NI ARTE, NI CULTURA

Con muchas alharacas se anuncian en la prensa local las largas colas para adquirir entradas para la Feria de Santiago, con la esperanza sobre todo de obtener una localidad para la corrida de José Tomás.

Encontré esta foto en el blog de Alfonso Saborido y se la robé, para guardarla en mi equipo hasta que llegara la maldita feria veraniega. De nuevo, en Santander las fiestas se saldarán con la tortura cruel de un par de docenas de toros, para satisfacción, mofa y disfrute del mismo populacho que disfratara otrora con las peleas a muerte de los gladiadores en Roma, con las ejecuciones públicas en todo el mundo, con la tortura a toros y otros animales.

De nuevo tratarán de convencernos de que se trata de arte, de cultura, de tradición. De nuevo nos invadirán los cantos y celebraciones de quienes quieren que recojamos sus caramelos mientras van o vuelven de la fiesta de la muerte. De nuevo se pondrán de acuerdo, por una vez, izquierdos y derechos. Y hasta es posible que las mujeres reclamen (ya ocurrió cuando Cristina Sánchez) poder convertirse en asesinas de pleno derecho.

Se me ocurre que tal vez el rojo y el amarillo de nuestra bandera tengan como origen la arena de las plazas y la sangre de los animales allí brutalmente sacrificados.

También en este Santander posible donde tan difícil es ver a un político en un concierto y tan fácil verlo vitorear desde los palcos, ebrio de sangre.

La tortura, ni arte ni cultura. Prohibición Ya.