sábado, octubre 16, 2010

ENERGÚMENOS, TOROS, CONDESAS, LIBERTADES ...


Aunque ya dejamos en el blog constancia de la falta de educación del facherío patrio, tan patrio que hasta le traen al pairo los homenajes a los caídos en acto de servicio si eso sirve una vez más para apropiarse de los símbolos nacionales, contribuir a la escalada de ese barro de la crispación en el que tan cómodo se desenvuelve y poner su granito de arena para el desprestigio total de las instituciones democráticas, las reacciones, comentarios y varietés que siguieron al desafortunado incidente me empujan a retomar la cuestión y reseñar las declaraciones de dos damas populares, una, Beatriz Rodríguez Salmones, que me parece bastante sensata para la corrala que la rodea, y otra que soporto con tanto agrado como un grano en la nariz, la Condesa de Murillo, conocida también como Esperanza Aguirre.

A los populares la lucha en barro se les da bien. Sobre todo porque en esas lides sí que tienen voces que saltan con alegría y jóvenes que convocan "espontáneas" concentraciones contra Rodríguez Zapatero vía Twitter. Y porque mientras el patio grita, se nota menos que Mariano I "El Mudo" sigue huérfano de ideas, programas y propuestas y tiene como único objetivo alcanzar el poder por desgaste del PSOE y sin abrir la boca más que lo justo, no vaya a notarse demasiado que detrás de la fachada habita la nada más absoluta.

Beatriz Rodríguez Salmones, portavoz popular en la comisión de defensa del Congreso de los Diputados, nos ha dejado una perla fenomenal: "No se puede gobernar un país sin haber ido a los toros, sin saber cómo el público grita y les tira de todo a los toreros y los toreros no mueven ni una ceja. El español grita mucho más que el resto de europeos".
Sonamos, que diría Mafalda. Así que para esta destacada dirigente del Partido Popular de Madrid, los españoles somos por algún oscuro motivo cultural o genético unos energúmenos como los que confundieron la Fiesta Nacional con la Berrea. Me recuerda al texto de la mítica canción de Jarcha "dicen los viejos que no se nos dé rienda suelta, que todos aquí llevamos la violencia a flor de piel".
Pero lo mismo es sólo que la Salmones va demasiado a los toros y poco a otros lugares a los que acuden españoles que no tienen problema alguno en estar en silencio respetuoso ni sienten necesidades perentorias de rebuznar a las primeras de cambio. Tal vez se le podría decir a doña Beatriz que no se puede gobernar sin haber ido a un concierto de cámara, sin saber cómo el público permanece en silencio y en escucha atenta y ofrece un respeto por el trabajo de los intérpretes que sólo se interrumpe una vez terminada la interpretación, con aplausos habitualmente pero también con posibles pitos, pateos o abucheos, siempre en la secuencia temporal adecuada. El español es capaz de mantener una actitud de reserva, de control y de educación como la de cualquier europeo.

Pero donde podemos valorar sólo una comparación desafortunada (que más debería ofender a los aficionados a los toros) en las palabras de Rodríguez Salmones, hay un puro exabrupto en el habitual cachondeo chulesco de Esperanza Aguirre, la-señora-que-no-llega-a-fin-de-mes, quien justificó la grosería de los graznantes como un mero ejercicio de la libertad de expresión.

Que la Condesa de Murillo, responsable última de la cadena de televisión pública más sectaria del país, de unos informativos permanentemente manipulados Ad Maiorem Spem Gloriam, en los que precisamente y por órdenes claras de arriba se cortan las escenas en las que se abuchea a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, que precisamente esta señora apele a la libertad de expresión resulta un insulto a la inteligencia. Pero sobre todo demuestra que la chica sabe más bien poco de lo que son los derechos fundamentales y de cómo se ejercen por los ciudadanos.

Vivimos en un sistema más o menos democrático, un sistema que ofrece miles de formas y momentos en los que un ciudadano puede ejercitar su disconformidad con el Gobierno, incluso aplicando el abucheo o el pataleo. Pero los derechos no son absolutos, tienen limitaciones. Muchas de ellas marcadas por la propia dinámica de su ejercicio, cuando dos derechos entran en conflicto. También las que las propias leyes orgánicas que regulan los derechos establecen, para evitar consecuencias indeseables de orden público o daño a terceros. Y por supuesto las que el propio sentido común, la educación, el protocolo y las formas exigen en un ejercicio racional y no abusivo.
Si la Aguirre justifica a los energúmenos que tanto la diviertieron, está al mismo tiempo justificando la invasión del derecho al honor y la intimidad de las familias de las caídos en acto de servicio a los que en ese preciso instante se estaba rindiendo homenaje, está aplaudiendo la humillación y el dolor a que fueron sometidas estas familias. Y sobre todo justificó cualquier otro abucheo en cualquier otro contexto adecuado o inadecuado que pueda haberse producido en el pasado o que pueda ocurrir en el futuro.

Y aquí es donde para mi gusto radica uno de los principales problemas de su actitud teaparty, la misma que están sembrando determinados medios y otros reconocidos populares, apelar a una libertad descontrolada (libertaria dirían los del té), instaurar un sistema de bloqueo y perversión de símbolos e instituciones, que sirva nada más que para hacer imposibles conviencias, acuerdos y entendimientos.

Eso sí, luego los que rompen y distorsionan y enfrentan y no se sabe bien qué cosas más son otros.

6 comentarios:

osanemeterio dijo...

Te devuelvo la visita. Ya hemos discutido sobre algunas de estas cosas en otros foros, con lo que no voy a insistir demasiado, y desde luego no voy a justificar alguna que otra manifestación poco afortunada.

Dicho esto, el segundo párrafo parece escrito por una persona que no vivió en España durante la segunda legislatura de Aznar. Es tu blog y tu opinión, la respeto, pero estoy años luz de compartirla.

Finalmente, me parece bastante desacertado que taches de fachas a TODOS los que silbaron, gritaron... etc... Me suena mucho a lo que pasa aquí en Cantabria en cuanto alguien sale a protestar por cualquier cosa del Gobierno (estos están manejados por el PP).

¿Un adjetivo que englobe a quienes no respetaron momentos concretos de obligado respeto? Fachas no, llámalos maleducados. Es una sugerencia, no una orden (que entonces me llamas facha, y no me hace ninguna gracia).

BRUNO6 dijo...

Supongo que en aras de la libertad de expresión de doña Espe,abanderada del"Achicoria Party"hispánico, Zapatero debiera haber avanzado uno pasos y exibir al Fascio Redentor un "DEDO AZNARIANO" enhiesto.
Zapatero no es santo de mi devoción en absoluto,pero a la educación básica que exige la presidencia de un acto público al menos ha demostrado que llega.

Rukaegos dijo...

Te voy a copiar lo del Achicoria Party, Bruno, qué bueno.

De acuerdo con el resto con un matiz, lo de quedarse sentado hace unos años con la bandera USA fue una cagada, pero bueno, bastante ha purgado ya.

BRUNO6 dijo...

Pues,respecto a lo de la bandera,creo que yo también me hubiese quedado sentado. Creo que fué una(tal vez desafortunada)manera de protestar contra el"trágala" del Señor de Perejil.
Respecto al "achicoria party" he de decirte que lo escuché anteayer,no es de mi propia cosecha,pero conociendo a quién lo dijo se que no existe copyright alguno.

Anónimo dijo...

¿Serán los mismos fascistas del PSOE que organizaron manifestaciones espontáneas ante las sedes del PP insultando y amenazando? O serán los fascistas del PSOE que insultaban al presidente Aznar llamándolo incluso asesino?

Rukaegos dijo...

No, anónimo, no, que esta vez eran los tuyos. Por cierto, ¿notas alguna diferencia entre las sedes del PP y un homenaje a los caídos en acto de servicio? No, ya sé que no. Pero eso es un problemilla tuyo.

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