sábado, marzo 20, 2010

POR DIOR, QUÉ DISPARATE ...


Han corrido estos días por la red las declaraciones del modisto Karl Lagerfeld, alma actual de la casa Dior, y ayer algunos de mis contactos de Facebook me preguntaban mi opinión. Y un par de horas antes de que entre de manera oficial la primavera en nuestras vidas, paso a dar cumplida respuesta.

Lagerfeld, en una entrevista concedida al cineasta Bruce La Bruce y publicada en la revista Vice, afirma ser contrario al matrimonio entre dos homosexuales, porque el matrimonio es una institución burguesa y como tal reprobable, así como contrario a la adopción por parte de una pareja de hombres, porque sería absurdo para un niño tener un papá que trabaja y otro que cuida la casa (huele un poquito a alcanfor esta visión del matrimonio y la familia, pero al parecer Lagerfeld no se ha enterado de que hay millones de parejas en el mundo en las que ambos integrantes desarrollan una actividad profesional) . Eso sí, matrimonio y homoparentalidad le parecen correctos entre dos lesbianas. De la misma manera, afirma no comprender a los que hacen de la homosexualidad un drama porque para él nunca ha sido un problema y concluye que es una mala idea mantener relaciones sexuales con la persona a la que amas, porque eso conduce al final de la relación, y que para el sexo están los prostitutos de lujo si eres millonario y el porno si tienes la mala suerte de no serlo. En fin, en pocas palabras, todo un monumento a la frivolidad, la ignorancia y el disparate.

En lo que al matrimonio se refiere, quizás no ha sido capaz Lagerfeld de darse cuenta de que en realidad la reivindicación del acceso a la institución matrimonial es la reclamación de la igualdad civil para todos los hombres y mujeres, con independencia entre otras cosas de su orientación sexual. Me parece interesante el análisis de algunas personas sobre la posible falta de modernidad del matrimonio, pero el fondo del debate es o matrimonio sí, y para todos, o matrimonio no, y también para todos. Se trata de una opción, y quienes prefieran vivir en su brillante mundo de charol, al margen de las convenciones burguesas (porque claro, la moda tiene poco que ver con la burguesía y el aburguesamiento) podrán seguir haciéndolo al margen de que alrededor se encuentren con gays que hayan elegido el matrimonio para dar solidez social y legal a su relación.

Su aceptación del matrimonio y la familia para las lesbianas cuando no para los gays, riza el rizo. Así que las lesbianas sí son para Lagerfeld convencionales y burguesas... Mejor no comentar, pero tal vez el discurso feminista que tantas veces acompaña la realidad lésbica sea una de las mejores señales de que en general las lesbianas resulten mucho menos convencionales que los gays, aunque esta afirmación seguiría siendo tópica. Perdido, eso sí, en su egótica burbuja de glamour, su idea de que una mujer es más adecuada para criar a un niño se basa en un argumento de profunda raíz científica: él se llevaba mejor con mamá que con papá.

Me parece más hueca y molesta su crítica hacia quienes ven de manera dramática la homosexualidad. Puede que él haya sido afortunado al no vivir de manera traumática su orientación. Pero en un mundo donde las agresiones, muchas mortales, contra la dignidad y derechos de las personas lgtb sigue siendo cotidiana, tal vez habría que preguntar al modisto si Matthew Sheppard debería haber sonreído a la moda mientras lo mataban a palos, o si Nemat Safavi debería consultar catálogos de Dior mientras aguarda su ejecución en Irán. Y fíjate si serán tontos que prefieren ser unas reinonas del melodrama, si va a tener razón el Tío Lagerfeld.

Termino con todo un ejemplo del ridículo al que la fatua vanidad de algunos personajes puede llegar. Él no se acuesta con los hombres a los que ama, aunque sí frecuenta los prostitutos de lujo, con actitud más L'Oreal que Dior: "porque él lo vale". O lo que es lo mismo, porque tiene la cuenta corriente lo suficientemente saneada como para que un morenazo haga de tripas corazón y se beneficie al apuesto (y rico) diseñador. Eso sí, no sé si sus acompañantes habituales (cobren o no) habrán quedado contentos con una afirmación que les pone en una posición no por sospechada menos molesta. Para los pobres, siempre quedarán los chaperos de esquina y las películas porno. O algo peor, el sexo con amor, qué poco estilo.

Prejuicios, ignorancia, homofobia interiorizada y elitismo de la Señorita Pepis parecen ser las apuesas de Dior para su colección de primavera-verano. Para llevar con desvergüenza y poco sentido del ridículo.

Juego de agudeza visual: ¿Quién de los acompañantes de la foto es el novio y quién el prostituto?

6 comentarios:

Agata dijo...

Adelgazar demasiado es perjudicial para la salud mental...

Anónimo dijo...

En fín, Rukaegos: Un hombre que lleva alzacuellos para tapar su papada, guantes para tapar las manchas de sus manos, relleno en el pantalón para marcar paquete, montones de operaciones estéticas para tapar las arrugas de su cara y mucho dinero para pagar un poco de sexo es un hombre con poco criterio y nulo interés,no?

Rukaegos dijo...

Pues tenéis razón las dos, jaja. Patri, era una disculpa para incorporar a mi galería de imágenes al chulo de la derecha de la foto.

Después de boicotear a Dolce y Gabanna por berlusconianos y declaraciones similares y ahora a Dior, voy a acabar por no encontrar ropa mona.

Jesús Cabezón dijo...

¡¡Que espanto!! Lagerfeld me parece un fantasmón casposo a pesar de su estampa.
Escéptico

Rukaegos dijo...

Por cierto, rectifico, que me equivoqué al poner lo de que tengo boicoteado a Dior, que el Lagerfeld es de Chanel (pobre Marilyn)

BRUNO6 dijo...

Pues a mi la opinión de éste... Como si fuese una autoridad en álgo medianamente serio y un creador de opinión a tener en cuenta.

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