UN HOMENAJE A ARGENTA SIN ARGENTA

Después de su atenta lectura de García Márquez y "El coronel no tiene quien le escriba" y la escucha no menos atenta del "Dama, dama" de Cecilia, el director del Festival Internacional de Santander ha acudido en un par de ocasiones a la prensa local para hacer eso que tanto le gusta: ser la novia en la boda y el niño en el bautizo. Él programa, él analiza la programación y la proclama octava maravilla del universo, él hace la crítica en la prensa, él se contrata a sí mismo y a su coro, él firma convenios entre el FIS y RTVE música para editar una colección de discos en los que también el Festival viene representado mayoritariamente por su coro ... A pesar de todo, de poco en poco van apareciendo las habituales loas que sin argumento ni propuesta alguna regresan al superlativo. Hoy en El Mundo, Enrique Álvarez (quién le ha oído y quién le oye) se suma a la celebración con las habituales justificaciones (hay poco dinero) y la correspondiente pulla a los mensajeros (que quienes argumentan críticamente sobre la continua cuesta abajo del Festival se callen y se dediquen a atacar a la UIPM zapateril que trae teólogos progres, mala ella).
Seguirán otros, no me cabe la menor duda, y seguirán vigentes la falta de imaginación, la falta de mente programadora, la falta de proyecto para auxiliar a la falta de dinero (más que discutible) en el proceso de autodestrucción del FIS. Pero no por eso dejaremos de realizar nuestros análisis.
Desconocedor de aquello de "excusatio non petita, accusatio manifesta" ya el director se encargaba de enmarcar la conmemoración del 50 aniversario de la muerte del director de orquesta cántabro Ataúlfo Argenta se encargaba de anticiparse a las voces que echan de menos un programa más vinculado a la vida y el genio del malogrado genio y explicaba que Joaquín Achúcarro había sido dirgido por Argenta en un concierto para piano y orquesta (cierto, y bien) y que Zubin Mehta había escuchado dirigir al de Castro (bien también). Se le olvidó apuntar que también había dirigido al Orfeón Donostiarra, pero le pasamos gratis el el dato.
¿Realmente podemos reducir a Argenta a la Novena de Beethoven y la aportación de dos personajes sin duda importantes que lo conocieron personalmente? Me parece que no, me parece que se echan en falta muchas cosas, muchos argumentos, muchas propuestas. Y creo que el Festival Internacional de Santander debería haber sido mucho más serio, creativo y generoso con quien en la práctica fue su fundador (más justo sería añadir uno de sus fundadores) y quien probablemente es la mayor aportación que Cantabria le ha dado a la música. Ese director que, de no haber muerto tan tempranamente, tendría hoy de seguro la consideración de un Bernstein, un Karajan o un Giulini.
Argenta adoraba la zarzuela, y siempre trató de reinvindicar nuestro género hispano. No me gusta la zarzuela, pero si además este año conmemoramos el centenario de Chueca , pues no hubiera estado de más una zarzuela a lo grande. Argenta desarrolló su carrera de dirección y adquirió su prestigio al frente de la Orquesta Nacional de España. Pero la Orquesta Nacional de España no ha sido invitada al Festival. Argenta era adorado por la Orquesta de la Suisse Romande y era el "niño bonito" de su mítico director, Ansermet. Pero la Suisse Romande no ha estado este verano en el Festival. Además de las ya tantas veces comentadas y conmemoradas nueve sinfonías de Beethoven, Argenta dirigió grandes programas y ciclos integrales en Santander, como las sinfonías de Brahms o los conciertos para piano y orquesta de Beethoven. Pero ni de lo uno ni de lo otro escucharemos nada este verano. Argenta tenía comprometidas a pocos meses de su muerte importantes citas con la Filarmónica de Viena y su primer gira americana con varias de las mayores orquestas de los Estados Unidos. Tampoco. Argenta dirigió dos días antes de morir El Mesías de Händel, pero tampoco.
Tal vez algún día alguien se dé cuenta de que dirigir y programar un festival tiene que ver con el proyecto, la anticipación, la apuesta, el conocimiento, el riesgo y no sólo con contratar cualquier cosa que sus agentes de cámara tengan en gira, por bueno que esto sea.
Mientras tanto, tendremos que esperar al centenario del nacimiento de Argenta, 2013, tal vez, para poder vivir con seriedad una propuesta sobre el director de Castro.
Mientras tanto, escucharemos esta noche a Zubin Mehta, el mismo director de casi todos los años, con el Maggio Musicale Fiorentino, la misma orquesta de casi todos los años, interpretar el wagneriano Preludio y muerte de Isolda, por tercera vez en cuatro años. Pero esta vez convencidos, gracias a las filípicas de José Luis Ocejo, de que este año sí son especiales, originales, un sesudo homenaje a Argenta que diferencia, ja, la edición de 2008 de todas las anteriores.
Por cierto, y en relación a Isolda, por Odín, ¿alguien puede rematar de una vez a la rubia de las trenzas y que nos deje en paz?