Andan en El Diario Montañés enredados este verano con la publicación de propuestas de planes para el verano. Un plan romántico, una escapada con niños, una fiesta tradicional, salir de marcha, etc, en una serie en la que nos han invitado a personajes de diverso pelaje. Publiqué ya mis ideas sobre un plan con niños, bajando hacia el sur del mapa cántabro, y sobre salir de fiesta por la noche santanderina. Ayer mismo salía publicado este pequeño texto, la escapada romántica. La evocación de aquella aventura por la costa occidental con Leo, de la mano, ha merecido muchos comentarios positivos. Para aquellos amigos que no tenéis acceso al Diario Montañés en papel (creo que no aparecen estas columnas en la edición digital) los lo copio al blog:
Si regresaras, sí, si regresara. si nos fuera posible inventar otra vez esa ruta de aquel verano que amaneció en Comillas, en esa villa dulce de tantas horas niñas en donde quise mostrarte algunos recuerdos hermosos del pasado, dejarte compartir las anécdotas triviales que tuvieron cerca el portón de bronce de la Pontificia, los grandes pasillos abandonados del seminario desierto, la infinita nostalgia del ángel de Llimona, la locura incendiada de Sobrellano, tu foto sonriendo junto a Gaudí, las manos enlazadas sin vergüenza hacia el Corro de Campios, el recuerdo para los versos de Jesús Cancio a la vera del Muelle, la foto que te mostré del Ayuntamiento engalanado con los colores del Arco Iris.
Si regresaras, sí, si regresaras. Descansar un instante atravesando la Ría de la Rabia, volando por encima de sus cisnes (¿Lo recuerdas?: "Inventar el invierno es el oficio / de los cisnes cansados") hasta varar, como el Pájaro Amarillo, en las arenas de Oyambre, mientras el sol plomizo de las primeras horas de la tarde se te amansa en el pecho y las olas te aguardan para enredar en tus piernas,como algas, ese frío furioso del Cantábrico.
Llegarnos hasta Gerra y compartir con la perra, con la dulce dulce Glenda, un paseo en el silencio de quienes no precisan de palabras. Olvidando un instante de pasos a tres sobre la arena.
Si regresaras, sí, si regresaras. Si nos fuera posible mirarnos a los ojos y descubrir el amor, la ternura en su brillo, en la intimidad de una cena tan especial, con ostras y champán, en el Annua antes de caminar a noche abierta por las callejas viejas y empedradas de San Vicente, rodear Nuestra Señora de los Ángeles, encontrar un abrigo furtivo en la muralla donde inventar otra vez un beso con sabor a primero y renovar los votos de los primeros meses para los pocos meses que quedaban.
Si regresaras, sí, si regresaras. Si otra vez nos pertenecieran las leyendas y los cuentos, las piedras centenarias, las playas más abiertas, el aire penetrante, las estrellas altivas, la intimidad feroz de las palabras. Sabores, senderos y escondrijos en tu mirada nuevos, tan diferentes de cómo la mía los recordaba porque hasta entonces no estabas. Si regresaras, sí, si regresaras.
(Publicado en El Diario Montañés el 28 de agosto de 2013)
1 comentario:
Hola Regino,
Ya leí tu texto en el diario, pero lo vuelvo a leer con mucho gusto. Me parece precioso , muy evocador y más cuando una conoce esos lugares, desde Comillas pasando por Oyambre, Gerra para acabar en la maravillosa San Vicente de la Barquera...unos lugares excepcionales. Te felicito.
Un abrazo.
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