lunes, enero 08, 2007


La ciudad de los trenes perdidos

Dicen que nunca es tarde, si la dicha es buena. Al parecer el equipo municipal vigente ha decidido estos días (tan curiosamente cercanos al periodo electoral) ofrecerse como imagen transformadora de nuestro Santander. Para ello, su nueva cara, De la Serna, abandera una serie de proyectos y planes que, de hacerse ciertos, provocarían un importante cambio en el rostro de nuestra querida y doliente ciudad.

La cosa es que los cambios sugeridos por los populares nos suenan a escuchados, y no precisamente en sus labios. No será difícil que recordemos cómo Piñeiro se dirigía con su educación habitual a Juanjo Sota con la frase que llegó a ser folklórica esa de "Anda, calla, Sotuca, que no dices más que chorradas", espetada en pleno pleno (municipal). Derroche de respeto por los demás, que lo llaman. En una de esas ocasiones, las carcajadas de las bancadas populares se dirigían a la propuesta de la construcción de un funicular que uniera el Río de la Pila con General Dávila, salvando un importante desnivel en una zona de media de edad más que alta. En otra, las burlas venían ante la propuesta de unificar las estaciones, retranquearlas en dirección a Montaña o Marga y generar todo un pulmón de parques y servicios en el espacio dejado.

¿Les suenan estas propuestas -y otras, pero dos valen como ejemplo- a los lectores de este mi blog que es también suyo? Ahora parece que los populares nos quieren inventar la pólvora, presentando a la ciudadanía con la inestimable ayuda de ciertos medios de incomunicación con serios problemas de memoria histórica, como propios los proyectos robados. Más robado si cabe el de la unificación de las estaciones, ya que en realidad se trata de un proyecto del Ministerio de Fomento (socialista), y que Íñigo de la Serna proclama como su propuesta estelar para Santander.

De todas maneras, decía al principio que bienvenidos sean los populares a la modernización de la ciudad. La han gestionado (mal) durante muchos años. Y son muchos los trenes que los santanderinos y santanderinas hemos perdido por su ineficacia. Mientras Piñeiro protestaba agriamente ante los hombres del tiempo por decir que en Santander llueve (oh climatológica afrenta a nuestras posibilidades turísticas) y más agriamente aún ante los organizadores de la Copa Davies, por atreverse a decir que a Santander le falta glamour, otras ciudades españolas, muchas, aprovechaban los diferentes fondos de cohesión europeos para emprender grandes procesos de transformación y crecimiento urbanístico. Crecieron así centros culturales, espacios ciudadanos, recuperación de cascos históricos, museos, edificios emblemáticos, mientras en Santander tirábamos nuestro pequeño Estoril que fue el Sardinero adobado con sus vías principales de acceso, derribábamos (uy, se cayó) casas con puntito negro en unos planes generales que nunca llegaba a aprobarse, poníamos pvcs en las ventanas del Paseo de Pereda (que al fin y al cabo es conjunto histórico artístico) y gastábamos los dineros proporcionados por la Unión Europea para la rehabilitación del Cabildo de Arriba en el famoso Parque del Agua, que iba a ser un estupendo modelo de nadie sabe muy bien qué (menos mal que en Bruselas no me leen: a ver si nos van a hacer devolver los minolles).

Pero ahora, por fin, y ya que nos va a costar a todos mucho más y no tendremos demasiadas ayudas externas a las que acudir, por fin nuestros responsables municipales (me entrecomillen lo de responsables, porfa) han decidido apostar por una ciudad moderna. El Cabildo de Arriba, como las viviendas sociales de la Remonta, porque así se ha empeñado el gobierno socialista que, siempre según Piñi y su troupe, tanto maltrata a Santander (será que las viviendas sociales van a restarnos glamour), y en no poca medida gracias a la maltratada ministra Trujillo y sus reuniones con Gorostiaga. En el caso de las estaciones, gracias a los dineros nacionales de Fomento.

Como siempre, llegan tarde, después de habernos hecho perder casi todos los trenes. Pero tal vez todavía nuestro Santander posible, tolerante, cívico, abierto al futuro, tenga un vagón al que subir y una buena locomotora que lo guíe. Aunque no creo que esa locomotora lleve gaviotitas pintadas: si así fuera, vayan pensando que más de lo mismo.

4 comentarios:

Rukaegos dijo...

Y bueno ... me voy a comentar a mí mismo, a partir de un par de datos vistos cuando De la Serna ha presentado "su" proyecto.

La primera es que, por supuesto, la intervención se trata simplemente de un parque. No sé si el modelo será el Parque del Agua, sí, ese que siempre está seco y en el que nunca hay nadie, o el Bosque Atlántico-Cementero que nos espera en Las Llamas, en el que flora atlántica habrá más bien poca pero sí estanques de pega y árboles decorativos.

Y digo "simplemente un parque" porque en un área de nuestra ciudad posible con altísima densidad de población y bajísima densidad de servicios, Íñigo de la Serna no ha pensando, claro, en incorporar al diseño un centro cívico, un espacio cultural ni nada que se le parezca. Santander será la única ciudad española de más de 50.000 habitantes sin un teatro municipal o espacio equivalente pero ... ¿para qué?

Otra reflexión es la de que nuestro popular equipo de gobierno popular siempre se autoadjudica la característica de la buena gestión, sobre todo aplicada a los números. Pues bien, ese brillante sentido del ahorro que tienen nuestros munícipes peperos, y que sigue manteniendo nuestras finanzas municipales al borde del colapso (si no nos privatizan el servicio del agua no sé si tendrían para reponer las garrafas de agua de los pasillos) tiene en la intervención castellano-hermidaña un buen ejemplo. Hace cuatro o cinco años se inauguraba el IES Alberto Pico. Hoy, tanto tiempo después y gracias al sentido de futuro y planificación que les comentaba,De la Serna propone tirar el Instituto y volver a hacerlo en otra parte. Brillante. Económico. SSSSSSStupendo.

Anónimo dijo...

Uhmmmm... hacía mucho tiempo que no te leía... ¿y eso de moderar los comentarios? ¿lo tenías antes?

Bueno, a lo que iba, que cada vez que te leo acabo de mala leche. No entiendo como el pp sigue en esta ciudad (bueno, ni en ninguna otra) pero lo que no entiendo es cómo puede ser mas importante el "glamour" que comentas para los habitantes de la ciudad que todos los demás problemas sociales...

un saludo!!

Rukaegos dijo...

Hola y bienvenido de nuevo al blog.

Siempre he tenido activada la moderación de comentarios, aunque a día de hoy todas las intervenciones han sido publicadas (supongo que aunque hubiera alguna ofensiva lo sería tb, no dejan de tener su gracia y uno ya tiene cierta experiencia con mensajes al móvil y otras cosas jejeje)

No quiero que te pongas de mala leche al leer mis posts: no soy la COPE, hombre. Supongo que no paso de ser una mirada crítica, un poco fuera del discurso oficial de una ciudad que hace mucho, mucho, mucho decidió hacerse el hara-kiri y vivir sólo como escaparate para los turistas, olvidándose de sus ciudadanos y ciudadanas. Ojalá lo que nos quede de estas reflexiones abiertas y conjuntas sean las ganas de empujar, de cambiar, de no resignarnos, de despertar conciencias y apostar por esa ciudad que puede y debe ser diferente. Abierta, juiciosa, tolerante, libre, limpia, justa: una ciudad para vivir, un Santander para vivir. Un Santander posible ;-)

Un saludo

Anónimo dijo...

dejaros de leches y haber si el zp este nos trae el tren de alta velocidad
AZNAR NOS TRAJO LA AUTOVIA
AZNAR NOS HUBIERA TRAIDO EL AVE
GACIAS A ZP AUTOVIA RETRASADA Y SIN AVE

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