viernes, septiembre 10, 2010

ALÓ PRESIDENTE: LA EXTRAÑA MEMORIA PIQUETERA DE REVILLA


Todo un hermoso homenaje el que Miguel Ángel Revilla le ha rendido en el primer Aló Presidente, digo en su primera visita a AR, de esta temporada a nuestro gran poeta José Hierro y su teoría de la alucinación poética. Ya sabréis los lectores de este Santander Posible que Hierro hablaba de la confusión que la memoria provocaba al integrar hechos, personajes, tiempos y lugares que sin embargo no habían tenido nada que ver en la realidad. El poeta desvelaba a través de sus "alucinaciones" esa confusión irracional, de manera que en el poema rescataba el recuerdo de una realidad inexistente.

Afirmaba esta mañana don Revilla su respeto por los sindicatos, por la huelga y los derechos de los trabajadores, al tiempo que como tensión dramática necesaria para que él pudiera meterse como protagonista en ese maremágnum "recordaba" que había piquetes informativos que actuaban violentamente para limitar los derechos de otros trabajadores, tal y como le había ocurrido a él mismo en su misma mismidad durante la última huelga general, cuando conducía su coche camino del Banco Atlántico en donde trabajaba.

Resulta que una amiga que tomó parte en ese piquete andaba esta tarde indignada con un contundente "Revilla miente". Pero es que seguramente esta buena amiga no tenga clara la teoría de la alucinación poética.

Vamos a ver. La última huelga general se produjo durante la reforma laboral propuesta durante la segunda legislatura del Aznarato. O lo que es lo mismo, el 20 de junio de 2002.

¿Dónde trabajaba Miguel Ángel Revilla en esa fecha? ¿En el Banco Atlántico como ha afirmado? Pues va a ser que no, porque don Revilla fue Vicepresidente y Consejero de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria entre 1995 y 2003. Por lo tanto, difícilmente podría dirigirse el 20 de junio de 2002 a su puesto de trabajo en el Banco Atlántico.

Pero es que además el incidente, ampliamente comentado por la prensa del momento, tuvo lugar en torno a las 9:30 de la mañana: ¿Miguel Ángel Revilla a las 9:30 en pleno centro de Santander y sin aparcar iba a trabajar al Banco Atlántico? ¿Pero desde cuándo los bancos abren a las diez?

Hay más. "Recuerda" que conducía su coche. Recordará seguramente también que el recorrido que cada día realizaba con el coche oficial y el chófer (en huelga ese día) antes de llegar al despacho asignado en la entonces sede del Gobierno de Cantabria era el lógico: Entre Astillero y Puertochico, Marqués de la Hermida y zona marítima. Y que por alguna extraña razón (curiosity killed the cat, que dicen los pérfidos albiones) ese preciso día decidió evitar la línea recta y atravesar un piquete en pleno centro.

Es posible también que recuerde el entonces Vicepresidente que se enfrentó a los piquetes entonando el viejo y carpetovetónico "usted no sabe quién soy yo" , en este caso, y según fuentes piqueteras "soy el vicepresidente de Cantabria y os vais a cagar: voy a hacer que os detengan".

Por lo demás, mi piquetera favorita no niega que ante la provocación revillesca, el grupo sindical se lo tomó a chirigota, zarandeó un poco el coche, lo llenó de pegatinas y, en efecto, abrió el maletero del coche donde encontraron algunas piezas imprescindibles en el ajuar de un vicepresidente camino del trabajo (hi-ho, hi-ho): unas albarcas, una caña de pescar y un saco de pienso para gatos. Pero vamos, que cada uno lleva en su coche lo que quiere, eh.

Y vamos, que no digo yo que zarandear a nuestro pobre presidente esté bien (aunque no le disgusta que le manteen, sin embargo). Pero tampoco acabo yo de ver seria esa "reconstrucción" de la realidad en la que de pronto el cuento Miguel Ángel Revilla camino del despacho se convierte en una versión pintoresca de Caperucita Roja y el Lobo Piquetero.

Sé que nada le indigna más a don Revilla que el encontrarse acusado de pecar contra el octavo. Y por ello quiero dejar claro que aquí el que suscribe no está llamando mentiroso a Revilla. Sólo, poeta alucinado a la manera de Hierro. Porque peor sería pensar que el riego no marcha bien y confunde las cosas. O aún peor, que se trataba de toda una estrategia de reinvención de la realidad para quedar como una especie de héroe cívico, el pobre padre de familia que sólo quiere trabajar en paz y llevar el pan a sus hijos, aprovechando para echar leña contra ese discurso tan actual como manido e interesado que pretende convertir a los sindicatos en el peor de los males del trabajador, al que se apuntan todos aquellos que sueñan con el día en que puedan desaparecer los sindicatos para que los trabajadores se enteren de verdad de lo que es la protección ... a la siciliana.

Esto de Aló Presidente comienza bien. Seguiremos informando.

2 comentarios:

Blenda. dijo...

¡¡¡¡pfffff Rukaegos. La lectura de este post me deja entre....... sonriente, alucinada, medio indignada, me traslada al 20 de junio de 2002, me recuerda que Don Revilla hace mucho que vive otra realidad......!!!!! En fin...... ¿por qué ves "AR"?. pPero el folk-presidente no es un alucinado, es que tiene su "propia verdad".

ruth dijo...

es absolutamente cierto lo que cuentas!!! YO ESTABA ALLÍ y de todo eso nacio uno de los canticos más cachondos de la mani de la tarde: el gato del Revilla , se queda sin comida!!!

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