sábado, abril 02, 2011

GRACIAS, PRESIDENTE


Sólo una vez he hablado con José Luis Rodríguez Zapatero. Por aquel entonces yo presidía el colectivo lgtb de Cantabria y fui invitado a la sede socialista de la calle Bonifaz de Santander a un encuentro que el recientemente elegido como Secretario General del Partido Socialista Obrero Español quería mantener con las organizaciones sociales de la región. Siempre he sido tímido, y estuve casi a punto de no pedir la palabra y limitarme a escuchar. Pero cuando se iba a cerrar el acto levanté la mano y me presenté, para recriminar la timidez, la falta de decisión con la que el PSOE afrontaba la igualdad para las personas lgtb, y terminaba diciendo que las palabras en efecto eran diferentes, pero que nos costaba el mismo esfuerzo conseguir una ley de parejas de las autonomías socialistas que de las populares. Fijaos, todavía pensábamos en leyes autonómicas de parejas, ni que estuviera hablando del Paleolítico Medio.

Poco tiempo después, José Luis Rodríguez Zapatero encabezaba el proyecto con el que el PSOE regresaba al Gobierno de España después de ocho años. Y al año justo de iniciarse esa nueva etapa de gobierno, el Congreso de los Diputados, con una amplia mayoría de la que quiso expresamente estar ausente el Partido Popular, se aprobó la reforma del Código Civil que permitía por primera vez en la historia de España y por tercera en la del Mundo el matrimonio entre personas del mismo sexo, en plena equiparación legal. Ese día, el Presidente Zapatero subía a la tribuna del Congreso de los Diputados para iniciar un hermoso y brillante discurso que comenzaba así, "España es hoy un país más decente".

No pude estar presente en ninguna de las dos jornadas que necesitó el Congreso para votar la ley primero y para levantar el veto del Senado después. Pero recuerdo haber llorado mucho en mi casa viendo en los informativos algunas intervenciones como la de la compañera Carmen Montón, la votación final, la proclamación del acuerdo y el discurso del Presidente del Gobierno. Recuerdo haber llorado porque ese día me sentía, puede que por primera vez de forma integral, plena, viva, limpio y digno ante una sociedad que había girado siempre su rostro para no verme. Y eso a pesar de seguir viviendo en una ciudad para la que institucionalmente sigo siendo invisible, alguien sin valor, o como diría una concejala del equipo de gobierno municipal con el mismo valor que una puta. Alguien que no merece un gesto o una declaración de apoyo de la ciudad en la que vive. Pero así son las cosas.

Ya sé que en estos tiempos, puede que en algunas cuestiones con razón, se ha puesto de moda en España el tiro al presidente. Al estilo de las Fox News norteamericanas, las redes informativas han sido tomadas al asalto por manipuladores profesionales al servicio de los valores más rancios y peligrosos. Con una oposición que tal vez hubiera hecho mejor arrimando el hombro en algunos momentos de especial trascendencia ha preferido bramar al son que marcaban los opinantes e hilvanar al dictado sus discursos envenenados con constantes acusaciones de traición a la patria y de ahí en adelante.

Yo soy, he sido, crítico con determinadas actitudes y medidas del gobierno por el que voté en el 2004 y en el 2008. Y al que votaría sin temblores ni dudas en el 2012 si se presentara a por la reválida. Pero ya estarán demasiado ocupados los profetas de la catástrofe mientras brindan felices por el anuncio de José Luis Rodríguez Zapatero de no presentarse como candidato en la próxima convocatoria electoral enumerando los fallos y debilidades, y convirtiendo en fallos y debilidades las primeras y mejores virtudes y compromisos del leonés como para abrir aquí otro frente. Baste sucintamente decir que el retraso en asumir la llegada de la crisis, el tiempo perdido sin hablar claro a los ciudadanos para pedir su compromiso, y el ensimismamiento que ha hecho flojear algunos avances sociales -el acoso a inmigrantes, por ejemplo- son para mí nubes de feo aspecto que sin embargo no van a hacer que me retracte del agradecimiento que hoy quiero dejar aquí constante por las iniciativas, los avances y la gestión de la libertad del Gobierno encabezado durante dos legislaturas por Rodríguez Zapatero.

Quiero recordar la Ley de Igualdad, todos los pasos en la senda de la igualdad ya no sólo legal sino sobre todo social y cultural entre los hombres y las mujeres. El esfuerzo por convertir la lacra de la violencia de género en uno de los primeros y más urgentes problemas de la agenda política. Quiero recordar las leyes que han ido afirmando el piso para la igualdad de las personas lgtb, la del matrimonio primero, la de identidad de género después, la de equidad de trato en la que se está trabajando. Veo cada día cómo las condiciones de vida de muchas personas en mi barrio han mejorado gracias a la Ley de Dependencia y a la correcta gestión de la misma por mi Comunidad Autónoma. Agradezco el esfuerzo por modernizar el tejido productivo y energético. Sí, también le doy las gracias por haber intentado por todos los medios, diálogo incluido, y como era su obligación, el final del terrorismo etarra. Y las gracias por haber permitido a casi un millón de personas que vivían en los márgenes de nuestra tierra regularizar su situación, a pesar de lo duro que ha seguido siendo el camino para los inmigrantes, una dureza que conocí bien en el tiempo invertido en tratar de que Leo llegara a España, y lo hiciera con papeles y dignidad.

Quiero darle las gracias a José Luis Rodríguez Zapatero, sí, con voz clara y alta. Porque gracias a su apuesta por la ciudadanía activa, por la igualdad, por la modernidad y el progreso he estado muchas veces orgulloso de ser español, y he recibido con una gran sonrisa los comentarios de tantos amigos extranjeros para los que nuestro país se estaba convirtiendo en todo un referente de los avances sociales. A pesar de la crisis que puso freno a tanta ilusión, a pesar del desconcierto que arrastró y que hundió en el pesimismo a tantas voces y a tantos ideales. A pesar de haber tenido que luchar cada día contra las insidias y las agresiones constantes.

Gracias, Presidente.

O como dijo en una película la cineasta italiana Sabina Guzzanti, proponiendo a nuestro presidente comprometido y entonces bien claro en su apuesta por la izquierda como alternativa al sistema rocambolesco y pervertido de Berlusconi, ¡Viva Zapatero!

9 comentarios:

Loli Caamaño dijo...

Regi, jamás, jamás vuelvas la cara ante nadie, pues a nadie tienes que dar explicaciones de quien eres ni de lo que haces, salvo a ti mismo y tu conciencia....por lo demas, "otro vendrá que bueno me hará".

Anónimo dijo...

Pues sí. Muchas gracias por lo conseguido. Yo lo votaría otra vez también.

Anónimo dijo...

Creo que el tiempo será benevolente y justo con Zapatero y se le recordará como un buen presidente.
Y estoy de muy mala hostia con la oposición política de este país: mala, picajosa, haciendo sangre y chistes, pidiendo que se acelere su dimisión, divirtiéndose con todo esto;Especialmente con los de casa, que les estoy cogiendo una manía....

BRUNO6 dijo...

Personalmente le recrimino su rendición incondicional a los famosos "mercados" y al "pensamiento único capitalista". Pienso que es en las crisis donde se demuestra la posición ideológica y se distingue a los "estadistas" de los "administradores".
De acuerdo con sus políticas de avance social que tanta falta hacen, y de la "leal oposición" prefiero no hablar; pero no creo que pase a la Historia (y menos a la de la "izquierda") demasiado bién.

MCH dijo...

Me parece que los trabajadores de este país se van a acordar durante muchísimo tiempo de un presidente que, autocalificándose de izquierdas, se entregó a las tésis más antisociales del capitalismo. Hay una reforma laboral que no mencionas y que nos deja a los pies de los caballos y con muy pocas defensas. Por no hablar de "pensionazos" a los que los jóvenes no van a llegar en la vida.
Además, por lo que se ve, sigue en el empeño hasta el final. Uno de los más patéticos casos de abducción neoliberal que se pueden dar.
Ni haciéndole una biografía a medida van a conseguir rescatarle.

Rukaegos dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Yo le he dado las gracias por leyes y decisiones que me parecieron en su momento y me lo siguen pareciendo ahora valientes y sin duda izquierdistas. Comparto en buena medida vuestras apreciaciones sobre sus políticas económicas de la segunda legislatura, su tardanza en encarar la crisis y sobre todo su incapacidad para entablar en esos momentos difíciles un diálogo fluido y claro con los ciudadanos.

Veremos algunas cosas con el tiempo, pero tampoco tengo claro que hubieran sido posibles otras políticas económicas, más que nada porque vivimos desde hace tiempo con una importante cuota de poder traspasada a una Unión Europea cada vez más autocrática, más despegada de los ciudadanos y de sus intereses y más dócil a los famosos mercados. En su momento se ha hablado del chantaje directo y claro contra España por parte de las agencias de calificación de deuda y amiguetes, garantizando que no tendrían escrúpulo alguno en mentir hasta llevar a nuestro país a la bancarrota. ¿Ceder fue irresponsable, habría sido posible plantar cara? Ahora mismo yo no lo sé, no tengo una respuesta.

Por cierto, los jóvenes no llegarán al pensionazo, y los que ya hace mucho que no lo somos tampoco: qué le vamos a hacer, en su momento optamos por la formación, cuanta más mejor, y ahora esa formación lo único que nos garantiza es no poder cumplir nunca los tiempos exigidos.

Claudia dijo...

Comparto tus apreciaciones Regino. Has destacado perfectamente sus logros y sus flaquezas. Sólo me queda por agregar que esas flaquezas no han sido únicamente de nuestro presidente. Los poderes económicos internacionales literalmente le torcieron el brazo, las medidas tomadas fueron obligadas bajo un chantaje con todas las letras. Y sólo se hubiera podido evitar con una base social que muy claramente le hubiera demostrado al presidente que si se plantaba, iba a tener el apoyo popular. Pero estábamos más preocupados en mantener la ilusión de la riqueza y el consumismo, que en crear un país para todos. Y hablo en plural porque no me gusta señalar a nadie, y porque todos tenemos responsabilidad, aunque más no sea la de no haber podido hacer más para cambiar el discurso dominante.
Un abrazo

jcabezonalonso dijo...

No vendrá mal un mínimo de perspectiva para juzgar estos años de gobierno de Rgez. Zapatero. Si hoy tuviera que emitir una opinión sincera sería una opinión bastante dura. Por ello prefiero esperar, siquiera que termine la legislatura.

Nacho dijo...

Gracias por presentarme a Sabina Guzzanti. Sigo esperando tu novela como agua de mayo. Un abrazo. Nacho Sé

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