tiempos de la Guerra del Rif. O el inmenso trasero de Emilia la Gorda desbordando el caldero sobre el que trataba de asear sus intimidades ante los atónitos y ocultos ojos de mis tíos.
Y justo al lado de Torrecaída, las casas de la familia Sobaler. Buena gente donde pueda haberla: Panito, Lourdes, María, Paco ...
Creo que fue en casa de María, la memoria viva del clan cuando yo era crío, donde tuvo lugar una noche mágica. Antes de que los regionalismos de boina y puro trazaran un nuevo código de la cultura tradicional uniformizado al modo de la vieja sección femenina. Una de esas noches en el viejo mundo que se fue perdiendo y que tal vez no tenga ya retorno ni ¡ay! para lo bueno ni ¡menos mal! para lo malo. Y en lo bueno estaba la ternura, las viejas relaciones de familia a familia que se hundían en la historia, el sabor de los huevos, la matanza, el calor de la cocina con el hogar encendido abrigando charlas entrañables e interminables, las heladas que te cortaban la cara pero iluminaban el cielo con millones de estrellas, los neveros blanquísimos, las tudancas inmutables, los otoños de manzanilla y avellana, las primaveras de moras...
Mi padre adoraba el Campoo de su infancia. Ese pequeño pedazo del mundo en el que el cántabro se arrecia, y habla con severidad casi castellana. Ese por el que pasaron los romanos para arrasar Aracillum, y los repobladores para cristianar de nuevo la Meseta. Con su espíritu siempre niño, raro era el sábado o la fiesta que no tocaba agarrar el coche y bajar a Campoo o a Valderredible. Para cenar en el Pico Casares de Entrambasaguas, o en Riaño, donde la Felisina. O visitar a Timio en Montecillo y aprovechar para cargar patatas por el Valle. O ir donde El Tuerto en Santa María de Valverde. O a tomar los blancos a Polientes, donde Perantón. Sobre todo, a visitar a las viejas familias campurrianas medio parientes de unos tiempos entrañables. La Hitas, en Paracuelles. Tinín, en La Lomba. Ángel, en Villar. Felisina en Fontibre. Faustina en Villacantid... Y Espinilla y sus gentes por encima de todas las otras.
Y como decía, la noche mágica en casa de María Sobaler. Mi padre, con su magnetófono tratando de retener algo de la música de verdad, de la que alegraba las infinitas noches del invierno. Y Pilarín Ahumada y Petruca la Panadera, tal vez las dos mejores pandereteras que se recuerdan, esas del toque a mano vuelta que nunca volví a escuchar tan vivo y certero, agarrando la pandereta y cantando a lo ligeru "Viva el Valle de Campoo / y Espinilla que es mi pueblo. / Viva las campurrianucas / que tienen tanto salero." y aquella de "El que a mí me ha de querer / ha de ser un campurriano. / Que los de capital tienen / mucha espiga y poco grano".
Allí también Paco Sobaler. Seco, severo, siempre serio. Con su rabel y un cierto aire distante. Cogiendo el instrumento y apoyándolo en el pecho, a la manera de Campoo (en el resto de Cantabria se toca apoyado en los muslos) y esperando a que se hiciera, rápido, el silencio. Para empezar sus tonadas sobre un sonido limpio de la cuerda y una voz serena que prefería las coplas serias o líricas, más que las picaronas (que también conocí al lado de otro mito de la tradición, Lin el Airosu).
Allí las raíces. Esa sonrisa que te crece cuando vuelves a Campoo y respiras su aire limpio. Cuando evocas esa infancia que, sí, más allá de tópicos, fue feliz y libre gracias a mi padre y a mi madre, a los camaradas del Colegio Antares primero y del Instituto de Reinosa después. Ese Campoo en el que sufrí la herida del primer amor y el dolor del primer sexo lleno de culpabilidad. El de la leche de verdad, los huevos de verdad, la gente de verdad. Ese Campoo del que quedan algunos recuerdos en forma de vieja cinta magnetofónica y que hoy, que Paco Sobaler nos falta, se han quedado un poco más pequeños.
Paco, donde estés, y en tu honor, copio la letra de la tal vez la más bella de las tonadas campurrianas.
Si la nieve se hiela
qué harán las rosas.
Se estarán marchitando
las más hermosas.
Ay, amor,
si la nieve se hiela
qué haré yo.

miércoles, diciembre 05, 2007

LA PALABRA ILUMINADA DE JUAN GELMAN

No estoy muy seguro de si es buena idea volver a hablar de un poeta galardonado con el Premio Cervantes, por aquellos posibles enfados del ahsberyano primo de Zumosol. Y es que el máximo galardón de las letras hispanas ha vuelto a recaer sobre poeta (¿quién mejor que el poeta para jugar con el idioma y otorgarle nueva música y sentido), y de nuevo sobre un poeta que a su compromiso con el lenguaje une su compromiso con la dignidad, la justicia, la igualdad ... con los viejos nuevos valores de la Izquierda.
Pero después de haber hablado en esta bitácora de La noche de los lápices, quiero que Argentina regrese, y lo haga en voz alta y limpia. Con las palabras de este poeta grande y humano, de este hombre que fracturó su alma cuando los milicos "desaparecieron" a su hijo, nuera y nieta. Y que con la lucha y el tiempo, largo, consiguió recuperar a la nieta en el ya conocido como "caso Gelman".
Sobre todo con el Juan Gelman que cuestiona los límites de nuestra palabra común y la convierte en nueva expresión de la emoción, en reconstrucción permanente del universo, en palabra de duda sobre la que la nueva inseguridad se afirma.
Bello poema este que os copio. Bello. Que evoca las tardes de milonga y tango de la juventud de Gelman y reinventa un dios capaz de bailar arrimado con las pobres viejitas solitarias. Y que proclama la necesidad de un dios que para su cielo no sepa de fronteras como las que en el mundo opulento oponemos a quienes nos necesitan. Qué palabra clara, qué puro don el de Juan Gelman.
SE DICE

así como hombres y mujeres/en su infinita bondad/
creen en Dios/es posible que Dios/
en su infinita bondad/crea en hombres y mujeres/
crea en mí/ahora mismo/que tengo el corazón violeta de tristeza/

siempre me pareció que Dios bailaba el tango como los dioses/
(en el club atlanta de mi querida ciudad)/
en el salón argentina encantaba a las viejitas
que iban allí las noches de semana
a ver si conseguían un poquito de amor/
aunque fuera de segunda mano
y no tuviera caricias flamantes/
era de ver a Dios alucinándolas con su cariño/
esas mujeres flotaban en el aire/
daban vueltas alrededor del mundo como pajaritos al sol
se les caían sábanas blanquísimas
como Dios mesmo/pobrecito/
recuerdo cuando lo echaron de europa por la cuestión del pasaporte/
o porque Dios era argentino y disgustaba a la junta militar/
le revisaron el doble fondo del candor/
querían ver si estaba haciendo un transporte de amores de izquierda

o sueños clandestinos/porque Dios es así/
su belleza parece una conspiración/
se parece a cualquier hombre o mujer/
la belleza de cualquier hombre o mujer es una conspiración/

decime una cosa/Dios/
vos que pasaste las aduanas de orly/
¿cómo son las aduanas del cielo?/
¿nos van a dejar pasar a todos

para que podamos reunirnos de una vez?/
¿tus aduaneros nos dejarán pasar?/
se dice que sos bueno/
como nosotros somos buenos con vos/

yo sé que te pasás la vida
hablando de la negra/
era bellísima y los dos la quisimos/
le tocabas los pechos para sentir el mundo/
tal vez esto no tenga remedio/
pero vos/que sos Dios/aguantame la almita/
esta noche que nos duelen los daños/
debajo de tu infinita bondad/

domingo, diciembre 02, 2007

LA NOCHE DE LOS LÁPICES Y LA MEMORIA HISTÓRICA

Encuentro unos momentos para sentarme delante del televisor, supongo que para comprobar una vez más que nada de lo que pasan merece la pena. Entro en los canales de ONO y me tropiezo, como si la bofetada me estuviera esperando, con la película de Héctor Olivera La noche de los lápices. La película cuenta un episodio de los primeros momentos de la terrible represión que cayó sobre Argentina tras el golpe de estado de un ejército de ratas podridas de uniforme que todavía hoy viven sin pagar por sus crímenes, y con la conciencia limpia según las mismas normas que los autoproclamaron señores de la vida y la muerte con la connivencia culpable como siempre de las ratas de negro y alzacuello.
Unos estudiantes de secundaria protestan por la supresión del bono estudiantil de transportes. Siete de sus representantes son "desaparecidos", torturados brutalmente y salvo uno, asesinados por los putos milicos que decidieron salvar Argentina.
Compruebo viendo la película que mi capacidad de ira sigue intacta. Y me preocupa pensar cuál podría ser mi reacción si ante mí estuviera alguno de los responsables de tanto dolor, de tanta indignidad, de tantos crímenes. Aunque sé que es fácil pensarlo, decirlo, llorarlo desde nuestra cómoda distancia histórica y geográfica.
Y se me pasan millones de imágenes en apenas instantes. Y pienso en cuántos millones de personas han pasado por situaciones parecidas, por la terrible indignidad de la tortura y el asesinaato de estado, dictadura a dictadura. Pienso en Hitler, en Stalin, en Ataturk, en Franco, en Videla, en Pinochet, en Castro, en Idi Amin, en el Apartheid sudafricano, en las limpiezas étnicas del África Subsahariana, en Pol Pot, en Mao y su revolución cultural, en Stroessner, Mussolini, la Matanza de la Plaza de las Tres Culturas, My Lay, Auschwitz, Golda Meir, los Ceaucescu, Marcos, ... Y se me va agotando la sangre y la capacidad para seguir recitando toda esta letanía de mierda que al fin acaba siendo la seña de identidad de ese animal superior llamado humano.
Y pienso en la llamada Memoria Histórica. En una norma que trata de que al menos quienes fueron vencidos y humillados tras el golpe fascista de la rata bajita y atiplada que preside a caballo mi ciudad puedan librar sus calles de los nombres de la vergüenza y llorar tal vez a sus muertos rescatados de las fosas comunes. Y sé, claro que lo sé, que como el afán de sangre es la marca no de los vampiros sino de los humanos, hubo dos bandos, y los dos provocaron muerte y saña. Pero recuerdo también que algunos, al menos, pudieron guardar luto por los suyos, y hasta obtener ciertos privilegios. Recuerdo también que fue uno de los lados quien dio el golpe de estado que desató a las bestias, a todas las bestias. Y observo atónico como muchos políticos que se dicen demócratas, y cómo no, las ratas de negro y alzacuello que siempre se han apresurado a divinizar a los suyos y enviar al azufre a los contrarios (siempre estuvo un capellán, un bastardo secuaz de cualquiera de los nombres de dios en el espacio histórico, haciendo de contador de los verdugos), nos dicen que recordar tanto horror es dividir a los españoles de hoy. Y que lo que su extraño sentido de la decencia les dice es que aquí, como en los demás lugares, han de ser las ratas, siempre las ratas, las que continúen en la calle predicando patrias y salvaciones, y diciendo que bueno, todo está olvidado: tú te callas como siempre y yo, como siempre, me lavo la conciencia.
Y continúo preso del horror. Sintiendo que los mismos que lo hicieron ayer son los mismos que no dudarían en llamar por la noche a mi puerta o derribarla. Para continuar con su trabajo de devotos de la miseria más negra y fétida del alma humana.
Ojalá hubiera de verdad un dios. Para que no les perdone.
Y ojalá que me perdonen hoy las ratas. Por las comparaciones.
Nota: Por cierto, "que mi nombre no se borre de la historia" dejó escrito una de las Trece Rosas. Los chicos y chicas de La Noche de los Lápices fueron Pablo, Claudia, Horacio, María Clara, Claudio, Panchito y Daniel. Su pecado, como dije, pedir que se mantuvieran los descuentos de tranvía a los estudiantes. En su honor, esta canción del grupo Sui Generis que, escrita en 1973, en el 76, año del oprobio argentino, era una especie de himno de los estudiantas argentinos.
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