sábado, octubre 09, 2010

IMBÉCILES SIN FRONTERAS: ANTONIO BURGOS, EL PORNÓGRAFO


Hace bastante que no abro las puertas de la ya famosa ONG Imbéciles Sin Fronteras que naciera en este mi blog que es también vuestro. Y no precisamente por falta de candidaturas. Será por esa severidad admisiva por lo que Antonio Burgos ha optado por rizar sus rizos y entrar por la puerta grande sin que quepa bolita negra alguna que turbe su acogida.

Dice mucho y poco bueno de una horda el tipo de comentarios que les provoca el reguero de baba y el gesto de hiena. Dice mucho y poco bueno la entrega de la horda al humor de chusquero con el que personajes que ejercen de intelectuales y de escritores como Antonio Burgos manchan cada día alguna rotativa, para seguir demostrando la pereza que les produce activar las neuronas, para exhibir su mala educación y su patética autocomplacencia. También el desprecio que siente por todos los que no dicen, piensan o sienten como él, excepción hecha del único ser al que al parecer admira, el gato (aunque me han jurado Anabotella y Tiberio que a ellas les cae bien bien gordo).

Dicen que hubo un tiempo en que este tipo tuvo un punto de ingenio, un gracejo de esos que en otras partes del país se presupone a los sevillanos, con algunas coplillas carnavalescas jocosas y poco más. Pero hace ya tiempo que resulta un habitual de Los 40 Disparates, tratando de superarse a sí mismo en una pirueta cada vez más difícil de alcanzar.

Le ha tocado estos días a la Secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín (que por cierto no es santa de mi devoción) de la que con todo un despliegue de castiza caballerosidad expone " Y nada digo de Leire Pajín, porque con esa cara de película porno.." para redondear su gra-cio-sí-si-mo párrafo lleno de finezza dedicado al dicho popular de "A mamarla a Parla" y todo lo que según el simpático chusquero sevillano habrán tenido que mamar allí ZP y Rubalcaba. Y aunque Pajín se mostró neutral en las primarias, no pudo sino caer en la tentación de citarse a sí mismo, que ya hace un año había escrito en el beatísimo ABC "Si juzgamos por la cara, Leire Pajín tendría que ser actriz porno. Leire Pajín tiene cara de actriz porno, pero de las depravadas, de las que hacen el número de la cabra o se dedican a dar conciertos de flauta dulce en las nocturnas de Canal 47".

Vamos, que el Burgos no debe andar lejos de pasarse por el psicólogo para que le explique las causas de su fijación enfermiza por Leire Pajín. Para que le recomiende alguna terapia y de paso le comente que un comentario barriobajero, cutre y machista como el que ha realizado sobre Leire no la degrada a ella, sino que le presenta a él (sólo si juzgamos por la cara, claro, y por la afición que parece venir demostrando el santurrón gatuno por el porno protagonizado por rubias de labios turgentes) como casposo manolete de cabina de sex-shop.

De la misma manera que el considerar como una especie de castigo bíblico lo de mamar en Parla viene a denunciar su ya clásica homofobia de patio de colegio de curas. Cuando todos sabemos lo estupendo que puede ser un encuentro a la francesa con algún maromo joven, macarrita y también turgente de Parla. O de Alcobendas.

En fin, que esta gloria patria encantada de haberse conocido y capaz de definir sus bodrios como joyas burlescas en la hispana tradición de Quevedo se pretende ante la caverna estilizado satírico cuando no pasa de maleducado, zafio, faltón y baboso pajillero. O lo que viene a ser lo mismo, imbécil. Sin Fronteras.

16 comentarios:

Eugenia dijo...

Detesto a este tipo, que se me parece demasiado al Ussía: supuestamente ingeniosos, señoritos de tres al cuarto, clasistas, a los que medios de la derecha consideran grandes escritores (cuando no pasan de escribir coplilla y media)...Recuerdo hace muchos años cuando a Antonio Muñoz Molina le hicieron académico de la RAE. Su padre, campesino de Jaén, orgullosísimo de su hijo fue, como es lógico, al acto de ingreso en la Academia. El cabrón señoritingo de A.Burgos escribió un artículo mofándose del aspecto del padre de Muñoz Molina, del que decía que (no recuerdo palabras textuales)"con ese frac parecía un camarero". Sin comentarios.
La anécdota concluye con un artículo memorable de Javier Marías, en el que reconocía no ser amigo de Muñoz Molina, pero podéis imaginar cómo puso a A.Burgos, llamándole de todo.
¿Qué se puede esperar de un cretino como ese?

BRUNO6 dijo...

Si señor,un gran IMBÉCIL.
Y así,en petit comite,creo que Leire Pajín "le pone"...

Rukaegos dijo...

No conocía esa historia, Eugenia. Te puedo garantizar que de haberla conocido, este individuo hubiera inaugurado la ONG.

Y en petit comite ... yo creo que se gusta tanto que sólo se pone a sí mismo ;)

Julián dijo...

Menudo cutre el Burgos, hay que ver lo zafios que son.
Voy a ver si anda por la red el artículo de Marías.

Elena dijo...

...Qué tremendo lo que cuenta Eugenia, qué tremendo lo que cuentas tú.

Alfonso Ussía, con el que no simpatizo en absoluto, es sin embargo más independiente que Antonio Burgos.

Que se caiga en cuestiones físicas para meterse con los políticos siempre me escandaliza. Ocurrió en Génova, lo refería unos posts más abajo, la noche del "Pujol, enano..."; lo hicieron algunos sectores con Aznar (no me refiero aquí a aspectos que uno escoge, como el abdomen hipermusculado o el peinado, sino que se metían con su cara, algo bien rastrero); lo vengo oyendo de nuevo a propósito de Leyre Pajín. Pero si, junto al ataque, lo que se dice es tan repugnante como lo que dice Burgos, la cosa adquiere tintes verdaderamente odiosos.

En mi opinión, alguien que escribe semejantes cosas es un cerdo y una mala persona.

Y, por favor, que esta panda de meteretes no pretenda identificarse con la brillante, aunque a menudo cruel, sátira quevedesca. La suya tiene todos sus vicios pero ninguna de sus virtudes.

Qué asco...

Rukaegos dijo...

Y no os olvidéis del asqueroso machismo cutre que destila el comentario. Nadie se fija en si Rajoy viste Boss o mercadillo (Camps ya sabemos que Milano), pero hay que soportar cada día chanzas sobre las vestimentas de las ministras. ¿Se habría atrevido, se le habría ocurrido siquiera al Burgos comparar a un político con un actor porno por su físico?

Infame

Rukaegos dijo...

Julián, a ver si tienes más suerte que yo, porque nada más comentar el caso Eugenia me puse a la tarea (no mucho tiempo) y encontré muchas referencias al episodio, pero ni la babosada de Burgos ni la decencia de Marías se me aparecieron.

(Paré cuando me encontré con otro aspirante a la ONG, Rafael Reig, pero prometo seguir luego y compartir enlaces si me los tropiezo)

Eugenia dijo...

Esta es la única referencia que he encontrado al asunto. Resulta que a veces a uno la memoria le traiciona, y por lo que leo ahora en este "Historias virtuales", de Ojodepapel, la mofa iba por el propio Muñoz Molina, y no por su padre. Yo hubiera jurado que el hijoputa de quien se reía era del padre (de hecho, creo que éste no se libró), pero parece, según este texto, que el comentario iba para M.Molina (hortera y camarero).
Este es el texto:


El día 16 de junio de 1996, con gran expectación y soportando un calor sofocante, Antonio Muñoz Molina hacía su ingreso en la Real Academia Española. Le recibió Francisco Ayala. Hubo ausencias notables, como la de Camilo José Cela, enemistado con él, y hubo presencia de jóvenes autores ajenos a la Casa, como fueron los casos de Arturo Pérez-Reverte, Justo Navarro, Manuel Rivas, entre otros. Algún periodista resentido, villano –y son palabras de Javier Marías en ‘Mano de sombra’-- comentó que Muñoz Molina no llevaba la pechera adecuada al frac preceptivo y que su corbata le parecía ridícula, tildándolo finalmente de hortera y camarero. ¿A qué cabe atribuir esa crítica malévola? Sólo puede deberse a la feroz inquina que los más próximos a Cela le tenían a Muñoz Molina. Todo se remontaba a dos años atrás. Ambos escritores habían tenido un serio encontronazo a partir de las declaraciones del Nobel y a partir de un artículo combativo con que el jiennense le había respondido. En 1994, Camilo José Cela había elogiado una novela del Raúl del Pozo y la calidad de la misma le servía para descalificar a una serie de jóvenes que no serían escritores, sino "pseudoescritores". Muñoz Molina contestaría con un artículo en ‘El País’, un artículo célebre titulado "Teoría del elogio insultante", en el que destacaba de qué modo Cela encomiaba la novela de un amigo denostando el resto de las obras de los autores rivales o que él veía como rivales.

En fin, aunque no se dijo, el recuerdo de dicho asunto estuvo en el trasfondo de aquel acto, de aquel ingreso en la docta institución, de aquella crítica cursi a la vestimenta de Muñoz Molina, de quienes se habían opuesto a su incorporación. Por eso, en sus palabras ante los colegas el autor jiennense lo dejó bien claro: "un escritor no se vuelve mejor al ser elegido académico, pero tampoco creo que se vuelva peor". En fin, la maledicencia de quienes se le opusieron con argumentos tan chabacanos e insultantes contrastaba, precisamente, con la generosidad del escritor, que tomaba a un autor exiliado que jamás había ingresado en la Academia como objeto y evocación de su discurso: Max Aub. Hablaba de un Max Aub muerto en México, de un Max Aub al que obligaron a sentirse extraño y extranjero. “¡Qué daño no me ha hecho, en nuestro mundo cerrado, el no ser de ninguna parte!”, dice en su Diario de 2 de agosto de 1945. “El llamarme como me llamo, con nombre y apellido que lo mismo pueden ser de un país que de otro... En estas horas de nacionalismo cerrado el haber nacido en París, y ser español, tener padre español nacido en Alemania, madre parisina, pero de origen también alemán, pero de apellido eslavo, y hablar con ese acento francés que desgarra mi castellano, ¡qué daño no me ha hecho! El agnosticismo de mis padres –librepensadores— en un país católico como España, o su prosapia judía, en un país antisemita como Francia, ¡qué disgustos, qué humillaciones no me ha acarreado! ¡Qué vergüenzas! Algo de mi fuerza –de mis fuerzas—he sacado para luchar contra tanta ignominia”.

Y éste, el enlace:

http://www.ojosdepapel.com/Index.aspx?article=2168&r=

Si no lo puedes pinchar, escribe en google:
ingreso de muñoz molina en la rae

La cuarta entrada es la que te digo. Besos.

Eugenia dijo...

Sé que es un artículo incluido en el libro de Marías "Mano de sombra", pero no recuerdo el título, y hay muchos artículos en ese libro y no todos aparecen en la red.
Te he escrito hace un rato pero no sé si lo recibirás, porque momentáneamente he perdido la conexión. He encontrado esta referencia al tema, que te pego aquí. A veces la memoria nos traiciona, y por lo que leo en este artículo, la mofa de aquel cabrón iba por M.Molina y no por el padre. Pero podría asegurar que para el padre también tuvo algún comentario, al menos entre mis amigos y yo no hablábamos de otra cosa en aquellos días (1996).
Este es el texto de
www.ojosdepapel.com

Reseñas de libros/No ficción
Historias virtuales Por Justo Serna, martes, 06 de julio de 2004 Reedición, ahora en la editorial Pre-Textos, de dos discursos de ingreso en la Academia, uno apócrifo, el de Max Aub, y otro real, el de Antonio Muñoz Molina, aunque apoyado en la quimera del primero. La historia virtual como recreación de un pasado posible. “--...¿Hasta qué punto vive uno encerrado en sí que es necesario salir y verse en un espejo viejo para darse cuenta de que uno no se ve en las lunas diarias, de que se es otro, de que se fabrica uno su máscara, día a día, y que cuando cae el maquillaje de la costumbre y entrevé la realidad se sorprende tanto que no hay manera de creer lo que se ve? Vives en lo que fue. Vives en lo olvidado. Vives en lo falso. Lo malo es que existes y no puedes vivir, viviendo, con esto. Y vives. Vives.
--Sí, a destiempo.
--Estoy de acuerdo, pero creí que era otro”
Max Aub, La gallina ciega


El día 16 de junio de 1996, con gran expectación y soportando un calor sofocante, Antonio Muñoz Molina hacía su ingreso en la Real Academia Española. Le recibió Francisco Ayala. Hubo ausencias notables, como la de Camilo José Cela, enemistado con él, y hubo presencia de jóvenes autores ajenos a la Casa, como fueron los casos de Arturo Pérez-Reverte, Justo Navarro, Manuel Rivas, entre otros. Algún periodista resentido, villano –y son palabras de Javier Marías en ‘Mano de sombra’-- comentó que Muñoz Molina no llevaba la pechera adecuada al frac preceptivo y que su corbata le parecía ridícula, tildándolo finalmente de hortera y camarero. ¿A qué cabe atribuir esa crítica malévola? Sólo puede deberse a la feroz inquina que los más próximos a Cela le tenían a Muñoz Molina. Todo se remontaba a dos años atrás. Ambos escritores habían tenido un serio encontronazo a partir de las declaraciones del Nobel y a partir de un artículo combativo con que el jiennense le había respondido. En 1994, Camilo José Cela había elogiado una novela del Raúl del Pozo y la calidad de la misma le servía para descalificar a una serie de jóvenes que no serían escritores, sino "pseudoescritores". Muñoz Molina contestaría con un artículo en ‘El País’, un artículo célebre titulado "Teoría del elogio insultante", en el que destacaba de qué modo Cela encomiaba la novela de un amigo denostando el resto de las obras de los autores rivales o que él veía como rivales.

En fin, aunque no se dijo, el recuerdo de dicho asunto estuvo en el trasfondo de aquel acto, de aquel ingreso en la docta institución, de aquella crítica cursi a la vestimenta de Muñoz Molina, de quienes se habían opuesto a su incorporación. Por eso, en sus palabras ante los colegas el autor jiennense lo dejó bien claro: "un escritor no se vuelve mejor al ser elegido académico, pero tampoco creo que se vuelva peor". En fin, la maledicencia de quienes se le opusieron con argumentos tan chabacanos e insultantes contrastaba, precisamente, con la generosidad del escritor, que tomaba a un autor exiliado que jamás había ingresado en la Academia como objeto y evocación de su discurso: Max Aub...

Es largo, lo sé. Pero ahora te queda investigar cuál de los artículos de "Mano de sombra" es el que hace referencia al tema. Porque el artículo de A.Burgos ni se menciona por ningún lado; claro, es que como escribe tan bien...

Marcos Lanza dijo...

Recuerdo al final de los ochenta principio de los noventa no puedo precisar el año creo que fue por unos problemas con algun tipo de animal en Doñana(El no habitaba el parque)se referia en las cronicas a Alfonso Guerra como "Galapaguero" no es dificil imaginar como ternmino en el intercambio de adjetivos,como una oveja

Alfonso Saborido dijo...

Es de lo peor, y encima, paisano. Parece mentira que escribiera esa canción, esa habanera tan bonita a Cádiz, cuando es capaz también de sacar tanta basura por su boca.

Anónimo dijo...

¡Cómo será de imbécil este tipo para que estemos todos dispuestos a batirnos por Leire Pajín!
A parte de un consumidor de porno depravado, claro.

Rukaegos dijo...

Alfonso, hala te fastidias por malo, por recordarme siempre que la Feótila es cántabria.

Patri: tú lo has dicho, lo patán y zafio que será que nos a puesto a defender a la Pajín.

Rukaegos dijo...

Alfonso, hala te fastidias por malo, por recordarme siempre que la Feótila es cántabria.

Patri: tú lo has dicho, lo patán y zafio que será que nos a puesto a defender a la Pajín.

Anónimo dijo...

Regino, cuida las faltas... Nos a puesto??????? No parece propio de ti. Lapsus, supongo. Saludos.

Rukaegos dijo...

Aggghhhh, es lapsus, sí. Eso me pasa por meter siempre la quinta con el teclado y por no revisar nunca lo que escribo. En fin, que como además los comentarios no se pueden corregir, ahí queda para que las futuras generaciones me den pescozones de cuando en cuando.

Uff, qué vergüenza.

Gracias por el apunte.

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