Anda La Rulos tan hiperactiva como revuelta, porque dice que ya le toca un poco los chirimiris esa casualidad a estas alturas tan poco casual de que a ciertos personajes desde que les prescribió la vergüenza les prescriba todo lo necesario para mentir al personal diciendo que la justicia los ha dejado limpios e impolutos como si acabaran de llegar de un balneario de lujo.
Y que si el cabreo contra los desmanes de Wert se le fue por lo popular y el romancillo, pues el de Diego se le ha enquistado en las solemnidades garcilasianas y ha fluido por italianizantes liras.
Una ducha y un baño,
con dulce compañía y coste cero,
a nadie le hacen daño
en agosto o febrero,
siempre que quede impune el desafuero.
vapores, algas, barros del Mar Muerto,
cante por seguidillas
en el hilo (un acierto)
y en el lujoso hotel crédito abierto.
presidencial de tacto delicado;
así el rostro se queda
etéreo y estirado
y más duro que el mármol bien tallado.
sin duda interesada pero amiga,
el beneficio pesa
si le importa una higa
a Ignacio Diego lo que el pueblo diga.
sin duda no está bien, pero es costumbre.
Y el tiempo corre lento
si va contra la cumbre
y al final no hay candil que el caso alumbre.
que no lo miente nadie, que ha prescrito:
Sueña Diego en su lecho,
otro hotel baratito
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