
Quien proclamó aquello de "que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda", sí, ese mismo que según la reputada y sabia más que sabia teóloga Cuca García de Vinuesa inventó la familia, desconocía sin duda la neutral y equilibrada capacidad del Diario Montañés para repartir ojos y oídos por la ciudad posible. Claro que a lo mejor no se refería el autor de la frase a las buenas obras sino a la compra de billetes de lotería premiada por Carlos Fabra.
El caso es que alguien anda pensando en la presentación del decano de la prensa montañesa al Premio de Literatura Hagiográfica Fray Edmundo de las Narrativas Caridades, y así, tras relatarnos la belleza de turris ebúrnea del Ingeniero-Alcalde, y continuar con su dulce entrega multicultural al transportar en su coche oficial a una niña gitana hasta urgencias, toca ahora la tercera entrega en la que Iñigo el Justiciero, revestido de ese luminoso Apolo Sauróctono dispuesto a aplastar la cabeza perversa del pequeño reptil que escapa de Bershka cargado de canesús de la falsa talla 36 por valor de euros 350, dirige la carga de la brigada ligera de su cuádriga, siempre bien guiada por el eficaz cochero y apuntalado el escuadrón por los vigorosos hombros de polizonte espartano del guardaespaldas asignado a la protección de la Divina Luz.
Conmueve, oh sí, cómo conmueve, el relato del Olímpico Febo tramando una eficaz estrategia de combate para bloquear el paso del caco malo (más que probable votante del PSOE) y ordenar el ataque a la vanguardia de la tropa. Que inmoviliza sobre el suelo al caco malo. Que es tan malo y socialista que proclama "no puedes hacer ésto, te vas a enterar", antes de escuchar horrorizado y cogido en falta faltona la sentencia del Constructor de la Vera Pax Ignatia, con voz de airado custodio: "Oh, sí puede, es policía" (versión magnánima y modesta del pensado a priori "tío, lo que tú no sabes es quién soy yo y que la has cagao, por malo y tonto").
Ya sé, ya sé, que somos tantos descreídos los que habitamos esta Santander Reserva Espiritual de Occidente también penetrada sin vaselina por el Laicismo Radical, que ha sido necesario elimitar la opción de comentarios en la edición digital del DM. Y es que bastante esfuerzo tienen los moderadores con mantener contra viento y marea las largas listas de insultos homófobos, de descalificaciones grotescas a otros personajes de la vida pública y privada cántabra, de las acusaciones anónimas y sin fundamento, como para permitir que la ciudadanía se cachondee con befa y mofa de las hazañas y desfacimientos de entuertos de Apolo De La Serna en su plena y ebullescente majestad.
Pero ya llegará la hora, ya, en la que Hermoso como rayito de luz sobre la melena de Marisol, Inteligente como el propio ser del Universo de cuya Entraña es protector y amoroso padre, Benéfico como Aspirina con sabor a Guayaba, Justiciero como Torrente en las calles de Marbella, proyectará su mirada acero azul, dulce sí, pero implacable, contra blasfemos, descreídos y gentiles, hasta petrificarlos en labrada sillería.
Mientras tanto, cuentan por los confidenciales que se ha puesto la Marvel en contacto con nuestro Nuevo Febo, para narrar sus lances en las páginas de colorín de su nuevo personaje, The Major.
Y es que ... ¿es un pájaro, es un avión? No. Es ... Super Serna.
Oh, Yeah.