viernes, marzo 13, 2009

CORREOS PERVERSOS EN CADENA

Cuando era un crío, allá por el Jurásico Medio, era habitual encontrarte en el buzón cartas extrañas cuyo origen desconocías y que te auguraban los peores males del mundo mundial si no enviabas la oración, la posta con vistas, tu color favorito o cualquier otra historieta a diez amigos a los que salvar. Nunca hice reenvíos semejantes y bueno, supongo que no era tan terrible "romper la cadena", ya que no tengo demasiado claro que nada de lo que me ha ocurrido en la vida sea especialmente catastrófico o fuera de lo soporíferamente normal. Ahora que lo pienso, tal vez mi madre rompiera alguna cadena más eficaz que las mías, porque para catástrofe, el hijo que le tocó en suerte.
El apogeo de internet y el correo electrónico nos ha devuelto esa especie de pensamiento irracional y animista por el que de manera automática reenviamos (reenvían) tantas cadenas con historias absurdas en las que se nos amenaza de nuevo con toda suerte de fortunas si cumplimos el precepto y un sinnúmero de desgracias en caso de ser perversos interruptores de la comunicación. Hay niñas que han recibido probablemente más de diez millones de riñones, pese a lo cual desde hace diez años tienen diez años y una furia reponedora de órganos. Hotmail se ha vuelto de pago o ha cerrado ni se sabe cuántas veces desde que abrí mi cuenta. Las piedras del amor, los colores de los sueños o las flores de la alegría nos han prometido paraísos magníficos si difundíamos la fe en sus poderes. Y así hasta la saciedad.
Nunca cumplo las instrucciones. Pero no dejo de verlo como un juego pesado y absurdo. Ya decía el refrán aquéllo de "cuando el diablo no tiene qué hacer, mata moscas con el rabo".
Pero me han llegado en dos o tres ocasiones correos en cadena que me parecen perversos e indecentes. Correos que revelan la cara de esa sociedad que ha decidido autoerigirse en juez permanente de las vidas ajenas y que desde los programas televisivos que han convertido al mítico El Caso en un periódico serio, los del corazón con olor a chanfaina, los foros internáuticos en los que cualquiera puede ser víctima de insidias o insultos, rompe cada día con algunos principios esenciales de nuestro sistema y jugando al desencanto o exhibiendo la ignorancia más absoluta renuncia a los procedimientos que el estado de Derecho ha trazado para la defensa de los intereses particulares y grupales.
Hoy me ha llegado uno de esos, uno que no sé muy bien si pide que le escupamos o le linchemos o no sé bien qué, y que difunde la foto del asesino de Sandra Palo para que los ciudadanos que se autoproclaman moralmente respetables puedan defenderse si se lo encuentran por la calle. El texto es muy emotivo, muy populista, muy demagógico. Muy en la línea de esa sociedad que no espera a los juicios para expresar la culpabilidad de un acusado y que estaría dispuesta a tomarse la injusticia por su mano sin mayor problema. De esa misma sociedad que cuando se aplican las leyes (que no son perfectas, claro, pero sí perfectibles) queda descontenta porque no sacian suficientemente el afán de revancha de tantos buenos e impecables ciudadanos.
En el caso sobre el que el correo perverso se centra, se ha aplicado la ley del menor, se han aplicado las medidas previstas, y se ha hecho sobre quien al cometer el crimen tenía 14 años. 14. Ya se han encargado los medios basura de mostrarnos su cara, y ya "los vigilantes de la buena sociedad" se han dedicado a enseñarnos su físico actual, en contra de las disposiciones de las autoridades competentes, para pedirnos no justicia sino venganza. Y lo hacen actuando ellos mismos contra las leyes que protegen el derecho, por ejemplo, a la intimidad de las personas. Y es que puede que no sean tan buenos ciudadanos como se creen.
¿Que opinan que la ley del menor tiene que ser reformada? No la van a reformar en internet, que a día de hoy no es fuente de Derecho. Para eso está el Congreso de los Diputados, y si ni por esas y se sigue considerando que la ley atenta contra principios fundamentales, están los tribunales, nacionales e internacionales, y está el Defensor del Pueblo.
En cualquier caso, quiero que quede claro: no quiero saber qué cara tiene Rafita, no quiero excluirle de la sociedad si a partir de su puesta en libertad se comporta como las leyes tienen establecido, no pienso escupirle ni apalearle ni gritar "a por él" si me le encuentro por la calle. No quiero ser parte de ningún linchamiento ni físico ni moral de nadie. Que se cumpla la ley, y que se cumpla con razonable equilibrio entre severidad y humanidad. Y que nos libre Tutatis de las turbas cargadas de ¿justicia?
A lo mejor es que ciertas cadenas televisivas deberían emitir "Furia" de Fritz Lang en vez de calentar tanto los peores instintos del personal.

2 comentarios:

Amigo de la Dialéctica dijo...

Hola amigo Rukaegos:

En uno de los post de mi blog dejé la siguiente frase sobre las causas:
"Skinner, parafraseando a Shakespeare en Julio Cesar, dice: La culpa, querido Bruto, es de nuestras contingencias de reforzamiento, no nuestra".

Recibe un muy fuerte abrazote amigo.

Mildred dijo...

Pánico daban en mi casa cuando recibíamos una carta con una peseta dentro...¿Qué podía sacar en claro el que las creaba? ¡Nunca lo entendí!
Lo malo que ahora vienen en forma de PPS de Mail o de enlace a página web.
Hay cosas que cambian en forma, pero ni mucho menos en contenido.

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