martes, diciembre 31, 2013

… AUNQUE TAMBIÉN ES CIERTO QUE ...


Pues sí, el 2013, el año en que aprendimos a estar solos y en el que tuvimos mucho, mucho frío. Pero también es cierto que …

En el 2013 Harley llegó a casa y muy pronto empezó a hacerse croquetas por el suelo para llamar la atención y pedir cariño. Es tan bueno que ni siquiera ha dado mucho juego anecdótico para el blog de La Poligonera.

En el 2013 regresaron, imitando a las oscuras golondrinas como cada año, la UIMP y los estudiantes de español de la Michigan State University. Siempre es una oportunidad y un placer poder trabajar con ellos. Y en esta ciudad tan complicada, es toda una experiencia sentir que alguien da valor a lo que haces.

¿Que alguien da valor a lo que haces? En el 2013 siguieron en clase, impasibles a mis disparates, mis alumnas y unos pocos alumnos de las Aulas de la Tercera Edad de Literatura Universal, mis lectoras de Unquera, renovando el placer de la amistad y de la lectura libro tras libro, mis chicas y chico de las clases de música, que siguen empeñados en continuar aunque de vez en cuando les torture con Messiaen y Schönberg.

Me compré unos calzoncillos de Aussiebum que me quedan súper sexis, aunque permanezcan siempre bien ocultos. 

El 2013, locos por el cine, nació Piensaencines. Así que tuvimos que ver mucho mucho cine, compartir mucho mucho tiempo con un grupo de chiflados estupendos (y chiflada) , ordenar ideas, organizar las defensas del Lado Oscuro y dejar salir a la Paqui que todos llevamos dentro. Cajera del Lupa de Cuetobanús, por supuesto.

En el 2013 vi de nuevo sonreír a Isa, después de mucho tiempo demasiado seria. Y la sonrisa de Isa vale un potosí. Que bueno que esté bien, al menos casi bien.

Carmen sigue luchando con el maldito cáncer pero sigue resistiendo y es posible levantarle la sonrisa y la amabilidad que lleva de serie.

Fue como un sueño escuchar el concierto de la Joven Orquesta de Cantabria, con una primera de Mahler que me hizo llorar, pero de felicidad.

Jaroussky siguió grabando discos maravillosos. Y yo pude seguir escuchándolos.

En el 2013 tuve que levantar la sentencia de correa perpetua para Gin y volví a disfrutar viéndola correr y correr y correr como si el mundo fuera un campo gigante que nunca se acabara, con ese hocico que pone cuando es de verdad feliz.

Hicimos la "Ruta de los pucheros de Cantabria" completa, en familia, saturándonos de Olla Ferroviaria en La cu

chara del Camesa, de cocido lebaniego en el Hotel Picos de Valdecoro y de cocido montañés en El mirador de Trasvía. Una disculpa más para que a pesar de tantas cosas la familia siga siendo un espacio seguro.

Se casó mi ahijada con un chico estupendo, aunque no tanto como ella, y unos meses después nos anunciaron que iban a ser tan valientes como para seguir trayendo cántabros al mundo.

Aunque muchos más perros y gatos fueron abandonados, fueron también muchos los que encontraron un buen hogar. Cada vez hay más conciencia y más consciencia. La agria polémica Chabela - El Mundo señaló que nuevas voces se alzan en defensa de los animales. Y que otras seguirán consintiendo y justificando el maltrato y el abandono. Así que en el 2013 nos crecieron las ganas de luchar, porque ellos no tienen más voces que las nuestras para hacerlo. 

En el 2013 leí "En la orilla", de Chirbes. Eso casi por sí mismo justifica todo el año.

Los Basura han ido madurando, pero no por eso han dejado de ser una tropa de locos maravillosos.

En el 2013 sellé mi adiós en diferido de la política, pero cansado y triste, harto tantas veces, enfadado muchas, no dejé de luchar o de comprometerme con las cosas que me importan y con las armas que mejor puedo manejar. No me he rendido. Y eso no es poco, con la de mierda que nos está cayendo.

En el 2013 en fin siguió ahí, a mano, a voz, a corazón mucha gente buena y apareció mucha más. Hubo música, copas, amistad, libros, jilgueros y petirrojos  Hubo razones para levantarse de la cama, para caminar y para afilar la mirada. Así que …

Brindo en este momento final con todos vosotros por todos vosotros. Por todo aquello que nos ha sostenido y que nos ha dado seguridad frente al abismo. No viene un buen año, lo siento, va a ser tan duro como este y vamos a estar tan saturados de cretinos malvados como ahora. Pero ojalá estéis entre los privilegiados que dentro de doce meses puedan decir "contra todo pronóstico, el 2014 fue un gran año, un año feliz, un tiempo memorable".

Disfrutad de la vida, bebeos el tiempo. Sed compasivos, comprometidos, entregados y felices. Y no os olvidéis de decirle de vez en cuando "te quiero". 

¡Feliz 2014!

2 comentarios:

Amélie dijo...

¡Así te quiero ver!
Brindo contigo por la buena gente y los momentos bellos que también los hay.
Que pases una noche agradable...

BRUNO dijo...

Me alegra mucho volver a encontrar un optimismo lúcido en tus frases, de verdad.
Te deseo a ti y a l@s lector@s de éste blog toda la buena suerte posible, creo que nos hará falta.
Saludos cordiales!.

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