MUDANZAS PALEOLÍTICAS
En el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria andan estos días de mudanza. Un trajín constante de cajas se va llevando de su antiguo alojamiento tantos tesoros que nos recuerdan los primeros pasos del homo sapiens por las tierras del norte. El bastón de mando de la Cueva del Castillo, la espátula de La Garma con el grabado de una cabra montesa, la espátula en forma de salmón, la Estela de Zurita, la hebilla visigoda de Santa María de Hito se cuentan entre mis piezas favoritas, más sensible siempre a la dimensión artística que a la antropológica, sin que eso signifique que no me sienta abrumado por las huellas que en sílex, flechas, arpones o azagayas fueron dejando nuestros antepasados más antepasados, los que habitaron las cuevas y dejaron en algunas de ellas esas pinturas rupestres que desde hace unos meses son Patrimonio de la Humanidad.
Merecía mejor suerte la importante colección paleolítica (y aunque menos relevante también el resto de las piezas) de nuestro Museo de Prehistoria que la que ha venido sufriendo a lo largo de la historia. Muchos recordaréis los años de las piezas cubiertas de polvo y señalizadas con cartulinas escritas a mano. El esfuerzo de modernización de hace unos años (siempre con el trabajo dedicado del personal del Museo) permitió sacar algo de partido al cuchitril que ocupaba en el semisótano de la antigua Diputación Provincial, y al menos convertir las visitas en una experiencia grata, aunque se mantuviera la institución anclada en una provisionalidad que va camino de hacerse permanente.
Se habló del Museo de Las Llamas como destinatario final ... ese mismo museo que apareció hace unos meses en un reportaje de un dominical nacional entre las arquitecturas imposibles, los grandes proyectos aprobados en diferentes ciudades y que ya seguramente no verían nunca su concreción urbanística. Se habló de la posibilidad de aunar colecciones cuando abrieron sus puertas la Neocueva y el Museo de Altamira, una posibilidad de poner todavía más en valor nuestros fondos prehistóricos, pero qué difícil debe de ser poner de acuerdo a dos administraciones que no quieren renunciar a privilegios y pernadas. Volvió a la primera página de la actualidad cuando entre las artimañas del Ayuntamiento de Santander para evitar la construcción del Edificio Moneo se argumentó que el armatoste marmóreo de la vieja diputación era un edificio de protección singular por albergar en sus habitáculos al Museo de Prehistoria. Estuvo cerrado en esos mismos meses en que se iniciaba el márketing local de lo de Santander 2016. Y ahora regresa a los papeles para dar cuenta de su traslado, de nuevo provisional, a unos locales alquilados en la Avenida de los Castros y al Edificio Tabacalera, en espera de su nuevo destino provisional en los bajos de la reproducción el lego del aniquilado Mercado del Este para quién sabe en qué año cuántico acabar en un Museo al que ya no sabemos si esperar.
Perdidos siempre en fastos y fuegos fatuos, qué pena da constatar el poco cariño, el poco interés, el poco cuidado que las instituciones cántabras responsables del patrimonio cultural han tenido con algunos de los mejores testimonios de nuestra herencia histórica y artística (el caso del museo es sólo un ejemplo cualificado). Y el profundo desapego con sus mejores páginas de una sociedad que ha vivido su deterioro o menosprecio (según los casos) con esa pasividad endémica que tal vez latía ya en el conocido verso de Amós de Escalante: "Musa del Septentrión: Melancolía".
10 comentarios:
Gracias por tu valentía, Ruka...
valentía??
Pero si todo esto es vox populi anónimo :), y lo de que se caen los Acevedos en Hoznayo, y lo de que hemos estado a punto de quedarnos sin Riva Herrera y ... y ... y ...
Saluducos
Lo del Museo de Prehistoria tiene guasa. ¿Dónde están las voces y plumas de tanto erudito, intelectual orgánico, profesor de esto y de aquello...?
...y sin embargo, apenas se leen timídisimos comentarios (como el tuyo en esta entrada) que digan que lo de la capitalidad cultural es, simplemente, una canallada. Me da pereza empezar a argumentar por qué, pero es que da asco ver que ya hay dinerito público circulando por el pesebre de una candidatura que a nadie interesa porque todo el mundo sabe que es imposible de lograr en una ciudad en la que los museos mueven a la risa, las bibliotecas al llanto y los políticos -de todo signo- al asco.
Pues escéptico, como somos todos mayorcitos cada uno sabrá dónde y por qué está.
Traveler: en lo que a mí respecta, escribí en septiembre, nada más proclamarse la candidatura, mi opinión al respecto. No creo que sea especialmente tímida, y si mal no recuerdo recoge más o menos todo lo que has apuntado en tu comentario, a lo que podría añadir muchas otras reflexiones y críticas sobre realidades culturales de estos pagos. Aquí escribía sobre otra cuestión, y sólo en lo que me pareció estar relacionado apuntaba el "timidísimo comentario".
Saludos a los dos :)
Disculpa: se me escapó tu otra entrada.
Comenté esto porque, aunque fuera indirectamente, una cosa me trajo la otra a la cabeza.
Lo mejor es lo del edificio del archivo histórico, situado sobre una marisma. Eso sí que es una idea brillante. Documentos, pliegos, bien cerquita de la humedad, y actualmente depositados directamente sobre el suelo. Brillante. Y luego nos gusta la historia "de Cantabria", por supuesto. Y así lo demostramos a la hora de la verdad.
No ahcen falta disculpas, Traveler, simplemente recordaba el comentario antiguo, donde quedó clara mi postura. Otra cosa es que al final muchas cuestiones ajenas a nuestra voluntad nos hagan entrar en un bucle perverso en el que tomada la postura, te obligan/te obligas a convivir con los preparativos de tan imposible fasto.
Hidalgo Caballero: La historia de Cantabria nos juzgará ;) (y les juzgará, claro)
Vengo desde el blog de Javier Caso. Me sorprende ver "Santa María de Hito". No conocía la existencia de este pueblo. Como verás en mi firma mi nombre es Maria de los Hitos, es el nombre de la patrona de Alcántara (Cáceres).
Nada, que seguiré visitando tu blog y sorprendiendome gratamente.
Gracias por tu visita, Hitos.
Santa María de Hito es un pueblín en el municipio más meridional de Cantabria, Valderredible, en el que se halló una importante necrópolis altomedieval (donde hallaron la preciosa pieza arqueológica que menciono).
Y cómo no, decirte que tienes este blog a tu disposición siempre que quieras :)
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