miércoles, abril 29, 2015

CARMEN URIARTE: RETRATO PERSONAL DE UNA MUJER IMPRESCINDIBLE


De aquellos terribles días del otoño de 2010 creo que voy a tener siempre una memoria precisa y una gratitud grande. Recuerdo por ejemplo que aquel tipo desnortado, incapaz, estupefacto en el que me había convertido llamó por teléfono a Carmen Uriarte para darle la noticia de que Leo había muerto, y le preguntaba si podía hablar con Alberto Pico y con las monjas del Pesquero para poder celebrar allí un rito en su memoria. Frente a mi parálisis, en menos de media hora Carmen se había arreglado para salir a la calle, había hablado con monjas y cura y tenía todo, absolutamente todo listo y me preguntaba a dónde tenía que ir de inmediato para encontrarse conmigo y llorar conmigo.Y es que si Carmen tiene algún defecto es el de vivir con un corazón demasiado grande, demasiado generoso.

La había conocido hacía algunos años, a poco de afiliarme al PSOE de Cantabria. Para los amigos que al final me habían convencido para incorporarme al partido, Carmen, como Ángela, como Clarita, era toda una institución. Hablar de ellas era hablar con cariño, admiración y respeto de mujeres luchadoras, comprometidas con las que siempre se podía contar. Y es que Carmen siempre estaba allí, allí cuando se torcían las cosas y había que echar un par de juramentos, allí cuando queríamos celebrar nuestra amistad, nuestro camino en común y algunas pequeñas victorias, estaba en las manifestaciones y en los duelos, estaba en la calle, en la organización de la estrategia. Sin renunciar nunca a estar también en la cocina, en la casa, en la familia, un poco como esa Teresa de Ávila que tenía tiempo también para tropezarse a Dios entre los pucheros.

Carmen es pura energía y pura bondad. Una mujer que tiene como principal orgullo y patrimonio el de ser hija y nieta de pescadores, el de ser una mujer de origen humilde y convicciones firmes y elevadas. El de ser esa luchadora que se marchó con Silvio a Alemania para buscar un futuro mejor, un trabajo mejor, y allí estuvo en asociaciones de inmigrantes españoles y trabajando en una fábrica siderúrgica. Cuando regresaron a España, a su Santander marinera, a su Barrio Pesquero, se echó a la calle con un compromiso total con el incipiente movimiento vecinal, y desde la Asociación de Vecinos de Los Arenales trabajó para ayudar a la gente, para mejorar las condiciones de esa zona llena de gente humilde y trabajadora que entonces era el Finisterre de la ciudad, y así ha estado, sin renunciar nunca a sus principios, sin humillarse nunca ni claudicar ante los poderosos, sin dejarse comprar, sabedora de que lo único que tenía para vender era su dignidad y no había precio que  pudiera pagarla. 

En estos días en que dicen que las ideologías no sirven, me reconforta saber que en las listas del PSOE para el ayuntamiento de Santander va como número cuatro una mujer de izquierdas, de esas izquierdas mamadas a golpe de vida y cocinadas a fuego de corazón, desde esa fe profunda en la igualdad, en la dignidad, en la solidaridad, en el compromiso por las personas y la rabia contra aquellos que no creen en nada que no sean su poder, sus intereses y sus bolsillos estén donde estén. En estos días en los que se crea tanta confusión sobre castas y descastadas, pensar en que puede llegar al ayuntamiento Carmen Uriarte, desde la calle, desde el esfuerzo cotidiano año tras año, llevando la voz de los trabajadores y de las trabajadoras, de las mujeres, de los vecinos, hace que me renazcan ilusiones adormecidas.

Carmen es fuerte, transparente, incendiaria a veces, acogedora otras. Sé que hará cuando llegue al ayuntamiento lo que siempre ha hecho, darlo todo. Y esa seguridad me hace pensar en lo distinto que sería todo con menos zánganos y más Mariuris en la política, en las instituciones.

Creo que era Bertold Brecht el que escribió aquello de que "Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles". Creo también que si el poeta hubiera conocido a Carmen Uriarte, habría terminado diciendo "Hay mujeres que luchan toda la vida, esas son las imprescindibles". 

Sí, claro que sí, claro que no albergo la menor duda: Carmen Uriarte sí me representa. 

viernes, abril 24, 2015

A VUELTAS CON EL CULO CONCEPTUAL


CULO CONCEPTUAL  (loc.sust.masc.) : Dícese de la obsesión que por mostrar culos al aire pajarero o, por extensión, otras desnudeces obvias padecen algunos artistas, especialmente actores y performers en el extraño convencimiento de que a estas alturas de la película sus carnes o las carnes de sus creaciones pueden resultar escandalosas en vez de aburridas y gratuitas.

Divertido y exacto esta idea del culo conceptual que me descubrió hace ya tiempo la pintora Gloria Pereda, de cuyo círculo de artistas chiflados procedía. Y ciertamente la publicidad, el cine, la televisión, la literatura, las bellas artes, han llegado a un punto en que sin un culo turgente y expuesto parecen no ser nada. No me entiendan mal, las traídas y llevadas exigencias del guion están ahí, las pelis porno están ahí, y algunos culos estéticamente impecables están igualmente ahí y se agradece su disposición a desnudarse. Pero no es menos cierto que a uno, que no es precisamente mojigato, a veces le cansan.

Distinto de las artes y de cualquier otro universo parece el mundo de la política, tan acostumbrado quizás a la falta de transparencia, a la hipocresía, a la doble moral y el doble discurso que se escandaliza con mohines de ursulina decimonónica ante un culo pero ni siquiera tuerce el gesto ante despilfarros, corrupciones y desafueros varios. Y como no podía ser de otra forma, se ha organizado un pequeño guirigay en red con las expuestas, muy expuestas, fotos del candidato por el PSOE a la alcaldía de Meruelo, en las que se puede apreciar casi casi todo. Acompañada la puesta en común de las carnes de un lenguaje corporal y verbal agresivo en el que se reclama transparencia y se señala, imagino que al alcalde actual, con un seco "Sabes que soy mejor que tú".

El efecto buscado está en alguna manera conseguido. Frente a campañas tradicionales en las que la candidatura del PSOE de Meruelo ha pasado totalmente desapercibida, hasta el punto de que algunos vecinos habían afirmado que ni siquiera se habían enterado de que hubiera presentado lista, hoy anda en boca de mucha gente fuera de Meruelo y seguro que de toda allí. El PSOE se ha apresurado a exigir la retirada de los carteles, eso sí, aclarando que ni fue consultado ni consintió la dura publicidad. Sí, bueno, pero...

1. En un entorno en el que el acceso a los medios, incluso a los espacios legalmente garantizados por la legislación resulta imposible ¿es ilegítimo forzar la visibilidad pública a partir de mensajes y técnicas heterodoxas?

2. En un país en el que los medios públicos y privados, los comportamientos sociales medios, premian al gañán y a la choni ¿de verdad pensamos que las mejores vías para comunicarse con los votantes son la sutileza, la elegancia y las bonitas metáforas gongorinas?

3. Si el desnudo del candidato por Meruelo hubiera sido más o menos como el de Albert Rivera hace unos años o, mejor, hubiera recordado a mi idolatrado James Franco (un culo conceptual bastante acostumbrado) ¿hubieran sido idénticas las reacciones? Al menos no lo recuerdo así. Así que ¿nos molesta que sea una campaña zafia o que el candidato no sea un chulazo con cuerpo 10?

4. Cierto, no vale todo para la política, tampoco para el resto de las dimensiones de la acción humana. Pero ¿no resulta una moralina un poco casposa ya la que recrimina así un acto que no tiene más víctimas en todo caso que el posible éxito o fracaso de su protagonista? ¿somos una sociedad adulta o nos falta tanto como parece?

En fin. No me gusta la campaña en cuestión, no tanto por el desnudo como por la agresividad, y creo que hubiera ganado con una pose más serena, un paño púdico sobre las partes mejor que una rosa, y un sereno lema tipo "Nosotros no tenemos nada que ocultar" o "Apostando por la transparencia total". Pero desde luego, no me convencen tampoco la mayor parte de los comentarios escuchados. De hecho, veo el cartel y pienso más en cuestiones como cuántos tabúes nos quedan por desmontar, qué hipocresía esa que solo admite los desnudos considerados socialmente estéticos y se indigna ante los cuerpos reales. Hasta pienso en lo cansada que tendrá que estar una persona de los malos hábitos, lo decepcionada ante los nulos resultados del trabajo del día a día, como para arriesgarse tanto.

Humo sobre humo, a estas alturas está según creo dada la orden de retirar los carteles, está también consagrada su presencia hasta el infinito en las redes, y de alguna manera, está conseguida la notoriedad que el candidato esperaba, seguramente más allá de sus expectativas y deseos. Así son los descontroles de frenada. Pero hay que reconocer que nos ha dado un tema de conversación mucho más entretenido, mucho más divertido y mucho más estético que lo verdaderamente obsceno de estos días, no sé Rodrigo Rato o el comportamiento de Europa ante la catástrofe humanitaria que llega desde el sur cada día. Eso sí que es de verdad pornografía y no un culo más o menos.

lunes, abril 20, 2015

"YO NO ESTOY INAUGURANDO". VILLANCICO EN ESCALERA AL MODO CANCIONERIL


Los tiempos preelectorales suelen traernos jugosas imágenes, y mi amiga La Rulos no quiso dejar pasar la oportunidad de celebrar cómo el alcalde de Santander no inauguraba nuevas escaleras mecánicas que se pusieron en funcionamiento, pasado ese 30 de marzo tras el cual está prohibido hacer inauguraciones, cuando él casualmente pasaba por allí acompañado de fotógrafos y se tropezó con una espontánea fiesta popular en la que los hosteleros de la zona ofrecían una improvisada olla ferroviaria. Vamos, lo normal. 

YO NO ESTOY INAUGURANDO

Que calle la oposición,
que anda siempre molestando:
Yo no estoy inaugurando.

Dulce portador de niños,
gran receptor de cariños,
si subo las escaleras
ya luego las voy bajando 
entre aplausos y banderas.
Y no estoy inaugurando.

Disfruto de buenas ollas
con patatas y cebollas
y las riego con buen vino
al gentío convidando.
Decid si no es desatino 
pensar que ando inaugurando.

Pasé por casualidad
por medio de mi heredad
y me encontré cien vecinas
que allí estaban comprobando
con la compra y las sardinas
que no estaba inaugurando.

Y un fotógrafo oportuno
(no fue, juro, de consuno)
difundió fotos preciosas
del buen alcalde abrazando
a las dueñas más donosas
sin estar inaugurando.

Desde la serna al portazgo
protejo mi mayorazgo
con sonrisa en almoneda,
que pronto estaréis votando
quién con la vara se queda.
Y no estoy inaugurando.

Así que callad, rabiosos,
que fue el azar paseando.
Yo no estoy inaugurando.

viernes, abril 17, 2015

DE TALLAS Y AUSENCIAS. POR EJEMPLO...


Yo no sé si los vaticinios de Íñigo de la Serna en la televisión acerca de la pérdida de concejales que sufriría el PSOE en Santander son la respuesta a datos que pueda estar manejando, a impresiones personales, a estrategias electoralistas, a nervios... No sé tampoco si son comentarios que competan a un alcalde en ejercicio que probablemente sea experto sociólogo como todólogo experto que es. Pero sí sé que me han parecido improcedentes las acotaciones en las que acusa al PSOE santanderino de inexistencia, de incomparecencia, esa arrogancia con la que afirma sin mover el pelazo que aquí no hay un segundo partido.

Es cierto, a qué serviría negarlo, que el PSOE estuvo mucho tiempo perdido en quisicosas internas, y que seguramente perdió así el pulso de la realidad o de parte de ella. También es cierto que los concejales y concejalas del partido han trabajado, han estado comprometidos con el bienestar de los vecinos, han hecho en un territorio difícil cuanto ha estado en su mano. Y precisamente por eso me parece injusta la sobrada de un alcalde que a mi modo de ver tiene formas y fondos escasamente demócratas, al frente de un equipo de fondos y formas escasamente demócratas. Me explico, hablamos de uno de esos gobiernos municipales que tratan de hurtar la información pública a la oposición, que impiden día a día con chapuzas y modos de acoso escolar su trabajo, que se mueven para que los medios de comunicación ignoren mociones y propuestas o si no queda otro remedio incluyan la respuesta del señorito y su equipo antes de publicar la acción de la oposición. Estoy convencido de que en el PSOE habría sido importante buscar estrategias de comunicación creativas, rompedoras, que hubieran permitido minimizar estas redes de mutuo interés, estoy convencido de que tendrían que haber pisado mucha más calle y compensar así la escasa presencia mediática. Pero me temo que ni con esas se habría podido contrarrestar no el peso político sino más bien la maquinaria de intereses y los comportamientos sicilianos a los que por desgracia nos hemos acostumbrado.

Pero ya que estamos... 

¿De verdad le parece a don Íñigo que la oposición es un ente ausente en Santander? Juego a la grande. La oposición ¿exactamente a qué? Quizás tendríamos que conocer primero cuáles son las decisiones políticas, estratégicas, de un gobierno que ha ido de escalera mecánica en escalera mecánica a salto de mata y que en general ha optado por callar, por estar ausente, de todos los debates de fondo. ¿Acaso no les hemos escuchado presentarse como víctimas a ellos cuando la tragedia del Cabildo o el incendio de Tetuán? ¿no hemos presenciado como sacaban el balón fuera del campo para realizar declaraciones tan comprometidas como "yo lo que diga la ley" o negar la mayor y afirmar frente a todos los datos que "en Santander no hay niños que pasen hambre"? En realidad parece que hemos tenido un gobierno de esos que no son de izquierdas ni de derechas, adelantándose a la moda actual. Ya, ya sé, ya sé que es el PP, y el PP de Santander. Vamos, que más de derechas que nadie. Pero ¿tiene usted alguna declaración política de calado que así lo demuestre? El alcalde obra y hace obras, sonríe, improvisa por arriba y tantea a su interés por debajo, pero va a ser difícil escucharle un solo compromiso ideológico. El silencio como programa, el silencio de un alcalde que no da la talla en una sociedad que tampoco parece muy inclinada a darla.

Pongo un ejemplo, trivial seguramente, que me importará solo a mí que soy un rato raro y maniático. Pero acabo de ver una preciosa campaña escocesa sobre el bullying homofóbico y el silencio y me han venido conexiones extrañas a la cabeza.

El ayuntamiento de Santander recibió, como tantos otros dentro y fuera de Cantabria, año tras año la solicitud de que colocara la bandera del arcoiris en su balcón por el 28 de junio, recibió también en muchas ocasiones documentos contra la lgtbfobia, compromisos de lucha contra la misma, cartas de apoyo a la igualdad de derechos y a la dignidad de los ciudadanos y ciudadanas lgtb. Ni el más mínimo gesto de la esfinge, ni el más mínimo movimiento, la más mínima empatía. Me dijo hace años un amigo común "No me irás a venir ahora con que el alcalde tiene algún problema con los gays, ¿no?". Creo que le sorprendió mi respuesta, "no he dicho eso, no pienso eso, como tampoco digo ni pienso lo contrario. Lo único que tengo claro es que si alguna vez hay una agresión en Santander, si alguna vez hay que volver en España a las trincheras para defender el terreno ganado, Íñigo de la Serna no estará allí con nosotros, porque nunca ha sido capaz de balbucear una sola palabra de compromiso". Y no descarto que en algún momento las diga, será cuando las hayan dicho ya por delante todos, será cuando quede bonito y no suponga ni posición ni riesgo sino lugar común. Y entonces ya no valdrá nada. De hecho, creo que ya no vale nada si por alguna extraña razón el próximo 13 de mayo se le ocurre hablar de lgtbfobia (lo dudo) o en junio tiene la responsabilidad de actuar el 28 de junio (espero que tengan de una vez que tomar la decisión otros, por difícil que sea).

Puede que sea miedo a la reacción de sus votantes más rancios, puede que sea de esos que ve Santander como una ciudad decimonónica y es incapaz de quererla de verdad concediéndole otros méritos y otras virtudes que sin duda tiene más allá de su tópico inmovilismo. Puede que simplemente le importe un bledo la situación de las personas lgtb o piense que no aporta nada para el convento. Pero lo evidente es que en este caso, como en muchos otros, ni palabra mala ni obra buena. O lo que es lo mismo, un representante principal de la acción política al que la política viene grande, un gobernante que ni sabe ni quiere saber de ideas, principios, compromisos o valores, porque lo que de verdad le interesa está en otras partes.Y para eso, mucho mejor callado.

Me presta, que dirían mis amigos asturianos, compartir con vosotros el video escocés sobre el acoso y el silencio. Un video que si da la talla haciendo política y trabajando por un mundo mejor en cuestiones que de verdad importan. 

https://www.youtube.com/watch?v=XQKGigb5l28

jueves, abril 09, 2015

DECORO MUSICAL PROCESIONAL


Deambular por la Semana Santa santanderina, por la de cualquier ciudad hispánica supongo, no deja de ser una extraordinaria fuente de frescos y anécdotas costumbristas. A la choni vociferante de la última entrada de este blog, quiero sumar hoy una pequeña y sabrosa anécdota de corte musical.

Llamaban decoro en el teatro a la perfecta y deseable coherencia entre el tipo del personaje y su lenguaje, ademanes, vestimentas, etc. Podríamos llamarlo directamente sentido estético-común. Un concepto que aplicado a la música, y más si de celebraciones litúrgicas en particular o religiosas en general hablamos, recomienda que el espíritu y contenidos de los acompañamientos sonoros sean adecuados al momento en cuestión. Por mucho que los tiempos de Navidad inviten al organista de la parroquia a interpretar villancicos populares, no parece la mejor idea que el féretro del muerto entre en la iglesia mientras suena (les juro que es cierto, que lo fue hace algunos años, en una iglesia santanderina de la que no voy a dar más datos) Hacia Belén va una burra. De la misma manera en la que uno no acaba de entender por qué en la mitad de las bodas se acaban interpretando durante la eucaristía salmos penitenciales.

Como ya he comentado, en los últimos años ha habido un repunte en la Semana Santa de Santander, en la participación en las procesiones en concreto, y las cofradías pugnan por mejorar tronos, presentar nuevos pasos y presentarse con mayor solemnidad. Con mayor o menor fortuna, esa mayor solemnidad hace que muchas cofradías procesionen acompañadas por música, con bandas propias o amigas. Y hay quienes caminan acompañados por una banda de gaitas.

La gaita es instrumento solemne sin duda, tanto como festivo, y desde luego que uno conoce todo un amplio repertorio militar o sacro apto para desfiles y caminatas de toda índole. Pero no debería bastarles a los gaiteros con tocar una pieza de aire lento, sobre todo si tenemos en cuenta que en el repertorio cántaro muchas de estas piezas son versión instrumental de tonadas vocales o cantos de ronda bien conocidos y con letras inscritas en la memoria popular. Quiero decir que es casi inevitable (bueno, inevitable para mí, que además de malo muy malo son un conocedor regular del folklore cántaro) canturrear la letra cuando escucho la música.

El caso es que, vamos al lío, cortito, al lado de mi casa tiene su sede una cofradía que procesional con gaitas. Iban a salir sus pasos de la iglesia cuando las gaitas comenzaron a tocar, por cierto que suenan bastante bien, y desde luego mucho mejor que algunas otras formaciones intervinientes y más desafinantes que desafiantes. Saltaron los aires populares y pudimos presenciar a Cristo cargado con la cruz de camino al Calvario mientras escuchábamos "Si vas a Reinosa, párate en Pesquera" y a la Inmaculada Dolorosa moviéndose lenta y solemne mientras las gaitas decían "la niña que tiene amores siempre está descolorida".

En  fin.

viernes, abril 03, 2015

DEVOCIÓN CHONI



No dejan de resultarme interesantes las procesiones y otros rituales de Semana Santa, desde un punto de vista estético, sociológico o antropológico desde que a la Iglesia Católica y a mí se nos rompió el amor de tanto usarlo. Me tengo prometido a mí mismo visitas a Zamora, Valladolid y Sevilla algún año de estos en coincidencia con tan señalada fiesta, pero las de Santander parece que no acaban de alcanzar la talla en ninguno de los tres aspectos, y eso a pesar de que desde hace algunos años se haya  puesto de moda lo de que los niños luzcan capirote penitencial un par de veces.

Estoy seguro de que siempre ha habido émulas de Belén Esteban y aprendices de Carlos El Yoyas por las calles. Estoy seguro también de que una parte de quienes participan en las procesiones lo hace desde una fe sencilla, sincera y sin vueltas, y otra buena parte, entiendo que mayoritaria, desde una más o menos respetuoso incorporación del rito a sus usos de cristianismo BBCE (Bodas, Bautizos y Comuniones, Entierros). Pero ni por esas deja de resultarme pintoresco el retablo costumbrista con el que me encontré la pasada noche del Jueves Santo, cuando nos tropezamos unos amigos y yo con el regreso a casa de la Cofradía de La Merced y su paso del Ecce Homo.

Santander, ya sabrán, tiene unas bonitas cuestas. No es que la de la calle Gándara sea de las peores, pero tiene unas pendientes que sugieren que no es la mejor idea subirlas con trono e imagen a cuestas. Así pues, y ya que la cofradía tiene su sede bien subida la cuesta, se ha convertido en un pequeño momento fuerte ese en el que los sacrificados portadores esperan a que la rampa esté despejada, toman aire, fuerza y pegan una carrerilla con el Cristo (o en su caso la Virgen) hasta el seguro llano de la calle Bonitas. Justo en ese encuentro entre Bonifaz y Gándara nos hallábamos cuando la cofradía comenzó a ascender, con banda de cornetas y tambores, penitentes de en general escasa edad, varios militares de mar y tierra que uno no acaba de entender en estas devociones que poco de oficial tienen o pueden tener en un estado que por orden constitucional debe mantenerse neutro en cuestiones de fe y toda una rueda de familiares preparados para aplaudir la subida al mini Tourmalet.

Supongo que hubo un error o bien en la orden o bien en su ejecución, ya que los portadores iniciaron su carrera ascendente sin que la banda y los militares hubieran terminado su caminata por el tramo en cuesta. O lo que es lo mismo, que casi al final del esfuerzo, el Ecce Homo tuvo que verse refrenado en su carrera ante el riesgo de atropellar a cuatro militares de gala, un bombo, dos tambores y un coordinador penitencial gesticulan.

Fue entonces en ese tenso momento cuando ella, nuestra Belén local, justo a nuestro lado, levantó el brazo y abrió la boca. Nos miramos pensando que como tantas otras tradiciones importadas e impostadas, a lo mejor ahora había llegado a ser súper santanderina la del canto de saetas, y que sin duda la mujer comenzaría con un más o menos afinado Aaaaaaaayyyyyyyyyyy. Cuál no sería nuestro asombro cuando el devoto silencio lo rompe con (literalmente)

"JODER, LOS PUTOS VIEJOS. ESOS, LOS VIEJOS, MIERDA YA, LOS PUTOS VIEJOS DE MIERDA QUE SE QUITEEEEEEEEEEEEEEN" (fin de la cita)

Nos apartamos instintivamente dos pasos a la izquierda, no fuera que los brazos, siempre en dulce manoteo durante el devoto y fino parlamento acabaran rompiéndonos los niños. También y no menos medrosos se apartaron los putos viejos, perdón, los militares y la última fila de cofrades y tambores, y al fin pudieron finalizar su ascenso paso y portadores. Mientras en mi cabecita nada inocente, siempre predispuesta al mal, sonaba un "no es esto, no es esto", previo a la reflexión sobre la devoción, el recogimiento, la actitud de respeto y silencio que uno, pobre, atribuía a las procesiones y a sus participantes. Al menos hasta darse de morros con la España de la Esteban.


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