viernes, abril 11, 2014

PRIMERIZAS PRIMARIAS: FLORES DE NO.



El columpio se mueve hacia un lado y hacia el otro, llega casi a volar pero al fin de la oscilación se queda sin energía, mojado, estático, entre sombras. Y llega tras el sí el momento del no.

¿Por qué no? Esa fue la pregunta que muchos de vosotros me hicisteis, tanto que tuve que hacérmela yo mismo. Acumulando algunas reflexiones que ahora comparto, porque creo que como escribí ayer os las debo. Son de diversa índole, a diversos niveles (personal, organizativo, social), probablemente sean todas discutibles, pero son las mías. Con cierto toque de humor y tal vez un puntito de amargura.

Las estrictamente personales son las más directas. Pensar en la posibilidad de entrar a esa competición primaria me produce bastante vértigo. Egos y ambiciones hay de muchos tipos, pero en los míos jamás entro la opción de competir por una candidatura a la comunidad autónoma de Cantabria. Y es que ¿de verdad sois capaces de imaginaros al que suscribe, suponiendo que hubiera habido confrontación y se hubiera resuelto en mi favor, compitiendo en las elecciones autonómicas? Todavía más ¿pero de verdad alguien en su sano juicio es capaz de imaginar siquiera el desastre que le sobrevendría a Cantabria si llegara yo a esa imposible presidencia? También es verdad que algunos me habéis respondido algo así como que si Sieso, Entresotos, Revilla o Diego han ostentado esa presidencia por qué no no. Visto de esa manera, tendríais razón, pero imagino que mis modelos van por otros derroteros. No, definitivamente no me veo. Supongo además que he entrado en esa edad en la que las apuestas son más personales y las ambiciones se van apagando. No tengo experiencia de gobierno, ni siquiera de partido, así que difícilmente podría ahora proyectar un repentino cursus honorum saltándome todos los escalones previos.

Desde la perspectiva orgánica, creo que puedo organizar las ideas mejor, y con un punto menos melodramático y más objetivo. Estamos ante un proceso que no me convence. No me convence en primer lugar porque soy partidario de que se produzca una apertura real, que nos permita dialogar en serio con la sociedad y que dé a la sociedad voz … y voto. Mi apuesta por unas primarias abiertas es clara. No voy a decir, como escucho a veces por ahí, que otros procedimientos no sean democráticos: lo son en la medida en que proceden de normas de organización y procedimiento que nacen de congresos y secuencias estatutarias legítimas. En todo caso tal vez menos democráticos. Tengo la sensación de que participar en un proceso de primarias cerradas ("abiertas … a los militantes" he escuchado decir a un maestrillo de la manipuladora neolengua) sería traicionar esa convicción. Tengo más sensaciones negativas, he vivido procesos internos y sé lo sucios que pueden llegar a ser, hasta he experimentado en propias carnes algunas situaciones desagradables. Podéis llamarlo cobardía si queréis, puede que lo sea, pero en la línea de lo expuesto más arriba, ahora mismo mi motivación para situarme como diana de pim pam pum es tanta como cero. Añado una impresión más, ojalá sea sólo una impresión y esté equivocado, pero creo que todo el proceso de primarias (consultas a los militantes que luego se han querido convertir en otra cosa, adelanto injustificado del proceso a un tiempo preelectoral, estrategias más que evidentes para evitar que haya más candidaturas) nace con la idea de que no sea posible cambio alguno, atado y bien atado. Actuar en esas condiciones supondría dar un plus de legitimidad a quienes creo que no se lo merecen, aunque sólo fuera por el temor manifestado a que se amplíen las bases decisorias o a que los partidos se jueguen con cierto equilibrio y fair play. Actuar en esas condiciones supondría también obligar a mucha gente a realizar apuestas sin futuro y a terminar el día 26 de abril todavía más quemadas y cabreadas de lo que ya están.

Socialmente …  Me pongo en la situación de que, quién sabe, un milagro de Santa Leonisa de Babia, patrona de las precandidaturas imposibles, pudiera ponerme al frente de la candidatura regional. De nuevo os pregunto ¿de verdad sois capaces de imaginarlo? Sé por dónde lloverían en foros, pintadas, puñaladas traperas de todo tipo y condición los palos, lo sé demasiado bien. Me encontraría probablemente sin respaldo partidario (recordemos el caso de Borrell en las primarias nacionales) y frente a un PP de cuyos líderes y voceras tengo la peor de las opiniones posibles. Aquí sí que el juego sería sucio, porque es el único que saben jugar Diego y sus hordas. Y esa convicción me hace pensar que en el fondo a mí me daría igual, en estos contextos "como el toro me crezco en el castigo", de algo tenía que servir la poesía, la cabezonería y la mala leche que a veces me asoma. Pero afectaría a muchas personas a las que quiero, a las que aprecio, y a las que me niego a someter a semejante cadena de basura. Y creedme, sé de lo que hablo.

En resumen, no quiero ser la marioneta, no quiero ser la disculpa, no quiero ser tampoco la causa de una debacle en las urnas ni el pagano de causas ajenas. Puede que simplemente esté encontrando cierta calma personal que no quiero perder. No por esto. No hoy. No así. 

Aunque no quiero que se me vaya este texto sin daros las gracias a quienes habéis pensado que merecería la pena la apuesta, que me animabais y os comprometíais a dar respaldo y apoyo. Sé que lo habéis hecho más desde la amistad, la bondad, la cercanía que desde la razón. Tal vez desde vuestra propia necesidad de buscar salidas a este laberinto. Por vosotros y con vosotros sí que hubiera merecido la pena el combate, pero hay factores que han pesado mucho más.

(Continuará … que si no sale algo en clave de humor sardónico no sería yo)

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