Muy Señora Mía:
Desde hace unos días recibo cierta sobrecarga de información desde la Audiencia Nacional, sí, ese tribunal de funciones extrañas cuyo encaje en una estructura judicial democrática ha sido puesto en cuestión tantas veces y por voces tan autorizadas. Información referente sobre todo a la aplicación de un precepto legal de también más que dudosa validez democrática, que más parece una herramienta represora contra una libertad tan importante como la de expresión, eso sí, empuñada siempre contra ciertos sectores de la sociedad porque parece que ni usted ni sus compañeras de fiscalía parecen inmutarse cuando las humillaciones, bromas, insultos o descalificaciones surgen en otros puntos cardinales. Ya sabe, se puede agredir a los descendientes de personas asesinadas en las cunetas por El Enanito Cruel también conocido como Paca la Culona (por el General Millán Astray, ya usted sabe, no se vaya a pensar que tengo yo afanes de malmeter contra nadie) siempre que se sea Rafael Hernando y portacoz parlamentario del PP, se puede decir, si se es un alcalde del PP gallego, que los asesinados en la represión franquista lo serían por algo, o incluso hacer comentarios dolorosos y obscenos contra los homosexuales siempre que se sea obispo de algún sitio, Alcalá de Henares, sin ir más lejos. Entonces no, no hay fiscala ni magistrada que se atreva, vaya que no.
Cassandra hace unos días, Dani Mateo o El Gran Wyoming ahora, por chistes, madre mía, por chistes. Cómo comprendo yo cuando usted y otras señoras compañeras de profesión claman por los pocos medios que a su disposición pone el estado, porque si se trata de enchironar a toda persona que en algún momento de su vida haga un chiste más o menos zafio, con alguna víctima precisa o colectiva, todos necesitaríamos ir vigilados por entregadas vigilantes que a su vez necesitarían vigilantes que a su vez necesitarían vigilantes, y así hasta el infinito y más allá. Plus Ultra.
No se vaya a creer usted que a mí Cassandra me resulta especialmente simpática, Dani Mateo sí, aunque no somos ni primos ni nada eh, no se vaya a pensar. Pero que tenga una cierta obsesión la chiquilla por escribir el verbo matar en el Twitter no parece suficiente para que se inicie un proceso penal en la Audiencia Nacional nada menos (ya sabe, ni siquiera ante el preceptivo juez natural) y mucho menos para que tras las diatribas de la fiscala, tres magistradas decidan una condena que, permítame decirlo, nadie entiende.
Más allá del caso, dicen unos amigos que además las magistradas y la fiscala, usted misma, han intentado humillar a la procesada refiriéndose siempre a ella en género masculino, cuando basta ver unas fotos de la señorita Cassandra para tener claro que es una mujer, que esa es su identidad, su decisión, y su derecho a la intimidad por cierto, que yo no tenía por qué saber que es mujer transexual. Pero venga y venga ustedes con "el acusado" y demás. Según mis amigos para ejercer un plus de insulto y humillación que, por cierto, también debería hacer que ustedes mismas se autoprocesaran por ir contra el mismo artículo que supuestamente estarían aplicando tan celosas.
Yo creo, sin embargo, que en este punto ha sido usted una incomprendida, que en realidad usted ha tratado de erigirse en demoledora oficial de las barreras binarias de género y ha decidido que todos somos masculinos, femeninos, neutros, epicenos y comunes en pro de la verdadera igualdad, y que suprimidas estas barreras genéricas en el lenguaje, haremos un mundo mejor en el que todas seremos todos y todos seremos todas. Así que me sumo a su propuesta y me refiero a usted no con la identidad sexual que usted asume socialmente sino con cualquier otra, la femenina por ejemplo, para abundar en la contradicción y abrirme con usted hacia el futuro, brava señora.
Ya era hora, ya era hora, de que una mujer valiente, y fiscala por lo demás, diera un paso tan grande al frente.
Me despido cordialmente como modesta servidora suya.
1 comentario:
Ya. ¿Estás seguro de que el PSOE firmaría contigo esta carta?.
Ni de coña.
La verdad, como partido "de izquierda" la misma puta mierda de siempre, pero como comedia he de reconocer que ha mejorado mucho.
Feliz "susanato".
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