lunes, noviembre 16, 2009

SOCIEDAD DIGITAL Y NEOCOLECTIVISMO





Me resulta difícil definir si estamos ante una recuperación de los principios socialistas, comunistas o comunitaristas. Pero no me cabe duda de que la globalización de internet y la fuerza creciente de las redes sociales supone un cuestionamiento de muchos de los pilares sobre los que hasta ahora se había apoyado nuestra mirada sobre la sociedad, un cambio de paradigma en que el monopolio acerca de la información detentado por las instituciones, la política y los políticos, los medios y los periodistas, se ven cada vez más cuestionados.

Son muchas las preguntas y las valoraciones que nos pueden surgir a partir del artículo publicado en su blog por Sebastián Lorenzo bajo el título de "El nuevo Socialismo: la colectividad global se acerca on-line" (http://www.sebalorenzo.com.ar/2009/10/27/the-new-socialism-global-collectivist-society-is-coming-online/) pero la más significativa, a mi juicio, tiene que ver con lo enunciado al principio. El acceso y la producción de información, la posibilidad para acceder y producir conocimiento, no son ya privilegios de unos determinados poderes, sino que se van abriendo gracias a las herramientas tecnológicas a toda la población (a toda la población con acceso a las nuevas tecnologías, lo que parece excluir una vez más a los siempre excluidos y dejar una vez más a casi toda África fuera de juego).

Con todas las valoraciones positivas y negativas que se quieran hacer, así funcionan experiencias como las de la wikipedia en el campo del conocimiento. Así han funcionado ya algunas campañas políticas, sobre todo en Estados Unidos, donde algunos candidatos consiguieron descolocar a los viejos aparatos partidarios e incluso obtener nominaciones en contra del stablishment. El caso Obama sería un tanto peculiar, por aunar las viejas fórmulas (que en cualquier caso favorecían a Rodham-Clinton) con la movilización a través de internet.

Son muchos los representantes de los viejos códigos que se resisten al cambio, que se sienten aterrorizados ante la pérdida de sus privilegios, que intentan frenar el avance como intentaran otros poderes en otros tiempos de revolución. Pero cada vez más se instala en la mente de las generaciones nacidas digitales la sensación de que la red es un gran campo de conocimiento, ocio, activismo, información que sería un nuevo espacio colectivo y global. Se refuerza así el convecimiento de que lo que forma parte de la red forma parte de un entramado común y que está o debería estar disponible para las personas interesadas. De hecho, en la polémica sobre los contenidos de la red y el derecho de autor, se va abriendo lenta pero inexorablemente camino la plataforma Creative Commons, que a grandes rasgos permitiría la conversión del patrimonio cultural e informativo que se mueve por la red en un patrimonio social, común o comunitario, colectivo en suma, siempre que nadie al margen de su autor se apropie del mismo para obtener réditos económicos. De forma similar, y allí donde la presencia de los términos económicos, se van arbitrando fórmulas de pagos básicos, tarifas planas o disponibilidad temporal a cambio de publicidad que permitan conjugar el viejo derecho de autor con la nueva forma de propiedad colectiva que supone la presencia en la red.

Es mucho lo que queda por reflexionar, y mucho sobre todo lo que queda por transformar. Porque como bien se afirma en el artículo, más que una iniciativa ideológica colectivizadora, parece que la red forma hoy una especie de trama anarquista con paradojas como la de la presencia de presuntos liberales que defienden su derecho a apropiarse del trabajo ajeno y colectivizarlo.

Pero sobre todo nos queda aprender a manejar la nueva situación, las nuevas herramientas. Aprender a compartir nuestros universos privados para crecer personal y grupalmente. Avanzar hacia un mundo que podría ser más justo, más igual, más reivindicativo, más tolerante, más diverso, más respetuoso a partir de la puesta en común de los mejores valores, del mejor conocimiento, de los grandes proyectos.

Pero ojo. Los de siempre estarán emboscados entre las líneas tratando de que la libertad y la igualdad vuelvan a quedar domesticadas. Su uso y abuso del poder privilegiado dependerá de que sean capaces de someter los nuevos caminos a sus dictados.

(Nota: esta reflexión, como en adelante todas las que aparezcan etiquetadas como "Sociedades Digitales" forman parte de los trabajos asociados al taller internacional on line sobre el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones como herramientas para la participación política que estoy cursando y que organiza precisamente la plataforma Sociedades Digitales. Pero claro, todos mis lectores estáis invitados a opinar y participar tanto como los compañeros del curso).

1 comentario:

Alejandra Torres dijo...

Me gustó este concepto "Pero cada vez más se instala en la mente de las generaciones nacidas digitales la sensación de que la red es un gran campo de conocimiento, ocio, activismo, información que sería un nuevo espacio colectivo y global. Se refuerza así el convecimiento de que lo que forma parte de la red forma parte de un entramado común y que está o debería estar disponible para las personas interesadas."

Principalmente porque no lo pude expresar así, con esa claridad tuya, en mi post sobre el texto en cuestión y me parece que me quedó muy criticón.

http://unade500.blogspot.com/2009/11/socialismo-online-todavia-algunos-son.html

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