Tres son los cargos de máxima representación previstos en la nueva estructura de la Unión Europea. Tras la elección del portugués Durao Barroso como presidente de la Comisión, quedan pendientes de elegir (faltan dos días) el Presidente permanente de la UE y su "ministro de asuntos exteriores", llamado Alto Representante que a su vez vicepresidirá la Comisión.
Hasta hace unas pocas semanas, todos los nombres que se escuchaban correspondían a hombres. Y ha sido surgir la pregunta de por qué no una mujer y estallar al tiempo el viejo discurso de quienes están encantandos y comprometidos con la igualdad y que por eso no aceptan cuotas, así que estarían dispuestos a que una mujer llegara a tan altas responsabilidades si tuviera méritos para ello. Lo que leído con lupa para captar la letra pequeña viene a decir que si no hay candidatas es precisamente porque no hay en Europa mujeres con mérito y capacidad suficientes para los cargos en cuestión.
Supongo que de nuevo nos encontramos con las viejas estructuras machistas que el propio lenguaje avala. Porque claro, si en España preguntamos por quién sería un buen Presidente de la Unión Europea estamos condicionando a la sucesión de tres masculinos gramaticales (un + buen + presidente) a una respuesta igualmente en masculino. Y es que nuestra cabeza verá muy difícilmente a una mujer como "presidente". De ahí, una vez más, la importancia de un lenguaje que no discrimine, que sea de verdad inclusivo, por mucho que haya tantas personas en guerra permanente contra el lenguaje "políticamente correcto".
En cualquier caso, no es ese el problema ahora. La cuestión es en qué medida hay mujeres, varias, puede que muchas, con la misma capacidad al menos que sus colegas masculinos para dirigir los destinos de futuro de la Unión Europea. También cómo vamos a creernos que Europa es el principal paladín internacional de la igualdad entre los sexos a día de hoy si nuestras estructuras representativas siguen cubiertas por el traído y llevado (a ver si en vez de traerlo y llevarlo de una vez lo rompemos) "techo de cristal".
Desde mi Santander Posible, y como defensor de la igualdad real, no sólo de la que formalmente llena los papeles oficiales, creo que al menos uno de los dos cargos pendientes de definir debe ser ocupado por una mujer. Hay mujeres capacitadas para desempeñarlos, sean cuales sean el resto de criterios definidos en el complejo equilibrio de poderes que determina cada pasito de la Unión Europea. Las tenemos conservadoras y progresistas, las tenemos del Este y del Oeste, seguro que más de una habla francés con total naturalidad, las hay de los países grandes y de los pequeños. Así que a día de hoy el único problema parece ser el ya apuntado: que nuestras estructuras mentales siguen ancladas en los modelos patriarcales y nos cuesta visualizar a una Presidenta o una Alta Representante. Pues a cambiar estructuras se ha dicho. Porque no basta con proclamarnos fieles a los valores que hoy la UE parece representar en el escenario internacional: hay que ser coherentes y hacerlos realidad.
¿Nombres? Seguro que se podrían apuntar muchos más, pero a mí siempre me ha gustado la italiana Emma Bonino, de amplia trayectoria europea. Cómo no, me encanta la irlandesa Mary Robinson, comprometida con la lucha contra la pobreza. Y como me parece que es la que más claras posibilidades tiene, pienso que la letona Vaira Vike-Freiberga (en la foto) también sería una apuesta segura y de amplio reconocimiento internacional.
Por una Europa de Iguales, quiero al menos una mujer entre las tres altas magistraturas de la Unión Europea.
6 comentarios:
De Vike-Freiberga no puedo decir nada, porque nada sé de su gestión, pero Bonino o Robinson son sin duda buenas opciones. Curiosamente, esto mismo que planteas en tu blog lo pensé hace una semana... Qué manía con los mismos dinosaurios de siempre, oye...
Lástima. Mi candidata era Mary Robinson,pero no tuvo oportunidad.Barroso es"malo",pero leí cada artículo ensalzando a Tony Blair que me dieron ganas de emigrar. Saludos,Regino.
Para esos cargos, Emma Bonino no. Prefiero a Mary Robinson. Alguien tendría que explicarnos la escasa influencia de España en estos menesteres. La presencia un día de Javier Solana no fue fruto de la casualidad. La posible carta de Moratinos es a cambio de la caida de Almunia. Veremos lo que ocurre en unas horas.
Con Bonino nos íbamos a reír bastante más :) De todas maneras, Mary Robinson anunció que no estaba disponible, lo que pareció eliminar de la carrera a una candidata perfecta.
Vike-Freiberga sí se ha mostrado dispuesta, y en su momento estuvo a punto de ser elegida secretaria general de Naciones Unidas. Tiene experiencia de Gobierno, buen inglés y francés, representa a los países nuevos, perfil liberal (en el sentido anglosajón del término, no en el beato-radical a la hispánica) ...
En cuanto a las candidaturas españolas ... la propia presencia de Portugal en la troika de máximos cargos anula en la práctica cualquier posibilidad de un español en la presidencia de la UE o al frente de sus relaciones exteriores, por el famoso juego de representatividad geográfica.
Encontré tu blog en otro del Taller de TIC´s. Me gustó. Espero seguir pasando.
Un saludo.
Federico
(tutor del G28) :0)
Encantado de tenerte por aquí, Federico. Siempre bienvenido. Yo estoy ahora conociendo los blogs del TIC's para ir incorporando nuevas lecturas y nuevos enlaces, y así ampliar la comunidad :)
Un saludo
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