miércoles, noviembre 19, 2008

LA MOCIÓN DE CENSURA EN VILLAESCUSA Y LAS REGLAS DEL JUEGO


La presentación de una moción de censura en el Ayuntamiento de Villaescusa por parte del PP y los dos concejales elegidos por el PRC (su partido dice no estar de acuerdo, pero ya veremos en qué queda todo) en contra del alcalde socialista, Eduardo Echevarría, me trae a la cabeza algunas reflexiones sobre los instrumentos democráticos y sus usos.
Una moción de censura es un procedimiento extremo que no sirve, no debería servir, sólo para recomponer las fórmulas matemáticas, sino que fue previsto por nuestro procedimiento democrático como última puerta ante situaciones extremas de crisis.
Se me ocurren varias razones por las que parece que una moción de censura vendría a ser la solución adecuada en cualquier órgano colegial o representativo. La primera podría ser encontrarnos ante un representante (alcalde en el caso que nos ocupa) despótico, grosero, violento o caso similar podría ser una de ellas. Nada más lejos de la realidad de un Eduardo Echevarría a quien conozco bien y valoro por su talante, su seguridad, su educación y su serenidad. Podría ser la segunda un alcalde ineficaz, vacío, a quien su responsabilidad supera. Nada más lejos de un Eduardo Echevarría que lleva ya tiempo conduciendo sin alharacas el timón municipal de Villaescusa y que ha ido posibilitando un crecimiento armónico del valle, manteniéndolo libre de la trampa de la especulación (echen un vistazo a tantos ayuntamientos circundantes) y ofreciendo una mayor calidad de vida a sus habitantes (desde dotaciones sociales y culturales a mejoras en el transporte público). Tercer caso, un alcalde corrupto y mafioso. Y no es el caso no sólo porque esos suelen estar bien apoltronados en sus sillones con cómodas mayorías compradas a ciudadanos que no son mejores que ellos. Y porque nunca Eduardo ha recibido cuestionamiento alguno de la honradez de su gestión.
Villaescusa no ha sido, al contrario que otros municipios como Castro, en cuya gestión al límite participa alegre e irresponsablemente el PP apoyando a un tránsfuga, un circo ni político ni mediático. Más bien podríamos ponerlo como ejemplo de gestión responsable, eficaz y armónica, en el que la mayor parte de las propuestas se aprobaban hasta ahora por unanimidad (toma falta de diálogo). Así que serán otros los predios en los que tendremos que buscar las razones para la moción de censura que populares y regionalistas acaban de materializar.
En cuanto al PP, está claro que siempre ha considerado que Cantabria era una finca para su explotación particular. Nunca aceptaron perder el poder, y las únicas y enfermizas obsesiones de Ignacio Diego desde entonces han sido la de insultar y crispar por un lado y la de intentar al precio que sea crear conflictos y fricciones entre los dos partidos que sostienen el Gobierno de Cantabria, PSOE y PRC. Y es en esta estrategia en la que debemos encuadrar los hechos de Villaescusa. Nada les importan los vecinos, nada les importa el municipio. Sólo poder comprar un trocito de poder y enturbiar las aguas de la política cántabra. Con el agravante de que ahora se quieren presentar como defensores de los intereses de un municipio al que tuvieron acorralado y ahogado durante años por un único pecado: votar al Partido Socialista (y todos sabemos cómo, con qué indecencia, actuaron los gobiernos populares con los ayuntamientos "malos"). Dice Diego que la moción de censura es un procedimiento legal. Pero en este caso no es legítimo ni leal con las instituciones y con el sistema, ya que hace un uso perverso, partidario e injusto de sus mecanismos.
De los concejales del PRC, los tiros van por otros lados. La confusión entre lo público y lo privado. Que Eduardo Echevarría no resulta simpático a los dos concejales regionalistas está fuera de duda, ya lo estaba cuando se firmó el acuerdo de gobierno. Pero ha sido la incapacidad del par para distanciar lo personal de lo institucional (hasta en sus actuaciones municipales) la que ha inventado una crisis que no existía y no debería estar existiendo ahora.
Y eso sólo a través de los periódicos. Porque me temo que no tardaremos mucho en conocer otras motivaciones, si es que la censura sale adelante.
Estoy seguro de que Eduardo Echevarría volverá a ser alcalde de Villaescusa, y de nuevo con mayoría absoluta. Porque los vecinos del Valle no van a consentir ni resignarse a perder uno de los mejores alcaldes de Cantabria por vanidades, juegos y enredos oscuros, en un proceso en el que regionalistas y populares parecen estar mintiendo en los medios y mintiéndose el uno al otro un día sí y otro también. Porque en los pueblos de Villaescusa se sabe mucho del compromiso de cabeza y corazón con la izquierda. Y porque sus ciudadanas y ciudadanos se merecen un buen gobierno municipal y no un cabaret de tercera.
Que desde aquí lleguen toda mi solidaridad y mi apoyo para Eduardo Echevarría y para su excelente equipo humano. Los socialistas de Villaescusa sabéis lo que es resistir a los malos tiempos con la cabeza alta. Y terminar venciendo.

2 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Es que algunos prefieren perder el tiempo en molestar en vez de trabajar por hacer una ciudad mejor.

Sorpresa, yo también te visito.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Sin el voto y apoyo del PRC la censura en Villaescusa no hubiera presperado. Lo sucedido en Villaescusa es muy grave y no es casual.

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