lunes, octubre 30, 2006


... Y DIOS VISITÓ SANTANDER

No cantó The River, a pesar de que lo venía interpretando en la gira como homenaje a sus fans de siempre (aquí tocó turno a The ghost of Tom Joad en la misma función, ante la pasión de una moza pancartera de la primera fila).

En fin, lágrimas que me ahorro, porque es una de esas canciones que no puedo evitar poner en relación con un corazoncillo roto y con cierto Juan de tiempos pasados.

Neuras personales aparte ... confieso ser devoto de la música de Springsteen desde hace muchos años, me confieso seducido por su sonrisa, por su compromiso, por sus canciones, por su entrega en el escenario. Y confieso haber vivido dos horas y pico memorables en El Mejillón, un tiempo de felicidad en el que conseguí olvidarme de muchas otras cosas y bucear en un mar de entusiasmo contagioso en el que cantar, bailar, palmear, disfrutar eran las únicas ocupaciones, desde ese inicial John Henry hasta la despedida de el Boss de nuestro país con un Froggy went a Courtin'.

Tiene algo de religioso, de catártico esto de los grandes conciertos en directo. Todavía más si la calidad y la pasión tienen un sello tan auténtico como el que imprime siempre Bruce Springsteen. Añado que su último disco, su homenaje al mítico Pete Seeger, me parece una grabación que se contará entre las mejores de su amplio catálogo, aunque haya medios que se hayan empeñado en hablar de música country a lo que es repertorio tradicional norteamericano, o lo que es lo mismo, un viaje desde las esencias del Negro Spiritual (Mary don't you weep ) a las viejas baladas inmigrantes e irlandesas (Mrs McGrath), los cantos de trabajo (Erie Canal) , las luchas sindicalistas (We shall overcome) o las baladas que llevaron de un pueblo a otro los mitos del oeste americano (Jesse James) . ¿Y el country? Pues que le vamos a hacer, yo no lo vi por ningún sitio.

Algunas veces he comentado (ya no sé si lo dije alguna vez en el blog) que de los grandes eventos debería quedar algo más que gruesas facturas por pagar y almacenes llenos de inútiles camisetas y libretas con el logo del Santander 250 Aniversario o del Cantabria, Tierra de Júbilo. Algo estable, quiero decir, un lavado de cara, una infraestructura, algo más que pura publicidad.

Pero dentro de los macroeventos que parecen imprescindibles ya para cualquier celebración, de la presencia de Springsteen en Santander, y en lo estrictamente personal, quedará durante mucho tiempo el sabor de una larga felicidad de dos horas y media.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

cuando gente como tú habla de rocanrol(castellanizado porque me da la gana)recuerdo aquella sesión (bueno, su gravación, porque no soy tan viejo) en la que Jim Morrison gritaba "rock and roll is dead". Te juro que ahora lo comprendo.
En fin, espero que te haya gustado mucho y te hayas sentido rebelde, contracultural y todo eso, pero sigo sin creerme que consigas comprender lo que el rock en concreto y la música popular en general significa para tanta gente.
Por cierto, hay muchos más conciertos de rock en Cantabria (que sí, es un concepto geográfico mucho más amplio que Santander), tanto de viejas glorias como de jóvenes promesas. Ya que te veo interesado en el tema, espero verte por alguno de ellos (muchos son gratis y otros a un precio muy razonable, no vas a necesitar que nadie te regale entradas para asistir)

Rukaegos dijo...

Bueno, bueno, interesante comentario.

Que tal vez hable más de tus prejuicios que de los míos.

Por partes, tal vez te sorprenda, pero he pagado religiosamente mis entradas, como creo que una inmensa mayoría de los asistentes al concierto.

En cuanto a rebelde, contracultural y todo eso, ni quería sentirme rebelde y contracultural, ni creo que la mayoría de las músicas que se hacen hoy en día lo sean. Eso sí, muchas llevan una pose incorporada, detrás de la que, sí, continúan estando las multinacionales del disco unas veces y los concejales de cultura otras. De hecho, el rock dejó por el camino una parte muy importante de su rebeldía hace ya muchos años. Lo que no quita para que continúe parte de su espíritu en ciertos grupos y tendencias (también en otras músicas).

Me gustaría saber por qué se supone que a mí no me gusta el rock. Para mí la cultura es un fenómeno o un proceso mucho más amplio de lo que al parecer crees. Y tal vez te sorprendería ver mi discoteca o conocer lo que suelo escuchar. Probablemente mucho más abierto y variado que lo esperable en muchos contraculturales.

Más cosas, lo que el rock en particular y las músicas populares suponen para mucha gente lo tengo perfectamente claro. No te preocupes: ni ha sido la primera ni será la última vez que asisto a un concierto de rock, de pop, de techno, de flamenco, de hip hop, de cantautores, de folk y de otras muchas hierbas. Algunos bastante más agresivos (al menos en su momento histórico) que lo que pueda haber supuesto Bruce Springsteen. ¿Te imaginas a Popotxo travestido, fingiendo una mamada a Javier Gurrutxaga en escena, presentando el primer disco de la Orquesta Mondragón allá por el 79 si mal no recuerdo en pleno campo de deportes de los Salesianos? Ni punto de comparación. Pero eso también pasó en Santander.

Conciertos de rock en Cantabria ... En primer lugar sé que es un lugar más amplio que Santander (supongo que me lo explicaron en alguna lección de geografía, no recuerdo bien), pero abrí este blog para reflexionar sobre Santander, a pesar de esporádicas excursiones al resto del Universo. No te preocupes por mí, sé que existen esos conciertos y conozco algunos de los locales en los que se realizan. Conozco relativamente bien la escena musical popular de la región y, lo siento si te parece mal, algunas tendencias de la música popular actual, y en no poca medida algunas de las direcciones actuales del rock, sobre todo las que derivan de sus lados más duros, no me gustan. Como no me gusta el jazz o me aburre la música clásica japonesa. Pero de todas maneras, mi principal problema es que en los locales en los que he estado, la música suele sonar demasiado fuerte. Y vuelve a pasar lo mismo, a partir de ciertos decibelios, me da igual que sea trash metal o un violonchelo amplificado: sufro la música en vez de disfrutarla. Y por eso desde hace unos años suelo ser reacio a escuchar conciertos con sonorización en espacios pequeños.

Por cierto, aprovecho este inciso para considerar que Santander debería contar hace muchos años con una casa de la música. Un lugar donde los grupos a los que te refieres tuvieran facilidades para ensayar y trabajar en las mejores condiciones, y que además contara con una sala que les permitiera actuar periódicamente y en esas mismas buenas condiciones. Creo que es una de las asignaturas más vergonzosamente pendientes de la gestión cultural de esta ciudad.

En fin, te pido disculpas por haberte ofendido disfrutando de un concierto. Sobre todo, millones de disculpas por ser el causante de la muerte del rock, aunque cuando Morrison sentó su veredicto yo contara con tres añitos. Por aquel entonces mi música favorita era la de los chiripitifláuticos, pero ya apuntaba maneras de masacrador de músicas.

Un saludo

Anónimo dijo...

A pesar de que creía que mi capacidad de sorpresa ante la necedad humana estaba curtida a prueba de bombas, todavía tengo la ocasión de "alucinar" con los comentarios de quienes creen que viven instalados en el omphalos del Universo (tú, Rukaegos, si sabes lo que es y dónde está, el ofensivo bloguero me temo que no), de quienes creen que el insulto estulto e ignorante es la mejor defensa de un rebuzno.
Respecto a Springsteen, yo no estuve en el concierto por alergia a las masas, pero hay canciones de este carroza que pueden hacerte llorar por poco que haya sido de tu vida (So you've been broken and you've been hurt,/ Show me somebody who ain't)o "simplemente" erizarte la piel. En todo caso, una estrofa para nuestro amigo: I ain't lookin' for praise or pity/ I ain't comin' 'round searchin' for a crush/ I just want someone to talk to/And a little of that Human Touch/ Just a little of that Human Touch.
Y por cierto, de los comentarios del DM sobre el country and so on, totalmente de acuerdo con vos. Bueno, también con lo del jazz (¡por fin alguien se atreve a poner el dedo en la jazz-ga!).

Anónimo dijo...

Y ahora que me doy cuenta... ¿lo de la "gravación" a qué tipo de cdanon se refiere? ¿A la nueva ley de "Porpiedad" Intelectual?

Anónimo dijo...

Cuando se tiene razón, se tiene razón. Sí, confieso que todo fue fruto de un prejuicio: el surgido de la crítica del concierto y de un vistazo (rápido) al resto de tus comentarios en el blog. No era un ataque personal, no te equivoques: no te conozco y no creo que te lo merezcas, aunque pudo sonar a eso.
Tampoco es que no te pueda gustar Bruce, pero distingo (otra vez de acuerdo a mis prejuicios) entre la gente que disfruta de la música (me da igual el estilo) y aquellos para los que la música es su vida, o mejor dicho, un forma de cambiar (lo siento quise decir canviar, máldito teclado) su vida. Ese espíritu adolescente que tiene todo fanático del rock y que se echa de menos en la crítica del concierto que realizaste: demasiado seria, no me imagino a través de ese escrito al chaval que corría a la tienda de discos a buscar algo que entonces era vital para él, que le marcaba el camino a seguir en esos momentos, que le permitía identificar sus propios sentimientos, encontrar un cauce por el que expresarlos y compartirlos. Ni falta que hace que yo tenga que verlo, es verdad, estás en tu derecho.
Pero es que estoy un tanto cansado de que la gente se exprese en términos tales como "B. es Dios" y no hable de lo más importante: su música, lo que significa la música a nivel individual, lejos de interpretaciones socioppolíticas.
Por otro lado, me has dado en un sitio donde me duele de verdad: puede que sea preocupante que Santander (desconocía que te centrabas en esta ciudad) no cuente cun un centro dedicado a la música. Es cierto, sobre todo si teniendo en cuenta la cantidad de grupos que hay en esta región de la que se supone capital. pero es más preocupante el desinterés que hay por parte de los propios grupos para hacerse oir, y las críticas que caen por esos mismos grupos hacia compañeros, camaradas o como se diga que se han ganado las actuaciones a base de trabajo y constancia (me guste o no lo que mucha de esta gente hace, hay que reconocer su mérito). Basta de autocomplacencia llorica: me aburren los grupos calimocheros que reivindican lugares para tocar sin salir de la neblina cannabica de sus locales. Opciones hay, y cada vez más.
estimada ana, este povre ijnorante siente mucho haber ensuciado con su estupidez obrera este rincón eSquisito que compartís. En cualquier caso, es mejor dar opción al debate que dar coba. Reconozco mis errores y que mi lenguaje es brusco, a veces ofensivo. También reconozco que lo he pasado mejor leyendo las réplicas que el resto del blog (no estoy a vuestro nivel cultural, aún me queda y tampoco lo pretendo; además lo he mirado de pasada). En fin, R, majo, gracias por el rapapolvo y Anita, cielo, sigue leyendo el diccionario que se aprende un montón. Ah, ten cuidado, no vaya a ser que un día te despistes y descubras que tienes opinión propia.

Rukaegos dijo...

Qué tal Elvis:

Bueno, no se trataba de un rapapolvo, simplemente de una respuesta a tu comentario. Sé que me extiendo a veces demasiado pero es la manera en la que funciona (sólo a veces) mi cabeza. A veces puedo parecer demasiado redicho, también lo sé, pero tal vez sea mi forma de ser. Y también sé que a veces soy demasiado pasional en mi manera de argumentar, y eso puede lastrar demasiado este blog, porque a veces las ironías o las maneras de entonar lo que dices o de hacer un gesto quitan un hierro a las frases que todavía no sé cómo conseguir en internet.

No intentaba hacer una crónica del concierto, supongo que sólo decir que había disfrutado (de la música) y que durante el tiempo que Bruce estuvo en escena fui feliz. En un tiempo en el que en general no lo soy demasiado.

Sí te diría que hay muchas maneras de amar la música. Una es la que dices, sea o no contracultural, pero a veces también mitificamos demasiado al chaval que corre a la tienda y olvidamos que el medianaedad que espera un par de semanas para hacer cola a lo mejor la vive con igual intensidad. Te cuento (os cuento) una anécdota en el concierto de Springsteen. Al llegar a mi lugar en la grada, justo detrás estaba una mujer que conozco, pasa de los 70, y comenté "hombre, A, cómo tú por aquí". Ella contestó con una sonrisa encendida, "oye chavalín, que el rock es de mi tiempo y siempre ha sido mi música". Y de pronto me encuentro con alguien que escuchó a los Beatles en directo cuando vinieron a España, y a los Rolling en su primer concierto, y a unos cuantos grupos más. A. estuvo palmeando, bailando y disfrutando más que muchos jóvenes. Tal vez los años resten pasión ... o tal vez muestren su pasión de otra manera.

Cuando te comentaba lo de que hay músicas que sencillamente no me gustan, añadiría ahora que otras son para mí como el pan (mejores, porque no engordan). No concibo la vida sin música, unas veces unos estilos y otras otros (y el silencio a veces es también una gran música). ¿Una versión más personal de Bruce? Ya comenté que el viejo baladista de tantos grandes temas me saca las lágrimas, y que algunas de sus canciones, The River, son parte de mi vida, parte de alguien que se fue, y parte de algo que me falta dentro y que se llevó con él. Con él descubrí a Springsteen (que curiosamente no le gustaba), como en otro ámbito descubrí a Cortázar (que antes para mí era alguien excéntrico y farragoso. Y muchas otras cosas.

Te diré también que cuando hablo de música como vida, incluyo no sólo el rock. He vivido tanto a través de Monteverdi, Mozart, Beethoven o Messiaen, como del folk atlántico, los cantautores, la movida madrileña o los indies británicos. Te diría que casi cada pasaje de mi vida tiene una banda sonora muy personal. Y que hasta para elegir dónde hacía mis cursos de alemán, acabé seleccionando una ciudad que me permítía visitar la tumba de otro Dios: Johann Sebastian Bach.

Eres bienvenido al blog, ahora y siempre. Estos espacios están para reflexionar en compañía. También para discutir. Y a veces para pequeños desencuentros.

Ana es un encanto. Y creo que le afecto más a ella que a mí ese tono un tanto áspero del que hablas. Cosas de muchos años de cariño, aficiones y momentos compartidos. Las broncas, te aseguro que me las ha echado a mí más gordas (y siempre tenía ella razón). Además viste de Escada y sus entradas en cualquier lugar son simplemente irresistibles.

Un saludo y estás en tu casa, digo en tu blog.

Anónimo dijo...

Vaya, esperaba una crónica del mejor espéctáculo que se ha hecho en Santander, desde hace tiempo y me ecuentro una tertulia en plan siglo XXI, sólo qie sin teléfono.
Elvis, chaval -ahora me dices que tienes 40 y me hundes- que hay que tomárselo menos a la tremenda, que el rocanrol -también a mí me gusta escribirlo así desde que se lo ví a Bunbury- se murió en sus comienzos, cuando Buddy y Richi tomaron ese avión para no bajar jamás del cielo. Riete, hombre, que es sano.

En cuanto a tí, R, apenas si te conozco de vista, pero sgún mis propios prejuicios, no habría adivinado un solo disco de B.S. entre tus 10 favoritos, lo cual no quita para que puedas disfrutar de un buen concierto: eres un tio de clase y buen gusto. De todos modos yo también creo que el r&r es para gente joven: no de edad, sino de actitud, visión, espíritu o como lo querais llamar.
Pero te hago la siguiente reflexión:B.S es un tio que comete múltiples fallos ortográficos y gramaticales en sus textos, pronuncia de forma horrible y su cultura se asienta más en los viejos discos que en el autor de Romeo y Julieta; es de la calle, de barrio y la mayor parte de sus temas hablan de coches y chicas, de gente muy normal. Visto tu estilo y algunos de tus post -creo que se dice así- lo más normal es pensar que te rieses de él y le mandases a hacer punto de cruz; siempre desde los prejuicios, palabra a la que empiezo a sacar su jugo. Olvidate de que B.S. es quien es y centrate en esos detalles, colocalos en una persona anónima y dime cual sería tu irónica opinión. Claro, me dirás que no te puedes olvidar de quién es y de los buenos momentos que te ha hecho pasar...
Todo esto para permitirme darte un pequeño consejo -bueno o no, lo dejo a tu elección- : esta página puede parecer a gente extraña un tanto pedante y rebuscada, puede alejar precisamente por ello a aquellos a quienes podría resultar más útil. Si crees que hay otro Santander posible, no nos lo presentes con el envoltorio del que ya tenemos. No alejes a un/a nuevo B.S. con un determinado estilo o estética. Me consta que no es tu intención, pero corres ese riesgo.
En cuanto a Ana... Explícame la frase del rebuzno que aún no sé a quien has llamado asno. Y, por favor, si te apetece dirigirte a mí tambíen -creo que no soy digno, pero la sobervia me puede- procura hacerlo de un modo que te entienda, coño, que parece que nadie dice tacos aquí y tambien proceden de la lengua de Cervantes en su sentido más literal.
Sin más, un saludo y perdonadme los errores pues estoy más acostumbrado a la pluma que a la tecla

Anónimo dijo...

Joder (el palabro va en tu honor, soberVio arrancacorazones), la que se ha montado porque R. ha dicho que se lo pasó pipa en el concierto de BS. Es de recordar que todo este rosario de respuestas empezó porque a alguien le pareció mal (aunque luego ha moderado su brusquedad) que R. hiciera la crónica que ha hecho en los términos que la ha hecho. Pero este es el blog de R., y R. escribe lo que le apetece y como le apetece, con independencia de que se esté o no de acuerdo, con independencia de que él permita que se hagan los comentarios que se deseen, dentro de un respeto mínimo. Para leer a alguien con criterio no es indispensable estar plenamente de acuerdo con él. Yo no creo que BS sea Dios -tampoco creo que R. lo piense, ha sido una mera forma de expresar una emoción- pero basta saber que se lo pareció durante dos horas. Aparte de que habla de cosas mucho más enjundiosas en el penúltimo párrafo de su post, y nadie ha comentado nada al respecto. ¿Algo que objetar? ¿Por qué por no estar de acuerdo hay que descalificar y presuponer actitudes en el otro que, si no le conocemos, lo más probable es que sean erróneas?
R. es un tío estupendo, sencillo, abierto y tolerante (mira que odio la palabreja) como pocos, con el que se puede hablar de absolutamente cualquier cosa. No como yo, que soy una pedante insoporteibol. Besos para todos.

Anónimo dijo...

te/os gusta Micah P. Hinson???

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