jueves, enero 28, 2010

MOMENTOS ESTELARES: A VER SI ARTICULAMOS


Por aquel entonces, Alipio Loderrocha era todo un proyecto de gloria local. A su vertiginosa y deslumbrante técnica digital se unían un estilismo capilar muy la-vie-bohème y un carácter quecarácter que al alimón provocaban en las damas de la Sociedad Filarmónica El Visón Armónico un arrebolado éxtasis facial que solía fluir hacia el pensamiento profundo. “Con lo mono que es, y lo genio, y lo joven, y los dedos que tiene… ¡Aaaaayyyyyyy!”. El coro de arreboles había llegado hasta las mecénicas orejas de Lagaviota MacMoney, que se propuso impulsar la carrera del muchacho per aspera ad astram, que diría Clementi. O en roman paladino, que le iba a joder bien jodido enviándolo a un conservatorio, soviético en todos los sentidos, del que volvería transfigurado en un nuevo Rubinstein.

Andaba Rukaegos por aquellos años intentando sobrevivir a las no menos ásperas condiciones del “Conservatorio Provincial de Música Chuchi el de la Abadía”, donde entre charleta y charleta con un profesorado por el que hubieran pagado en bloque un sustancioso fichaje los de Dónde Estás Corazón y que resultaba harto útil para conocer los últimos excesos y anécdotas del who-is-who santanderino, intentaba que sus dedos pre-sonaran a Brahms, Beethoven, Mozart y demás chupipandi musical con sorprendente inhabilidad.

Marijó Pelines, su musa y profesora en el último año de la procelosa carrera fue quien le comunicó a Rukaegos la maravillosa nueva. “No te lo vas a creer, pero aprovechando unas vacaciones en casa de Alipio Loderrocha, hemos decidido organizar unas superchachis masterclases de esas o como se diga, y cada profesor va a llevar a lo más granado de su producción. O sea, tú, en lo que a mi repertorio de alumnos se refiere. Vas a ver todo lo que aprendes”.

A mí, claro, se me plegó y desplegó el ego en varias sesiones, mientras me veía ya como una especie de Rukaegos Polloni marcando idem y deslumbrando al mundo mundial sabiamente dirigido pos los consejos de Loderrocha. Y tras muchas dudas, decidí debutar ante la fama con mis ex - pléndidas versiones (debidamente contrastadas ante las amistades y la vecina sorda del primero izquierda) de Bach (“Concierto Italiano”) y Beethoven (Sonata número 17, también conocida como “La tempestad”).

Llegó el momento, qué momento, de demostrar quién era Rukaegos. Y me acomodé al piano para mi primera sesión de masterclass o como se diga con un Alipio Loderrocha al que ya había visto gritar, amenazar y defenestrar a varios precedentes (que no se les olvide lo del carácter quecarácter). Y listo para obnubilar al auditorio, ataqué –con saña- el Concierto Italiano de Johann Sebastian San Bach.

Terminé el primer movimiento harto satisfecho de mí mismo, con apenas un par de deslices insignificantes fruto sin duda de los nervios. Como Loderrocha no decía nada, presumí que había entrado en trance estético y pasé página para meterme con el delicado movimiento lento. “Bien, bien, espera, espera”. Me dijo el genio. “Mejor vamos a trabajar un poco este movimiento. Vuelve a tocarlo desde el principio, pero ahora trata de articular”. Mirele y mirome, ambos a dos sonrientes cual tortolillos, asentí a sus dulces y exquisitos requerimientos, regresé al principio y ataqué de nuevo el hermoso allegro. Channnnnnn falasidoredofasi(bemol)mireredo, Channnnnn…

“No, no, no, no, no, que no, que te he dicho que articules” profirió en un tono algo menos dulce Loderrocha, sin duda sorprendido de que su inteligente apreciación no hubiera sido respetada al primer intento.

Quiero alegar en mi descargo que por aquellos tiempos, en el Chuchi el de la Abadía una clase de música tenía mucho parecido con el concepto “tomar la lección”. Vamos, que mientras dieras las notas más o menos en su sitio y lo llevaras cada día un poco más rápido todo estaba bien. Un concepto técnico tan elemental como el de “articulación” nada tenía que ver con la praxis docente, de tal manera que ante la orden de “articular” y la dificultad para preguntar “¿y eso qué es?”, destruyendo así todo sentido a mi presencia entre las estrellas del firmamento pianístico local, uno volvía al teclado intentando no desfallecer, controlar los nervios y of course articular.

Channnnnnnnnnnnnnnnnnn

No pasé del conocido primer acorde en Fa Mayor. “PERO TE ESTÁS RIENDO DE MÍ O QUÉ. TE HE DICHO QUE ARTICULES, JODER”.

Channnnnnnn”QUE NO QUE NO, QUE ARTICULESSSSSSSSSSSSSSSSSSS”

Ch...

QUITA Y DÉJAME A MÍ A VER SI LO ENTIENDES QUE PARECES IDIOTA”

Me da un violento manotazo en la diestra, me empuja fuera de la banqueta, se sienta, agita el estilismo capilar la-vie-bohème con estudiada genialidad y comienza con el acorde inicial y tres notas. Channnn falasidooooo. “ASÍ, ES ASÍ, ¿LO ENTIENDES EH, LO ENTIENDES?”. Yo no he entendido nada, claro, pero digo que sí con la cabeza, claro, y me dispongo a repetir lo que ha hecho él que según mi falta de juicio es lo mismo que había hecho previamente yo.

Chaaannnnnnnnnnnnnnn

Enloquecimiento absoluto de Loderrocha. NOOOO NOOO NOOOO NOOOO NOOOOOO. ES QUE NO ME HAS ESCUCHADO NO ES ESOOO NOOOOOOOO. PERO QUÉ HACE AQUÍ ESTE IMBÉCIL. NOOOOOOOOOOOOO.

Nunca le agradeceré bastante al reloj el haber marcado las seis menos diez pm, momento exacto en el que yo debía ceder mi asiento a una nueva víctima. Un segundo antes de que el humillado Rukaegos comenzara a llorar y gritara sollozando “Quiero ir con mi mamáaa”.

Alegué una caída accidental que me había destrozado la muñeca para evitar más gritos por no articular debidamente la sonata de Beethoven. Y regresé la semana siguiente a la rutina de las clases con Marijó, que eran sin duda menos geniales, pero al menos se cursaban en idioma conocido. Me pidió Marijó el Concierto Italiano, que pasé con la correcta y pobre destreza habitual, de corrido y esperando que como de costumbre me dijera la profe “muy bien, la semana que viene un poco más rápido”. Cuál no sería mi sorpresa al escuchar en lugar de la reconfortante frase:

“Bien, bien, no está mal. Ahora empieza de nuevo y trata de articular”.


Qué gran artista perdió el mundo, sniff.

miércoles, enero 27, 2010

27 DE ENERO, DÍA DEL HOLOCAUSTO.


Fue el 27 de enero de 1945 cuando las tropas soviéticas alcanzaron y liberaron el Campo de Exterminio de Auschwitz-Birkenau.
En memoria de todas las víctimas de la barbarie nazi y de todas las demás páginas indignas de la historia de la Humanidad, hoy silencio.

martes, enero 26, 2010

EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS Y EL HOLOCAUSTO POP


¿Es posible escribir poesía después de Auschwitz? Esta reflexión de Adorno formulada en clave de pregunta me ha resultado siempre una cuestión abierta y sugerente. Una pregunta a la que yo contestaría con otra: ¿Cómo será posible hablar de Auschwitz si no es a través de la poesía?

El arte como acumulación de símbolos, de dobles sentidos, de misterio, de gracia. La poesía, en cualquier formulación artística, como único medio para contar aquello que no se puede contar.

Cultura contra el horror. Cultura como consciencia del horror. Cultura para decir Auschwitz, en en Auschwitz reconocer todo genocidio, toda masacre, toda violación brutal de la dignidad humana. Porque Auschwitz es también My Lay, es también el Hipercor de Barcelona, es la suma de las Torres Gemelas y los trenes de Madrid, es el genocidio del pueblo armenio, es Ruanda. Es Gaza.

La novelita "El niño con el pijama de rayas" centró hace ya muchos meses un encendido debate en mis clases de literatura en las Aulas de la Tercera Edad de Santander. La película, simplemente no tuve interés alguno en verla.

El eje del debate tenía que ver con la trivialización del Holocausto, con su conversión en una fabulita que jugando a ser cuento infantil y por lo mismo inocencia, dejaba traslucir toda una relativización del horror. Como seguro que imagináis si habéis seguido mi blog, la enfermedad moral de la Europa de Entreguerras que permitió el Nazismo pero también la simpatía con que fue acogido en muchos países fuera de Alemania (aunque en Francia y Polonia sigan mirando hacia otro lado sobre sus propias responsabilidades), la conversión de una sociedad en un engranaje al servicio de la locura, la justificación del asesinato de millones de personas a las que se animaliza, se despersonaliza por el mero hecho de ser judíos. Pero también de ser socialistas, o gitanos, u homosexuales, o ... es un período histórico que me fascina.

Y por eso he seguido a través de esos lenguajes que también me fascinan y que han tratado de decirnos Auschwitz desde la mirada poética cómo el ser humano ha sido capaz desde la entereza de su espíritu de estremecernos ante la brutalidad inexplicable de la Shoah, de empaparnos de una mínima parte de su intemperie y dejarnos en silencio.

Podemos escuchar la cantata de Schönberg "El superviviente del Ghetto de Varsovia" o el "Cuarteto para el fin de los tiempos de Messiaen". Podemos sumergirnos en las miradas desoladas de "Shoah", en esas nueve horas de película de Lanzmann. Podemos viajar desde el ascenso del nazismo, apenas presente aún en "Cuando Hitler robó el conejo rosa" de Judith Kerr (también un cuento puede explicarnos) o en "Reencuentro" de Ullmann. Presenciar las esquirlas de muerte y de dolor que nos iluminan Polanski o Spielberg. Viajar con la película "El último tren a Auschwitz" o penetrar en los fríos documentos llenos de preguntas en las crónicas de Hanna Arendt "Eichmann en Jerusalén". Leer las memorias de grandes escritores que sobrevivieron al infierno para contarlo, las de Primo Levi o las de Imre Kertesz. Y también los poemas de quienes sobrevivieron sólo para no poder regresar al mundo y tras regalarnos poemas de belleza brutal eligieron el suicidio, como Celan. Dejarno invadir por la enormidad escultórica de la serie "Campos de Ceniza" de Anselm Kiefer, precisamente inspirada en los textos de Celan. O hasta servirnos del pop por excelencia, la televisión, para seguir series como "Holocausto", "Música para sobrevivir" y hasta "El cónsul Perlasca".

Pero no podemos, no debemos, transformar este capítulo fundamental de la vergüenza humana en una aventura de Los Cinco, en un librito pop pensado para vender millones de ejemplares en busca de una lágrima fácil que se conmueve ante la particular amistad de dos niños (cuánto juego sentimentaloide puede dar la infancia) pero que tal vez no brotaría ante la muerte de un hombre o de una anciana.

Porque la poesía nos permite iluminar la sombra parcial, fugazmente. Y nos permite aproximarnos a la comprensión de Auschwitz. El pop no sirve para hablar de Auschwitz; sólo para convertirlo en una anécdota irrelevante.

Mañana, 27 de enero, Día del Holocausto, este blog permanecerá en silencio en recuerdo de todas las víctimas de la barbarie nazi. Y de todas las víctimas del racismo, la xenofobia, el machismo, la homofobia, la intolerancia, la estupidez, la guerra, el terrorismo, el imperialismo, que han llenado de muertos nuestra historia.

domingo, enero 24, 2010

DECÍAMOS AYER: LOS HOMBRES DEL TRIÁNGULO ROSA



Como sabéis, de cuando en cuando rescato alguna entrada antigua del blog, por pereza a veces, porque me gustó y quiero compartirla con quienes habéis llegado hasta esta página recientemente, porque sigue siendo oportuna ...
La semana que entra, la última de enero, es la que verá en toda Europa una conmemoración imprescindible, la del Día del Holocausto, que cada 27 de enero recuerda la fecha convenida de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz. Y como cada enero, ese blog se sumará a la memoria necesaria. Por un lado hoy, con este recordatorio sobre los que se conocieron como "los hombres del triángulo rosa"; por otro, con unas reflexiones sobre la recreación del Holocausto en los espacios culturales y cómo me disgusta la trivialización de un tiempo de tal horror con obras pop como El niño del pijama de rayas.
Así que aquí os re-publico "Los hombres del triángulo rosa". Con una fotografía diferente y sin modificar los datos, por lo que recuerdo que el original fue publicado el 27 de enero de 2008.

LOS HOMBRES DEL TRIÁNGULO ROSA

Hoy es 27 de enero. Hace 62 años exactos de la liberación del Campo de Exterminio de Auschwitz-Birkeanu por parte de un ejército soviético que venía sembrando de cadáveres, mujeres violadas y horror los ya arrasados campos de la Europa central. Un 27 de enero que desde entonces suele ser destinado a recordar el horror. Por quienes lo protagonizaron de manera más o menos directa y por quienes miraron hacia otro lado, abriendo tantas preguntas sin respuesta.
Hoy es 27 de enero. Tal vez la foto (no sé exactamente dónde fue tomada) no sea Auschwitz. Podría ser uno de los ocho campos de exterminio o uno de los numerosos campos de concentración/trabajo forzado a los que los nazis enviaban a todos aquellos que consideraban "asociales", "peligrosos", o que simplemente se oponían a ese régimen de terror, crueldad y absurdo que fue el nacionalsocialismo. Podría ser Dora, Dachau, Bergen-Belsen, Matthäusen, Flossenburg, Buchenwald, Riga, Belzec, Treblinka... o cualquier otro nombre de la geografía de la vergüenza. Uno de esos recintos donde se vejó, torturó y asesinó a comunistas, activistas de la izquierda católica, socialistas, sindicalistas, prisioneros de guerra, testigos de Jehová, republicanos españoles y delincuentes comunes, además de la masacre a gran escala de gitanos y judíos.
Uno de esos recintos a los que podías llegar con un triángulo rosa cosido en la chaqueta. Un triángulo que decía este hombre, este muchacho es homosexual. Un triángulo que multiplicaba de inmediato las posibilidades de ser víctima de las mayores atrocidades y te convertía en candidato casi seguro a la muerte. Los estudios realizados dan cifras confusas. Pero entre 200 y 600 000 homosexuales europeos pudieron ser deportados a los campos. Y la cifra de muertos oscilaría entre 60 y 200 mil.
No se sabe la cifra con precisión, siquiera con aproximación. Porque la homosexualidad suponía la mayor de las vergüenzas. Tanto que los propios prisioneros por otras causas, anarquistas, comunistas, judíos, gitanos, colaboraban al sufrimiento de los pervertidos y los ofrecían como "voluntarios" del barracón para los trabajos más penosos, aquellos en los que era más fácil todavía la muerte. No se sabe porque muchos archivos de la Gestapo fueron destruidos, de tal manera que quedó en suspenso saber quién había sido deportado por su militancia política y quién por su orientación sexual. No se sabe porque muchos de los homosexuales supervivientes nunca regresaron a sus ciudades, donde sólo se hubier alargado su calvario. No se sabe porque todavía muchos países europeos, demócratas y libres se niegan a reconocer como víctimas de la barbarie nazi a los hombres del triángulo rosa. Y se niegan porque se les consideraba criminales comunes, y Francia, Austria o Alemania, hace sólo apenas 30 años eliminaron de sus leyes penales la homosexualidad. Sólo 10 ó 5 años si nos referimos a Polonia, Rumanía, Letonia o Eslovaquia. Se niegan porque más incluso que con los judíos fueron las propias policías locales las que abastecieron de degenerados los campos. No se sabe porque todavía hoy en Francia, en el Día del Memorial, cuando se hacen ofrendas florales en tantas ciudades a las víctimas de la Deportación es posible escuchar cómo los viejos superviviente comunistas o judíos abuchean los que tratan de depositar un ramo de flores en recuerdo de los homosexuales muertos. Porque hace sólo cinco años el Alcalde de Reims les arrebató el ramo de flores, lo arrojó al suelo, lo pisoteó y los expulsó de la ceremonia llamándolos sucios pervertidos.
No se sabe porque una nube de silencio continuó oprimiendo la memoria de los muertos y el dolor de los vivos. Y fueron necesarios muchos, muchísimos años, para que algunos supervivientes se liberaran del miedo, hablaran, publicaran libros como "Los hombres del triángulo rosa" en Austria o "Pierre Seel, Deportado Homosexual" en Francia.
Cuenta el alsaciano Pierre Seel, quien a pesar de las torturas no había querido delatar a sus conocidos y mucho menos a su novio, cómo tras meses internado en un campo juntaron a todos los triángulos rosas para que presenciaran cómo desnudaban a un muchacho de 18 años, ponían un cubo sobre su cabeza y azuzaban contra él varios perros hasta que entre terribles gritos de dolor el muchacho murió, con gran parte de su cuerpo devorada o arrancada por los perros entre las risas de los SS. Pierre Seel había reconocido en ese muchacho a Jo, su amante.
Todavía el silencio y todavía la discriminación. Pero el documental "Paragraph 175", películas como la francesa "Un amour a taire" o la británica "Bent", libros como los mencionados y cómo no la lucha de los colectivos LGTB europeos acabarán rompiendo el silencio. Para recordar los asesinatos, las torturas, las vejaciones, los experimentos a través de la castración o la lobotomía, la esclavitud de tantos hombres homosexuales ante el silencio de la derecha y de la izquierda, de los verdugos y de las víctimas, de los liberales y de los comunistas, de los católicos y de los protestantes, de los nazis y de los aliados. Porque todos ellos estaban de acuerdo en una sola cosa: Los homosexuales eran mierda.

sábado, enero 23, 2010

MOMENTOS ESTELARES. LOLA 1 : ¡QUITA, CERDA!


Guapa, lo que se dice guapa, Glenda. Que a pesar de sus años sigue espectacular con ese trasero que haría palidecer de envidia a Jenniffer López. Pero estelar, lo que se dice estelar, fue Lola.

Glenda es bonachona, tranquila, cariñosa, se te acerca, te dice mímame, te pisa con sus cuarenta kilitos, te da un culazo para que recuerdes que está esperando la caricia de turno y, como mucha sorpresa, y sólo si eres bebé y la miras embobado, podría rebañarte la cara de un lametón. Por el contrario Lola era, sí cariñosa y bonachona, pero trasto, traviesa, borrachuza, ladronzuela, pelín broncas, independiente, desobediente, cagueta y, lo peor de todo, irlandesa y pelirroja. Y así desde que llegara en una caja de zapatos haciéndose la buena, la vida en común fue durante muchos años una continua sucesión de anécdotas y líos, dignos de un par de momentos estelares.

Lola fue siempre muy suya. Terca como nadie, allí donde se intuía algo comestible, un hueso enterrado, un croissant, una tostada, un bocata de mortadela, unas tripas podridas de pescado, allí que salía como un relámpago atravesando calles y calzadas. Mis amigos los Navelina, de hecho, dejaron de invitarla a casa cuando contaba la tierna edad de seis meses, hartos de que la muy cabrona primero agotara hasta el borde del infarto a su ya más que viejo cócker Pon para después, cuando el pobre no podía ni sostenerse en pie, comenzar a excavar el jardín en sus propias narices para despojarle de los centenares de huesos enterrados a lo largo de una vida dedicada al acopio digna de los Botín. Pon aullaba viendo cómo la desvergonzada jovenzuela iba descubriendo un escondrijo tras otro. Claro que lo mismo no fue lástima por Pon y lo de dejarles el jardín hecho un Emmenthal (a ver cuándo nos vamos a enterar de que el Gruyère no tiene agujeros, leñe) o lo de ventilarse tres kilos de solomillo en adobo que aguardaban el horno en la cocina tuvo algo que ver.

En una jornada normal, pasaba por Regma y aullaba hasta que una dependienta le sacaba un par de barquillos. Se relamía y caminaba hasta Capri donde aullaba hasta que alguien decía el característico "ay que graciosa" y le regalaba otros dos barquillos. Y si se encontraba con la abuela de Marián, incorporaba un sobao a la dieta. Luego se acercaba a Pombo, echaba unas carreras mientras yo leía el periódico y nunca supe como terminaba los juegos con un croissant o un bollo suizo en la boca mientras yo disimulaba.

Se aficionó también a los bocatas de los marineritos que de vez en cuando nos paseaba por Santander la flota de la OTAN. A pesar de lo cual, ni hubo conflicto diplomático alguno ni yo me puede ligar a ninguno de los divertidos muchachotes.

Las tripas podridas de pescado no se las comía, eh, en general las utilizaba para restregarse y quitar el olor a perro, como buen ídem de caza. Que claro, mucho mover la oreja a lo melenorra de Veronica Lake, pero luego apestando a sarda vieja durante dos semanas (por Anubis, era imposible quitarle aquella peste).

Visto el descaro de la pelirrojilla, no os cabrá duda de que sabía manejarse como el mejor de los mediadores desbloqueando situaciones. Como ocurrió aquella noche cuando a eso de las dos, tras una cena con los amigotes, el Ruka decidió sacar a la perruca de paseo por la noche agostina de Santander. Como la casa familiar queda en mitad del mogollón copero, el portal estaba obstruido por un grupo de Yennys diecisieteañeras empeñadas en levantar un monumento a la vulgaridad. La abeja reina lucía una minifalda fucsia muy, pero que muy corta, tinte rubio muy pero que muy barato, palabrotas muy pero que muy bestias. Se llamaría como poco Amaranta Vanessa, y visto el piernamen que se desparramaba al término de la escueta falda, está claro que se apellidaba Navidul. De los Navidul de Michigan.

Por activa y por pasiva, eso sí, siempre con educación, traté de que el coro de amables señoritas se apartara un poco, lo justo para dejarme salir de mi casa. Pero además de zafias debían de ser sordas. Así que no vi otra forma de abrir paso que soltar el collar de Lola y dejar que resolviera el camino a su forma.

Lola observó, planteó su composición de lugar, y con una sacudida de hocico que venía a decir un más que claro "¡Quita, cerda!" arremetió contra los jamones de Amaranta Vanessa que de pronto saltó cual grácil damisela al sentirse sobeteada por una imprevista mopa irlandesa.

-Joder, Hostias -exclamó la dulce señorita-. Menudas coño horas de sacar al perro.

-Perdona, bonita -Señalo a Lola, tratando de mantener la acidez y la calma en su justa proporción-. No es un perro, es una perra.

No parecieron sorprender los ocho pezones y las discretas palabras a la sutil doncella, ya que chasqueó la lengua, miró con un mohín simiesco a las fans y rectificó su valoración primaria.

-Pues Joder, Hostias (otro chasqueo de lengua), menudas coño horas de sacar a la perra. ¿Te gusta más así? (el así sírvase agudo y ordinario en la clásica tradición de La Cruza)

Tomo aire, me relajo, suspiro, compruebo que Lola está entretenida metiendo la lengua en el gin tonic de un maromo sentado en las escaleras vecinas y demasiado ocupado en su propio vacío mental como para reparar en la pelirrojilla. Y dirigiéndome a Amaranta Vanessa digo, acentuando todas las sílabas.

-Las perras tienen el mismo derecho a salir por la noche que las zorras.

El estallido de carcajadas tanto entre sus finas amigas como entre los que ya habían pegado la oreja buscando bronca, me hizo consciente de que al menos por esa noche, de aquella bocaza no iban a salir muchas lindezas más. Así que me implanté dos besos en las mejillas a lo Tamarit, me dije a mi mismo, te has salido tío, y con disimulo agarré el collar de Lola y me la llevé de un tirón, un instante antes de que después del gin tonic y de un vodka con naranja la emprendiera con un cubata huérfano.

El resto del paseo, sin novedad.

jueves, enero 21, 2010

REZANDO CON LOBOS


Una vez más, los días del arco-iris se han visto enturbiados por palabras y acciones procedentes del orbe cristiano. Como de costumbre con saña y virulencia, como de costumbre con una indignidad pavorosa. Como siempre, con la impunidad que les dan sus posiciones de privilegio. Pero esta vez, al menos, no han sido aquí.
Aunque ha perdido cierta actualidad, había elegido el título para hablar de la invitación que Obama ha cursado a nuestro presidente, Rodríguez Zapatero, para participar en una ya larga tradición del Congreso de Estados Unidos: El Desayuno Nacional de Oración. Dejo para otro día la que podría ser una reflexión sobre la importancia del hecho religioso en Estados Unidos, que no deja ver con claridad la necesidad de que para la construcción de una sociedad civil fuerte e inclusiva tiene la separación entre las iglesias y los estados (una asignatura que sigue teniendo demasiados flecos en nuestros lares). Sobre todo porque en realidad se trata de una iniciativa que tuvo su sentido histórico, se asentó como tradición, y de cara a la participación del Presidente del Gobierno español, se encuadraría hoy en el capítulo de relaciones exteriores. Y las relaciones exteriores obligan a adoptar formalmente modos, costumbres o apariencias del anfitrión.
El caso es que la iniciativa del Desayuno Nacional de Oración surgió en su día y sigue gestionada hoy por un grupo evangélico más bien conservador, con ramas ultraconservadoras. Y que este año esa comunidad evangélica, The Fellowship, había invitado también al desayuno orante a cierto bichejo miembro del grupo, el diputado ugandés David Bahati. Un diputado cuyo nombre había sonado mucho en las últimas semanas en la prensa internacional por ser el promotor de un proyecto de ley que, de ser aprobado, permitiría aplicar la pena de muerte para personas homosexuales en Uganda. Y claro, una cosa es participar en un ritual que en Estados Unidos ya se ha generalizado, por invitación directa de Barack Obama, y otra sentarse cerca de semejante tipo. Y como tengo claro que no sería correcto rechazar la invitación, sí me parecía que al menos desde España deberíamos pedir a Zapatero que en alguna de las intervenciones públicas previstas durante su estancia en Estados Unidos se posicionara en contra de la pena de muerte contra los homosexuales y se declarara a favor del respeto a la diversidad sexual y de su trato igual en las legislaciones.
Pero ayer mismo leí una buena noticia, y es que al bicho Bahati se le ha desinvitado porque según un portavoz de los organizadores “El Desayuno Nacional de Oración es una organización que construye puentes de entendimiento entre todos los pueblos, religiones y creencias, que nunca ha defendido las ideas expresada en la legislación propuesta por el señor Bahati”. Dicho queda.
Pero lo de "Rezando con lobos" no dejaba de continuar teniendo sentido vistas las necedades violentas y desvergonzadas que se han podido leer en México DF, y desde allí y gracias a internet por todo el mundo, en el semanario que publica el arzobispado de la capital azteca (esas manos crispadas de la foto salieron en san Google al escribir en su buscador de imágenes "obispos mexicanos"). El panfleto católico se titula "Desde la fe". Y en sus páginas, imagino que especialmente cabreadas tras aprobar la Asamblea legislativa de México DF la reforma de la legislación civil para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, aparecen lindezas como este párrafo: “Por bien intencionados que fueran unos ‘papás’ homosexuales, su solo estilo de vida afectará de muchas maneras al niño. Si dice: ‘de grande quiero ser como mi papá’, ¿a qué se referirá?, ¿a usar falda, maquillarse, invitar a otros hombres a dormir con él? (…) Por otra parte, no se puede dejar de mencionar la grave posibilidad de que una pareja de homosexuales desee adoptar niños con el perverso propósito de usarlos para pornografía infantil, abuso sexual, prostitución, etcétera”. Seguido, cómo no, de una cínica autoexculpación en la que se atribuyen la autoridad moral para denunciar los riesgos de que un niño crezca entre homosexuales porque “la Iglesia ha tenido esa vergonzosa y dolorosa experiencia –que ha reconocido, por la que ha pedido perdón y tomado medidas para corregirla y evitarla–, por lo que tiene autoridad para alertar del peligro que corren los niños que se desarrollan en un ambiente de homosexualidad”.
Podría utilizar el humor para hablar de las faldas que visten los jerarcas católicos, zapatitos rojos de Prada incluidos. Podría recordar que el arzobispo de México, que responde al cardenalicio nombre de Norberto Rivera, es de los que han "solucionado" algunos recientes escándalos de pedofilia eclesial trasladando de parroquia a los culpables y diciendo con una desvergüenza sonrojante a los niños víctimas del abuso "No se preocupen, ya verán cómo no pasa nada y pronto se les olvida lo que les hizo el padrecito". Podría recordar que en ese país tuvieron un proyecto de santo que tras fundar los Legionarios de Cristo se dedicó a meter mano a niños con la diestra y con la siniestra (por cierto, a algunos en Cantabria, en la casa que tienen en Ontaneda). Y que ese proyecto de santo fue siempre compadre de todas las jerarquías.
Pero esta vez me voy a limitar a decir a las claras lo que he pensado al leer el artículo publicado en "Desde la fe". Quien haya escrito ese texto, quien haya dado el visto bueno para su publicación, toda la estructura oficial de la Archidiócesis que lo edita como órgano de comunicación y que ni cortó la barbaridad ni ha sido capaz de expresar el más mínimo rechazo a semejantes barbaridades, todos ellos son, letra a letra, unos hijos de puta.
Y que me perdonen las putas.

miércoles, enero 20, 2010

HOY TODA LA BLOGOSFERA EN ROJO Y AZUL POR HAITÍ


UN POEMA: MARTIRIO DE SAN SEBASTIÁN


La memoria es confusa.
Imprecisas las crónicas que exaltan
la belleza certera del soldado,
el movimiento lento de su sombra
susurrando silencios a la tierra,
los cabellos oscuros como yeguas
que de noche galopan hacia el frío,
la mirada profunda
como el olvido azul de los océanos,
la boca contenida que se tensa
si la empuja el deseo hacia otra boca,
la ternura severa que los músculos
al amado prometen.
Así lo conocí. Casi desnudo
-la sola salvedad delpaño púdico-.
entreabiertos los labios,
abrasados de amor los negros ojos,
las manos sometidas a la soga,
la espalda a la polícroma madera
sobre el diván dorado del retablo.
Tan fácil era entonces
confundir la piedad con la enojosa
certeza del instinto
que bajo el pantalón adolescente
bombeaba la sangre y dilataba
los infantiles límites.
Tan fácil que en el éxtasis devoto
-cansados los sentidos
por el olor a incienso, la luz débil,
el remoto bostezo de las tablas,
el polvo en la saliva, la viscosa
caricia de la cera-
se emboscara
el miedo al repentino amor oscuro
tras el torpe muchacho que yo era.
Violento y encarnado, el dios terreno
reclama el sacrificio cotidiano:
el ósculo sumiso con sabor
a sazón de cerezas, la armadura
desvelando al caer el limpio escudo
del agitado pecho,
las manos consagrando la caricia
sobre el fulgor del sátrapa
-¡qué dulce el Sebastián puesto en escorzo
contra el altar de lino y suaves sedas!-.
Desde su voz de niebla
vaporosa y sutil, el dios de viento
en el alma bizarra del soldado
inscribe la sentencia: el frío eterno,
la muerte en la piel rota, la milicia
celestial de los ángeles sin sexo,
el agua bautismal que lava el cuero
del cordero de dios recién salvado.
Celosas las deidades en combate
preferirán la pérdida
del manjar exquisito del pan tierno
y el vino fementado a la afrentosa
liturgia de la carne y de la sangre
sobre el lecho del otro.
Así lo conocí. Entre los colores
oleosos de las tablas flamencas,
la estofada madera castellana,
los lienzos venecianos
donde la luz endulza el rostro ambiguo
concentrado en el éxtasis
de aplacar el dolor con el deseo.
Sereno el gesto a veces,
dilatada la duda en las pupilas,
violentada la boca hasta el blasfemo
alarido.
O al filo de la ira
cuando la flecha marca el duro torso.
Así lo conocí. Como un espejo
del Callejón del Gato que devuelve
confusas las fronteras y las formas
si sobre el pecho tierno y desbarbado
esos primeros dedos
de aquella noche oscura en aquel coche
como saetas buscan el crujido
de la piel revelándose,
si el temblor en los labios
del aprendiz se frena
cuando un aliento tibio los alumbra,
si el peso de ese cuerpo que se clava
contra el novicio frágil
provoca el llanto al tiempo que lo amansa.
El soldado no duda ni decide;
sólo suave obedece.
Los ángeles entonan
deus tuorum militum, el himno
que ensalza la locura de los mártires;
violentos los arqueros, con canciones
obscenas le recuerdan a la víctima
la sumisión felina a las caricias
del poderoso amante de otro tiempo.
(Sebastián sólo escucha
la voz del propio sueño,
el murmullo del aire
ya extraño a los pulmones,
la vergüenza vencida
bajo la luz del alba de Spalato,
la soledad del hombre
que ansía ya el suplicio,
el líquido dolor que fertiliza
el suelo consagrado
como si en el extremo de los dardos
no habitara la carne,
sino la sangre sola...).

martes, enero 19, 2010

UNA MAÑANA FRÍA


Me pregunto qué cantidad de dolor, qué porcentaje de decepción aceptan nuestras vidas para seguir fluyendo. Qué puede hacer que una persona joven y llena de futuro decida no luchar cuando la enfermedad se suma a sabe dios qué lista de pequeñas tragedias cotidianas.

Me dieron la noticia ayer de que un amigo, uno de esos que no son íntimos pero que durante bastante tiempo forman parte de nuestro entorno cercano, uno de esos a los que aprecias pero con los que no llegas a trabar una cercanía creadora, había muerto. Al parecer le habían dado la noticia de que era seropositivo y había decidido no enfrentarse a la enfermedad, dejar de luchar. Así que el vih dio lugar a la enfermedad, y con ella a la acumulación de otros problemas de salud que le fueron derrotando. O con más exactitud que se fueron adueñando de un cuerpo y un espíritu que ya se habían rendido.

De forma cariñosa lo llamábamos Tía Ágata, desde que uno del grupo comentó que tenía cierto parecido con el personaje del Cluedo. Y en esos momentos en que estuvimos más cerca, supe bastante de algunas frustraciones amorosas, que acabaron sustituidas por una pérdida de estima y algunos excesos que maquillaban la realidad. También de sus dificultades para abrirse camino en el ámbito laboral. Creo que renunció también a su vocación docente después de la segunda vez que le rescindieron un contrato ... ¡por ser homosexual! (siempre de forma ladina y camuflada, claro).

En un momento determinado había desaparecido. Y como los guadianas personales han sido habituales en ciertos entornos, en algunas de mis redes sociales, no le di demasiada importancia. Ahora pienso que tal vez no supe, no supimos, darle el apoyo que no sabíamos que necesitaba. Que quizás nunca conseguimos atravesar algunas murallas para encontrarnos con la verdadera cara de Tía Ágata, hacerle sentirse querido y entrañable como en realidad lo era.

Anoche un sms me dio la noticia y algunas de sus circunstancias, varios meses después de que ocurriera. Y desde entonces no he dejado de sentir la sangre fría.

Ojalá que la tierra le sea más amable de lo que le resultó la vida.

lunes, enero 18, 2010

SORAYA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS


Los mismos medios que criticaron la frivolidad de las ministras del Gobierno de España por aparecer fotografiadas en una revista de moda se olvidaron de hacer lo propio con Soraya Saenz de Santamaría, imagino que deslumbrados por la cydcharissiana pose. Pero bueno, como en ésto de zurrar al adversario por las miserias propias todos a diestra y siniestra solemos andar a la zaga, ya hubo quien recordó el doble rasero.

A mí, que no me preocupa tanto que Soraya salga más o menos mona, más o menos vestidita y si imita o no a Remedios Amaya, sí que me han llamado la atención muchos de sus comentarios en la entrevista que publica hoy con una de las grandes esperanzas del Partido Popular, sección Rajoy. Me preocupa la falta de contenidos de la mayoría de sus respuestas, su agresividad ante determinadas preguntas, la frivolidad con la que despacha o directamente ignora el pasado incluido el más reciente. Y aunque tengo claro que yo a esta señora no la tengo especial simpatía, las dos páginas que El País le dedica me hacen pensar que o le falta sentido de estado, o formación política o dos hervores, antes de poder ofrecer garantías de seriedad y objetividad en un hipotético gobierno popular.
A Soraya, como a mí, le indigna que alguien se aproveche de la política para hacer negocio, pero es incapaz de articular siquiera una tímida crítica a Don Fabrone. Propone como medida mágica para mejorar el empleo fomentar la contratación estable (de acuerdo, cómo no, con ella) pero repitiendo el modelo que su partido ya implantó cuando estaba en el Gobierno y que dio un resultado tan fantástico como el de reducir la contratación estable a un 13% del total de los nuevos contratos firmados. Siempre haciendo una finta bastante barata para nunca ofrecer una respuesta siquiera medio clara sobre lo que su partido haría en caso de llegar al poder, sobre el modelo que propone, y dejar todas sus intervenciones flotando en una nebulosa de azúcar de feria.
Entre las respuestas sorprendentes, "Ojalá se hubiera aprovechado la primera legislatura de Zapatero para hacer cambios del modelo de país". Aunque en determinados ámbitos está claro que se hicieron esos cambios, es cierto que en el modelo económico y productivo no fueron, o al menos no fueron tan valientes como deberían. Así que también en parte de acuerdo con ella. Claro que tal vez el Gobierno estaba demasiado pendiente de la operación de acoso e injurias a la que día sí día también le sometían Soraya y sus amigos. Pero sobre todo, la sorpresa es que ... ¿insinúa Soraya Saenz de Santamaría que el modelo que se encontró Zapatero era un mal modelo? Yo también estoy, pues, de acuerdo con ella. Pero tal vez alguien debería recordarle que ese modelo fue el implantado por los gobiernos de un tal José María Aznar, y que ella misma en tantas intervenciones públicas ha elogiado la situación económica que Zapatero se encontró al acceder a la Presidencia del Gobierno. ¿En qué quedamos?
Entre las que no son sorprendentes pero me parecen directamente irresponsables y peligrosas, y más si tenemos en cuenta que la crisis y el paro hacen repuntar los sentimientos xenófobos y nacionalistas-proteccionistas, está la perla "Los inmigrantes ayudaron mucho al crecimiento, ahora es diferente". ¿Quiere decir la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados que los inmigrantes son una rémora ahora para el crecimiento? Uffff, espero que no. A lo mejor simplemente quiere decir que para ella un inmigrante es más o menos como la maquinaria: hoy te necesito y te compro, mañana me sobras y te tiro de vuelta, patada en el culo mediante y con una carta que diga "gracias por los servicios prestados". Ufff, casi peor, espero que tampoco. Pero claro, si ni lo uno ni lo otro, ¿qué ha querido decir con ese sutil y vaporoso "diferente"?
Previsible también su comentario "¿Placas franquistas?Cuando murió yo tenía cuatro años. Me preocupa el futuro". Claro, y cuando murieron Hitler y Stalin ella no llegaba ni al status de nasciturus y no creo que por eso fuera a considerar decente siquiera que una calle se llamara en un pueblo cualquiera de España "Avenida de Goebbels" o "Plazuela del Politburó". Anda que la chavala tiene cada cosa. O a lo mejor es que puestos a echar balones fuera ni siquiera se le ocurrió que forma parte del futuro dejar sentado un pilar fuerte de valores para la construcción de nuestra sociedad, y que entre esos valores no puede estar nunca la exaltación de los personajes y símbolos de una parte terrible de la historia de mi querida España, esta España mía, esta España nuestra.
Termino. Dice que el PP está centrado y ya no mete miedo. Centrado no lo veo yo mucho, más allá de las propias autoafirmaciones, porque sigue siendo un rehén de los grupos sociales situados a la derecha de la derecha y de sus discursos. Y miedo, bueno miedo no. Pero a mí me sigue dando mucho yuyu pensar que si regresan al Gobierno de España podrían tener la tentación de dar cumplida satisfacción a esos grupos de la derecha de la derecha volviendo a convertirme en un ciudadano de segunda. Y ojo, se empieza por decir que como los homosexuales no somos iguales que los demás no podemos casarnos y se termina justificando por la misma cualquier otro recorte de derechos y libertades (para los homosexuales y otras gentes de mal vivir).
Pero vamos, que lo mismo tardan unos cuantos años en ganar otras elecciones y a esta chica le da tiempo de madurar y de articular un discurso coherente.

viernes, enero 15, 2010

JUEZABEL: COSAS DE LA ¿JUSTICIA?


Da un poco de miedo escribir sobre nuestro democrático Poder Judicial, desde que aquel político dijera lo de que "La Justicia es un cachondeo". Así que no vamos a decir eso, tampoco vamos a decir que el sistema de acceso a la judicatura deja bastante que desear, ni que la formación de los jueces tiende más a establecer un orgullo de clase que un servicio público, ni que resulta chocante que estando prohibida la militancia política de la judicatura no haya empacho en que sean amigos o confidentes de unos y otros, o de que militen en instancias religiosas o sociales que pueden condicionar y de hecho condicionan sus fallos puede que más incluso que las ideas políticas. Nada de eso.
Pero sí que después de muchos relatos en la misma dirección voy a escribir sobre la falta de educación, el nulo respeto a las formas que tan importantes son en todo procedimiento, de ciertos titulares de juzgados varios. Y lo voy a concretar, qué le voy a hacer, ando cabreadillo, en un episodio reciente del que apuntaré algunas cosas sin dar muchas más pistas.
De manera general, cuando un caso llega a los tribunales, y salvo excepciones dolosas o temerarias que estoy seguro existen pero también que configuran una ínfima parte de lo analizado en nuestros tribunales, hay dos intereses en conflicto que de una manera u otra, con mayor o menor parte de razón, tienen sus argumentos válidos y respetables para intentar un fallo favorable. No voy a ser tan inocente como para pensar en Montesquieu y en el tópico de "la boca muda de la ley". Porque de hecho hace mucho que dejé de creer en el Ratoncito Pérez. Pero sí voy a recordar que nuestra tradición histórica llamaba a los jueces "oidores", y que éste era un nombre bien adecuado a uno de los elementos esenciales de su trabajo: oír, escuchar a las partes antes de determinar cuál de las razones en conflicto era más fuerte. De la misma manera, me apetece recordar que la función judicial en Roma (patria y maestra de nuestro Derecho) estaba revestida de "auctoritas", de autoridad, entendida como una sabiduría socialmente reconocida.
Poco oidora y menos revestida de autoridad se me figura la jueza que en días pasados tuvo entre sus manos y pequeño pleito que afectaba a una asociación de la que formo parte. Un conflicto laboral de pequeña escala que probablemente nunca tuvo que haber llegado a los tribunales y en el que tengo absolutamente claro que la llamada "buena fe" estuvo siempre de parte de la asociación, mientras que las maniobras oscuras y puñaladas traperas corrieron siempre por parte de la contratada. Aún así, cuando pasó a juicio creo que la asociación tenía claro que el fallo no le iba a ser favorable, pero había varios puntos en conflicto acerca de la cantidad adeudada (por eso no hubo acuerdo previo). Quiero decir que no voy a entrar en el contenido material de la sentencia, por más que me sorprenda que haya una condena en costas (algo relativamente poco habitual) para un litigante que había actuado en todo momento con claridad y buena fe y, tal vez, con un exceso de inocencia.
Lo que sí me resulta indignante y fuera de todo límite admisible fue el comportamiento de la señora que se sentó en el estrado (bueno, vamos a pensar que fuera la jueza). Mientras la abogada de la asociación leía sus alegatos, se dedicaba a mostrar cara de fastidio, interrumpir y cotorrear con la secretaria, en una exhibición no sólo de indiferencia y desinterés, sino viniendo a mostrar que nada de lo que la abogada pudiera decir en el juicio oral podría cambiar la decisión con la que ella sin duda había entrado ya en la sala. Comentarios como el "llama por teléfono a la contratada a ver si es verdad que ha recibido este ingreso, que no me fío" al recibir los comprobantes oficiales de una transferencia continúan mostrando en forma y tono un desprecio hacia una de las partes desalentador e injustificable.
Y para rizar el rizo, cuando la abogada intenta hacer unas preguntas a la Presidenta de la asociación, se permite el lujo de decir, igualmente de muy malos modos, "Y usted ¿quién es?¿la presidenta dice?" para mirar con la misma actitud de inquisidora borde el expediente y espetar con displicencia y superioridad "Bueno, vamos a dejarle a usted que sea presidenta".
Vuelvo a resaltar que el contenido material de la sentencia está fuera de la causa de este artículo. Pero como socio de un colectivo, como votante de la presidenta democráticamente elegida (algo que no podría decir en su favor la magistrada Juezabel), me siento insultado por esa forma de tratar a nuestra representante.
La democracia es en buena medida procedimiento, formalidad. Y ese carácter se acentúa en las situaciones de resolución de conflictos, donde las formas son esenciales. Que nuestra judicatura pretenda tener Auctoritas cuando cuenta con educaciones tan cuestionables como la presente suena a broma. Porque sólo desde el respeto hacia los demás se puede exigir el respeto hacia lo que uno es o representa.
Pero vista la impotencia con la que la asociación y su presidenta hubieron de enfrentarse a los malos modos y falta de rigor profesional de la, vamos a dejar que sea, magistrada, sumada a tantos casos y actitudes similares, no es de extrañar que en España los jueces compitan con los políticos en el dudoso honor de ser los grupos de quienes más desconfían los ciudadanos.

miércoles, enero 13, 2010

ADIÓS A UNA MUJER JUSTA

El pasado lunes, 11 de enero, murió en Hoom (Holanda) Miep Gies. Tenía ya 101 años, pero había venido valiéndose con bastante autonomía hasta que una caída, hace más o menos un mes obligó a internarla en un hospital en el que se apagaría su vida.
Justa de la Humanidad. Así fue reconocida por el Estado de Israel, con la máxima distinción que se concede a los gentiles. Un reconocimiento que se ha ofrecido a quienes durante los terribles años del Holocausto se arriesgaron personalmente para salvar la vida de alguna persona judía.
Así de pronto tal vez su nombre no os suene. Pero seguro que si os recuerdo que la señora Gies fue la empleada de Victor Frank que le ayudó a esconderse durante un largo tiempo junto a su familia y otra familia judía holandesa se os vaya despertando la memoria. Si además os digo que la hija del señor Frank se llamaba Anna, tenía quince años, murió de tifus pocas horas antes de que el ejército soviético liberara el campo de concentración de Bergen-Belsen, y que nos dejó un diario sencillo, tierno y estremecedor contando su encierro en el almacén de Amsterdam ya no os quedará duda.
Miep Gies fue la gran amiga y confidente de la que Anna habla en su diario. La que se jugó la vida día a día para que las dos familias hebreas pudieran sobrevivir, algo que consiguió sólo en una pequeña parte. Fue también quien encontró el Diario de Anna y quien se lo entregó al señor Frank cuando él, que sí sobrevivió al horror, pudo regresar a Holanda para visitar el viejo escondrijo.
Una mujer justa y valiente. Puede que si en el mundo hubiera más personas como ella y su marido nuestra tierra fuera un lugar más limpio.
Que la tierra le sea leve, Señora Gies, Justa de la Humanidad, Mujer Excepcional.
Con el más profundo respeto de mi Santander posible. Y seguro que el de todos los que vienen de cuando en cuando a compartirlo conmigo.

martes, enero 12, 2010

LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS: PICANDO EL DALLE


En medio de los fríos polares he recordado esta foto que saqué durante una de las cálidas e impertinentes suradas de diciembre. En pleno Santander, (en la subida que hay desde Francisco Palazuelos hacia el Parque de Jado), a media faena de segar los pequeños lotes verdes que se disponen entre los bloques de viviendas, el paisano se detiene sobre el pasto bien seco y se dedica a picar el dalle, a afilar como la tradición manda el filo segador, precisamente bajo una pintada labarienta que reclama una "Cantabria libri".
Me pareció una imagen curiosa así que la "robé" con mi impericia digital desde la ventana.

domingo, enero 10, 2010

IMBÉCILES SIN FRONTERAS: ¿HAY QUE LAPIDAR A IRIS ROBINSON?


Nos dicen en el Levítico 20, 10, que si un hombre comete adulterio con la mujer de otro, ambos deben morir. La lapidación en concreto parece que estuvo bastante de moda como forma de castigar a la adúltera.

Me parecería excesivo condenar a muerte al jovenzuelo irlandés, Kirk McCambley, al que la petarda cristofachoevangélica se comprometió a cuidar en el lecho de muerte de su padre. Y al que al parecer cuidó de manera harto placentera. Al fin y al cabo, el mozalbete se dejó querer, se limitó a aprovecharse de las relaciones, corrupciones y malversaciones de fondos de la bruja hipócrita de la foto, y sobre todo al parecer tuvo la boca calladita sobre las prescripciones levíticas. Bueno, sí, vale, lo que pasa es que me parecería una pena cargarse al chico, que es bastante mono, aunque no tanto como el yerno de otra cristofacha, la Palin, el que acabó siendo portada de una revista gay norteameriyanqui.

Sin embargo, la madurita Jajajá desde su privilegiado puesto de señora de Robinson (el de la foto: Como no domino el photoshop no le he podido situar debidamente la cornamenta, pero la cara de bobo ya la pone él solo en su despacho de primer ministro de Irlanda del Norte) y de parlamentaria en el Ulster y en Westminster nunca ha perdido oportunidad de recordarnos que es evangélica integrista y pentecostal. Y que para ella la homosexualidad es una abominación merecedora de todas las sanciones y desprecios, como dice según ellos ese Levítico que tanto gusta a los de su secta y su calaña. De la misma manera que quiso convertirse en fusta moral de las islas británicas, donde bajo su afilado colmillo no sólo quedamos malterchos los homosexuales, sino hasta la propia Hillary Clinton, por indigna cornuda que se atrevió a perdonar las infidelidades de su santo con Morritos Lewinsky. El feliz marido justificaba los exabruptos integristas de su amada y fiel señora diciendo que no era Iris Robinson quien decía tales cosas sobre las abominaciones; que eso lo decía Dios.

Mientras tanto, la santurrona atropaba esterlinas libras de los fondos públicos para dar subvenciones a su protegido, de las que solía guardar en el bolso un significativo porcentaje. Y luego lo celebraba con el guapo y joven maromo cantándole aquéllo de "Dame Gasolina, me gusta gasolina ...".

Dicen los de su iglesia que al fin y al cabo no hay para tanto, porque la chica (ejem) está super-mega-arrepentida y como en su arrepentimiento y antes era una cualificada y sustanciosa contribuyente a los gastos de Tabernáculo Metropolitano de Belfast y hasta quiso suicidarse al estallar el escándalo (además de aprovechada, corrupta, adúltera y levíticamente abominable, inútil), pues que no ha pasado nada. Que es lo que suelen decir las iglesias cuando los que pecan, preferiblemente con mozalbetes, son de su rebaño.

Quería limitarme a denunciar una vez más la hipocresía de estos sayones y sayonas de la moral, siempre tan estrechos ante la libertad ajenay tan complacientes con sus propios vicios y desviaciones.

Pero he pensado que sería injusto para con la pobre Iris Robinson. Porque ella no quiere ser considerada hipócrita, guarrindonga o adúltera pecadora. No. Ella piensa que su felicidad está en someter su vida a la santa ley de Dios, la que el Señor dejó bien clarita en el Levítico. Y la ley de su Dios, su fe y su fanatismo, esa con la que nos escupe a los demás, deja bien clara cuál es el ideal con que sueña doña Abominación Robinson: ella quiere ser lapidada, como Dios manda.


viernes, enero 08, 2010

PUDOR, SEGURIDAD Y DERECHOS HUMANOS



Al final es la realidad la que acaba certificando que los creativos publicitarios no lo son tanto. Y es que estos días no ha dejado de venírseme a la cabeza con insistencia la imagen del anuncio de nosequé reloj y de Enrique Iglesias metiéndose medio en pelotas en el escáner de un aeropuerto para no tener que quitarse tal joya.


Tras el último intento de agresión terrorista en un vuelo comercial, han saltado de nuevo las alarmas y son ya varios los países que van a instalar escáneres corporales en sus accesos a los aviones. Además de los que están disponibles para hacerlo y los que están estudiando la medida. Eso sí, la prisa que se han dado para hablar de esta nueva medida de seguridad no impide que veamos (y que así se haya reconocido) la evidencia de que no han sido los sistemas actuales los que han fallado, sino sus operadores.


¿Merece la pena continuar avanzando en la implantación de unas medidas de seguridad que podrían funcionar pero que se gestionan mal?¿Estamos dispuestos a continuar renunciando a nuestra intimidad y nuestros derechos para que,además, no sirvan de nada las medidas?


El terrorismo, sea del signo, fe o idea que sea, persigue quebrantar violentamente nuestras seguridades y nuestros valores. Y cada vez que admitimos un paso atrás en nuestros derechos civiles, los terroristas han ganado una mano más de la partida.


A día de hoy, ciudadanos respetuosos con la ley, tranquilos, pacíficos, vamos asumiendo como normal el comportamiento de los diversos tipos de agente de seguridad con los que nos encontramos en los aeropuertos. Yo, como imagino que muchos de vosotros, he soportado con estoicismo caras de pitbull, groserías, miradas inquisitoriales, malos modos, formas impresentables, mientras ibas despojándote de tu dignidad al tiempo que intentabas impedir que tus pantalones se cayeran cuando tu cinturón viajaba por libre en la cinta transportadora, no coger un resfriado sin los zapatos, dejarte sobar o contener el cabreo cuando te veías obligado a abandonar en tierra un frasco de peligrosísima espuma de afeitar un poco más grande de lo al parecer permitido.


Ahora toca permitir que unos individuos señalados por las autoridades nos vean en pelota picada. Puede que sea esa educación judeocristiana recibida, en la que el cuerpo se percibe como fruto de pecado, puede que sea que también he sido víctima de la publicidad que parece obligar a estar bueno para enseñar algo, puede que sea simplemente que mi sentido del pudor está bastante desarrollado. Pero no me hace gracia alguna verme obligado a exhibirme para satisfacer no sé muy bien qué regulación o qué errores del poder y sus agentes.
Sí, claro, ya lo sé, ya me lo han dicho hasta cansarme. Se trata de garantizar mi seguridad, tú seguridad, nuestra seguridad. Pero tampoco se me olvida que cada vez que un sistema, cada vez que el poder, cada vez que una sociedad asustada optan por la seguridad la libertad y la dignidad de las personas acaban pagándolo. A veces muy caro.
Tan caro como los desproporcionados costes de los famosos sistemas de voyeurismo electrónico. Unos costes que tal vez fueran más eficades invertidos en ayuda al desarrollo y programas de difusión de los derechos humanos. Tan caro como contemplar cómo nuestros principios más importantes quiebran porque los terroristas están consiguiendo sus objetivos: convertirnos en una sociedad asustada y recelosa, capaz de abdicar de sus convicciones y pilares hasta quedar desnuda.
Mientras tanto, iré preparando un surtido de gayumbos megafashion o de bañadores ajustaditos. Porque me parece que la próxima vez que tenga que volar, si tengo que enfrentarme a un escáner corporal elegiré facilitar la tarea.

MÁS VIJANERA PARA DIANA :)




martes, enero 05, 2010

DECÍAMOS AYER: NOCHE DE REYES


Si alguno de los que pasáis por este blog no cree en la magia, haría bien en acercarse esta noche del cinco de enero a la Cabalgata de Reyes de su ciudad. Es verdad que la cabalgata en sí suele ser un espectáculo cutrón y demasiado comercializado, aunque también es verdad que poco a poco los ayuntamientos se lo curran un poco más. Pero olvidad por un momento el camión de los bomberos o la carroza patrocinada por El Corte Inglés y mirad los ojos de la chavalería.

Todos los años, y a pesar de los míos, cumplo con el rito de deambular un rato por las aceras del Santander posible cazando hadas. En ese momento me olvido de la fiebre consumista y hasta del mundo, compro un roscón de reyes en Regma o en Villaverde, y me dejo llevar por los comentarios nerviosos de los niños, sus sonrisas, sus bocas abiertas, sus miradas fijas en los armatostes que trasladan a Melchor, Gaspar y Baltasar, su silencio pasmado o sus gritos llamando a "su" rey (ese que en cada casa nos habían asignado y que en mi caso fue siempre Gaspar). Desearía en esos momentos ser un gran fotógrafo para apostarme en algún mirador y con un objetivo adecuado capturar para siempre esos rostros y hacerlos inmortales. La inmovilidad y los nervios, la ilusión y la sorpresa, la inocencia siempre, los ojos limpios. Imaginando también la repetición del gesto y la sonrisa franca al despertar y encontrarse por la mañana tantos sueños de golpe.

La fiesta de Reyes fue siempre en casa el eje de la Navidad. Mi padre fue uno de esos niños de Nuncajamás, de los que habían elegido no crecer y seguir sorprendiéndose cada día que amanecía el mundo. Y su energía era contagiosa. Tras la cabalgata convocaba a parte de sus hermanos y hermanas para organizar toda una montaña de juguetes, libros, paquetes, regalos para los mayores en el viejo comedor de la calle de Santa Lucía, en esa misma casa en la que hace tantos años naciera la pintora cubista María Blanchard. Todavía había tiempo para decir "fulanita o menganito tienen menos que el resto este año, a ver si Mendiolea está abierto todavía y encontramos algo", para bajar al estanco de la abuela Rosalina y comenzar a trasladar y desembalar los sueños que escondidos en las cajas del tabaco habían estado semanas ante nuestros ojos sin que lo supiéramos. Los cuatro hermanos habíamos organizado platos con turrón y dulces, botellas de licor y copitas de cava, calderos con agua para los camellos(una pregunta que conservo todavía: ¿alguno sabéis por qué los reyes siempre se terminaban las bebidas alcohólicas, dejaban los refrescos y los camellos nunca tenían sed?), zapatillas en la esquina del comedor que teníamos asignada y nos íbamos a dormir.

Por la mañana, nos apostábamos ante la puerta cerrada del comedor mientras mi padre organizaba una sesión de unas dos o tres horas de tortura: prohibido entrar hasta que Tía Chavita llegara con el roscón para el desayuno. Con Chavita en casa, prohibido entrar hasta que todo el mundo hubiera desayunado. Con el desayuno terminado, prohibido entrar hasta que por orden de edad entraran primero la abuela, luego la tía, luego mi padre, luego mi madre y por fin los cuatro pasmados y sin saber bien qué buscar o dónde mirar. Porque en mi casa cumpleaños y santo pasaban con lo razonable, los estudios no tenían premio (eran nuestra obligación), pero los Reyes Magos se volvían locos. Tanto que todavía la magia de este día me cosquillea en el corazón, tanto que todavía sigo teniendo dudas sobre la verdadera identidad de esos hacedores de sueños. Tanto que nunca podré pagar a mi madre y mi padre haber creado para nosotros una infancia feliz de verdad. Tanto que si alguna vez echo de menos no haber tenido hijos (por suerte para ellos) es por no haber podido reproducir todo ese escenario en el que transformarme, como el padre de Mafalda, en un "terrorista de la felicidad".

Una sombra hubo. Y es que yo tenía un carácter un tanto fuerte de niño. Y mis enfados eran duros, terribles y largos. Eso sí, nada de rabietas. Como si fuera un antecedente de Bart Simpson, si me enfadaba con alguien lo multiplicaba por cero: desaparecía de mi mundo durante el tiempo del enfado. Silencio y basta. Y a los Reyes un año se les ocurrió añadir a la fiesta unos trocitos de carbón de azúcar ... Claro, a ver, seis añitos escuchando que si eras malo te traían carbón y ahora se pasaban por mi casa aquellos tres pavos de Oriente a llamarme malo, a mí que siempre había sido formalito, sacaba buenas notas y encima me había pasado todo el verano a repugnantes purés de verduras a causa de una fuerte infección de estómago que se hizo larga y penosa y acabó convirtiéndome en una especie de nene anoréxico con cara de pena. Así que cuando llegó mi turno, entré, vi el carbón, cogí un cuento viejo de la librería y me fui a mi habitación sin dignarme a mirar ni uno solo de los regalos soñados. Y durante toda una semana, una semana infinita para mis pobres padres y abuela que acabaron muy, pero que muy arrepentidos de su pequeña maldad, me negué siquiera a acercarme a la montaña de regalos.

Vaya carácter, ayns, otro día os cuento mi guerra psicológica contra la Señorita Luchy (tercero de EGB) o cómo arrojé el chupete de mi vida. No sé cómo me aguantaban.Besucos y mucha magia para tod@s

MIS FOTUCAS DE LA VIJANERA




Como tengo debilidad por mis lectores, y Diana me pidió en el artículo sobre La Vijanera un poco más de imagen, cuelgo unas pocas de las que fui tirando. Aclaro que la fotografía no es lo mío, jajaja, así que están hechas con una cámara digital de esas con capacidad de decisión. También que como los danzantes no paran de moverse no siempre consigues una estabilidad nítida de la imagen. Por último reconozco mi debilidad por los trapajones y el cabreo con las que mi santo, que diría Elvira Lindo, borró de la cámara, entre las que estaban algunas de las que a mí me parecían un poco más originales :)

Me parece que blogspot no me admite más fotos por entrada, así que las iré salpicando poco a poco. De arriba abajo tenéis a la zorra de tertulia con un bailarín negro tras la muerte del oso, a un danzarín blanco y a un pequeño zarramaco desdibujado por el exceso de zoom pero no por eso menos entrañable.

lunes, enero 04, 2010

DOMINGO DE CARNAVAL (Visita a La Vijanera de Silió)



Desde que en 1982 los vecinos del pueblo de Silió, en el Ayuntamiento de Molledo, dentro del cántabro Valle de Iguña, se pusieron manos a la obra para recuperar su ancestral carnaval de invierno (primero a través del Colectivo Cultural Bígaro y más adelante con la Asociación Cultural Amigos de La Vijanera) ha sido intención siempre pospuesta la de acercarme hasta el pueblo algún primer domingo de enero para vivir de cerca esta fiesta particular y fascinante.
La Vijanera pierde su origen en la noche de los tiempos, y podría ser una suma de tradiciones celtas, prerromanas y romanas (su propio nombre podría aludir al dios Jano), presentándose como el primer carnaval europeo por su situación en el calendario y uno de los más antiguos conservados.
Una mascarada rural, llena de disfraces y personajes que evocan la vida agrícola, la defensa de los bienes comunales (que sería la raíz última del cortejo hasta la divisoria del pueblo vecino para pedir Paz o Guerra), la representación simbólica del enfrentamiento sempiterno entre el bien y el mal, la celebración de la muerte del año viejo y la exaltación de un nuevo ciclo vital. Como todos los carnavales, como todas las manifestaciones culturales populares precristianas, las vijaneras, que se celebraron en todos los pueblos del centro de Cantabria, fueron en determinados momentos perseguidas, prohibidas o arrinconadas; condenadas a una muerte por olvido que el empeño de los modernos vijaneros de Silió consiguió evitar.
Ayer estuvimos por fin en La Vijanera. Llegamos temprano para acomodar el coche y para empezar la ruta de blancos antes de que los bares del pueblo se atestaran. Y entre saludos a las tantas caras conocidas que llevaban en la mirada la luz de la fiesta, la estupenda alcaldesa de Molledo, Teresa Montero, entre ellas, fuimos pasando la mañana hasta escuchar en la lejanía los sonidos de los campanos con los que los Zarramacos ahuyentan a los malos espíritus. Y así fue llegando la comitiva de danzarines blancos y negros, la zorra y el zorrocloco, el oso y el amo, la gorilona y el húngaro, la pepa, la madama y el mancebo, los trapajeros llenos de color, la preñá que tras las coplas alumbraría los augurios para el nuevo año, los singulares y fascinantes trapajones vestidos con elementos de la naturaleza a modo de singulares espíritus del bosque (un trapajón a base de panizos es el que capturé para la foto, pero los había con erizos de castaña, con cáscaras de nuez, con helechos, ramas, musgo ...). Y así fueron danzando y alegrando todas las calles de Silió, subvirtiendo a veces el recorrido esperado para obligar a la gente a correr tras ellos y resituar su posición. Hasta por fin hacer la mentada declaración de guerra, entonar las coplas satíricas del año en las que como corresponde no dejaron títere con cabeza (para el Alcalde-Ingeniero y su cruzada contra los aerogeneradores en el arco sur de la Bahía de Santander dejaron esta perla: Don Quijote de la Serna / pelea contra molinos: / que se vean en los pueblos / que son mucho menos finos ) y finalmente matar al oso acorralándolo hasta robarle todo su espacio y arrearle unos buenos palos.
Mucho público feliz, disfrutando de un espectáculo que no deberiais perderos. Muchos niños vestidos de zarramacos o trapajones, hablándonos del futuro seguro de la fiesta. La sensación de viajar con la comitiva a un pasado milenario donde lo que importaba era lo importante: la comunidad, la naturaleza, la vida.
Para rematar el domingo, y tras una comida de apaño en Bárcena de Pie de Concha, parada en Torrelavega para comprar los exquisitos y más que exquisitos roscos de reyes de Santos.
Volveremos, sin duda, a Silió. Tal vez para la fiesta de la maya, o para recorrer de nuevo sus calles y disfrutar del bello románico de su iglesia parroquial. Seguro que de nuevo para celebrar La Vijanera y la hospitalidad de los vecinos. Si queréis buena información e imágenes de la mascarada, entrad en su página: http://www.vijanera.com/
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