Parece mentira, cuatro meses de silencio para este blog que ha sido tan importante en tantos momentos, que ha sido una herramienta esencial para expresarme, desahogarme, dialogar, reflexionar, meter la pata... Cuatro meses en los que mi vida ha experimentado cambios no por temporales menos relevantes y en los que aceptar la propuesta del consejero de educación, cultura y deporte del Gobierno de Cantabria para incorporarme como coordinador artístico a la Sociedad regional de educación, cultura y deporte abrió la puerta a muchas ilusiones y responsabilidades importantes.
Aprovecho para agradecer a mis amigos, familia, redes su apoyo y su confianza, a los trabajadores y trabajadoras de la SRECD y en especial a Isabel Ibarra y a Javier Castellanos, justo con los que mi día a día definiendo contenidos y proyectos es más cercano y que me han puesto realmente fácil el cambio. También a mis perros, que quizás hayan sido los más perjudicados por nuevos horarios y ritmos, pero que lo llevan lo mejor que pueden. Y por supuesto a Pitufo Gruñón, ese gran pitufo formado por toda una recua de voluntades torcidas y malos deseos que también ha estado presente, como siempre; siempre necesito de sus salidas de tono y de educación para recordar el camino correcto.
Cierro paréntesis y retomo. Cuatro meses de silencio, pero de una actividad intensa en un territorio en el que me encuentro cómodo, en un sector en el que me tropiezo cada día con gente interesante, y que en muchos sentidos ha sido parte de mi vida casi desde que gateaba. Un trajín de cada día que ha tenido mi cabeza bloqueada y mi portátil perezoso. Pero tras meditarlo, he resuelto que el blog me sigue importando, que quiero seguir compartiendo mis puntos de vista, y que tras las primeras refriegas puede que sea este el momento adecuado para retomar las viejas buenas costumbres. Añadiendo además, por aquello de la transparencia, apuntes e informaciones sobre ese trabajo y esa programación que hemos venido definiendo y que arrancará el 25 y el 26 de febrero con el regreso de Lindasy Kemp a Santander. He decidido contaros además de mis mañas habituales algunas reflexiones sobre por qué esta programación, y detenerme poco a poco en cada propuesta, al menos para que quede claro cuál fue el hilo que llevó a elegir ese concierto, esa obra de teatro, esa propuesta de danza, mejor que muchas otras recibidas.
Comencemos por lo más general. ¿Cómo se ha determinado la programación marzo-junio 2016? Entre las primeras en la frente, esos ajustes y esa austeridad que no ha perdido actualidad y que nos hacen trabajar tendiendo al déficit mínimo, a elaborar los contenidos pensando en los ingresos por taquillas, alquileres de salas, etc, de tal manera que el coste final sea lo más prudente posible, y eso manteniendo unos precios públicos y ajustados y tratando de que no haya merma alguna en interés y calidad. Prudencia en el gasto, pues, que no debe significar cuestionamiento de la variedad ni de la calidad. El Palacio de festivales de Cantabria quiere ser una casa accesible para todas las personas, sean sus intereses más populares, sean más atrevidos o sofisticados, máxime si tenemos en cuenta que Santander no cuenta con propuestas propias y que con la excepción del estupendo Festival de Invierno de Torrelavega, es poco y puntual lo que se ofrece durante el año fuera del Palacio. Así pues, una programación llena de tensiones y diálogos: las grandes estrellas frente a los artistas emergentes, la vanguardia junto a la tradición, las propuestas comerciales junto a las experimentales, los formatos grandes junto a los recogidos, las voces que nos llegan desde otros lugares entre las que salieron desde nuestra tierra. Al final, cierto, un poco pandemónium, pero un pandemónium alegre en el que tenemos puesta mucha ilusión. En especial en algunas propuestas más difíciles, algunas apuestas más personales, y también en esa propuesta que hemos incorporado bajo el título de Un palacio canalla en la que dar cabida a espectáculos para un público adulto, en músicas ligeras y mejor con un punto tabernario o barriobajero, en lenguajes atrevidos, radicales y vanguardistas, en todas esas voces que no habían encontrado y tal vez no pudieran encontrar un acomodo en el abono general.
Esta semana os hablaré de por qué Lindsay Kemp. Y llegará el momento de hablaros de ideas en las que estamos trabajando para formar el público, para acercar a más gente superando barreras sociales y geográficas, para que nuestro Palacio sea cada día un poco más nuestro.
Pero por el momento, gracias por volver a leerme, gracias por estar atentos y recuperar mi blog conmigo. Os copio el enlace a la web oficial para que podáis ver lo que hemos seleccionado y vayáis organizando vuestros calendarios. Gracias.
http://www.palaciofestivales.com/es/?page_id=2871
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