martes, abril 06, 2010

UN POEMA: ORNITOMANCIA


Leo esta mañana en El País una reflexión sobre la relación entre el cambio climático y los comportamientos de las aves, que están modificando sus rutas y períodos migratorios, que (como las cigüeñas) se hacen ahora residente en antiguas residencias de temporada, que trasladan o amplían sus espacios reproductivos. Las aves, como un mapa en el cielo que nos permite leer algunas claves de nuestro presente y nuestro futuro, al igual que antaño y a través de la ciencia de la Ornitomancia, la adivinación mediante la observación e interpretación de las aves.

Hace ya tiempo, y como una lectura personal de esa modificación ya más que evidente de los hábitos de nuestras aves, escribí un poema en el que se mezclan fragmentos de mi imaginario personal, desde la película Los Pájaros, de Hitchcock al dicho popular, tan caro a mi amigo Ángel, de los buenos augurios que en camino significa hallar "La corneja, a la diestra".

Hacía mucho que no os castigaba con uno de mis poemas: Aquí tenéis "Ornitomancia"


ORNITOMANCIA

Para Ángel Pelayo

Más allá del azar, la decisión

de un grupo de cornejas de posarse

sobre el tendido eléctrico en un lado

concreto del camino

–la siniestra

o la diestra- en una sucesión

irregular de cuerpos emplumados,

obedece a una voluntad más alta.

Sabían los antiguos que era signo

del futuro tramado por los dioses

la locura aparente de las aves,

que en su viaje certero se ocultaba

una caligrafía tan secreta

como la del Nu Shu que se inventaron

las mujeres de China para hablar

en voz baja y a salvo.

Charlatanes,

sacerdotes y augures competían

por descifrar en templos y mercados

la compleja sintaxis de los vuelos,

la erudición grasienta de los hígados

sabrosos, la precisión icónica

que ordena las bandadas migratorias,

la ciencia de lo fasto y lo nefasto.

Es ahora diciembre. Las cigüeñas

no escapan del invierno de la tierra

de mi padre y habitan con solemne

desconcierto los nidos sedentarios.

Las garcetas bueyeras acompañan

la mansa lentitud de nuestras vacas,

mientras los estorninos se desploman

sobre el atardecer de estas ciudades

calientes y ruidosas.

¿Qué mensaje

recitan en el aire sus siluetas?

¿Qué códigos arcanos nos advierten

de la derogación de nuestro tiempo?

Hay profetas que buscan un sentido

a esta nueva gramática que surca

nuestro cielo abrasado, que analizan

la regla y la excepción, la voz y el rasgo,

la intertextualidad de la denuncia.

Miles de sombras gritan y planean

sobre Bodega Bay.

En una frágil

cabina de teléfonos aprende

Tippi Hedren el rencor de los pájaros.

1 comentario:

Amigo de la Dialéctica dijo...

Hola amigo, bonito poema. Gracias por tu aportación en mi bitácora, has descrito la situación con una claridad impresionante; es una pena que aquell@s que deberían darse cuenta de esas evidencias no escuchen.
Recibe un muy fuerte abrazote amigo.

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Un Santander Posilbe by Regino Mateo is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
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