domingo, abril 25, 2010

NO SOY DEMÓCRATA...


... o al menos eso es lo que opina Rajoy, de mí y de todas las demás personas que en los últimos días, y sobre todo con nuestra participación en las manifestaciones y concentraciones de ayer, hemos mostrado nuestro desacuerdo con el acoso al que viene siendo sometido el juez Baltasar Garzón y nuestra preocupación por las maniobras extrañas con las que se trata de conseguir de nuevo la impunidad de los crímenes cometidos durante la dictadura franquista. En fin, a todos los que de una manera u otra hemos tomado parte en esa "campaña brutal y antidemocrática contra el Tribunal Supremo y el Poder Judicial para que no se juzgue a una persona".

Así que ya lo sabéis: no sólo no soy demócrata, sino también antidemócrata, tal y como ha venido a sentar como doctrina popular oficial Rajoy, en la estela de tantas barbaridades como se están escuchando en estos días por foros y tertulias, y confirmando las posiciones oficiales de tantos líderes y lideresas populares. O lo que es lo mismo, un nuevo sambenito identitario que ya me han cortado los chicos del pepé después de llamarme terrorista, asesino, traidor a la patria, tonto, analfabeto, enfermo y desviado (y de rebote borrachos a mis padres) y no sé cuántas cosas más. Una joya, vamos.

¿Por qué me he convertido en antidemócrata? Al parecer, porque he decidido posicionarme de una manera crítica ante las decisiones y pasos de uno de los tres poderes que, según la Constitución Española, proceden del pueblo. Lo he hecho escribiendo en mi blog o exponiendo mis razones y motivos (en ejercicio de mi libertad de expresión, también consagrada en la Constitución Española) o acudiendo a una concentración convocada (en uso de las libres comunicaciones protegidas por la Constitución Española) en toda España y que en Santander tuvo lugar en la Plaza del Ayuntamiento (donde permanecí de manera pacífíca con un centenar de ciudadanos ejerciendo mi derecho de manifestación, también protegido por la Constitución Española).

Y lo he hecho porque me preocupa que en un proceso se muestren semejantes indicios de parcialidad por parte del instructor como los que estamos presenciando, en los que se niega la aportación de testigos fundamentales para el encausado, o en los que el propio juez recomienda a los acusadores cómo deben obrar para no tener que desestimar sus propuestas. Porque me preocupa que se procese a un juez por aplicar el Derecho Internacional que nuestra Constitución reconoce como Derecho Interno y de plena vigencia en nuestro sistema. Porque me escandaliza que se pretenda justificar este atentado contra las atribuciones jurisdiccionales de un magistrado en una presunta igualdad de los ciudadanos ante la ley que cada día es violentada en favor de los más acomodados o que no persigue por intereses claramente corporativos tantos y tan graves errores judiciales, pero aquí por supuestos defectos en la instrucción se pretende cerrar un caso incómodo y con él de paso conseguir que otros casos incómodos pasen a manos más cómodas. Porque según parece, a don Rajoy le gusta mucho la Constitución, y se pasa media vida con la boca llena de constitucionales amores, pero le molesta que algunos decidamos hacer de las libertades y derechos allí contenidos algo más que frases de papel.

Porque me parece que respetar la ley y respetar al Poder Judicial (que debería comenzar, por cierto, por respetarse a sí mismo) es dejar que funcionen los mecanismos procesales. Y que si desde la sala presidida por Garzón saliera un fallo inadecuado o erróneo, enmendarlo a través del previsto sistema de recursos. Y porque me parece que la legitimidad de don Rajoy para insultarme por presuntas ofensas a la dignidad del Poder Judicial no casa bien con todo el tiempo que él y los suyos llevan arremetiendo contra todas y cada una de las decisiones judiciales que no les gustan, de todas y cada una de sus maniobras para acomodar peones fieles en el CGPJ o en el Tribunal Constitucional, pervirtiendo de forma torticera la norma que trataba de dar mayor participación en el mismo a las Comunidades Autónomas y provocando el escándalo de un TC interino en el que pronto dos tercios de los magistrados habrán finalizado su mandato sin posibilidad de renovación.

Dicen que don Rajoy, el de las perlas y los insultos a tantos ciudadanos y ciudadanas, podría ser el próximo Presidente del Gobierno. Espero que estén equivocados, pero si es así, y en contra de lo que él mismo afirma, consideraré que él y sus huestes estarán legitimadas para gobernar. Pero a día de hoy me está demostrando una vez y otra que esté legitimado o no, no está capacitado, no es un hombre de estado capaz de gobernar para todos, capaz de respetar a todos. Así que si en el presente en el futuro, como oposición o como hipotético gobierno, me lo cruzo por la calle, preferiré cambiar de acera no vaya a ser que además de las malas palabras tenga malos hechos y muerda a quienes cometemos el tremendo pecado contra la democracia de no pensar como él.


miércoles, abril 21, 2010

IMBÉCILES SIN FRONTERAS: EVO MORALES Y LA HORMONA DEL POLLO


Miren vuesas mercedes que me cuesta escribir, que todavía no he dejado de reírme desde que hace algo más de una hora escuché al Presidente de Bolivia en los informativos de la tele explicar a la enfervorecida audiencia que los occidentales nos quedamos calvos por culpa de esas cosas que le echan ahora a las comidas (si es que mira que Julio César fue siempre un avanzado para su tiempo: llegó, vio y alopeció). Pero no contento con esta afirmación que sin duda le abrirá las puertas de los congresos médicos y de algún Premio Nobel, quiso redondearla con un aporte esencial para la historia de la ciencia. Y es que Morales ha dado nada menos que con el origen de la homosexualidad.

El brillante investigador boliviano descubrió una tarde entre sesudas pruebas de laboratorio que asi como a una buena parte de los gallos les resultaban sexygirls las gallinas, a los pollos les ponían las pollas más requetecachondos que un saco de maíz del Altiplano. Su privilegiada red neuronal comenzó a trabajar ante la sorprendente noticia hasta dar con una curiosa coincidencia entre el marica de laboratorio y el pollo de probeta: la fascinación por las pollas.

Tras el consabido eureka-lo-encontró, el eje racional de Evo Morales quedó profundamente conmovido al advertir que sin duda esta tendencia mariconsona (sentido homenaje a sus amigos los Castro) común a gays y pollos habría de sustentarse en un complot del capitalismo mundial contra la continuidad de la especie. Al pollo los malvados capitalistas lo alimentan con hormonas femeninas para que se dedique en cuerpo y pluma a la polla más cercana, y al ser a su vez engullido por la pirámide alimenticia y por algún joven varón desprevenido, el pollo hormonado y mariquituso habría de confundir al muchacho hasta cubrirlo de plumas y convertirlo en rendido admirador de los cultos satánicos y falocráticos que adoran a la enhiesta polla empitonada sobre un par de cestas de huevos.

"El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso cuando los jóvenes comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres", ha declarado el prócer latinoamericano, sin que de su tupida cabellera (él sí que come como la Pachamama manda, a base de ensalada de berza) se moviera un solo cabello imperialista y anonadado.

Que homofobia está unido a ignorancia, a fanatismo, a imbecilidad inexcusable es algo que no nos pilla de sorpresa. Que los homófobos son dados a exhalar perlas surrealistas en las que ponen de manifiesto su carencia de juicio, tampoco va a asustarnos ya. Pero ... ¿y lo que nos reímos?

lunes, abril 19, 2010

SORAYA EN ERUPCIÓN



Decidida a no dejarse robar plano en la feria del surrealismo político por su amiga y compañera María Dolores, la de los inenarrables "Momentos Cospedal", nuestra siempre querida Soraya Saenz de Santamaría ha decidido esta mañana dejar su particular aportación a la historia del monólogo cómico acusando al Gobierno de España de imprevisión ante la nube de cenizas volcánicas que procedentes de Islandia han colapsado el espacio aéreo europeo. Y es que según la portavoz popular, los ministros europeos deberían haberse reunido antes de que estallara el colapso provocado por la nube negra nacida del Eyjafjalla.

Y es que yo ya no sé quién prepara ciertos discursos y ciertas preguntas, o si es que como todo vale en el acoso y derribo pues hay competición a ver quién la suelta más gorda. ¿Es posible predecir una catástrofe natural?¿prevenir los efectos de lo que no ha ocurrido?

Tal vez Soraya Saenz de Santamaría piense que sería bueno que se creara a pesar de la crisis una Dirección General de Tarotistas, Augures y Brujaslolas (propongo a Aramís Fuster como titular). O tal vez se trate de que la muchacha ha acabado por creerse que Rodríguez Zapatero es una encarnación del mismísimo Satán y ha conjurado el fuego, la sombra y la ceniza para destruir el Orbe cristiano.

¿Será Soraya explosiva, vulcánica o hawaiana?¿Tendrá que ver la imprevisión del gobierno socialista en la destrucción de Pompeya, en los rugidos del Mont Pelée y el Krakatoa?¿Pasará Zapatero sus próximas vacaciones en el Teide?¿Será cierto que ante la solicitud de comparecencia de José Blanco en el Congreso por la inefable Saenz de Santamaría el ministro ha exclamado "es que yo soy un tsunami"?

Y todavía habrá quien les crea capaces de gobernar. O quien simplemente les crea.

sábado, abril 17, 2010

OBAMA Y LOS TÍMIDOS PEQUEÑOS GRANDES AVANCES EN LA DIGNIDAD DE GAYS Y LESBIANAS


El edificio de la foto es el Jackson Memorial Hospital de Miami, un lugar donde seguro que se encuentra remedio para muchos males, pero que no parece haber encontrado la cura para la indecencia, la desvergüenza y la homofobia.
Porque fue en este hospital donde un día entró a causa de un aneurisma una mujer lesbiana, Lisa Pond, y donde médicos, personal, administración del centro se negaron a permitir la entrada de Janice Langhben, compañera durante doce años de Lisa, ni a sus tres hijos adoptados. En una dura lucha, Janice consiguió presenciar cómo un cura daba a Lisa la extremaunción, y verla morir en unas horas. Y es que ya le dijeron a Langhben: "Está usted en una ciudad y en un estado antigay". Tal vez por eso no sirvió de nada ni siquiera el poder notarial que se habían otorgado la una a la otra para dejar clara su voluntad de que su pareja, su esposa, fuera quien tomara las decisiones médicas cuando no fueran ya capaces de adoptarlas de manera personal.
No hace tanto tiempo, ocurrieron en España, en Cantabria, situaciones similares. Un ordenamiento que no nos permitía establecer regulación alguna con nuestras parejas nos exigía ese mismo parentesco que nos negaba para poder acudir junto a nuestros compañeros o compañeras durante tanto tiempo, siquiera para reconfortarlos o tener el consuelo de verlos morir junto a la persona a la que quisieron.
Recuerdo en Santander a Vicente, que tras cinco años junto a Nico, no pudo siquiera entrar en urgencias o en la UCI mientras Nico moría junto a la misma familia que le había negado hasta el saludo durante toda su vida de pareja. A Vicente esperando durante varios días a la puerta de Valdecilla, incluso pasando allí alguna noche. Soñando con algo que no pudo tener, con despedirse.
El jueves pasado, Obama ha firmado la garantía de que gays y lesbianas podrán en Estados Unidos visitar a sus parejas, a su familia, siempre que el centro médico tenga la más mínima conexión con la reciente sanidad pública. Y lo hizo minutos antes de telefonear a Janice Langhben personalmente, para expresar en nombre de los Estados Unidos el dolor por el terrible episodio y las disculpas del Presidente en nombre de la sociedad americana.
Un paso pequeño, sin duda, que sigue dejando insatisfechas en la mayor parte de los territorios que forman Estados Unidos las exigencias mínimas de una dignidad igual para gays y lesbianas. Pero que permitirá a muchas parejas vivir sin tragedias innecesarias y obscenas los tratamientos médicos y la siempre posible muerte. Y un gran ejemplo, uno que sería impensable en esta nuestra España, el de un Presidente que se toma el tiempo necesario para hablar con una ciudadana y decirle "misión cumplida".
Por cierto, el hospital de la foto ni siquiera ha pedido disculpas. Y es que es oficio de las ratas el de regodearse entre la basura. Los fachicreyentes de siempre han mostrado su escándalo, porque ni siquiera esa mínima muestra de humanidad estarían dispuestos a concedernos (ya, ya, que el problema es que se llame matrimonio, que sí, que ya nos conocemos).

viernes, abril 16, 2010

ESTAMOS LEYENDO: "RONDA DE NOCHE", UN NUEVO VIAJE AL MUNDODISCO



Hay días en los que la sonrisa no basta, y la risa es necesaria como el pan de cada día. Días en los que Terry Pratchett nos regala una página llena de vida en la que acecha el humor a cada instante.

Descubrí el Mundodisco, ese mundo en forma de LP que gira alrededor del Eje y transita por el espacio interestelar reposando sobre los cuatro elefantes impávidos que a su vez se apoyan sobre el caparazón de la Gran Tortuga Interestelar A'Tuin (cuyo sexo aún no ha sido determinado por la astrozoología). Ese Mundodisco lleno de brujas feministas, de trolls policías y enanos de dos metros, de magos expulsados de la universidad por no aprobar primer curso y de perros que hablan y zombies que llevan un equipo de costura para coserse la muñeca cuando se les cae tras agitar demasiado el brazo. Ese mundo donde todo es posible porque es espejo lúcido y brillante del nuestro y así puede reflejar como el Callejón del Gato nuestras propias miserias y hacer un discurso moderno, radical, siempre hilarante, sobre la realidad que nos tiene atrapados, sobre nuestros mitos, nuestras tradiciones, nuestro imaginario social y cultural.

En "Ronda de Noche", la última entrega en España, de nuevo en Plaza & Janés, viajamos en el tiempo, 30 ó 40 años tan sólo, por culpa de la caída del Capitán de la Guardia de Ank Morporkh en una espiral temporal desbocada que se ha abierto sobre la Biblioteca de la Universidad de la Magia (el bibliotecario exclamaría su ya clásico Iiiiiiiiiiik al presenciarlo). Viajará Vimes a su propio pasado, y conocerá la ciudad que de alguna manera ayuda a gobernar en los tiempos de una gloriosa revolución, mezcla de todas las revoluciones liberales de nuestra historia, en la que la lucha entre el idealismo y la tiranía, la denuncia de las torturas y las intrigas, de todas las estrategias del poder para perpetuarse, y el encuentro de Vimes con su propio Vimesito, al que intentará aconsejar para convertirse en un buen guardia, nos deparan momentos entrañables y cargados de risa.

Siempre le daré las gracias a los Dioses Menores, entre los que seguro que habrá alguno que proteja la lectura, del descubrimiento casual hace ya tantos años de "El color de la magia", el primer título de la ya larguísima serie que he ido devorando con la misma pasión de la primera página. Y que me ha hecho compartir la admiración por Pratchett con algunas de las plumas que más admiro en la literatura digamos "seria", como la de la siempre impecable Antonia S.Byatt.

¿No os he dicho que lo leais? No lo haré, es peligroso, es adictivo, y ya he comprobado con varios amigos y sobre todo amigas que quien llega al Mundodisco nunca se marcha. De momento, voy a escribir a Pratchett porque necesito un volumen dedicado a los derechos de las personas lgtb en el Mundodisco a la voz de ya. Al fin y al cabo, ya ha mencionado muchas veces el Reino de Ephebia ;)

miércoles, abril 14, 2010

ALGUNAS REFLEXIONES EN TORNO AL CASO EGUNKARIA


Podríamos preguntarnos, con bastante razón, si una justicia tan lenta como la española tiene capacidad para ser, hacer e impartir justicia., si sirve de algo la resolución final cuando una buena parte del daño, si no todo, ha quedado ya hecho.
La sentencia de la Audiencia Nacional sobre el cierre del periódico Egunkaria, y a pesar de lo anterior, es importante porque entra con rigor jurídico a evaluar el nulo engarce constitucional de una actuación, el cierre del diario, que vino a realizarse sin pruebas, sin prudencia, y atentando gravemente contra la libertad de expresión y comunicación que forman parte del "núcleo duro" de los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución Española.
Ya el fiscal había retirado con anterioridad la acusación pública, y sólo dos demandantes, dos asociaciones que forman parte de ese entramado desde el que la ultraderecha está intentando manipular la agenda política de nuestro país, con determinados medios de comunicación como imprescindibles palmeros, justificaban ya que el proceso continuara.
Del texto de la sentencia me parecen importantes las reflexiones acerca del contenido de la libertad de expresión y su desarrollo, las que critican con severidad la idea que ha estado vigente durante tanto tiempo (y que puede estarlo todavía) y que vincula con las actividades terroristas cualquier iniciativa de fomento y difusión del euskara. Me parece importante que a pesar de no dilucidarse la cuestión en este sumario, haya venido la Audiencia a recordar las denuncias por torturas de los acusados hoy absueltos. Y me parece importante el duro recordatorio de que no sólo no ha habido forma de probar relación alguna de la empresa con el entramado de ETA, ni siquiera de que el periódico haya defendido una sola vez los postulados de la banda terrorista, sino que más bien da la impresión de que se había "pre-juzgado" y a partir de ahí se intentó justificar esa decisión previa a partir de indicios inconsistentes.
No tiene que ver con Egunkaria, pero cuando estamos ante una sentencia que cuestiona con una severidad inusitada la instrucción del sumario, la calidad de las actuaciones del instructor, sorprende ver cómo la doble vara de medir sigue vigente. Porque en este país hay un magistrado que podría ser inhabilitado en los próximos días por una demanda de asociaciones con postulados similares a las que acusaron a Egunkaria, y son frecuentes quienes para atacar a ese magistrado insisten en sus malas argumentaciones o sus discutibles errores de valoración o apreciación. Quedando claro una vez más que la verdadera razón de la saña contra Garzón es haberse atrevido a juzgar los crímenes de la dictadura, y a perseguir con las herramientas a su disposición los casos más escandalosos de corrupción como en el pasado lo hizo con otros escandalosos abusos de poder.

martes, abril 13, 2010

MOMENTOS ESTELARES: COCÓ DI GELATTO Y EL FORRO DE LA FAJILLA

Por supuesto que en sus viajes por todo lo largo y ancho de este mundo, a lo Capitán Tan, Rukaegos se ha encontrado con personajes dignos de estela. Entre ellos algunos Reprigays cuyas andanzas y palabranzas se sirven solas para hablar de la autofobia, de la no aceptación o, directamente, de las hipocresías de las vidas dobladas. Y aunque me da pereza hablar del concejal que por las mañanas intentaba que el Registro de Parejas de Hecho del Ayuntamiento de Santander se abriera a prima con prima, canario flauta con conejito de angora, vecina del quinto con cuñada viudad y otras variadas formas convivenciales, todo con tal de esconder la visibilidad de las parejas y familias de gays y lesbianas, mientras que por las noches alquilaba garitos latinos fuera de horario, los trancaba, y montaba fiestecillas con un par de amigos (Cocó entre ellos) y unos cuantos chulazos colombianos de dudosa procedencia (vamos, que no se sabe bien si llegaron desde Bucaramanga o desde Cali, so malpensados) y camiseta escasa.

Pero sí voy a contaros mi primer encuentro en un antro de ambiente con el inefable Cocó di Gelatto. Un muchacho agradable, educado, de familia más o menos bien (que tampoco es para tanto, reina) y look anticuado cuya familia regentaba la famosa chocolatería de lujo "Bruxelles". Cuando nos encontramos en El Antro, garito gay de copas caras y reputación oscura, con unas curiosas escaleras que conducen a lo que los habituales llaman "los billares" (nunca pensé que sin luz se pudiera meter la bola en la tronera) y donde Cocó ya tenía fama de escalador habitual.

Nos conocíamos de otros menesteres, y cuando me vio tomando una cerveza apoyao en el quicio de la mancebía, digo en la barra, se me acercó e inició una amigable conversación que pronto, muy pronto, derivó hacia el surrealismo clásico y las especulaciones sobre nuestras mutuas visibilidades y su extensión geográfica.

"Hola, Rukaegos, qué sorpresa... La verdad yo no pensaba que tú... ¿Tú pensabas que yo...?"

"¿Lo qué?"

"Es que claro como estoy de cara al público es importante que... y claro mejor no... Porque qué suerte, a ti no se te nota... y a tu amigo Serventesio tampoco se le nota que... y eso que fuimos juntos al colegio y allí nadie pensaba de él que. ¿Tú piensas que a mí se me nota, vamos, te parece que la gente piensa que yo? Porque estoy seguro de que nadie sabe de ti, o vamos que a mí nadie me había dicho que tú. ¿Alguien te ha dicho que yo? Un momento...

Sube escaleras, echa una partidilla de billar, baja con cara de felicidad y lengua relamiente, y reinicia la fascinante perorata.

"Pues sí, sí, qué sorpresa. Es que ya te digo que yo no pensaba que tú. Claro que no sé si tú te habías imaginado que yo. Y es que Santander es muy complicada y por eso yo voy mucho a Valladolid. Y así como allí no, pues estoy más a gusto que aquí, donde no sé si sí o si no. ¿A ti qué te parece, te parece que la gente piensa que yo? Porque estoy seguro de que nadie piensa que tú".

Durante varios meses coincidimos con cierta irregularidad en El Antro. Siempre amable, siempre sonriente y educado, Cocó di Gelatto se acercaba al sufrido Rukaegos o a su amigo Serventesio y volvía a la carga con su monólogo tragicómico "Tú pensabas que yo". Tal vez por eso, no tardamos en motejar al bueno de Cocó como Psicodramas Bruxelles o Pabellón La Belgique, dependiendo de la temporada.

A medida que fue apuntalando su amistad con los Reprigays más liberal-conservadores de la ciudad fue pasando menos tiempo en El Antro, al menos en sus partes iluminadas, alternando los billares con las fiestas latinas a puerta cerrada y las visitas a los celebrados pinares de Liencres.

Mucho tiempo después, me lo encontré en su dulce mostrador, ese mostrador en el que cada vez había chicos más monos y más jóvenes atendiendo al personal sin que nadie pensara que ellos y por supuesto nadie imaginara que él. Como siempre, amable y educado, me comentó que en pleno 2005 había ido con su concejal favorito y un par de amigos más a la manifestación-procesión que en vísperas del Orgullo LGTB habían organizado las sectas fachicatólicas de HazmeRReir y El Forro de la Fajilla, para reclamar no sólo caras serias y ropa interior decente para todos, sino sobre todo que la familia fuera trina y una como mandan los cánones. Y que allí habían disfrutado mucho porque había mucha gente y muchos chicos guapos y que ellos iban gritando con una pancarta en la que se preguntaba si la imagen del burro y el chico sería la próxima reforma matrimonial de los rojos. Y que después de la chupisanta manifestación, se pasaron por el Strong, donde como había poca luz, nadie pensó que él.

Dicen las malas lenguas, las lenguas de doble filo, que fue ese momento el que inspiró a Rukaegos para el corto en fase de prepostproducción, en el que la cámara se va acercando desde un plano amplio de manifestación fachicatólica hasta una lengua amable y educada (y experta) lambisqueando con soltura un helado de chocolate con el que refrescar los ardores veraniegos. La misma cámara que tras centrarse en la lengua, se regodea en sus ávidos movimientos para acabar alejándose y dejando ver al dueño del helado de rodillas entre las dunas de Liencres mientras con la misma educada y encantadora habilidad se lleva a la boca un sorbete de frambuesa bien jugoso, al que no le importaba nada que él.

Por cierto, ¿vosotros pensabais que yo? Es que yo nunca me hubiera imaginado que vosotros.


lunes, abril 12, 2010

EL JUEZ DE LA HORCA (El hombre y sus amigos)


Supongo que sería en las Charlas con Troylo donde leí aquella reflexión de Antonio Gala en la que venía a exponer, sin temor de las reacciones airadas que sin duda provocaría el artículo, que sentía mucha más piedad, mucha más desazón, mucha más incomodidad ante el encuentro con un perro perdido o abandonado que ante un niño extraviado. Y eso porque no pasaría mucho tiempo antes de que el niño encontrara quien le condujera hasta la policía o la familia, mientras que muy otra suerte es la que le aguardaría al perro: la patada o la pedrada en el mejor de los casos, el atropello o la muerte bajo sabe Anubis qué forma de brutalidad humana.

Siempre he creído que la atracción, el amor, que siempre he sentido por los perros es una extensión lógica de la ternura e interés que siempre me ha despertado el mundo animal. Que a su vez será un signo más de pasión y respeto por la vida. Desde niño quise tener un perro cerca y recuperar ahora en alguna de las rebuscas entre cajones y papeles una de mis viejas cartas a los Reyes Magos es encontrarse con toda seguridad con la cláusula de estilo "también quiero que me traigais un perro", y hasta la de aquel año en que como ya me empezaba a barruntar que el tantas veces pedido bicho no iba a llegar escribí simplemente "Como a lo mejor os parece que no teneis que traer muchas cosas este año quiero solo el perro que os pedi el año pasado".

Nunca llegó ese perro, aunque mi padre (que los adoraba) intentó con escaso éxito el viejo truco de llegar con un cachorrito a casa para enternecer a mi madre, más bien reacia. Laky, una ratonera de Villacantid, y Ursa, una preciosa pastora alemán de Villanueva de la Nïa, resistieron en el piso de Reinosa poco más de una semana, antes de irse a vivir a la amplia granja de unos amigos por los valles del sur cántabro. Y no fue hasta que ya tuve capacidad para tomar mis propias decisiones cuando pudieron llegar Lola primero y Glenda ahora.

Sé que los perros te dan todo lo que poseen, su calor, ternura, cercanía, empatía, que a su manera te cuidan, te pastorean, te ofrecen como signo de respeto las pequeñas piezas que "cobran" en los paseos por el monte. Y que fuera de toda duda son lo que hace tiempo y con sabiduría decretó el lugar común: los mejores amigos del hombre.

Lo que no me puede entrar en la cabeza es la indignidad, la indecencia, la brutalidad de nuestra especie para con todas las otras, pero sobre todo para con aquellas que siempre han formado parte de nuestras vidas y que siempre han estado entregadas a nuestro bienestar de una manera u otra. Tengo entre mis redes de facebook una en la que están presentes muchos hombres y mujeres que combinan la apertura y el acogimiento hacia los perros maltratados y la rabia contra quienes los abandonan o los torturan. Y por eso llevo algunos meses sintiendo periódicos escalofríos cuando me llegan las noticias de diversas personas y protectoras a lo largo y ancho de toda la geografía hispana. La perruca a la que su dueño prendió fuego junto con sus camada y que nadie sabe por qué milagro logró sobrevivir; el cachorro que vaga por un pueblo mesetario perseguido por las piedras de los niños del lugar que han encontrado en tan salvaje persecución su juego más divertido; el perro al que le rompieron casi todos los huesos con una barra de hierro...

El de la foto fue asesinado en la provincia de Zamora. Pero podría haber muerto en cualquiera de las zonas de nuestro país donde se caza con galgos. ¿Cuál habrá sido su culpa, será demasiado viejo, demasiado lento, demasiado torpe? Poco importa. Porque la única certeza es la de que algún primate de escasas entendederas y nula sensibilidad le pareció que ni siquiera se merecía la misericordia de una muerte digna, una inyección letal en el veterinario, o al menos una muerte rápida, un tiro de gracia. Que el perro que le había servido no valía lo que una consulta veterinaria o el precio de una bala. Y lo dejó sufriendo mientras el cuello se le desgarraba y el aire se le iba.

Decía Hobbes, ese autor tan grato a los neoliberales, que "el hombre es un lobo para el hombre". Nunca sabremos por qué Hobbes odiaba a los lobos tanto como para compararlos con nosotros. Porque la cruda realidad es que "el hombre es un hombre para el hombre... y para el perro". Porque no hay criatura tan sanguinaria, tan gratuita, tan repugnante como aquella que colgó al galgo de la foto, o la que quemó a la perra, o las que apedrean al cachorro, o el que quebranta al otro. O todos y cada uno de los que se cansan de su juguete o de su auxiliar y le arrebatan la vida con tanta crueldad, o simplemente lo abandonan en una carretera para que de seguro muera bajo las ruedas de un coche que tal vez creyó su salvación. Y para que tal vez mueran los ocupantes del coche.

Ojalá haya un cielo de los perros, como el de los burros que JRJ quería para Platero, ojalá que en ese cielo el miserable galgo pueda renacer, correr, vivir, entre perros y personas. Lejos por fin, para siempre, de la gentuza, de los asesinos, de la mierda que a veces camina sobre dos patas y gruñe en nuestro propio idioma.

miércoles, abril 07, 2010

DEMASIADO VISIBLES, DEMASIADO INVISIBLES (Pedofilia y lenguaje sexista)


Es frecuente escuchar voces que tratan de ridiculizar la exploración de un lenguaje no sexista, un lenguaje capaz de representar e interpelar también a las mujeres. Se le acusa de redundante e innecesario, y se suele insistir en que nuestro idioma, el castellano, utiliza el masculino como genérico, como neutralizador que supera sexos y apela por igual a hombres y mujeres.

Una carta publicada hace unos días en El País y firmada por Jaime Llopis, me abrió las puertas de una reflexión que apunta más bien en la dirección contraria, y que analizando el imaginario social de una cuestión tan tristemente de actualidad como la pedofilia nos hace pensar que ese masculino genérico es también fuente de confusión, de ambigüedad. Y que tiene usos perversos, precisamente porque invisibiliza a las mujeres, como bien apuntan quienes defienden la necesidad de corregir el sexismo lingüístico en la medida de lo posible, de lo razonable y de lo estético.

Se hace eco en su carta Llopis de algunas voces que en las pasadas semanas, tratando de responder a los escándalos que han puesto mano con mano a la Iglesia Católica, a tantos de sus sacerdotes como autores y a tantos jerarcas como encubridores, de una extensa red de prácticas pedófilas habituales. Algunas de estas voces, como la del Cardenal Martini o las de varios teólogos progresistas, inciden en la necesidad de revisar la doctrina del celibato y abrir la posibilidad del matrimonio para los sacerdotes católicos de rito occidental. Y bromea el remitente al decir que más bien habría que abrirles el camino del matrimonio homosexual.

No es que me parezca precisamente graciosa esa identificación entre pederasta o pedófilo y homosexual. Y es que seguro que Jaime Llopis se considera muy diferente de los jerarcas católicos, pero en este punto tiene el mismo discurso insultante. Que además es injusto.

Es injusto porque la pedofilia, en tanto que atracción sexual hacia cuerpos no definidos sexualmente, cuerpos ambiguos y sin desarrollar, no guarda demasiada relación con orientación sexual alguna, ni homosexual ni heterosexual, dándose el caso frecuente de que los pedófilos actúan según oportunidad, pero en no pocas ocasiones se excitan tanto ante la visión de niños como la de niñas. Si hablamos más que de pedofilia de efebofilia o hebefilia (atracción por adolescentes masculinos o femeninos respectivamente) sí que podríamos asociar una u otra parafilia a las orientaciones sexuales respectivas. Pero el caso es que todos los estudios realizados vienen a indicar que más de dos tercios de los menores abusados son niñas, que un 25 % de las mujeres sufrieron algún tipo de abuso durante su infancia o adolescencia, frente a un 10 % de los varones.

¿Por qué sin embargo se perpetúa la idea de que los pederastas son homosexuales? Por un lado, el imaginario social continúa, a pesar de todo, considerando la homosexualidad como una sexualidad desviada, oscura, que en su lento camino por la senda de la perversión se encuentra con todo aquello que podría horrorizar a los ciudadanos decentes, y ahí cabe un salto lógico que nos llevaría a concluir en la idea de que un homosexual no se frenaría ante nada por satisfacer sus bajas pasiones, y que es un peligro para niños y adolescentes tener a un homosexual cerca (hace sólo un par de meses la hoja informativa del Arzobispado de México DF dejaba claro que "no se puede dejar de mencionar la grave posibilidad de que una pareja de homosexuales desee adoptar niños con el perverso propósito de usarlos para pornografía infantil, abuso sexual, prostitución, etcétera”.y se quedaba tan ancha).

Pero sobre todo se trata de un problema de ambigüedad en el lenguaje. Leemos informaciones cuando se desarticulan redes de pornografía infantil en la que se nos habla de que se habían intervenido miles de fotos de niños pequeños desnudos y videos de abusos a niños, menores, adolescentes. Siempre en ese masculino genérico. Y siempre o la mayor parte de las veces para hablar de fotos y videos en los que se vejaba a niñas, a mujeres adolescentes, a chicas menores de edad.

¿Tenemos tan claro que cuando leemos un titular como "Desarticulada una red de pornografía infantil con miles de fotos de menores" que habla en una terrible proporción de dos a uno de niñas? No, no lo tenemos claro. La reacción inmediata es la visibilización de perversos homosexuales tocando el inocente pitilín de un niño de ocho años. Y con ella una doble consecuencia injusta, propia de una sociedad todavía machista, sexista y heterosexista: La exclusión por "exceso de visibilidad" de los homosexuales por unos delitos que por esta vez no iban con ellos, y la terrible invisibilidad y por tanto la terrible indefensión de miles, millones de niñas y chicas menores de edad que sufren el horror cotidiano de unos abusos sexuales que para nuestro lenguaje y por tanto para nuestra sociedad simplemente no existen.

martes, abril 06, 2010

UN POEMA: ORNITOMANCIA


Leo esta mañana en El País una reflexión sobre la relación entre el cambio climático y los comportamientos de las aves, que están modificando sus rutas y períodos migratorios, que (como las cigüeñas) se hacen ahora residente en antiguas residencias de temporada, que trasladan o amplían sus espacios reproductivos. Las aves, como un mapa en el cielo que nos permite leer algunas claves de nuestro presente y nuestro futuro, al igual que antaño y a través de la ciencia de la Ornitomancia, la adivinación mediante la observación e interpretación de las aves.

Hace ya tiempo, y como una lectura personal de esa modificación ya más que evidente de los hábitos de nuestras aves, escribí un poema en el que se mezclan fragmentos de mi imaginario personal, desde la película Los Pájaros, de Hitchcock al dicho popular, tan caro a mi amigo Ángel, de los buenos augurios que en camino significa hallar "La corneja, a la diestra".

Hacía mucho que no os castigaba con uno de mis poemas: Aquí tenéis "Ornitomancia"


ORNITOMANCIA

Para Ángel Pelayo

Más allá del azar, la decisión

de un grupo de cornejas de posarse

sobre el tendido eléctrico en un lado

concreto del camino

–la siniestra

o la diestra- en una sucesión

irregular de cuerpos emplumados,

obedece a una voluntad más alta.

Sabían los antiguos que era signo

del futuro tramado por los dioses

la locura aparente de las aves,

que en su viaje certero se ocultaba

una caligrafía tan secreta

como la del Nu Shu que se inventaron

las mujeres de China para hablar

en voz baja y a salvo.

Charlatanes,

sacerdotes y augures competían

por descifrar en templos y mercados

la compleja sintaxis de los vuelos,

la erudición grasienta de los hígados

sabrosos, la precisión icónica

que ordena las bandadas migratorias,

la ciencia de lo fasto y lo nefasto.

Es ahora diciembre. Las cigüeñas

no escapan del invierno de la tierra

de mi padre y habitan con solemne

desconcierto los nidos sedentarios.

Las garcetas bueyeras acompañan

la mansa lentitud de nuestras vacas,

mientras los estorninos se desploman

sobre el atardecer de estas ciudades

calientes y ruidosas.

¿Qué mensaje

recitan en el aire sus siluetas?

¿Qué códigos arcanos nos advierten

de la derogación de nuestro tiempo?

Hay profetas que buscan un sentido

a esta nueva gramática que surca

nuestro cielo abrasado, que analizan

la regla y la excepción, la voz y el rasgo,

la intertextualidad de la denuncia.

Miles de sombras gritan y planean

sobre Bodega Bay.

En una frágil

cabina de teléfonos aprende

Tippi Hedren el rencor de los pájaros.

lunes, abril 05, 2010

HIERRO PARA MATAR, HIERRO PARA MORIR


Causa cierto sonrojo escuchar las declaraciones de tantos obispos y jerarcas católicos a lo largo de estas últimas semanas, que ante la bola de nieve en que se está convirtiendo su histórica comprensión de la pedofilia sacerdotal antes que entonar un mea culpa en condiciones, por insincero que sea, han preferido buscar argumentos torticeros para exculpar y sobre todo autoexculparse. Con honrosas excepciones, por lo escasas más honrosas, como la del Cardenal Arzobispo de Viena, Christoph Schonborn, quien no sólo mostró su arrepentimiento como cabeza de la iglesia en Viena, sino que invitó a las víctimas a hablar en una celebración penitencial presidida por él mismo. Para que recuperaran la dignidad, para que volvieran a levantar la mirada, para que nunca vuelvan a ocurrir semejantes atrocidades.

En el resto del equipo, abrió hace ya unos meses la deriva Silvano Tomasi con su famoso "no se trata de pedofilia sino de efebofilia", como si ceder ante las garras del síndrome de Lolita, como si argumentar que su víctima tenía ya trece años, como si insistir en que con catorce años hay chicas que lo están buscando (otra perla eclesiástica reciente) hiciera menos grave su impudicia o menos dolorosos los abusos.

Se coronó de gloria el franciscano Cantalamessa, el predicador elegido por el Papa para las celebraciones del Viernes Santo, que no tuvo sino la ocurrencia de comparar los ataques que está recibiendo la Iglesia Católica ante su encubrimiento de los casos de pederastia en tantas diócesis con el antisemitismo. Al parecer, cuando se convierte a un grupo en una caricatura, en una categoría global, se pierde la capacidad de comprender o de diferenciar, y así como los judíos fueron víctimas de esas caricaturas grotescas, vendría a decir Cantalamessa que la Iglesia está sufriendo, no precisamente en silencio, otra de esas generalizaciones perversas. Claro que a Cantalamessa se le ha olvidado decir que los judíos como pueblo o como confesión no tenían responsabilidad por delito alguno, no encubrían, no negaban la mayor, no castigaban a las víctimas y premiaban a los ofensores. Y tal vez ese sea un pequeño matiz, pequeñísimo. Porque lo que para muchas personas podría resultar incomprensible es que no se esté procediendo penalmente contra encubridores y cooperadores necesarios de los delitos, tal vez el propio Benedicto XVI entre ellos.
Pero es que además, escandalizan estas afirmaciones por parte de un vocero destacado de una estructura de poder que ha ido a lo largo de la historia negando la dignidad, la humanidad, el pan y la sal a tantos grupos por el mero hecho de serlo. Que ha justificado la esclavitud de los diferentes, que ha apartado a las mujeres, que ha excluido a los homosexuales, que ha juzgado a quienes pensaban diferente. Y que continúa haciéndolo. ¿Tan rápido olvidaron las palabras de sus libros santos, aquellas de "No juzguéis y no seréis juzgados" o las de "Quien a hierro mata, a hierro muere"? Pero claro, al parecer las heridas duélen más cuando se reciben que cuando se infligen con alegría y espíritu universal.
Y todo eso sin olvidar las profundas responsabilidades de la Iglesia Católica en la gestación, desarrollo y locura del antisemitismo europeo, algo que tal vez deberían explicarle al franciscano antes de dejarle expulsar sandeces semejantes.

Otros impresentables, Angelo Sodano por ejemplo con su solidaridad para con el Santo Padre y su rechazo de las "murmuraciones" de los que quieren hacer daño a la Santa Madre, o el siempre folklórico y carpetovetónico Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, el que amenazaba tiempo ha con la excomunión a quienes votaran al PSOE, restaurando ante el aplauso entusiasta de sus sacerdotes la doctrina del complot judeo-masónico para acusar a quienes alzan su voz contra la connivencia de las jerarquías con sus sacerdotes delincuentes (¡claro que no todos, faltaría más! Pero es que ¿todavía le parecen pocos a Sanz los miles de niños y niñas abusados?) de orquestar una campaña para acabar con la Iglesia.

Y todo esto sin olvidar cuántas veces hemos escuchado en los últimos días a propagandistas católicos (Isabel Durán, por ejemplo, en la inefable Intereconomía), sacerdotes, obispos y hasta el propio Papa, recordar que no sólo hay sacerdotes implicados en los escándalos de pedofilia. Que de hecho, la mayor parte de los abusos se producen en el ámbito familiar. Y es que para huir hacia delante no importa nada, ni siquiera agredir a esas familias que siempre han pretendido suyas y de nadie más. Mira que llevan tiempo acusándonos de pederastia a los gays, que hasta han llegado a escupir (también jerarcas católicos) que queríamos acceder a la adopción para abusar de los menores, y ahora resulta que como todo vale para autoexculparse, todo vale para relativizar su culpa y proclamar el "no es para tanto" de siempre, ahora resulta que son las familias, sus familias, las que abusan en manada.

Nada nuevo bajo el sol. La culpa la tienen las niñas y niños, los adolescentes abusados. Por provocar, banda de Lolitas y Lolitos infectos y sucúbeos. La culpa la tienen no los que delinquen o los que encubren sino los que denuncian. Y si en todo caso ellos son malos, los demás somos peores, incluso esas familias tradicionales que tanto aclaman de manifestación en manifestación.

Cierta sensación de asco me invade en este inicio de la Pascua. Y una larga tristeza por tantos católicos y católicas a los que aprecio, por tantos sacerdotes que cumplen sus compromisos sin tacha, celibato incluido. Por tantos creyentes como estos días estarán muriendo de vergüenza ajena.
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Un Santander Posilbe by Regino Mateo is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
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