viernes, octubre 17, 2014

TAUROFOBIA PARA TIERNOS INFANTES


Sí, ya lo sé que ha llovido mucho. Pero me he encontrado por ahí con un cuaderno con temas pendientes de tratar en el blog y tampoco hace falta ir siempre al hilo de la actualidad. Porque no es la primera vez que pasa y me temo mucho que no va a ser la última. 

El caso es que el concejal de juventud de Santander nos contó allá por los comienzos del verano y la Feria de Santiago que entre los objetivos de su concejalía era el de acercar la tauromaquia, taurofobia o como más les guste al "público familiar" , para que los niños de hoy sean los tendidos de mañana. Supongo que nuestras autoridades son conscientes de que esa fiesta nacional tiene muy poco de fiesta y cada vez menos de nacional o popular, seguro que conocen los estudios en los que se nos señala que no llegan al 10% de los españoles los que señalan haber asistido a algún espectáculo taurómaco a lo largo del año, y que los pingües beneficios que algunos espabilados obtienen de la tortura animal andan en peligro como siga creciendo la sensibilidad social en contra de semejante tradición (esa por la que nuestro José María de Pereda denominó al ser humano "el peor bicho") y se junten quienes optan por la prohibición y quienes simplemente la dejarían morir de aburrimiento retirando todo tipo de subvención pública. Como por cierto este año ya ha hecho el Ayuntamiento de Torrelavega, con la socialista Lidia Ruiz Salmón al frente, que nadie sabe muy bien por qué aportaba cierta cantidad a la feria santanderina. 

Santander y otras ciudades están viendo ya desde hace unos años cómo corporaciones, asociaciones y empresarios tratan de evitar la sangría de público convirtiendo el asesinato ritual de animales en una especie de juego hortera, al modo del llamado toreo de salón, con el que divertir a tiernos infantes a los que ponen un capote en la manita para que aprendan a moverlo con trono. Por el momento, no les permiten clavar puyas, banderillas o estoques en animal alguno, porque para que la diversión y el aprendizaje infantiles fueran completos quizás deberían darles la opción de torturar a un animal entre verónica y natural, de salpicarse la carita con su sangre, de matarlo y apuntillarlo mientras observan regocijados cómo el animal brama de dolor y escupe la vida sobre los pantaloncitos cortos. Javier Castaño es el diestro siniestro que ha estado ejerciendo de profesor de toricidios por Santander y otras ciudades norteñas. Imagino que sumando su esfuerzo a los de las aulas castellanoleonesas y castellanomachegas donde se va a impartir la asignatura de tauromaquia, imaginamos que aprovechando las horas robadas a la de Filosofía.  Ya saben ustedes aquel lance del "tiene que haber gente pa tó".

Cuentan las malas lenguas que visto el éxito, y mientras prepara su campaña para hacer un gallardonazo, el alcalde De la Serna y su concejal de juventud andan evaluando las propuestas de otras asociaciones culturales dispuestas a enseñar a los más pequeños a disfrutar con las tradiciones patrias en lo que al trato de los animales se refiere. Y apuntan esas fuentes deslenguadas que se está estudiando un taller de ahorcamiento de galgos en la Plaza de las Farolas , impartido por el mítico y siniestro galgueo Sebastopol Pastueño "Destrozapescuezos", un cursillo de degollado de pollos, en el que sí podrá haber niñas, a cargo de Tía Colasa "La Degollinas", precedidos ambos por el divertido y otoñal taller de Matanza de Gorrinos, en la que la Familia Manson y su famosos cuchillos marca ACME mostrarán lo espectacular del matacío tradicional, con más vísceras y sangre que ninguno. Un puro regocijo para nuestros niños, oigan.

Que por algo gritan los malvados antitaurinos ante las plazas el lema "Vaya educación que dais a vuestros hijos".

1 comentario:

BRUNO dijo...

Cuánta razón llevas!.
Me parece intolerable.
Saludos.

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