Llega el otoño paso a paso. El calendario se alía con los cielos grises para empujar el retorno de una tristeza que no se ha marchado desde ese 27 de octubre en que la marcha de Leo me dejó noqueado y sin fuerzas ni ganas para levantarme a lo largo de tantos meses de niebla.
El sábado dos amigas señalaron cuánto les gustaba mi olor. Acerqué la muñeca a la nariz y detecté un rastro de Cool Water , uno de los olores de Leo. Es cierto que la reacción sobre cada piel genera una sensación diferente. Pero la memoria actúa rápido cuando conoce las conexiones. Utilicé esa línea de Davidoff hace muchos años, creo que todavía estaba en la universidad. Y en cierta ocasión, de compras, se la señalé a Leo como una de las fragancias a las que había sido fiel bastante tiempo. Tomó el pomo, marcó con una pequeña muestra el dorso de su mano, y comentó que le gustaba.
Al día siguiente, había un frasco de Cool Water en la mesa que Leo se encontró al sentarse para comer. Y lo abrió con esos ojos de niño en la mañana de Reyes y esa sonrisa picarona que tan bien le definían.
Era una de nuestras frivolidades comunes, la pasión por los perfumes, la necesidad de tener en casa dos o tres disponibles para poder cambiar según el estado de ánimo, la hora, el capricho. Además de mis propias elecciones, en estos meses he ido utilizando sus aromas, CK One, Carolina Herrera Pour Homme, Narciso Rodríguez, Cool Water.
Tal vez porque cada mañana elegir la pequeña dosis de cada día era también llenar la muñeca de su olor, impregnar la piel de Leo, jugar con dolor a que todavía está conmigo, contagiándome de sutiles esencias en el momento del beso, de la ternura, del abrazo...
2 comentarios:
J'adore les parfums!
Tanto los olores como los sonidos nos devuelven a momentos vividos...
Aunque el Chanel Nº5 no es de mis preferidos,me encanta este spot publicitario.
http://youtu.be/TLOM-zGf-6I
Precioso anuncio, los de Cool Water son más convencionales :)
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