martes, diciembre 09, 2008

BANDERITA, TÚ ERES ROJA , BANDERITA, TÚ ERES GUALDA ...

Nunca he tenido afectos nacionalistas, ni centralistas ni periféricos, y tal vez por eso no acabe de comprender la obsesión de unos y de otros de colocar símbolos por doquier y, en la medida de lo posible, hacerlos propios y exclusivos.
Ondea ya, si la lluvia lo permite, en Puertochico el último capricho del Alcalde-Ingeniero: Una bandera de España de 70 m cuadrados que permite reafirmar y exaltar la españolidad de Santander. Una españolidad que no sabíamos hubiera sido puesta nunca en cuestión, pero así son las cosas.
Por supuesto, no me molesta que la bandera nacional ondee en lugar alguno. Pero me parece que lo correcto es su presencia en los edificios y ámbitos oficiales. Así como en fiestas populares y tiempos especiales, en los que como suele ser costumbre en tantos lugares de nuestra geografía (el Carmen, por mi barrio de siempre).
Lo que ya no tengo tan claro es la medida en la que ciertos grupos secuestran los símbolos nacionales y, con el pretexto de que son de todos, los cargan de significados laterales que tienen como efecto apartar de los mismos a quienes no comulgan con ciertos discursos. Así ocurrió durante el franquismo, y eso explica que en España no haya precisamente buen rollito entre la ciudadanía y los símbolos nacionales. Eso, me temo, está volviendo a ocurrir con episodios como el llamamiento con pose de jefe de estado de Rajoy el año pasado para celebrar la fiesta nacional colgando banderas de ventanas y balcones, con las manifestaciones (¿o serán procesiones reivindicativas?) episcopales contra todo modelo de familia que no pase por su control e inspección, las convocadas para llamar traidor a la patria a Zapatero o clamar que España se rompe. Y las banderas de Colón o Puertochico, que no nacen ni de una necesidad, ni de un consenso, ni siquiera de una consulta que por pura educación debería haberse hecho a otros grupos políticos, andan en la misma dinámica.
Una bandera es un icono. Cuando la vemos, deducimos significados de su presencia. Y el pasado sábado unas pocas banderas acompañaron a la de Puertochico en su primer día en las ventanas de Castelar y alredededores. Nadie hubiera leído en esas banderas "aquí vive un patriota" (sea lo que sea lo que quiera decir esa palabra) sino "aquí vive alguien del pepé".
Como decía al principio, no necesito ayudas textiles para tener clara mi identidad nacional. Que tiene que ver con la cultura, con la historia, con el idioma ("la sangre de mi espíritu es mi lengua / y mi patria está allí donde resuene" escribió Unamuno), con la familia, con los afectos ... Tal vez por eso no necesite banderas rojigualdas ni de otras gamas cromáticas en los ojales, los cuellos, los puños, las pulseras, los tirantes o los calzoncillos. Y algunas en particular me parezcan superfluas en los mástiles.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Si es que no pueden evitarlo, se les ve el ramalazo fascistoide en cuanto quieren presumir de demócratas y constitucionales. Para ejemplo el artículo de Castañeda en EDM el día 7. Un artículo en el que con la intención de reforzar la propuesta del alcalde suelta una diatriba sobre la bandera patrimonio de todos, la constitución, la españolidad, etc.
Pero claro, tanto hablar de la Constitución que no ha tenido tiempo de leerla, ni siquiera uno de sus primeros artículos, el 4, que dice textualmente “está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja”, no ROJIGUALDA como ha destacado en negrilla el demócrata Castañeda.
Gualda es una palabra procedente del germánico WALDA y al pequeño gallego con voz de pito le debía encantar por su origen, pero la constitución suprimió aquella ridiculez de término para devolver el más español, por su origen latino, de amarillo.
Castañeda ha tenido un traicionero y triste desliz como escritor, pero un intolerable error como director del medio en el que apareció publicado.
¿O no?

Alfonso Saborido dijo...

Aquí en Cádiz, pusieron una bandera grande, que ha sido todo un cachondeo, con tu amiga Teo, que ya se recordará en Carnavales.
La pusieron un día de lluvia, con un viento de levante de miles de kms por hora.
La bandera que se moja. La bandera que se cae. La Teo como una rata recién salida de una alcantarilla.
Los paraguas volando. La bandera al suelo. La banda de música tocando gorgoritos porque les entraba agua por el trombón. En fin.
Al segundo intento funcionó.
Han robado los símbolos, y hay que decirlo alto y claro.
La bandera de España no representa - no digo legalmente, sino moralmente - a los fachas.
Igual que los crucifijos, que antes representaban a un hombre de paz o a Dios, y ahora representan a Rouco, Cañizares y compañía.
Hacen daño, mucho daño. Sobre todo a ellos mismos, que son los que les dan importancias a estas cosas.
A mí, plin. Yo duermo en pikolín.

Rukaegos dijo...

¿Pero qué esperabas de Castañeda, enore?

¿Hay grabaciones en youtube de esa película de Los Hermanos Marx en Cádiz? Por cierto, que aunque sea cántabra de origen os la regalamos con todo el cariño for ever and ever ;)

Anónimo dijo...

Hola! estoy muy muy de acuerdo contigo, una vez más. saludos muchos. C.

José Luis Urraca Casal dijo...

Supongo que ya habrás visto la censura que la televisión italiana ha aplicado a Brokeback mountain en horario nocturno. Ya tienes tema. Si tengo tiempo lo trataré en el personal.

Rukaegos dijo...

José Luis, voy a acabar siendo un blog exclusivamente lgtb jaja y no era eso lo que pretendía, pero ahora me pongo a escribir sobre derechos humanos y aprovecharé para hablar de teleberlusconi.

Curro, que al final tendremos que acordar un café la próxima vez que me pase por los madriles, ;)

Anónimo dijo...

Querido Rukaegos,

Desde que recuerdo, en Espana ondear la bandera (salvo en edificios publicos o en algaradas publicas de la seleccion de futbol) siempre tuvo, y ha tenido, mala prensa. Eres capaz de imaginar, Rukaegos, un dia nacional en el que la gente pusiera la bandera en sus balcones, como si fuera algo normal, sin que implique un posicionamiento que, indulgentemente, calificare como politico-ideologico, como ocurre en paises como Holanda (Koninginendag), Inglaterra (en "Remembrance Day") o Francia (La Bastille... parce qu'il n'y en n'a qu'une et une seule au monde!). Lo dudo.

Claro, fueron los colores de la dictadura, siquiera con blasones diferentes, y algo queda. Pero, de un tiempo a esta parte, se ha generalizado una frase que habeis repetido aqui: "el robo de los simbolos". Se ha puesto de moda, si pudiera decirlo de esta manera. No se quien ha robado que, pero es evidente que tal "robo" no se entiende si no viendo la pintura completa en la que, penosamente, no hay mas que una competicion "simbolica" de banderas, diadas, "naciones" y otras "cosas veredes", de gusto dudoso, necesidad cuestionable, e intereses posiblemente espureos.

En fin, mientras unos dicen que "los otros" roban simbolos, los de mas alla dicen que la "bandera divide", la niegan valor, al tiempo que idolatran su ensena. Como resultado de tanto furibundo griterio, un simbolo, el que sea (remedos de Union Jack, sangre de Wilfredo hecha gules sobre campo de oro, o "rojas y gualdas"), se convierte en mucho mas que eso, sea para airearlo o para consumirlo por lenguas de fuego.

De "idolatrias" entiendo poco. En todo este pandemonium, en ocasiones quizas me pregunte cual es mi bandera: la rojo y gualda (tampoco hay que llevar al extremo el rigor de los terminos), la cruz de los angeles sobre campo de azur, los cuarteles de sangre y plata con castillos y leones rampantes, o quizas la cruz de Borgona, la de los tercios altivos, de mi ninez. La cosa, Rukaegos, se complica, cuando uno se dice republicano, y sin embargo, no le surge "idolatria" alguna, ni siquiera sentimental, a la tricolor (un simbolo mas de esa competicion, si me permites decirlo).

Pero sabes, una cosa, Rukaegos, cuando un dia descubres los colores espanoles ondeando en mastil en el extranjero, uno dirige su mirada hacia alli, y uno esboza una sonrisa pensando quien la habra puesto... Y aunque solo por eso, a mi la bandera de Espana me gusta.

Un abrazo.

Nacho

Alfonso Saborido dijo...

Ahí tienes una referencia...

http://www.lavozdigital.es/cadiz/20080319/local/cadiz/bandera-200803191906.html

Rukaegos dijo...

Gracias Alfonso :)

Cómo estás Nacho. Creo que en realidad estamos bastante de acuerdo. Quizás tenga suficientemente clara mi españolidad como para necesitar de esa guerra de símbolos que sigo viendo necia y gratuita. Sobre todo cuando, como en el caso santanderino, se contextualiza como una especie de compensación: La ley me obliga a retirar la estatua de homenaje a Franco, luego antes de quitarla coloco una bandera king size para que no se me revolucionen ciertos sectores. También quitará un escudo republicano que andaba cerca de patxi (que según algunos amigos historiadores es de la Iª y no de la IIª República), pero para ese no tiene prevista compensación simbólica alguna. Vamos, que se abunda todavía más en la apropiación del símbolo.

Por lo demás, por supuesto que a todos (a la mayoría) nos agrada encontrarnos la rojigualda cuando estamos, como diría el cuplé, "en tierra extraña".

Ojalá llegue ese día, Nacho, en el que podamos todos utilizar las banderas sin segundas ni aviesas intenciones, sin utilizarla como arma arrojadiza o sectaria. En Santander eso ya ocurre en las fiestas del Carmen: nadie pensaría nada extraño ante las banderas de España que cuelgan de los miradores cada 16 de julio. Sólo que estamos de fiesta y engalanados :)

Un saluduco envuelto en salsa holandesa :)

Anónimo dijo...

Me empieza a parecer bochornoso el patriotismo enfermizo y rancio de nuestro querido alcalde, con su toma unilateral de decisiones adoptadas sólo para contentar a unos pocos, concretamente a los nostálgicos trasnochados típicos del Paseo de Pereda que ahora se encontrarán afligidos por la pérdida de su guía ferrolano en bronce. En fin, ojalá la legítima tricolor pueda ondear en ese emplazamiento en un futuro próximo. Y por lo que más queráis, trabajad duro para quitar la mayoría absoluta a este elemento incalificable.

Rukaegos dijo...

Pues no me pillas muy optimista con tu última frase, anónimo. Y mira que me duele decirlo. Pero creo que estamos en Santander totalmente desnortados. Si a eso le sumamos demagogias, fotos, amigos en la prensa, y demás maquillajes del rey desnudo, digo del ingeniero, ponte en lo peor.

Ojalá pronto pueda decir que está cambiando el panorama por hoy por hoy, es lo que hay.

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