lunes, junio 15, 2009

UN FESTIVAL SIN MATERIA


Entre mis primeras impresiones santanderino-alucinatorias tras el regreso a la vida civil, no dejó de resultar todo un impacto encontrarme en la prensa que el Festival Internacional de Santander había sido incluido por el Bureau Internacional de Capitales Culturales en su lista de 45 candidatos para la lista de los 10 tesoros del Patrimonio Inmaterial Español. Fuera de concurso, la Patum de Berga y el Misteri d'Elx, que al ser Patrimonio de la Humanidad para la UNESCO ingresan ipso facto en la lista de tesoros.

La primera ocurrencia que se me viene a la cabeza es la extraña sensación de que estamos convirtiendo a la cultura en todas sus variantes en una especie de monuco de feria, y que nos empecinamos en hacer listas y más listas como si fuera posible decidir si Notre Dame es más cultura que el Pensador de Rodin o las tragedias de Shakespeare. Y decidirlo además por voto popular, como si el voto atizado de una población X en plena efervescencia de localismo desmesurado garantizara que los votantes saben dónde está Berga o tengan noticia más o menos informada de los manuscritos de Qumram. Por estos pagos el Diario Monteñés hizo lo propio, la lista de la que saldrían los tesoros de Cantabria, mezclando obra del hombre con obra de la naturaleza, por ejemplo, como si fuera posible semejante mezcolanza. En fin, que ya escribió Machado, don Antonio, aquéllo de "Todo necio / confunde valor y precio".

La segunda que se me viene al entramado neuronal es la pregunta de quién propone cada candidatura, si son selección del propio Bureau o si han sido lanzadas a la carrera por sus lugares de origen.

Y la pregunta anterior tiene que ver con la más relevante: ¿Qué tiene que ver el Festival Internacional de Santander con la propia idea de Patrimonio Inmaterial? A ver, la propia web del Bureau ese de marras afirma que el "El patrimonio cultural inmaterial se define, según la Convención para la protección del patrimonio inmaterial de la Unesco, como los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades, los grupos y, en algunos casos, los individuos reconocen como parte integrante de su patrimonio cultural. Algunas de sus características son las siguientes: se transmite de generación en generación; es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia; infunde a las comunidades y los grupos un sentimiento de identidad y de continuidad; promueve el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana; es compatible con los instrumentos internacionales de derechos humanos existentes; cumple los imperativos de respeto mutuo entre comunidades, grupos e individuos y de desarrollo sostenible.
El patrimonio cultural inmaterial se manifiesta, en particular, en los ámbitos siguientes: tradiciones y expresiones orales; artes del espectáculo, como la música tradicional, la danza y el teatro; usos sociales, rituales y actos festivos; conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo; técnicas artesanales tradicionales".

Por su parte, la UNESCO nos dice que "El patrimonio cultural no se limita a sus manifestaciones tangibles como los monumentos y los objetos que se han preservado a través del tiempo. También abarca las que innumerables grupos y comunidades de todo el mundo han recibido de sus antepasados y transmiten a sus descendientes, a menudo de manera oral". Y recuerda que "Un amplio trabajo de investigación realizado por la UNESCO sobre las funciones y los valores de las expresiones culturales, así como de los monumentos y los sitios, ha abierto la vía a nuevos enfoques de la comprensión, la protección y el respeto al patrimonio cultural de la humanidad. Este patrimonio vivo, llamado inmaterial, confiere a cada uno de sus depositarios un sentimiento de identidad y de continuidad, puesto que se lo apropian y lo recrean constantemente. Motor de la diversidad cultural, este patrimonio no deja de ser frágil. Durante los últimos años ha adquirido un verdadero reconocimiento mundial y su salvaguardia se ha convertido en una de las prioridades de la cooperación internacional gracias al papel de guía desempeñado por la UNESCO con la adopción, en 2003, del Convenio para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial".

¿Qué tiene que ver una programación estival de poco más de cincuenta años encerrada sobre sí misma con una cualquiera de las ideas expuestas por ambas instituciones?¿Transmitido por los antepasados?¿De manera oral?¿Forma tradicional de vida incardinada en la memoria colectiva de las gentes?¿Motor de la diversidad cultural?¿Interacción con la naturaleza o con la historia?¿Fiesta popular?¿Arte tradicional?

Creo que quien quiera que sea que haya elaborado la lista, no ha elegido con tino. Cantabria tiene emocionantes muestras de patrimonio inmaterial, desde sus ricas variantes lingüísticas al entramado legendario de su mitología popular, desde las marzas a las traineras, desde el Carnaval de Santoña a la Vijanera de Silió. Propuestas que al menos no desentonarían en un listado propuesto que recoge leyendas, usos tradicionales, fiestas populares, rutas históricas, instrumentos o manifestaciones de la música folklórica, etc (y sí, otros dos festivales, el de Mérida y la Bienal del Flamenco de Sevilla, que de la misma manera no parecen acordar demasiado con la idea de Patrimonio Inmaterial).

A no ser que cuando se menciona la expresión "patrimonio inmaterial" se hable de inexistencia de chicha, de fundamento, de contenido. Y ahí sí que podríamos darles la razón: nunca se ha sabido proyecto, objetivo o coherencia perseguidos por el FIS, más allá de retórica hueca. Y es que superándose cada año a sí mismo en la obsesión por autopresentarse como modelo único y ejemplar de gestión cultural pública, a mes y medio de su inicio ni siquiera se ha ofrecido a medios y ciudadanos un simple y escueto avance de programación. Se sabe que se están gastando dineros públicos, pero ni cómo, ni en qué, ni para qué.

Festival sin materia. Festival Inmaterial de Santander. FIS.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que echarse a temblar. Por lo poco que yo sé... vamos de mal en peor...

Rukaegos dijo...

Hombre todo lo que no mejora, empeora ... o se momifica.

Anónimo dijo...

Nos quedan crónicas sabrosas por delante...

Anónimo dijo...

Sr. Rukaegos, los lectores de su blog nos dejamos la vista en la faena: aumente el tamaño del tipo de letra, por favor.

Rukaegos dijo...

Lo siento Anónimo: no sé bien qué problemas ha habido con la letra en este post. Intento subir el tipo, pero cada vez que lo modifico pasan cosas raras en el texto.

Saludos.

Rukaegos dijo...

Creo que por fin he solucionado el problema del tamaño.

Anónimo dijo...

Gracias.

Escéptico dijo...

¿Pueden aspirar mis pensamientos (no digo cuales) a ser patrimonio inmaterial de la Unesco?
Si se admite la candidatura, no me quedará más remedio que explicitar a qué pensamientos me refiero. De momento, silencio. Qué mejor patrimonio que el silencio.

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Un Santander Posilbe by Regino Mateo is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
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