EL INFINITO LLEGA HASTA MADRID
(Con orquesta incluida)
Ha sido una gran noticia la aparecida hoy en la prensa cántabra, toda una revolución científica la constatación de que el infinito tiene límites y se extiende desde Cantabria a Madrid, con un ritmo peculiar a caballo entre picayo y chotis.
Que Cantabria no tenga a estas alturas ni Conservatorio Superior de Música ni orquesta habla de muchos años de carencias en el compromiso cultural, de una incapacidad para establecer políticas culturales de base y una alegría casi desbocada por el fasto ocasional (estacional más bien) y los intereses colaterales. No nos olvidemos de qué voces son las que a las claras (al menos esas tienen cierta no sé si valentía o arrogancia) y a las oscuras (cobardonas como suelen) explican a quien quiera escucharlas que una orquesta en Cantabria sería cara, ineficaz, mala, inadecuada y no se sabe cuántas quisicosas más; que es mejor una duplicación de conservatorios medios antes que apostar por la seriedad y la ambición de un centro de enseñanzas musicales superior.
El próximo domingo, con "gran expectación" como afirman los medios, se celebrará un año más en Madrid el Festival de la Música Popular de Cantabria que organiza Radio Nacional de España con varias colaboraciones institucionales. Y se celebrará con dos protagonistas de excepción: la Orquesta Cantabria Infinita (sic) y la Coral Salvé bajo la batuta no menos infinita de su infinito fraile.
¿Orquesta Cantabria Infinita? ¿Pero qué clase de engaño es éste? Cantabria no tiene orquesta, nunca se ha trabajado para dar forma a una institución musical estable y rigurosa, no se han realizado compromisos, procesos públicos que expliquen qué, cómo y cuándo vamos a tener esa orquesta, etcétera. Pero eso no afecta para que desde las alturas se nos diga que esta formación oficialmente inexistente (orquesta bolera, podríamos decir) podría ser el germen de no se sabe bien qué futuro. Un futuro que nacería, pues, y una vez más, sin planificación, sin otro sentido que el de maquillar egos y promesas incumplidas.
Pero es que además se nos habla de una gran gala sinfónico-coral dedicada a la música tradicional de Cantabria. A menos que en vez de violines apliquemos rabeles a las partes cordales, requintos y gaitas como aerófonos y panderetucas para la percusión, uno no acaba de ver cómo una música tradicional hermosa como la cántabra, que siempre se centró en cantos a solo, solos o dúos instrumentales, y pequeñas formaciones vocales monódicas, puede dar el salto a la orquesta (prefiero ni pensar en los arreglos que, les puedo garantizar, no estarán firmados por Rimsky-Korsakov ni por Falla) y seguir pretendiendo ser tradición, música, cultura de Cantabria.
Aunque lo mismo nos quieren colar una nueva invención y nos demuestran con sabe Erudino qué sesudas investigaciones de la Universidad de Wisconsin-Sur que en nuestras romerías de antaño intervinieron la Filarmónica de Bostronizo, la Sinfonietta de Los Carabeos, la Orquesta de Cámara de Ruilobuca o el Collegium Musicum de Sámano. Cosas veredes.
6 comentarios:
Oh, ya tenemos orquesta, y yo con estos pelos!
Este gol por la escuadra es equivalente al modo como se ha ido adquiriendo obra para el futuro museo de arte contemporáneo de Cantabria o como de en llamarse en un futuro no sé si próximo pero sí predecible: Marcano & Cía han ido comprando aquí y acullá lo que les ha venido en gana, a tontas y a locas, sin todavía estar siquiera definido el perfil temático sobre el que se ha de asentar el museo. Planificación, cero. La creación del fondo está siendo como ir de shopping con Paris Hilton: me gusta, lo compro. El resultado: una colección caprichosa, sin criterio y lo que aún es peor: baldía. Apenas va a ser detonante de nada.
Recorrer la colección estable del museo será hacer un recorrido por el laberinto mental de Marcano. Ya me veo perdido para siempre. Me llevaré alimento, a ver cuánto aguanto vivo.
Es increible, de verdad, lo de esta región cada vez menos nuestra (de la población) y más suya (de quien toma decisiones en beneficio propio), es increible.
Orquesta... sí: ni de hilo musical.
Hola amigo:
Pues una Comunidad Autónoma como Cantabria, con la proyección que su solo nombre genera, debería tener un Conservatorio Superior de Música, así como también una orquesta.
Pienso que el entramado político-institucional sólo asumirá estas propuestas cuando un amplio movimiento ciudadano se las exija.
Recibe un fuerte abrazote amigo.
Marcacantabria (por lo de Marcano & cía) ha convertido a Cantabria culturalmente en una estafa.
Me gustaría expresar mi opinión como aficionado a la música y contribuyente a la Hacienda cántabra: el Sr.Saturio me merece todos mis respetos como persona y como músico que intenta abrir sus caminos;está en su pleno derecho y es lo mejor para cualquier artista, mostrar lo que es capaz de hacer y que el público lo juzgue. Pero... no estoy en absoluto de acuerdo en que con muestros dineros se haga una orquesta en Cantabria sin la calidad suficiente y sin que se convoque un tipo de concurso-oposición libre y con un jurado independiente, de manera que accedan a las plazas de profesores los mejores músicos posibles,sean de donde sean,y así podamos tener una orquesta del mejor nivel posible, que sea un auténtico aliciente para los aficionados y para los ciudadanos en general, para acudir a sus conciertos,y que sirva como acicate para el trabajo artístico y la mejora interpretativa de todos los ya músicos o que estén camino de ello.
Lo de Cantabria infinita y sus músicas me parece un despilfarro económico al menos para los ciudadanos y sin futuro cultural ninguno digno de ese nombre.
No hay nada más peligroso que un responsable público de cultura con aires pretenciosos. Las pirañas a su lado son trozos de algodón.
Suscribo vuestros comentarios. Como bien dice Orfeo, no se trata de cuestionar la valía de los músicos ni la de Mariano. A quien como mínimo hay que reconocer entusiasmo y ganas, un esfuerzo por generar un conjunto musical en Cantabria y como también bien dices, el valor de presentarse ante el público con el resultado de tu trabajo. Sino de poner cara de susto al encontrarme de nuevo con una orquesta que oficialmente NO existe y que empieza a hacer unas funciones que no le corresponden, con unos procedimientos que no son los adecuados ni los profesionales ni los legales. Y de mucho susto simplemente con pensar todo lo que hemos esperado a tener una orquesta para que al final nos encontremos con una sabediosquésta de aquella manera.
Pero, escéptico, hay Egos muy difíciles de saciar (y no todos empiezan por Iñ).
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