LA POESÍA DE LUIS FELIPE VIVANCO EN "LA MIRADA CREADORA"
Ya sabíamos del interés del poeta Alberto Santamaría por la figura y la poesía de Luis Felipe Vivanco. Y no iba a sorprendernos que titulara "El alma de un oso blanco" a la antología de los poemas de Vivanco y al estudio introductorio que ha publicado en la colección de poesía "La mirada creadora" que creada y dirigida por Elda Lavín alcanza con éste la quinta entrega (tras los volúmenes dedicados a Rafel Fombellida, Philip Levine, Odysseus Elytis y Carlos Salomón en la exquisita serie).
Agradezco a Elda y a Alberto la posibilidad que me han brindado de reencontrarme con un poeta que yacía muerto, como el propio antólogo ha señalado, en "el nicho de las etiquetas". Con un análisis certero, impecable, de lectura amable pero sin duda cargado de balas contra quienes sin conocer o sin profundizar en la poesía de Vivanco se limitaron a etiquetarle y dejarle arrinconado en las notas a pie de página.
De alguna manera, la referencia habitual a su colaboración con la revista Escorial, su relación con los falangistas de primera hornada (esos que luego se apartaron hacia el retiro desencantado o incluso hacia la oposición como Laín o Dionisio Ridruejo) o su religiosidad le amarraban a esa poseía adicta al franquismo, de escaso vuelo, y encerrada más en el oficio y la técnica que en la verdadera pulsión lírica. Ésto es lo que nos habían venido contando, y ésto lo que encontrábamos en los poemas de Vivanco encontrados en las antologías de poesía de postguerra más accesibles.
Pero Alberto Santamaría nos descubre a un poeta bien distinto. Un poeta capaz de maravillosos devaneos con el lenguaje, con la vanguardia, desde su juventud hasta sus impactantes poemas maduros, un hombre que podría haber formado parte de la nómina del 27 de no haber sido tan reservado a la hora de publicar sus poemas primeros, un poeta imaginativo e irónico que bordea tantas veces el surrealismo con imágenes sugerentes y divertidas. Leído desde hoy, desde la mirada contemporánea, Luis Felipe Vivanco resulta pura seducción, pura juventud. Puro lujo.
10 comentarios:
Que claroscuros sobre la vida de ese poeta, al que desconozco por completo.
En una Espana como la de hoy tan aficionada a la "etiqueta" en forma de "memoria" (sobre todo de aquellos que vivieron determinados momentos muertos y sepultados en nuestro tiempo), no deja de ser refrescante ver como hay antologias sobre lo que es (y sobre lo que fue, que no es mas que lo que es en preterito) y no sobre lo que nos gustaria (o quizas creemos que deberia) haber sido.
Quizas en el futuro alguien con finito ingenio, pero con mirada clara y pocas deudas en el haber, se atreva a realizar una antologia de tantos seres pasados por el rodillo de esa "memoria" (entre "apologia", "utopia" y "castigo"), tanto de los que han sido ensalzados a los altares (sacros o paganos poco mas da, todos participan de una misma naturaleza mitologica), como los que han sido dantescamente ubicados en niveles mas calurosos.
Una cosa mas. Supongo no es necesario pertenecer a la "nomina del 27" para ser gloriosamente magnifico...Yo me quedo con la del 74. Ese si fue un buen "anno mirabilis".
Un abrazo
Nacho
Y tanto que puro lujo: me gustaría saber cuánto nos ha costado a todos hacer ver que Vivanco no era de Falange, porque el libro, si no me equivoco, lleva escudito de Marcano.
Qué tal Nacho. En realidad Vivanco fue en su día leído y valorado, como parte de un movimiento más o menos clasicista y más o menos orgánico. De la misma manera que los autores del 27 han pasado por momentos de reivindicación y por momentos en los que han sido denostados o cuando menos relativizados.
En esta antología en realidad se recupera una faceta de Vivanco que tal vez había sido ocultada por su "perfil clásico" y se hace hincapié sobre poemas de carácter avanzado, vanguardista y original que como decía les dota de modernidad y actualidad.
Creo que ese análisis que apuntas se viene realizando casi en cada nuevo estudio crítico: algunos nombres se recuperan o se descubren, otros decaen.
Anónimo, no sé cuánto habrá costado la edición de este libro a las arcas públicas. Sé que la directora de la colección presentó un proyecto a varias instituciones, que varias estuvieron interesadas en el planteamiento, y que la Consejería de Cultura apoyó finalmente el proyecto vía subvención. La tirada es pequeña, el formato también, y no hay excesos ni en papel ni en tapas ...
Así que el coste habrá sido no sólo público sino moderado, y creo que publicar inéditos de un premio Nobel, la poesía completa de un poeta cántabro destacado como Salomón, o realizar un estudio interesante como el de Vivanco lo justifica.
Saludos
No sé si lo acabo de ver, Rukaegos, no sé: tantas negativas sin criterio hacen sospechar que las respuestas afirmativas también son dadas sin criterio. Y que conste que no pongo en duda la justificación de este proyecto por comparación con otros que han sido rechazados, sino por el interés público que pueda tener y que es, en última instancia, el que justifica la subvención concedida por el gobierno. Como iniciativa privada me parece excelente, que conste.
El anónimo de antes.
Hola de nuevo, anónimo.
Entiendo que la ausencia de claridad y criterios en la mayor parte de las administraciones públicas en general y en las culturales en particular, pone necesariamente en cuestión tanto las respuestas afirmativas como las negativas.
En cuanto al interés público, siempre es complicado. En estos momentos, no habia una colección de poesía en Cantabria y creo que el planteamiento de Elda es correcto y ha supuesto algunas entregas importantes.
Pero como te dije, claro que la evaluación del inter´res y utilidad es bastante subjetivo.
Saluducos
Estoy de acuerdo contigo. Debe ser que ahora tengo la cabeza en otra parte y el interés, también. Como soy un poco... un poco... pues eso, un poco así, no puede dejar de extrañarme que no todos coincidan conmigo. Te pido perdón por parecer que busco el contrapié, cuando no es mi intención en absoluto. Y a Elda, mi enhorabuena, por todo, por la edición y por haber logrado el apoyo de Marcano.
Nada que perdonar, Anónimo :) Bienvenido cuando quieras y bienvenidas tus aportaciones.
Obviamente no es necesario pertenecer a la nómina del 27 para ser un magnífico poeta, incluso un magnífico poeta español y de esa época, sin embargo, justo es decir que la denominación Generación del 27 es algo muy amplio que va mucho más allá del célebre acto en el Ateneo de Sevilla que les dio nombre (mi admirado Cernuda, por ejemplo, no está en esa foto y nadie le cuestiona por ello como perteneciente a ese movimiento literario).
Pero tampoco es que sea un artificio estirable al gusto del filólogo de turno, pues cierto es que entorno a esa denomiación se aúnan poetas que tuvieron mucho de trabajo en común con idependencia de las caracerícticas literarias de sus respectivas obras, verdaderamente, y afortunadamente, dispares.
Los unos coincidieron en la Residencia de Estudiantes, los otros en la universidad, otros colaboraron en las misiones pedagógicas de la II República, algunos trabajaron al alimón en prensa literaria y eventos culturales bastante variados... y, en fin, los más compartieron exilio (ojalá, Nacho, no hubiera existido también este lazo histórico-vital de unión, lazo además que se manifiesta en sus respectivas obras, pero existió, existió...)y en cualquier caso, sí hay un lazo literario que les une a todos, el más importante de los posibles: la calidad. Si varios poetas coinciden en el tiempo y en el espacio y además hacen muchas cosas juntos, ¿por qué no llamarlos Generación?. Si encima hacen un acto público en conmemoración de Góngora, poeta entre los poetas, ¿por qué no elegir esa fecha para etiquetar esa Generación?.
Ni en mi paso por la Facultad de Filología de la Complutense ni en ningún otro momento de mis estudios, he encontrado a un sólo profesor que "maltratase" (académicamente hablando) a Dámaso por no haberse marchado o a Gerardo Diego por ser de signo político difente al de la mayoría de sus compañeros.
Lo cierto es que fueron buenos, en mi opinión el movimiento poético más importante en la literatura española después del de los siglos de oro, algunos de ellos francamente extraordinarios, y la mayoría, fieles a la república. ¿Que de este último dato abusan determinadas instituciones y los estudios, becas, subvenciones, que de ellas emanan?. Lo ignoro, pero imagino que es posible.
En cualquier caso, no manchemos la memoria de estos poetas enormes con las torpezas de quienes en ocasiones administran su legado. No confundamos los excesos conmemorativos a propósito, por ejemplo, del centenario de Lorca (recuerdo una genial viñeta de Forges al respecto: un hombre saliendo sigiloso de su casa, bolsa en mano, y el texto "Hombre saliendo a echar la basura intentando no ser sorpendido por un acto de homenaje a Lorca")con que Lorca no merezca ser leído por los siglos de los siglos.
"Amor, amor, entre mis muslos cerrados, nada como un pez el sol".
De acuerdo contigo, Elena. Además, los santanderinos tenemos buenas razones para defender la nómina "oficial" del 27 ya que más que del acto del Ateneo Sevillano procede de la selección realizada por Gerardo Diego para sus dos antologías. En efecto, hay carencias en ellas (seimpre se señaló un cierto machismo de Gerardo que hizo que no figuraran en las antologías algunas mujeres tan relevantes como el resto). Cuando Alberto Santamaría habla de la ausencia de Vivanco, en realidad no sería tal: Vivanco no publicó en su momento los poemas de juventud que le hubieran incorporado a los movimientos vanguardistas, sino que los recuperó allá por los 50. Y esa es la razón por la que no está en un grupo que se formó a partir de las nuevas estéticas que vieron la luz en los últimos 20 y en los años de la República.
Por otro lado, cierto que un gran poeta no deja de serlo porque cambien las modas, pero íncluso así es cierto que unas épocas hacen que la crítica recupere o cuestione figuras que en unos años serán de nuevo revisadas.
Un lujo tenerte en el blog, Elena :)
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