jueves, febrero 18, 2010

MOMENTOS ESTELARES: EL ÚLTIMO CHUPETE


De aquel pequeño Ruka que los habituales del blog y sobre todo los fans de la serie Momentos Estelares recordarán en el episodio "¡Señor, qué niño!" torturando a la pobre Señorita Luchy quedaron otros recuerdos. Los más asociados a sus esporádicas y taurinas erupciones volcánicas. Y es que aquel Peke-Ruka a un tiempo fácil y difícil tenía un humor y una decisión que el Rukaegos actual no deja de echar de menos en ciertas situaciones y ante ciertos personajes.
Los hermanos de nuestro protagonista fueron, antes y después de su turno, niños chupeteros de larga distancia. Resultaba bastante difícil que renunciaran a ese objeto simple como su propio mecanismo, viscoso y blandurcio, insípido pero con esa suave textura de teta que le transforma mágicamente en amuleto y seguro. Me imagino que Peke-Ruka llevaba el mismo camino de sempiterno mamoncete cuando la fatalidad quiso cruzarse en su camino.
En efecto, y como buen niño Tauro, Peke-Ruka tomaba rápido e intenso afecto por personas, objetos y quisicosas. Y como la costumbre manda, solía andar con esa torpeza característica de los muy escasos años con un chupete de arandela cursiazulina que acumulaba ya mucho más polvo del que la durabilidad del artefacto garantizaba. Miles de veces había caído El Chupete por las largas moquetas del vetusto piso de la abuela, y miles había sido recogido e introducido de nuevo en la tierna boquita. Miles de veces había sido chupado, estrujado y mordisqueado, y otras miles se había repuesto de tan duros accidentes laborales, no sin acumular notables cicatrices y hasta un par de señeros costurones. Vamos, que entre la mugre, el desgaste y las tiras de látex que colgaban en diferentes puntos del ingenio, El Chupete presentaba un aspecto francamente lamentable.
Papá-Ruka y Mamá-Ruka habían respetado durante meses la extravagante querencia del retoño por El Chupete, pero llegó el momento en que tras escuchar un día sí y otro también a medio paseo por las avenidas y cafeterías más pijas del Santander Posible comentarios en voz baja de "Que sí, que estos mucho apellido, mucho apellido, pero ni para cambiar el chupete a la pobre criatura ..." decidieron acudir a la farmacia del Tío Luis y comprar un simulacro de teta para el nene. Transeúntes cotillas y progenitores confundían dos conceptos tan diferentes como chupete y Chupete. Y fue su confusión origen de la catástrofe que, tachánnnn, se aproximaba.
Los Rukapadres estaban tan sonrientes y felices con el chupete en la mano y El Chupete en la basura que no acabaron de entender bien la mirada despectiva que Peke-Ruka dirigió hacia el menudo chisme mientras comenzaba a gatear y meter la manita debajo de todos y cada uno de los muebles de la casa en busca de Su Chupete. Al quinto recorrido, y agotado, asumió que tocaba dormir. Dejó el chupete donde sus padres lo habían colocado y un tanto desconcertado por la ausencia de Chupete, se durmió.
Al día siguiente y tras otros siete recorridos por cada recoveco de la casa, llegó el momento de explicar que El Chupete se había ido al cielo y no iba a regresar (... ¿o eso fue con el abuelo?) pero que allí mismo tenía un chupete de diseño vanguardista y nuevo y radiante y de Dsquared2 de un precioso azul baldosa. Miró Peke Ruka a diestra, giró a siniestra, recordó el Mont Pelée ... y estalló. "QUIERO MI CHUPETEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE".
Varias horas de EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEs después, tras un aterrado desfile de vecinos que suplicaban silencio o que al menos mataran los Ruka al gorrino en el pueblo el día de San Martín, que no por eso se iban a caducar las morcillas, Papá-Ruka decidió recorrer todas y cada una de las farmacias de este mi Santander eligiendo de entre los centenares de atrevidos modelos de chupete que los diseñadores más prestigiosos habían propuesto para la nueva temporada aquellos que más pudieran parecerse al Maldito Chupete. Descartó rosas, verdosos de tonos varios, rojos y rojizos, violetas, marinos, azulnoches, negros con lunares, para centrarse en la gama de los azules pálidos. Cuando le asaltaba la idea peregrina de que tal o cual eran mucho más monos, bastaba concentrarse un poco para desde la farmacia de Valdecilla escuchar desde la de Santa Lucía (debajo del hogar familiar) un claro y contundente EEEEEEEEEE que le impelía a rogar "ya pero ¿sólo tiene estos? ¿cómo que el azulina ya no se lleva?".
Llegó a casa con unos treinta ejemplares cazados con esfuerzo. Y mientras el EEEEEEE de Peke-Ruka estremecía los sólidos pilares del edificio el resto de la familia se apresuró a elegir un chupete entre los chupetes. Era, sin duda, idéntico pero sin mugre. Este sí que sí.
Al ver llegar la comitiva familiar chupete en ristre, Peke-Ruka cortó su EEEee.. y alargó la manita. Miró, olió, analizó, hizo la cata y tras un paréntesis budista cogió el chupete, se acercó hasta la ventana abierta, lo tiró a la calle y se fue muy pero que muy digno a otra habitación a enredar con algún juego de construcción o un pintaycolorea.
Nunca volvió a chupar nada, nunca un chupete transpasó su boca apasionadamente fiel al Chupete por antonomasia. Nunca.
Bueno, sí, vale, alguna piruleta. Bueno, sí, vale, algún caramelo. No, pirulíes no, que nunca le gustaron. Sí, bueno, vale, algún chupachups también. Que sí, pesados, que las patas de los centollos y las cabezas de las gambas sí. Pero habrase visto, los dedos también, ¿quién no se ha chupado los dedos? Helados también, le gustan más de lamer, pero bueno helados sí, claro. ¿¿Pero qué dice usted?? Que estamos hablando de niños hombre, cómo se le ocurre preguntar si tampoco ha chupado po... eso que usted dice desde entonces. Qué valor, qué impertinencia, señor. Pero bueno sí, también, pero mucho más tarde.´
Está bien, ustedes ganan: ¿Lo dejamos en que no volvió a chupar chupete?
Y por cierto, snifff, ¿Algún lector ha visto a mi CHUPETEEEEEEEEEEEE?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!!!

Pues a mi me queda poquito para ponerme al día de los chupetes que se llevaran este otoño....Voy a ser mama!!!

Un besazo. Vero

Rukaegos dijo...

Veroooooooooooooooooooooooooooooo Enhorabuena guapísima! ¿Cuándo lo remojamos?

Estoy por enlazarte al youtube con Almodóvar y McNamara ;)

Anónimo dijo...

Jaja...enlaza, enlaza que estariamos monisimas. Yo de remojo ultimamente na de na...Pero habrá que celebrarlo.

Besos

Rukaegos dijo...

Pues nada, Mari Vero: Ahí tienes enlace jajajajahttp://www.youtube.com/watch?v=7t4obLzX1hA

fermin dijo...

Que grande el Peke-Ruka. Si señor, a la hora de chupar no vale cualquier cosa.
Bona nit, Gran-Ruka

Rukaegos dijo...

Tú lo has dicho, Fermín, jaja, hay que tener mucho cuidado con lo que uno se mete en la boca ;) Bona Nit, Maco.

Jesús Cabezón dijo...

Fijate Rukaegos si hasta en estas cosas hay género que los de mi generación le dábamos a la "chupeta". Lo del "chupete" vino algo después.
Lo importante, en todo caso, es saber lo que chupamos y que no nos den gato por liebre.
Escéptico

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