jueves, diciembre 17, 2009

CRÓNICAS LECTORAS: SARAMAGO Y SAPKOWSKI


He cerrado dos libros a lo largo de la última semana. Dos libros bien diferentes en su pretensión y alcance, bien diferentes también en la muy particular escala del placer lector. Los dos coinciden en la inicial del apellido de sus autores y en ser últimas y esperadas entregas: CAÍN, de José Saramago y la primera parte de LA DAMA DEL LAGO, séptimo y último título de la Saga de Geralt de Rivia, del autor polaco Andrej Sapkowski.
Esperaba desde hace ya mucho, demasiado tiempo, esta séptima entrega de Sapkowski que por fin nos llega aunque, grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr, partida por la mitad. No sé muy bien si Bibliópolis andaba desaparecida o si había vendido editorial o derechos sobre los libros del brujo Geralt de Rivia a Plaza y Janés que había empezado a reeditar la serie antes de que se hubiera terminado su publicación en castellano.
Entre mis lecturas "de género", esas en las que tal vez no busco demasiada densidad y sí agilidad, entretenimiento, placer, de cuando en cuando miro hacia la literatura fantástica. Y allí fue donde hace tiempo me encontré con este brujo polaco cuyo creador está considerado hoy como uno de los más reputados narradores de su país, y uno de los grandes renovadores del polaco literario. Geralt de Rivia nos cuenta las aventuras de un peculiar brujo por un mundo que nos recuerda mucho a una Edad Media mítica, simbólica, asentada sobre los paisajes de la Polonia actual. Más allá, mucho más, de lo que se puede esperar en la mayor parte de un género muy pensado para adolescentes, en esta saga se nos presenta una narración adulta, donde las aventuras, luchas, enfrentamientos con monstruos, se sitúan en el medio de una larga intriga político-diplomática que permite a Sapkowski poner sobre el tablero de papel y tinta no sólo los lados más oscuros de la política y sus intrigas, sino también problemas tan actuales como el racismo, la xenofobia, la protección del medio ambiente, la sexualidad, los derechos de las mujeres, en una trama que siempre mezcla un tono popular y abierto con las referencias cultas, la ironía de fino calado y una narración ágil que juega también con los registros del lenguaje con maestría.
Séptima entrega ya, La Dama del Lago no decepciona y abunda en todas las virtudes que ya nos habíamos encontrado en una serie que promete sólo entretener pero que da algunos pasos más allá de lo previsto. Esperaremos con ganas la última entrega.
Sobre Caín, me cuesta decir que no me ha gustado nada. Admiro a José Saramago y siempre me he encontrado en sus obras con palabras magistrales, de esas que se leen despacio y se mastican con placer, descubriendo a cada página un nuevo fragmento de un mundo que pensábamos conocer. La posibilidad de reencontrar sus siempre lúcidas reflexiones en torno a las cuestiones del mal, de la religión, de la divinidad a partir de una reinvención de las fuentes del Antiguo Testamento de la misma y vibrante tensión con las que a partir del Nuevo había resuelto El Evangelio según Jesucristo me hizo comprar rápidamente y leer con prioridad esta última entrega del corpus narrativo de Saramago.
Para mí ha sido toda una decepción: no hay profundidad en el texto, no hay ideas originales y atrevidas. Saramago se ha limitado a una faena de aliño sobre tópicos, sobre episodios conocidos a los que se aproxima con sorprendente frivolidad, que pone en conexión a partir de una especie de Caín-Viajero Temporal que nos mueve del Este del Edén a la Torre de Babel, del Sacrificio de Isaac al Becerro de Oro, de Sodoma al Arca de Noé, para resbalar sobre las profundas simas morales que cada episodio nos propone con un Caín que pudo ser un rebelde pero no pasó de cotilla bíblico en perpetuo diálogo con un Dios que pudo ser un terrible manipulador, injusto y despiadado, y se quedó en una especie de chulito caricaturesco.
Puede ser que las presiones editoriales para rentabilizar a sus valores más sólidos tengan efectos secundarios, y que Caín sea uno de estos patinazos. Pero Saramago no se merece este libro.

1 comentario:

Felisa Felicis dijo...

No tengo mucho tiempo para leer ultimamente, pero igual empiezo la saga de Geralt de Rivia. Estoy en una epoca de novela fantastica, ahora me estoy leyendo "Olvidado Rey Gudu", a consecuencia de una saga inacabada, "Cancion de Hielo y Fuego" que me dejo con ganas de mas. Esta ultima me parece similar a la que describes y por ese motivo te escribo, puedes probar con esta saga como sustito... xD

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