SOBRE CIERTOS CONCIERTOS Y CIERTOS DESCONCIERTOS
(O como cantarían Pajares y Esteso, "Los niños con los niños ...")
Ha sido noticia y fuente de polémica incluso en los medios nacionales la decisión de la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria de no renovar el concierto al Colegio Torrevelo y denegar su solicitud al Colegio Peñalabra, ambos de Fomento y Centros de Enseñanza (Opus Dei) y ambos defensores de la educación segregada (niños en Torrevelo y niñas en Peñalabra). Sobre todo ha sido intensa la polémica en los medios regionales, donde han sido múltiples las cartas al director (hasta firmadas por niñas de seis años, qué ricas) y las tribunas libres. Todas, claro, defendiendo el derecho de ambos centros al concierto y defendiendo el derecho de las familias a elegir si quieren enseñanza mixta o no.
La verdad es que dejando al margen el mal gusto de la mayor parte de los textos mencionados, que en una lectura transversal realmente lo que hacen es descalificar o despreciar al resto de centros públicos y concertados de Cantabria (ellos son los portadores de la única enseñanza que funciona, los mejores, la élite, cómo no), dejando aparte la hipocresía de ciertos firmantes que defienden su derecho a educar a sus hijos según unas convicciones que luego no ponen en práctica en su vida privada (y hasta aquí puedo leer, no voy a dar nombres sobre todo porque hablo de algún amigo), y dejando aparte también algunos otros datos relevantes sobre la gestión del concierto hasta hoy ... sí que me parece importante recordar una idea esencial.
Sí, tienen razón Torrevelo y Peñalabra cuando afirman que la justicia española ha dado como válida y conforme a la Constitución la existencia de centros de educación separada. A la vieja usanza. Y sí, lo ha hecho por valorar el derecho a crear un centro educativo conforme a un ideario concreto y por valorar la posibilidad de que los padres busquen un proyecto afín a sus convicciones.
Donde radica la equivocación (la manipulación diríamos mejor) es en el hecho de pensar que si en España es posible un centro segregado, eso implica necesariamente el acceso al concierto. Y no es así. España tiene hoy un proyecto asentado de educación pública, que se basa en una serie de exigencias y principios, bien aceptados, por cierto por la inmensa mayoría de la sociedad y por la inmensa mayoría de los centros concertados. Entre esas reglas del juego público (la Administración está obligada constitucionalmente a garantizar la educación para todos, pero no cualquier educación) está la de la enseñanza mixta. Somos iguales, nos educamos igual. Esa convicción pública (que no han cuestionado los gobiernos conservadores, por cierto) significa que si un centro de titularidad privada quiere recibir financiación pública, debe cumplir ciertos requisitos, entre ellos la enseñanza mixta. ¿Que un ideario, unos padres, un proyecto defienden enseñanza separada? Perfecto: centro privado con financiación privada. Así de sencillo. No hay persecución, discriminación o problema alguno.
Tal vez el único ruido sea recordar que, conforme a las exigencias de la Administración educativa a todos los demás centros concertados, el Colegio Torrevelo nunca debería haber sido subvencionado.
Desde este blog, aplaudimos de manera firme la decisión de la Consejería de Educación y de su titular, Rosa Eva Díaz Tezanos. Y estamos seguros de que los recursos que interpondrán los dos colegios tendrán un resultado claro: el dinero público financia modelos acordes con los valores de la educación pública. Y lo demás, es literatura.