martes, septiembre 26, 2006



GALERÍA DE PERSONAJILLOS Vol.I :
CANELITA EN RAMA

Para los que se piensen que el primer retrato de pululantes por nuestras ciudadanas avenidas habría de ir dedicado a Fray José, va a ser que no. Él cree que ocupa todo mi corazón, pero está equivocado, tanto que ni me importa que me retirara el saludo por tan poca cosa como afirmar en mis críticas radiofónicas que la del fis es "una programación errática producto de una mente enferma". Qué poco sentido del humor: si hasta le reconozco portador de mente...

Después de esa primera decepción, habrá quien se pregunte (en el supuesto de que alguien lea el blog, pero creo que a mi poeta favorita le va a gustar esta entrada, así que va por ti, Ana de la Robla) por qué un taller de mecánica y electricidad del automóvil de Moraleda (Cáceres) ocupa la acostumbrada imagen inicial. Y es que el truco es que el negocio se halla sito en la Avenida de Pureza Canelo. Así que empieza la fiesta.

Me comentaba Aurora esta mañana una anécdota sobre la titular de la mencionada avenida, muy en la línea de las boutades por las que al parecer la pagamos y de las que ya nos tiene más bien hartitos. Me la describía Aurora en su flamante y robada sede de la Fundación Gerardo Diego, que ella dirige más por el entrañable amor que profesan los Diego a la Canelo que por méritos propios, gritando a diestro y siniestro que "en Cantabria no hay nada más que idiotas e ignorantes, no se puede trabajar aquí, son todos mierda". O algo parecido (y quienes la conocen saben que el entrecomillado es pertinente, porque eso es lo que opina de nosotros). Hablaba también Aurora de cómo por una tontería había acabado haciendo llorar a base de gritos e insultos a una limpiadora, a la que había humillado tan pública como innecesariamente. Otro rasgo de carácter importante de semejante sujeta, y que nos lleva a una de las facetas que personalmente me dan más asco en un ser humano "iuris tantum" (o lo que es lo mismo, admito prueba en contrario): el del superior que se ceba con quienes debido a las circunstancias que sea no pueden defenderse. Aunque cualquier juez hubiera aplaudido en este caso un escobazo bien arreado en el trasero.

Para quienes no sepan nada de la presunta poeta con más humos que la solvay, la Canelo es una tía que apareció por Cantabria de la mano de Elena Diego, hija de Gerardo, para negociar con nuestras instituciones culturales la creación de la Fundación Gerardo Diego que debería administrar el legado de revistas literarias que el poeta del 27 tuvo a bien dejar a su bahía natal. Negociaciones y constituciones después, acabó la tal como Directora de la Fundación, con suculento sueldo y suculentas dietas (ella vive en Madrid y cobra cada vez que se acerca), y todo un corralito montado a mayor gloria de quien como no tiene mérito en poesía prefiere la intriga. Ese corralito lo pagamos básicamente los cántabros, vía dineros públicos, y actúa principalmente en Madrid, vía intereses (y amiguetes) de Puri.

A partir de ahí, cada vez que Canelita en Rama se ha pasado por la Tierruca ha acabado airando o insultando a alguien. Comida por la soberbia, todo lo que no sea bailarle el agua y darle la razón es producto de una al parecer estupidez genética endémica en nuestros campos. Lo único que no nos llama es "bonitos", pero eso sí, pone la manita para cobrar religiosamente el sueldo producido por esta tierra y estos terroneros que tanto detesta. Y la verdad, empieza a tocarme los firulillos del refocile (Forges dixit) que se dé tanto bombo a tal señora. Y es que ya puestos a ser de Cáceres, mejor le vendría Malpartida que Moraleda.

Por cierto, si alguien quiere saber algo de sus versos, les diré que el título de su primer libro premiado fue "Lugar común", bien adecuado al deja vu y la carencia absoluta de vigor lírico que uno encuentra en sus versos. Por cierto, no me resisto a colgar un interesante documento que me he encontrado por la net, en la página del poeta del glorioso movimiento nazional José García Nieto, en la que una carta de la tal puede mostrar a los lectores el florido, anticuado, relamido y cursi lenguaje de la susodicha, el peloteo intensivo con quien puede darle prebendas y ¡antención! las intrigas correspondientes para facilitar el camino hacia el Adonais a uno de sus protegidos. Hoy lo llamaríamos tráfico de influencias. Se supone que uno concursa en el Adonais de manera anónima, pero ella, que tan crítica es con otros concursos donde no le piden su indocta opinión, rompe el secreto y desvela que cierto poemario es de un tal Juan Cobos (supongo que Wilkins) a quien debe un favorcillo. Hombre, uno sabe que eso más o menos pasa en muchos certámentes literarios (y de otras índoles), pero tan desfachatadamente colgado en internet, pocos. Disfruten del documento: Qué asco.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por la dedicatio, mi querido R. En realidad, tu post sólo tiene algo malo: que lo leemos quienes ya sabemos lo que hay y no lo leen -o lo leen pero pasan olímpicamente- los que deberían echarse las manos a la cabeza y el lazo al cuello. "Asín" estamos. Y entre tanto, la flor de la canela sigue comiéndose nuestros dineros... Besos.

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