lunes, septiembre 21, 2009

¡QUE SON MOLINOS! - 3
(Verde, que te quiero verde)



Estuve el pasado jueves en la sede regional del Partido Socialista de Cantabria, en el acto abierto al público que había convocado la Agrupación Socialista de Santander con el fin de que el Consejero de Medio Ambiente, Paco Martín, aportara su visión sobre ese Plan Eólico que tantos ríos de tinta y palabra anda calentando.

Su intervención fue tranquila, prudente, racional y sólida. Estoy seguro de que son muchas las críticas y recelos que se pueden oponer al Plan elaborado por el Gobierno de Cantabria, pero tengo claro también que en el otro lado, en el que apoya el desarrollo eólico y la apuesta del gobierno autonómico, existen reflexiones, propuestas y argumentos de peso.

Como tampoco fui con grabadora o cuaderno de notas, me limitaré a exponer de manera sucinta algunos de los extremos planteados, y de esta manera abrir nuevas puertas al debate eólico en el que ya algunos de los lectores del Santander Posible habéis tomado parte.

Francisco Martín comenzó, creo que de forma acertada, explicando el problema del cambio climático, cuál es la situación actual del problema, cuáles son los efectos que se esperan a cierto tiempo vista (aplicando ambas variables, el hoy y el futuro previsible a nuestra Cantabria) para apuntar los intentos de freno que desde las instituciones internacionales y nacionales se han propuesto Y en ese sentido apuntó el déficit de energías renovables que presenta España y cómo tanto España como Cantabria, en contra de lo firmado en Kyoto y otros foros, han crecido en su emisión de CO2. Las instituciones europeas han exigido un compromiso de transformación de los recursos energéticos, y nos piden una fuerte implicación. Una implicación que desde el Gobierno de Cantabria ha sido la propuesta de la alternativa eólica por ser de entre las renovables la que mejores garantías ofrece.

Es cierto: su impacto visual es importante. Pero la selección de los entornos regionales en los que se podrían implantar los parques eólicos ha sido rigurosa, se ha realizado con estudios y controles legales y hasta un poco más, y todavía falta el análisis concreto de impacto ambiental de cada una de las propuestas que se presenten al concurso. Y según yo tengo entendido, no todas las propuestas incluyen la totalidad de los espacios configurados como aptos para el desarrollo de los parques eólicos. Pero por supuesto no es posible terminar de definir ese impacto hasta que no estén sobre la mesa las propuestas concretas de desarrollo.

Se ha tenido en cuenta la situación de la población, se han tenido en cuenta los lugares de interés y protección natural, los de protección artística o arqueológica, se han tenido en cuenta las necesidades migratorias de las aves y las especies en peligro (en cuanto a las aves, fue la propia SEO la que realizó las valoraciones y propuestas en el plan, aunque luego se haya desmarcado).

Y sí, claro, queda la cuestión del paisaje. Pero ... ¿estamos seguros de que si no somos capaces de actuar y de frenar el enloquecido avance del efecto invernadero el paisaje de Cantabria será como el de hoy dentro de 50 años? Ojo. A lo mejor estamos cuestionando hoy una oportunidad de desarrollo industrial y económico, de desarrollo energético, para proteger unas sacrosantas formaciones que podrían desaparecer en no tanto tiempo. Por ejemplo, con los datos actuales del clima, al parecer peligran los hayedos y robles, vamos, el bosque atlántico. ¿Y si la opción es hayedos con un molino en lontananza o fuera hayedos? No me gustan estéticamente ni la una ni la otra, pero sin duda me quedo con la primera.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah, pues no te ví.

Serrón

Rukaegos dijo...

jijiji yo a ti sí ;)

Estabas en la extrema derecha (geográfica) de la sala, como en la cuarta o quinta fila. Yo estaba un poco más atrás y en el otro extremo. Llegué cuando acababa de empezar la intervención del Consejero y tenía un compromiso así que me fui en cuanto comenzó el debate.

Anónimo dijo...

Mecachis, eso me pasa por prestar tanta atención (aunque la intervención, entre nosotros, no cumplió las expectativas, al menos las mías).

Saludos de nuevo,

Serrón

Rukaegos dijo...

Pues en parte estoy de acuerdo contigo, aunque también creo que en este tipo de intervenciones abiertas se intenta hablar para un público amplio, y tal vez por eso se pierden informaciones y opiniones jugosas por el camino. Escuché algunas cosas interesantes, y me hubiera gustado escuchar más (pero claro, me fui antes del debate y no pregunté, así que en parte, mea culpa).

Escéptico dijo...

Me temo que los argumentos, que se han expuesto ya en diferentes foros a favor del Plan eólico y sus limitaciones, sirvan de poco para quienes han optado por la oposición pura y dura a un plan de desarrollo industrial en la Región.

Rukaegos dijo...

Pero no por eso debemos dejar de explicar también nuestras razones, Escéptico :)

Anónimo dijo...

Gracias, Escéptico, por poner al menos Región con mayúscula. Un detalle.

Saludos,

Serrón

fermin dijo...

El impacto paisajístico en Cantabria hace ya algún tiempo que se viene desarrollando, basta un paseo por la costa para apreciarlo.Pero silencio, no nos opongamos al desarrollo de Cantabria. Poco importa si ese desarrollo es sostenible o si se sostiene en la pura y dura especulación urbanística, silencio, guardemos silencio.
¿Que el desarrollo de la energía eólica lleva aparejado un impacto visual importante? Pues claro que conlleva esos efectos colaterales. ¿Que incluso, y a pesar de hacer maravillas de estudios ambientales, siempre habrá un impacto ecológico? Seguro, son molinos y son muy altos y hacen ruido, y se han de desarrollar canales de distribución de la energía generada y... Tal vez la ciudadanía cántabra prefiera una central nuclear, si la disimulan un poco en algún valle escondido de los muchos que Cantabria tiene ni la veremos, ni notaremos el impacto ecológico, nunca se nota y si se nota se desmiente, en Tarragona tenemos mucha experiencia en no ver , no sentir, no notar. Me ofrezco para dar cursillos a mis paisanos cántabros de como hacer para no ver,no sentir, no notar.
Perdona por la perorata, ha ido a caer en el blog de la persona con la que más de acuerdo estoy en este asunto, perdona.
Saludos, Regino.

Rukaegos dijo...

No tienes que pedir perdón, Fermín: estoy encantado de tenerte en mi blog y de leer tus aportaciones.

Pues sí, las alteraciones del paisaje vienen de múltiples puntos. Piensa lo que va a suponer en cuanto a impacto paisajístico una obra tan discutible como el AVE Madrid-Santander. Y claro, la destrucción sistemática de la costa cántabra, que al menos se frenó un poco precisamente gracias al Plan de Ordenación del Litoral impulsado por el PSOE (con la ayuda de la ahora tan vilipendiada Universidad de Cantabria).

En realidad, es cierto que algunas de las oposiciones el plan tienen el toque premoderno, de hidalguillo a la manera de Pereda, de quienes no quieren renunciar a su vida cómoda y placentera pero no están dispuestos a admitir inconveniente alguno. Esa caricatura de personaje perediano está bien personificada hoy en el alcalde de Santander. Mientras yo no vea molinos que me estropeen el horizonte, lo demás me da igual.

De nuevo, saludos cordiales y ánimo para seguir haciendo este blog un poquito más participativo :)

Rukaegos dijo...
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