Imaginad que escribo en Twitter que durante un telediario en la pública han afirmado que "Julio César fue asesinado por unos mercenarios escitas". Imagino que las respuestas podrían clasificarse en a/Carcajadas, b/Protestas de ignorancia de medios y periodistas y c/Reenvío compulsivo de tamaño absurdo.
Ah, sí, pero ... ¿y si escribo que en un telediario de la pública han afirmado que "Federico García Lorca fue asesinado por un grupo de soldados"? No voy a encontrarme risas, eso por descontado. Nadie va a hablar de ignorancias, puede que unos pocos sí de manipulación. Algunos reenvíos, es probable que bastantes. Pero lo que sí me encontraré de seguro, como con cualquier otra referencia a la II República, la Guerra Civil y la represión franquista, es alguna reprimenda, áspera, cariñosa o mediopensionista, con la que me echarán en cara vivir anclado al pasado, no pensar en el presente y menos en el futuro, y puede que me recuerden que todos eran iguales, y todos somos iguales, y todos seremos iguales.
Se han cumplido los 76 años de un asesinato vil, como todo asesinato. Un asesinato que tenemos especialmente presente por la categoría literaria y artística de la víctima, pero también porque es un símbolo perfecto del absurdo de la violencia, de cómo la mentalidad totalitaria actúa ciega a cualquier mirada humanitaria o racional, y se alimenta de odios atávicos y de prejuicios inscritos en las testas más duras y los corazones más agrios por años y años de palabras, violencias institucionalizadas, crueldad social.
Habrá quien diga que en la Guerra hubo muertos en los dos lados, que es lo que pasa en una guerra. Pero se enfadarán si les recuerdas que sí, que claro, pero que unos protagonizaron la asonantada y otros no. Se enfadarán más si les preguntas exactamente cuál fue la participación de Lorca en la Guerra, si Granada cayó en manos de los golpistas desde el primer momento, y si Lorca era una persona más bien ajena a los devenires políticos.
Habrá quien diga, "joder, Regino, tú siempre con lo mismo" cuando comentes el terrible "tiro en el culo, por maricón". Como si ya no hubiera agresiones a gays, lesbianas y transexuales, como si ya no hubiera exclusión social, ni acoso, ni insultos. Ni muertos. Ni tribunales capaces de absolver a un criminal porque es lógico temer que un gay te vaya a violar y más lógico coserles a puñaladas aunque estén ya muertos, hasta regar de sangre el suelo.
Habrá quien, como el Telediario, diga que fueron unos soldados. Para seguir alimentando el actual modelo revisionista sobre la Guerra Civil que se propone desde los sectores más rancios, para justificar y ocultar sus propias vergüenzas, y así convertir a Lorca en víctima de una conflagración bélica y no de odios, envidias, recelos, prejuicios y venenos de quienes decidieron destruir la convivencia, abrir una dolorosa fractura que seguiremos sin curar si nos empeñamos en esconder los hechos. Y se enfadarán cuando les cites los nombres de los delatores, los cooperadores necesarios, los ejecutores, que documento tras documento y prueba tras prueba han ido quedando claros a pesar de las dificultades, a pesar de que parece que tanta gente preferiría que nunca salieran a la luz, que no se esclareciera nunca la insidia. Nombres que no pertenecían a soldados, sino a señoritos, políticos de la Falange y de la Derecha más conservadora, y a sus sicarios y mamporreros.
76 años después, Federico García Lorca continúa siendo el rostro, uno de los rostros, de la vergüenza. Una referencia incómoda que sería mejor acallar y relegar a la historia de la literatura donde, piensan, nadie va a ir a buscarle y donde, piensan, basta con sus textos y su talento, no hace falta hablar de biografías. 76 años después, Federico García Lorca continúa podrido en una cuneta o en una barranca. 76 años después en España, la tantas veces madrastra, criminal, sanguinaria España, muchas personas prefieren disparar contra el poeta una ráfaga de silencio que le entierre para siempre donde habite el olvido.
4 comentarios:
Jo Ruka,que bueno eres. Después de la sequía de Julio ha llegado Agosto con las tres mejores entradas de los últimos tiempos. No dejes de escribir. Alguien tiene que despertar las conciencias que andan somnolientas o mas bien en coma profundo. Ya sabes que te apoyamos.Abrazo.
Joer!. ¿Qué quieres que digan?. ¿La verdad?. ¿Quefueron sus propios abuelitos?.
Están encantados con la magnífica obra de su caudillo "Paquita la Culona", y para ellos la Represión, (recomiendo la lectura de "El Holocausto Español" de Paul Preston, aunque hay que tener "arrestos" para leer algúnos capítulos); no fué otra cosa que daños colaterales, como se dice el neolengua.
Orgullosísimos de creerse las mentiras que ordenan escribir a unos cuantos que yo me se.
Cuantas verdades escuecen, y mientras tengamos una derecha que oculta y una izquierda que no se atreve pasarán otros 76 años con todo igual, que poco hemos aprendido.
Le mataron por libre y por brillante y le llamaban maricón por que es lo unico que se les ocurría llamarle como insulto. Eran así de lúcidos.
Es valiente decir soy gay o lesbiana (aún hoy en día) pero no debería ser así debería dar igual.
Cuando no haga falta decirlo (que parece que si no lo dices es que lo ocultas) pero no por miedo sino porque: "¡a ti que te importa!". Estaremos avanzando un poco.
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