¡QUE SON MOLINOS! - 4

(Malditos Estetas)

Sigo con el Plan Eólico (no os preocupéis, pararé pronto, creo), un plan que continúa siendo uno de los temas estrella de la actualidad política y mediática de Cantabria. Y de la misma forma que en su momento critiqué algunos argumentos de entre los que se ecuentran por ahí opuestos al desarrollo de la energía eólica, hoy me toca hacer lo propio con unas declaraciones de hace algunos días de Ángel Agudo, Consejero de Economía del Gobierno de Cantabria, compañero de partido y persona con la que siempre he mantenido una relación no estrecha pero sí cordial, sobre todo por compartir algunas aficiones de corte cultural, la música particularmente. Y es que tras el primero de los manifiestos críticos con el Plan del Gobierno y firmado por artistas plásticos, Agudo escribió en el Diario Montañés "Luego llegan los estetas insolidarios que, a fuerza de transversalizar la belleza (cuando les conviene), niegan una oportunidad de futuro profesional, personal y social a la mayoría y a las generaciones venideras. Por cierto, si la estética tiene algo que ver con la esencia de las cosas, se comprende mal la aceptación de la manipulación, basada en imágenes e informaciones falsas, de que ha sido objeto este grupo por los que faltan a la verdad".

Confieso que no había leído el artículo hasta hoy. Y no voy a negar que esa apreciación me ha parecido cuando menos injusta y no poco inoportuna. Me explico. Tengo claro que unos pocos de los firmantes nunca haría lo mismo contra una medida, la que fuera, del Partido Popular (y ahora no pienso tanto en artistas plásticos como en algún poeta de la segunda hornada del manifiesto). Pero creo que tachar a los firmantes de insolidarios es desconocer o ignorar de manera intencionada la trayectoria personal de sus compromisos no sólo artísticos sino también cívicos. Entre los firmantes los hay que participaron activamente en movimientos pacifistas y sociales, y seguramente en algunos de ellos compartieron filias y fobias con el propio Agudo. Los hay que han apostado tiempo, esfuerzo y peculio en desarrollar iniciativas artísticas y culturales abiertas y arriesgadas, con la apuesta por un entramado cultural en nuestra región más arraigado, estable e imaginativo de lo que nos proponen las anquilosadísimas propuestas oficiales. Los hay que han trabajado hasta el desánimo y han vuelto a levantarse para seguir en su permanente esfuerzo por ayudar a los jóvenes creadores de nuestra región. Y casi todos ellos además, compaginan su labor artística y estética con el trabajo que les paga la hipoteca y el cocido, desde la mayoritaria presencia de la enseñanza hasta la representación de muebles de cocina o la administración pública. No son estetas ausentes de la realidad. Son personas, ciudadanos, que han alcanzado cierta relevancia gracias a su vinculación con alguna de las bellas artes, pero que viven a pie de obra la realidad cotidiana. Y lo hacen informándose y analizando como cualquier otro representante de la sociedad, puede que hasta con la mirada capaz de llegar un poquito más lejos.

Descalificar su opinión como propia de "estetas insolidarios" me recuerda la cruzada de la derechona rancia y copera contra los artistas españoles, sobre todo contra el mundo del cine, después de su radical y comprometido "No a la guerra". Un "No a la guerra" en el que también participaron de manera activa muchos de los firmantes "insolidarios".

Creo que los artistas de Cantabria, los hombres y mujeres de nuestra cultura, tienen el mismo derecho que cualquier otro ciudadano a expresar sus opiniones, a organizarse en plataformas o suscribir manifiestos para defenderlas. Creo de verdad que avanzamos en nuestra democracia en sentido equivocado, y sé que una de las apuestas teóricas desde la izquierda es la participación ciudadana. Yo la creo necesaria, creo que es necesario, imprescindible, un nuevo pacto social entre gobernantes y gobernados, entre el poder y la calle, que recupere la vitalidad, la ilusión y el diálogo como principales herramientas para construir el futuro. Pero ... ¿si cuando la sociedad habla la intentamos acallar con cajas destempladas estamos luchando por esa democracia participativa?

Ojalá la respuesta ante el manifiesto hubiera sido convocar a los firmantes para explicarles cuáles son los presupuestos sobre los que se asienta el Plan, cuáles son los estudios realizados, cuáles están todavía pendientes y por qué (por ejemplo, para realizar los impactos ambientales definitivos hay que esperar lógicamente al desarrollo del concurso, porque a día de hoy todavía no se sabe con certeza en cuáles de los puntos posibles van a estar los aerogeneradores). Y si de verdad pensamos que su opinión se basa en equívocos, mentiras o manipulaciones, facilitarles la información necesaria no tanto para que rectifiquen su valoración como para que al menos jueguen con todas las variables. Me consta que alguna de las personas firmantes intentó obtener esa información antes de concretar su apoyo, pero al no recibir ninguna explicación decidió sumarse al manifiesto.

El mismo esfuerzo que los consejeros de Economía, Industria y Medio Ambiente han desarrollado, con sus comparecencias públicas organizadas por el Partido Socialista de Santander, debería ser en adelante la tónica. ¿Hay razones, buenas razones, para sostener la idoneidad del Plan Eólico? Yo creo que las hay. Y que el camino es explicárselas a los ciudadanos, no descalificar con tópicos sus manifestaciones.

Bienvenidos los estetas, los artistas, los ciudadanos, las asociaciones, la vida que tengan algo que decir y que además lo expongan con respeto y de forma constructiva. Será una oportunidad para escucharles, para hablar, para compartir puntos de vista y razones. Y, por qué no, hasta para convencerlos.