ORGULLOSOS, VISIBLES Y MÁS

Termina junio, y me veo obligado a terminar en vísperas de la gran manifestación unitaria convocada por los colectivos lgtb del estado en Madrid, el próximo sábado cinco (lamentablemente tampoco este año podré acudir) hablando, una vez más, de la igualdad de las personas lgtb. Y aprovechar para denunciar muchas hipocresías y homofobias de guante blanco por acá y por acullá.

El día 26 tuvimos en Santander la lectura del manifiesto del Orgullo 2008. Todo en contra esta vez, lluvia a cántaros, prensa impenetrable para nosotros, pasotismo generalizado, debate sobre el estado de la región, semifinal de la Eurocopa ... No dejará de sorprenderme que además de la siempre fiel presencia del CJC (con su nuevo presidente) y la JOCE, las representaciones políticas y sociales se redujeran a gran parte de la cúpula regional de UGT y cuatro concejales del Ayuntamiento de Santander. Los cuatro del PP.

Recuerdo que Beatriz Gimeno comentaba hace tiempo que en el Foro Social de Madrid los colectivos lgtb estábamos presentes, apoyábamos, comentábamos, escuchábamos ... pero que cuando ella tomaba la palabra tocaba pausa-café para el resto. Queda mal decir que pasas de los derechos de las personas lgtb pero a la hora de la verdad ... lo nuestro parece que no va con casi nadie. Cada año es un suplicio en tiempo perdido conseguir que los ayuntamientos que tomaron en su día la decisión de poner en su fachada la bandera del arco iris recuerden su compromiso. A estas alturas, tres días después, sólo hemos tenido noticias de siete. Hay diez, de todos los colores políticos, que nos han dado simplemente silencio. Vamos, que ni por buena educación. Gracias a Colindres, Santoña, Val de San Vicente, Ampuero, Santa María de Cayón, Laredo y Castro.

Pero yo empiezo a estar acostumbrado. Contamos con apoyos, simpatías y compromisos en muchas instancias y personas. Pero a veces ... no es conveniente que en las políticas de igualdad se hable de lesbianas, no es conveniente que en las políticas educativas se recuerde que hay niños y sobre todo adolescentes lgtb necesitados de orientación y referentes, etcétera.

Nuestra guerra es la de los derechos, pero sobre todo la de la visibilidad. Si todos nos queréis mucho y nos respetáis mucho pero seguimos sin estar. O peor, seguís escondiéndonos como si os diera vergüenza vernos, no hemos hecho nada.

Si sumamos la homofobia interna con la que entre nosotros perseguimos la pluma obsesionados por ser gays "respetables" o "normales" (Si alguien sabe qué es eso de ser normal, por favor que me lo explique; mientras tanto, viva la diversidad, viva la diferencia y viva los raros. Que raros somos todos o lo que es lo mismo "queer as folk"). La de los que tratan de ridiculizarnos desde dentro, para mejor servir a derechas políticas y económicas. La de los que no han aprendido a quererse y por eso rechazan nuestros derechos y capacidades ...

Si sumamos que cuando hablamos de personas lgtb escondemos a las lesbianas, a las personas transexuales, a los gays no divertidos y cachas, a los inmigrantes, a los pobres, a los menores, a las personas mayores, a los discapacitados, a los trabajadores, a los perseguidos en otros países, ... ¿De verdad está todo ya tan bien terminado que no merece la pena seguir trabajando y podemos permitir o incluso contribuir a que los colectivos se vayan diluyendo en una sociedad autosatisfecha?

Creo que no.

Pero sigo reivindicando mi derecho a ser como soy y como quiero ser. Porque I

Am What I Am

http://www.youtube.com/watch?v=uj8C43r4zm0