A estas alturas de la película me parece que poco importa ya el significado que en un determinado momento histórico pudieron haber tenido la Revolución Cubana y su reinvindicación de lo que se llamó el "Socialismo de rostro humano" frente a la fría realidad del "científico" y su terrible experiencia totalitaria; pierden relevancia los avances y logros obtenidos en materias como la cultura, la educación o la sanidad (no sé si todos pero sí la gran mayoría de los regímenes totalitarios de larga duración acaban aportando algún dato favorable en su gestión del día a día, lo que no sirve, nunca debe servir, para justificar sus desvaríos de origen y su permanente afrenta a los derechos humanos); carece de sentido especular sobre cuál hubiera sido la evolución del sistema castrista sin la presión indecente de un embargo que han pagado los cubanos de a pie y no los jerarcas del régimen.
No, porque a siete años de la "Primavera Negra" en la que se produjeron arrestos arbitrarios y condenas severísimas contra los opositores pacíficos, se pone de manifiesto una vez más la intransigencia de los Castro, su desprecio absoluto por las libertades civiles y su incapacidad para generar algún atisbo de apertura hacia una Cuba democrática y nueva.
La muerte de Orlando Zapata, como la actual huelga de hambre de Guilermo Fariñas vuelven a situar al régimen cubano en la diana de la indignidad pública, y vuelven a recordarnos que hay en la isla un gobierno incapaz de asumir sus responsabilidades de guardia y salubridad de las personas directamente a su cargo (la población reclusa) y de que la única respuesta ante la necesaria ansia de libertad de tantos cubanos es la agresión y la amenaza contra quienes se atreven a alzar la voz.
De nuevo, no es la primera vez en tiempos recientes, recordemos las Madres de Mayo en Argentina, las Mujeres de Negro en Bosnia o Israel, son las mujeres las que asumen el protagonismo y asumen el compromiso de luchar en primer lugar por el bienestar y libertad de sus seres queridos, de sus familiares, para en un paso más al frente multiplicar su denuncia hasta hacerla extensiva a toda la sociedad cubana. De nuevo, el régimen de los Castro pone en marcha su maquinaria de abusos y amenazas, moviliza a sus aparatos de propaganda y saca a la calle sus "brigadas de choque" para denunciar a los disidentes pacíficos, a los opositores demócratas como "gusanos", "traidores", "espías" y "delincuentes comunes". Con el inestimable apoyo internacional de algunas voces que enamoradas de una Cuba de tarjeta postal que poco tiene que ver con la real, que desde la complacencia con la vieja y utópica idea del Socialismo Humanista, parecen incapaces de ver o de entender la otra realidad isleña, y que en España ha tomado la voz esta vez de Willy Toledo o Miguel Bosé.
Las "Damas de Blanco", esas mujeres comprometidas a las que los esbirros de la dictadura llaman "gusanas", continúan sus siete días de lucha pacífica en Cuba. Las voces en favor de la libertad como las de la bloguera Yoani Sánchez continúan alerta y vivas, sin rendirse a las amenazas y las agresiones. Y Cuba continúa esperando un futuro limpio y libre. Un futuro contra el que ya hace mucho tiempo que no caben más disculpas.
8 comentarios:
Estupendo, Regino. Dos primos de mi madre, muertos ya, que eran hermanos, estuvieron 22 y 26 años presos en las cárceles de Castro. Cubanos, partidarios en un principio de la revolución "utópica" de Fidel, cuando empezaron a pensar por sí mismos, resultaron incómodos y fueron presos.
Que alguien explique a los willies toledos y al tonto pseudo¿intelectual? de bosé que nadie debe ser encerrado por sus ideas. Algo tan simple como eso.
Por cierto, como parece que siempre hay que justificar que por decir esto no estamos a favor del imperialismo yanki (chávez dixit aún en términos ya desfasados, quién habla así a estas alturas?), añado y concluyo: jamás he votado ni votaré al PP.
Hola: Por si te interesa contrastar puntos de vista.
http://www.kaosenlared.net/noticia/carta-madames-cheque-blanco
Gracias, Mariano. Lo he leído, y al margen del lenguaje, innecesariamente burdo e insultante, hay dos o tres cosas con las que estoy de acuerdo y diez o doce con las que no. Yo no he vivido en Cuba, como afirma haber hecho Carlos Tena, pero sí he estado en algunas ocasiones y no precisamente en las playas de Varadero, sino conviviendo con cubanos. Tengo mi propia información, y no se parece en mucho a la de Tena.
Te pongo un ejemplo, supongo que en los tiempos de la dictadura fue posible y real, pero yo no estoy acostumbrado a que la policía entre en mi habitación a las cuatro de la mañana sin pedir permiso o llamar, sólo para una comprobación rutinaria y confirmar cuántas personas están durmiendo en la habitación. Puede parecer anecdótico, pero me parece un buen síntoma de cómo se respeta a las personas en la isla. Para hacer alguna visita o ir un día a la playa, dependía de cuáles era a las que podían ir los cubanos y de la suerte, porque en ningún caso podría estar yo en la playa con ellos. Otro buen dato. No sé qué bodega habrá visto Tena, pero en Santiago de Cuba vi varias vacías, y en un año malo para el turismo, vi a mucha gente desesperada. Y por si acaso, no tuve contacto con la disidencia, de hecho algunas de las críticas más feroces contra Castro las escuché de militantes del Partido Comunista Cubano.
Hola Rukaegos: Desde luego reconozco que las vivencias de cada uno marcan en gran medida las opiniones y, por tanto, no voy a intentar convencerte de nada. Solamente me gustaría decirte que yo también he viajado en varias ocasiones a Cuba, he trabajado en la solidaridad con Cuba, he vivido en casas de cubanos de variada condición y tampoco conozco Varadero.
En todas mis relaciones con cubanos dentro de la isla jamás he sido testigo de casos como los que mencionas. Si he querido ir a la playa, o a cualquier otro lugar, nadie ha puesto impedimentos a mis acompañantes (he cruzado la isla con una pareja de amigos cubanos, que no describiría como adeptos al régimen) y, desde luego, nunca he visto actos de represión como el que comentas.
Si embargo, que casualidad, un norteamericano que conozco (residente en España) si que me confesaba en una ocasión lo harto que se sentía de que la policía de su país entrara en casas de la gente a cualquier hora y por cualquier motivo. Pero eso, tal vez sea un caso aislado. No por ello vamos a hablar mal de la gran democracia made in U.S.A.
Cuba está hecha de imperfecciones, por supuesto, pero no estaría de más que a la hora de juzgar hiciéramos previamente algún ejercicio de sinceridad para con lo de casa. ¿O es que en este país podemos dar muchas lecciones a nadie?
De todos modos, considero que si Cuba ha de compararse con algún otro país, no ha de ser precisamente con España (un poco presuntuoso por nuestra parte ¿no te parece?).
Se me olvidaba decirte que también he visitado algunos otros países de Latinoamérica, muy democráticos ellos, en los que hay muchísimas personas (muchas más que en Cuba) que no tienen acceso a la bendita democracia, porque la democracia no es para pobres, y sufren represión de democráticas policías y muy democráticos paramilitares (sobre todo a la hora de reprimir: da igual unos pobres que otros). Y no te quiero decir ya en dónde se queda la “libertad” para toda esa gente. Eso sí, en esos países votar, lo que se dice votar, se vota. En algunos, incluso, cuando hay un terremoto o cualquier otra catástrofe con miles de muertos pobres, el palacio presidencial se resquebraja.
Pues mira, Mariano, así como del artículo de Tena sólo extraigo propaganda, muy similar a la que aquí se escuchaba en los tiempos de la dictadura, con el tuyo estoy básicamente de acuerdo. Aunque imagino que haya muchos matices.
En ningún momento he defendido en el artículo que en Cuba se deba implantar nuestro modelo ni ningún otro, simplemente creo que ha llegado el momento de que se respeten los derechos humanos, se termine la persecución de la disidencia pacífica y se articule un modelo democrático (hay muchos y bien diferentes). En el caso de los derechos humanos, la cosa es que o nos los creemos o no nos los creemos. Tengo perfectamente claro que (como de alguna manera apuntaba en el texto) los logros y las apuestas en educación, cultura y sanidad de Cuba hacen que los cubanos vivan sin duda mucho mejor que los habitantes de otros países de su entorno. Y también que sin el bloqueo norteamericano, puede que ciertas carencias estuvieran hoy subsanadas o matizadas.
Pero en todo caso, instituciones como la censura, la vigilancia social, los presos políticos y las represalias contra los disidentes no encajan en lo que yo pueda imaginar como un país que me guste.
En cuanto a las experiencias cubanas, hay diferencias notables entre unas provincias y otras. Incluso dentro de las propias ciudades hay zonas y zonas. Pero en todo caso mi experiencia es la que te he contado.
Que en Estados Unidos la brutalidad policial es un cáncer lo tengo claro. Pero también que con todas sus imperfecciones, es un país donde hay cambios de gobernantes, resortes para restablecer el derecho cuando el poder se pasa de rosca, etc. De la misma manera que en Cuba no todo es negro o blanco, tampoco en Estados Unidos.
Sobre los otros países latinoamericanos, regreso al principio de la respuesta: no los he defendido ni propuesto como modelo. Y hasta me cabreo cuando veo cómo el Rajoy de las cantinelas Castro es malo, Chávez es malo, se reúne sonriente con el Uribe de los falsos positivos.
La democracia es ante todo procedimiento; unas formas que permiten respetar y convivir, y unas reglas para controlar los excesos del poder y para restablecer en lo posible los daños causados por sus abusos. Y qué le vamos a hacer, con todos nuestros defectos esos mecanismos están más o menos articulados en USA o en España. Si también lo estuvieran en Cuba, ni yo habría escrito el artículo sobre las Damas de Blanco ni estaríamos manteniendo este debate.
Un saludo :)
Las dictaduras y el Régimen cubano lo es, tienen pocas disculpas. No tiene disculpas la falta de libertades, el no respetar los derechos humanos, la cárcel para el discrepante.
Lo he dicho y lo he escrito en muy diferentes ocasiones y desde hace tiempo.
Una Revolución que no avanza y no satisface las necesidades elemmentales de la gente es un fracaso absoluto.
Hola Regino: Debo decirte que al principio sentí cierto pudor al colarme por la puerta entreabierta de tu blog para discrepar en un tema tan enconado. También es cierto que luego ha sido un placer contrastar opiniones contigo pese a las diferencias, o tal vez por eso. Entiendo que es una cuestión bastante compleja y que, además, al menos para mí, tiene el mérito de llevar a la gente a planteamientos que sobrepasan las pequeñas fronteras de la isla. Al hilo de Cuba siempre se acaban analizando otras realidades, incluida la propia. Es decir, considero que la política cubana, la propia situación de su régimen en la política mundial, está llena de enormes matices (probablemente la política de nuestro país también, pero eso ya es harina de otro costal). Y por ello, por los matices, no puedo, ni quiero, detenerme a contestar sentencias bíblicas ni puntos redondos como los vertidos en el escrito posterior a tu segunda contestación, que quizá valgan para otros foros pero que aquí únicamente parecen querer establecer un axioma indiscutible (y eso en política es rara avis).
A lo mejor es que mi concepto de lo que es una dictadura va bastante más allá del hecho de colgar una etiqueta.
Saludos, tanto para ti como para Jesús.
Bienvenido de nuevo, Mariano. Si abrí el blog, fue entre otras cosas como espacio para compartir y también para debatir. Y me encanta que hayas entrado y que me obligues a dar más argumentos o tratar de estabilizar mis apreciaciones. Y de que tú las desestabilices al rebatirlas o matizarlas.
En torno a lo que tú y yo venimos hablando, sin sentencias, son muchas las dificultades para implantar la cultura de los derechos humanos en el mundo. Quienes apuestan por la igualdad y los derechos sociales (Cuba en buena medida estaría en este saco) olvidan los cívicopolíticos; y viceversa.
De la misma manera todos tenemos una mirada cínica, interesada o partidaria (usemos lo más feo o lo más dulce) acerca de lo que recogemos de cada modelo. Por ejemplo: Uribe, aliado de los neoconservadores y modélico según ellos, intentó perpetuarse en el poder en contra de su constitución (lo mismo que hizo Chavez) pero en Uribe lo veían bien; y hace un par de días Rajoy estaba con Uribe sonriente sin preguntarle por los falsos positivos, algo q por cierto no ocurre en Cuba. Porque en Cuba hay presos de conciencia, que los hay, pero no hay desaparecidos ni asesinatos de paramilitares afines al Gobierno.
Y así podríamos ir enumerando disfunciones de nuestro gobierno y de nuestra oposición: el doble discurso con el Sáhara y la vista gorda a Marruecos, el comercio con China y el apoyo al gigante en todos los foros, el exceso de diplomacia en ciertos temas ante el este o ante el mundo islámico; et, etc, etc. Y como nosotros todos los países.
En el blog selecciono temas un poco por casualidad, muchas veces tienen que ver con el periódico, con la actualidad, con mis fantasmas particulares. Pero intento ser equilibrado y escuchar a las dos partes. Algo q alguna vez me ha supuesto palos de las dos, pero creo q es bueno al menos enfrentar opiniones. Y personalmente creo que en Cuba hay luces, claro que las hay, como también hay sombras. Algunas propias y otras (el bloqueo) inducidas. Pero de verdad, ojalá Castro hubiera sido capaz de articular una propuesta que hubiera compaginado igualdad y libertad; ojalá que desde dentro sea todavía posible encontrarla. Y ojalá cuando llegue el momento de la transformación, los cubanos tengan el protagonismo que se merecen. Los de dentro.
Un saludo
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