CONCIERTO DE CÁMARA
(Santander 2016 x 50)
Que una galería de arte se transforme de cuando en cuando en un espacio más abierto no es nuevo en las ciudades donde la cultura bulle en el propio entramado social. Pero en nuestro Santander candidato, no sólo supone una pequeña gran extravagancia, sino que implica asumir riesgo, incomprensión, indiferencia.
Fue el lunes pasado cuando el conjunto Cámara Quercus ofreció su concierto en la Galería Delsol St (cómo no), un concierto en el que los jóvenes intérpretes no se limitaron a ofrecernos lecturas impecables, de empaste especial y sonoridad bella, del Quinteto para piano y cuerda de John Proto, el Concierto para cuerdas de Nino Rota y algunos fragmentos de la Banda Sonora Original de "Fellini 8 y 1/2", también de Nino Rota. Sino que además habían trabajado la imagen para adecuarse al espacio de la Galería, construyendo todo un pequeño universo con fotografías y proyecciones para acompañar la realmente bella obra de Proto, con el resultado de un fascinante entramado de imagen, luz, sombras y sonidos.
El Concierto de cuerda de Rota sonó en su estricta lectura musical, sin otros apoyos, sorprendiendo por la evidente formación musical del compositor más asociado a la música para cine, con momentos irónicos, tensos, líricos que alguna vez sugerían un perfecto Shostakovich. Para terminar con el excelente trabajo de acoplamiento de los fragmentos de Nino Rota para "8 y 1/2" de Fellini con la proyección de imágenes de la mítica película. Impecable el resultado.
Y claro, es de justicia felicitar a los seis componentes de Cámara Quercus y agradecer a Carlos, Fernando y Javier que nos hayan permitido disfrutar del recital en su Galería. Pero ...
Poco más de 40 personas. En una ciudad que aspira a ser Capital Europea de la Cultura, ninguno de los grandes popes y responsables de las políticas y gestiones culturales tuvo tiempo de pasarse por la Galería. En una ciudad donde tantas veces escuchamos que nunca hay nada que hacer, o que siempre se hace lo mismo, una iniciativa bella, profesional, de calado comunicativo y expresivo, llegó a poco más de 40 personas. Pongamos 50.
Y luego nos extrañamos de que cada vez haya más iniciativas quemadas, más artistas quemados. ¿Alguna vez vamos a dejar de quedarnos obnubilados por los nefastos fastos reales o soñados y a consolidar, apoyar, estructurar una verdadera vida creativa en nuestra ciudad?
No hace falta que deis una respuesta. Nos la sabemos todos.
5 comentarios:
Muchas gracias, Regino. No voy a añadir más, pues tu comentario del concierto, tu agradecimiento a nosotros y la satisfacción de los que asistieron a él, han sido más que suficientes. Ah! y sobre todas las cosas, lo contentos que quedaron los músicos.
Gracias, de nuevo,
Fernando ZP
¡Tienes razón!. No hay más que elogios para la labor de Fernando & cía como animadores de la auténtica Cultura en Santander, siempre a cuenta de su tiempo y muchas veces (y me consta) de su dinero... y no lo que hacen las actuales autoridades culturales (a pesar de que su tiempo lo pagamos y disponen de nuestros dineros). A pesar de que pase por la mañana a ver el ambiente de ensayo, me apenó no poder acudir al concierto (ando sin coche y tuve sarao familiar fuera de Santander). En cualquier caso.... 40 personas.... ¿dónde estamos siempre los santanderinos?. Sigo pensando que continuamos "ensimismados narcisísticamente" en nuestra bahía, y ¿acabaremos como Narciso?.
Las gracias, siempre, son para ti, Fernando. Y suscribo todos los puntos señalados por Orfeo Boreal.
Orfeo: a ti no te cuento entre las ausencias. Quienes intentamos estar presentes en estas iniciativas, no siempre podemos asistir a todas. Y tú eres una de las personas que hacen posible el Santander Posible.
¿Y si el Santander posible fuera un imposible metafísico?
Pasaría como con la utopía, Escéptico, sería siempre un faro al que dirigirse.
De todas maneras, siempre me gustó una frase de Libertad, la amiga chiquita de Mafalda: "Una pulga no puede frenar una locomotora, pero siempre podrá llenar de ronchas al maquinista". Supongo que esa es la actitud, la de luchar como se pueda, cuando se pueda, para que las cosas cambien.
Y en este sentido, Fernando Zamanillo y su troupe han convertido su galería en una pequeña y maravillosa roncha cultural. A pesar de que otros estemos empezando a tener la sensación terrible de estar quemados, la de que no merece la pena. Por eso Fernando es tan especial, porque es de los que nunca se cansan de luchar.
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