NACIMIENTO DE HANNIBAL
Fue la primera vez: mordí tus labios
con mucha más pasión, se abrió esa grieta
que me otorgó tu sangre a borbotones.
Me pregunto si fue tan rojo el zumo
de la manzana dulce y primitiva
que dio la desnudez a nuestros padres
(Fue el rito semejante: abrió el deseo
con avidez las bocas, se clavaron
los dientes asesinos en la carne
delicada.
Y así los ojos vieron).
Me pregunto si entonces yo sabía
que comulgar un cuerpo es aprenderlo,
desvelar sus secretos más oscuros
al redimir su alma:
¿Qué más alto
testimonio de amor pude ofrecerte?
2 comentarios:
Has conseguido que me guste ser caníbal.
Voy a tirar un mordisquito por aquí.
Tengo que esperar que los niños se duerman.Cachis.
Aunque con un poco de retraso, buen provecho Ágata :)
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